Ya casi llegamos a los 100k en este fic.

Gracias por leerlo, y gracias también a los que votan.

Los que no dejan una estrella, son unos bastardos al igual que wattpad.

Ahora sí, comencemos.

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Estando en seguridad pública, Quanxi veía como en el otro lado de la mesa de ejecutivos yacía Makima entregando su informe de la semana, esperando la aprobación para poder seguir con su trabajo.

Por su parte, ella únicamente fue para saber si podía recabar un poco más sobre el caso "Makima" puesto que hasta ahora, ella lo ha hecho absolutamente nada para atacarla.

Y eso era preocupante.

Pero a medida que avanzaba el tiempo, no consiguió obtener nada bueno de esa plática, por lo que después de algunas indicaciones más, ella terminó por marcharse junto con la peli-roja la cual mantenía su paso por los pasillos del edificio.

Ninguna decía nada, pero se podía sentir la tensión en el aire.

Claramente ninguna de las dos se dejó intimidar por la otra, pese a que las diferencias de poder eran totalmente disparejas.

Quanxi sabía de sobra que en una pelea, ella podría darle problemas a la peli-roja, pero a la larga, ella terminaría por sucumbir seguramente.

La conoce después de todo, y sabe que Makima es un peligro para la humanidad.

Y eso debe de ser controlado.

- y como has estado Quanxi? Hace mucho que no hablamos.-

- podría estar mejor, sino fuera porque tú presencia me perturba.-

- tan carismática como siempre, por eso eras de mis favoritas.-

- tú no tienes favoritos, solo tienes títeres que se dejan manipular por ti.-

- en efecto, así eso, pero hay algunos cuantos traviesos que se salen de ese control, y un claro ejemplo eres tú.-

- vivir mi vida a mi manera es lo que me ha mantenido firme en todo este tiempo. Contigo seguramente ya estaría muerta definitivamente.-

- hago las cosas por un bien mayor, pero mi percepción de la vida es algo que ustedes los humanos no comprenderán jamás.-

- si alguien comprendiera lo que quieres a hacer, entonces dejarían de seguirte, así de sencillo.- dijo la peli-blanca la cual llego a la entrada del ascensor y luego presionó el botón para abrir las puertas.-

Al entrar, Makima le siguió y luego presionó el botón para subir al último piso del edificio.

Y es que ambas sabían que su plática iba para largo, por lo que fueron a un lugar en donde nadie les iba a estar prestando atención.

Por lo que después de algunos segundos, ambas llegar al duodécimo piso, en donde subieron unas gradas más y luego salieron al exterior, consiguiendo así, ver gran parte de la ciudad.

- en dónde están tus chicas?-

- están en casa... seguramente jugando más de algo en mi ausencia.-

- ya veo...y él? Cómo está?-

- eso lo es de tu incumbencia.-

- ya veo...así que hasta tu tienes un favorito no?-

- yo no soy como tú, yo los amo a todos por igual. Me dan la felicidad que se me fue arrebatada hace mucho tiempo.-

- aún sigues pensando en eso?-

- no hay día que no lo recuerde...fuiste tu la que me hizo el mayor daño de mi vida...y eso es algo imperdonable.-

- solo experimento, después de todo, este mundo necesita un cambio, y solo se puede realizar con el sacrificio humano.-

- te equivocas...ese no es el camino correcto.-

- ah no? Entonces cuál es el camino correcto según tu?-

- no tengo la respuesta, pero estoy segura que lo que tú planteas está lejos de serlo.-

- solo abre tu mente Quanxi...sabes muy bien que cada vez más aparecen amenazas mil veces más grande de lo que tú te puedes imaginar. Si crees que el demonio pistola es un peligro, entonces creeme que tú no has visto nada.-

Quanxi únicamente permaneció en silencio mientras permitía que Makima se acercará a ella por detrás.

Si bien en otras circunstancias la hubiera alejado, justo ahora no sentía hostilidad hacia ella.

Y aunque así fuera, poco o nada podía a hacer para defenderse.

Solo tocaba esperar el siguiente movimiento de la peli-roja.

- Makima, que quieres en realidad? -

- oh, tu sabes muy bien que es lo que deseo.-

- también sabes que eso es prácticamente imposible. El chico es mi, me pertenece.-

- lo sé...se que el motosierra es de tu propiedad, pero sabes que lo necesito para realizar el cambio que deseo.-

- aunque quisiera dártelo, chico está en otra categoría que no tu ni yo seríamos capaces de vencerlo...así que olvídate de él.-

- es imposible...estoy obsesionada con él...es lo que he estado buscando desde hace décadas, y tú me lo arrebataste.-

- es lo mínimo que podía a hacer después de que tú me arrebataras todo lo que deseaba...así que estamos a mano.-

- no, estás equivocada, esto no se trata sobre si tú y yo estamos a mano...se trata de que tú me tienes que dar al motosierra, ya sea a las buenas o a las malas... así que tú elegirás el camino más favoreciente.-

- la respuesta es la misma Makima. Denji es mío, y yo no lo comparto con nadie.-

- bien...si esa es tu respuesta, atiendete a las consecuencias...-

- como desees.-

- bien, entonces aquí va mi primera advertencia.-

Dijo eso, Quanxi rápidamente sacó la flecha de su ojo para entrar en su modo de híbrido pero incluso así no fue suficiente para evitar el ataque de Makima.

