Quanxi estaba apoyada en el barandal de balcón de su casa mientras terminaba de consumir su cigarro.

Hace algunas horas atrás había terminado de satisfacer sus deseos carnales con su harem, así que al estar más relajada, salió de su cama para poder refrescarse un poco con la brisa de la madrugada.

No solía hacer eso pero se ha sentido agotada mentalmente en los últimas días.

Se empezó a dedicar a entrenar al más nuevo de los miembros de su grupo y de su harem, y hasta ahora todo iba bien.

Pero le empezó a parecer molesto el ver cómo Beam siempre estaba cerca de ella, vigilando secretamente el entrenamiento que le daba a Denji.

Sabía que esto era cosa de Makima, puesto que Beam nunca se acercaría a ella por cuenta propia.

Y aunque le daban ganas de matar al demonio tiburón, no podía hacerlo.

No porque no tuviera el poder para eso, sino que si lo hacía, estaría declarándole una guerra a la peli-roja.

Y esa guerra no la podía ganar.

Pese a que ella era fuerte, no estaba segura siquiera de poder vencer a Makima.

En el pasado logró ver un poco de su fuerza, y pudo comprender que la brecha que había entre ambas era gigantesca.

Incluso ahora que ella se había vuelto más fuerte, no tenía ni idea si era capaz de hacerle frente, aunque lo más probable es que ese no sea el caso.

Y si las cosas seguían así, entonces no era capaz de poder proteger a sus niñas y a Denji.

Solo bastaba con decir que muchos de los subordinados de Makima eran casi igual de fuertes que ella, como lo podía ser el viejo de kishibe o ese demonio Ángel que tenía entre sus filas, aunque a este último no le gustaba pelear, pero eso no quitaba que fuera peligroso, en especial con esas habilidades que poseía.

Es por eso que no podía estar del todo tranquila, puesto que de su harem, Cosmo era la más fuerte de todas, solo por detrás de ella, y no sabía si eso era suficiente para frenar a todos los reclutas de Makima.

Es por eso que la incorporación de Denji era como una ventaja de cierta manera.

Aunque no lo quería para pelear, puesto que eso es lo que ella más odiaba.

Solo quería una buena vida para el y para sus chicas, pero sabía que dentro de este mundo, eso era prácticamente imposible.

Seguramente lleguen problemas en el futuro que sobrepasen sus capacidades, es por eso que quería explotar toda las habilidades de Denji para que sea un caza demonios sin igual.

Al ser un híbrido como ella, entonces estaba segura que sería muy fuerte, incluso más que ella, pero para eso faltaba bastante.

No conocía del todo las habilidades de Denji, más allá que tenía su regeneración a base de beber sangre y que era prácticamente inmortal.

Fuera de eso, no había descubierta más nada en estos días, así que lo más inteligente ahora era seguir su monótona rutina. Dejar que Makima envié a cuantos espías quiera y que observe lo que desee.

De una u otra forma, ella jamás conseguiría a Denji. Ya le pertenecía a ella y no lo dejaría ir jamás, a menos que el se lo pida.

Si se percata que ella es una mala influencia para el, entonces lo dejaría marcharse, pero de no ser así, ni aunque le ruegue lo dejaría ir de su lado.

- hmm, ese fue el último. - dijo Quanxi mientras soltaba su cigarro en el cenicero y luego se adentró nuevamente a su cuarto. -

Ahí observó a sus niñas en la cama mientras dormían plácidamente, cosa que la hacía feliz pese a no poder demostrarlo como quisiera.

Luego de eso se dirigió hacía su puerta y salió de la habitación con rumbo al cuarto de al lado.

Un cuarto que por lo general solo era para dejar cosas innecesarias como objetos sin valor o muebles viejos.

Pero ahora se había convertido en el cuarto de Denji.

Esto no le gustó a Quanxi para nada puesto que ella lo quería al lado suyo, así que le pidió argumentos para saber el porque quería un cuarto para el solo.

Su respuesta fue que el necesitaba su espacio personal ya que no se sentía tan cómodo estando entre tantas mujeres, en especial como una que parecía muñeca mal cocida y otra que tenía un ojo en el aire.

Aparte, se lo pidió como un regalo por el trabajo que venía haciéndo en los últimos días, y Quanxi al ser de corazón débil ante su harem entonces aceptó, con la única condición de que ahora sus sesiones de sexo serían más largas.

Denji lo aceptó si dudar, aunque a la larga terminó arrepentido ya que no podía contra la resistencia de Quanxi.

Aunque ya ese sabe cómo es que termina eso.

Quanxi ingresó al cuarto del rubio y lo vio ahí, acostado mientras dormía tranquilamente.

Revisó el el reloj que habia en su habitación y se percató que apenas iban a ser las 4 de la mañana.

Aun era muy temprano, además, estaba segura que el seguía aún agotado por el entrenamiento.

Solo por esa razón fue que no lo incluyó en su orgía de hace algunas horas, pero no tendría tanta suerte la próxima vez.

Es por eso que por ahora, lo dejaría dormir un par de horas más, se lo merecía después de todo.

- si no quieres que te decapite, entonces sal de tu lugar sin a hacer ruido, Beam. -

- ja, sabía que no podía esperar menos de la primera cazadora... Ya veo porque la señorita Makima te respeta tanto. -

- que es lo que quieres? -

- eso es evidente, estoy observando al maestro motosierra. -

- cual es el propósito de eso? -

- eso ya lo sabe usted... Yo solo obedezco las órdenes de la señorita Makima. -

- veo que seguiras siendo una molestia durante mucho tiempo... Supongo que será bueno mandarle una advertencia a ella, utilizando tu cabeza como mensaje.-

- descuide, no hay necesidad de tener que llegar a eso. -

- entonces no vengas a mi casa nunca más, la próxima vez que estés aquí, solo sentirás una flecha atravesar tu cabeza.-

- esta segura de eso? -

- así es, y será mejor que solo comuniques a Makima. -

- esta bien, yo se lo comunicaré, aunque no sé si sea buena idea desafiarla. -

- ella sabe sobre nuestros términos, si los incumple entonces espero que se atenga a las consecuencias. -

- je, y pensar que todo esto pasó por llamar la atención del maestro motosierra, en verdad es muy especial. -

- hmm, Makima te ya mencionado algo más sobre el? -

- no tengo porque revelarle nada de información, pero como me cae muy bien, haré una excepción. sé lo mismo que usted señorita Quanxi, no hay nada que usted no haya visto ya al igual que yo. . -

- entonces porque lo quiere Makima? -

- eso se lo tendría que preguntar usted, yo solo tengo la órden de seguirlo y observarlo. -

- bien... En ese caso, no hay nada más que a hacer aquí, vete de mi casa, y si te vuelvo a ver cerca de nosotros, no dudare en matarte... Tómalo como una amenaza.-

- jaja, será interesante pelear con usted... Adiosito.- dijo Beam mientras se iba de ahí, hundiéndose en el piso. -

Quanxi esperó unos minutos más hasta que no sintió más la presencia de Beam.

Sus sentidos agudizados le permitían percibir las vibraciones de su alrededor, y hasta ahora, no había más movimientos cerca de su casa.

Aunque le llamó la atención que el demonio tiburón no fuera el único que la visitó.

Cerca de ella podía sentir la presencia de otros subordinados de Makima.

Si eso no era una advertencia para ella, entonces no sabría que significaba.

Pero evidentemente no se dejaría intimidar.

A pesar de querer estar tranquila sin la necesidad de meterse en ningún conflicto innecesario, todo apuntaba a que no sería así.

- supongo que estamos en guerra... Pero por ahora no soy capaz de hacer nada. - dijo la peli-blanca mientras se acercaba a la cama de Denji y luego se acostó al lado de el. -

Acarició con delicadeza el rostro del chico, el cual al sentir el suave tacto de su mano, se apegó a ella inconcientemente para poder seguir sintiendo esa calidez que solo ella le brindaba.

- cada demonio es distinto... Pero porque tú eres tan diferente? Porque Makima se interesó en ti? - cuestionó Quanxi sin esperar recibir una respuesta. -

Simplemente acerco al rubio a su pecho y lo abrazó con fuerza, aunque no al punto de llegar a lastimarlo.

- por favor, vuelvete más fuerte... A pesar de que yo soy fuerte, no es suficiente. Se que te prometí protegerte, pero esto me supera, así que por favor, ayudame a ayudarte. - dijo Quanxi mientras le daba un suave beso al rubio el cual no se enteraba de nada. -

Quanxi estaba asustada, pero no porque le pudiera pasar algo a ella, sino que ese temor radicaba encima de sus niñas las cuales si podían morir.

Con Denji y al menos podía estar segura que seguiría con vida, pero no le gustaría que el se volviera el títere de Makima.

Ella sabe lo que es estar en esa posición, y jamás se lo desearía a nadie.

Incluso estaba la opción de huir de ahí a otro país, pero por cuanto tiempo se ocultarian?

Además, porque tendrían que ocultarse? Ellos eran libres de estar e ir a donde quisieran, no tendrían porque vivir con miedo.

A decir verdad, Quanxi se había metido en algo que sobrepasaba sus capacidades, pero no podía dar marcha atrás.

Incluso aunque tuviera la oportunidad, no lo haría.

Ya era suficiente, y si debía de pelear con Makima entonces así sería a pesar de saber que perdería.

Pero algo le decía que no todo pintaba tan mal.

Después de todo, ella tenía algo que Makima no tenía y que deseaba tener.

Si Denji era sumamente especial entonces descubriría la razón de eso, y lo aprovecharia para acabar con todo esto.

No por su bien personal, sino que era para el bien de todos.

En especial para el bien de Denji ya que el no tenía la culpa de nada.

Solo era víctima de una loca manipuladora con planes indescifrables para la humanidad.

Así que confiaba en este camino que tomó, y no retorcederia a pesar de tenerlo todo en contra.

- Uhm? Señorita Quanxi? -

- hola Denji, buenos días. -

- si, buenos días... Este, ya es hora de ir a entrenar? -

- es demasiado temprano, así que puedes hacer seguir durmiendo. -

- genial... Justo estaba soñando que comía unas buenas rebanadas de pan con mermelada. Me dormiré otra vez para ver si puedo soñar con eso de nuevo.-

- hmm, ya veo, en ese caso, duerme todo lo que quieras, no entrenaremos hoy. -

- eh? Lo dice en serio? -

- me has visto a mi decir alguna broma? -

- este... Creo que no. -

- entonces no me cuestiones. Solo disfruta... Disfruta de este día por favor.-

- en ese caso, a mimir. -

- si... A mimir. - repitió Quanxi la cual beso suavemente en los labios al rubio y luego se dispuso a descansar junto con el.-

Podía sentir como el la abrazaba con delicadeza, aunque también aprovechaba esa cercanía para tocarla disimuladamente.

Eso le causó gracia puesto que ella era igual a su edad.

Incluso ahora lo seguía siendo, tocando mientras dormían el cuerpo de sus niñas y el de el.

No le molestaba, puesto que su cuerpo era de ellos, y viceversa.

Pero eso no quitaba el hecho de que le divirtiera que el dismulara sus toqueteos en ella.

Es por eso que tomó una de las manos del chico y la llevo justo por debajo de su camiseta para que sintiera a la perfección su pecho desnudo.

Al hacer eso, pudo sentir el estremecimiento del chico, el cual abrió sus ojos de golpe, acción que hizo sonreír ligeramente a la peli-blanca.

- pervertido. -

- y-yo... No. -

- esta bien... No me molesta, pero si sigues tocandome en mis zonas más sensibles entonces no dudes que te tomaré, en especial ahora que decidiste alejarte de mi. El castigo será el doble. -

Denji se quedó mudó ante eso.

Fue así que mejor retiro su mano del pecho de Quanxi para evitar una masacre.

Pero fue inútil ya que a los minutos, ella ya no se pudo aguantar más y abusó de el de mil maneras posibles.

Una peor que la otra.

Y Denji no hizo nada para defenderse.

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Hasta la próxima.