La peli-roja en cuestión, apuntó con su dedo a la peli-blanca y luego utilizó su habilidad insignia, haciendo así que Quanxi salieron disparada a gran velocidad del techo de seguridad pública hasta un edificio lejano de ahí.

El impacto fue tal, que logró atravesar dicha estructura hasta caer al piso, agrietandolo en el proceso.

El golpe la había aturdido de tal manera que ella no se había dado ni cuenta del tremendo agujero que yacía en su pecho.

Sus órganos había desaparecido por completo, y su sangre se desbordaba por montones.

Esa era la fuerza bruta de Makima, y ella lo había pagado caro.

Pero más que eso.

Era el inicio de la guerra que ella no quería empezar.

Pasado las horas, Quanxi abrió los ojos y lo primero que vió fue el techo de un lugar totalmente desconocido para ella.

Al recobrar poco a poco su compostura, logró levantarse de dónde estaba para poder ver a su alrededor, y en el proceso pudo visualizar al mismo kishibe, el cual estaba viendo televisión.

- está es tu casa?-

- no, la puerta estaba abierta, por lo que entré contigo y luego te puse en el sofá.-

- entiendo...- dijo la peli-blanca la cual vio su pecho y se percató que este estaba nuevamente completo, siendo tapado únicamente por las vendas que le colocó kishibe en el proceso.-

- veo que provocaste a Makima...-

- eso parece.-

- hmph...en verdad eres una estúpida.-

- ella quería arrebatarme lo que es mio, y eso es algo que no me puedo permitir.-

- bueno, ahora será peor. Esa mujer no descansará hasta que le des al mocoso de mierda.-

- pues lo siento por ella, pero eso no será posible.-

- hay Quanxi...siempre he admirado tu determinación, pero en esta ocasión te puedo decir con seguridad que has perdido el juicio. Sabes muy bien que Makima no es ninguna estúpida. Si bien ahora cuentas con esa forma rara que me contaste del chico, sabes perfectamente que Makima no lo atacará directamente a él.-

- lo sé, pero ahora tenemos una ventaja mayor, solo hay que ser precavidos.-

- las ventajas solo son una extención de tu arsenal...cuando lo gastes, no te quedará nada más después, y esa es la gran diferencia de ti y de Makima.-

- crees que no puedo vencerla?-

- honestamente no...es más, sino fuera por mi, tu seguirías muerta en este momento. Y si tus niñas se hubieran enterado, ahora mismo estarían asesinadas por Makima ya que seguro hubieran ido por ella, y a diferencia del mocoso, ellas no pueden volver a la vida.-

- aún así, no podemos permitir que esa mujer se salga con la suya.-

- entonces se más inteligente que ella...sabes que directamente no puedes luchar contra makima. Incluso si llegas a mandar al chico para que la asesine, Makima tendrá planeado algo con anticipación para dañarte a ti y a las otras.-

- entonces, que puedo a hacer? No sé me ocurre nada para contraatacar a Makima.-

- bueno...no se si te sirva de algo, pero he estado haciendo algunas investigaciones en cuanto al entorno de Makima se refiere, y descubrí algo muy peculiar.-
Dijo kishibe el cual sacó una pequeña nota de su bolsillo y luego se la pasó a la peli-blanca la cual la cogió y luego empezó a leerla.-

- te dije que te ayudaría, y esto es todo lo que puedo aporta. Si te sirve de algo, deberías de intentarlo, de lo contrario, jodete.-

- esto...es enserio?-

- si, me costó trabajo conseguirlo, así que agradece.-

- gracias...supongo...te debo una caja de cerveza, siempre y cuando esto salga bien, aunque lo dudo mucho.-

- perfecto, pero mándame la caja de cerveza antes de que te asesinen...no quiero que mueras endeudada.- dijo kishibe mientras apagaba el televisor y luego empezó a dirigirse a la entrada de la casa.-

- hace tiempo que no hablo con ella.-

- inténtalo...si lo consigues, puede que tengas una oportunidad.-

- bien, lo haré...pero otro día, ahora solo quiero ir a tener sexo con mis niñas y con denji.-

Y dicho eso, Quanxi se levantó de su lugar y luego acompaño kishibe hacia la entrada de la casa, en donde dejaron la puerta abierta para que nadie sospechara de que estuvieron ahí.

Haciéndolo más sospechoso aún.

- hola... supongo.-

- hola anciana...hace siglos que no te veía.-

- sarcastica como siempre...-

- ya me conoces...no suelo interesarme por seres insignificantes como ustedes.-

- lo sé...aunque claramente no estoy aquí para hablar de esto.-

- bueno, no te mentire, la intriga fue lo que me atrajo a venir aquí...aunque me estás quitandos valioso tiempo de mi vida.-

- no es como que se te vaya a acabar el tiempo de tu existencia...o quien sabe, si eres demasiado indulgente, puede que te maten.-

- me gustaría ver al valiente que lo intente.-

- y puede que suceda pronto, pero solo si estás dispuesta a ayudarme.-

- no lo se... beneficios contigo no hay...además que no podemos a hacer ningún tipo de contrato debido a tu condición, así que olvídalo anciana.-

- no tiene que ser un contrato de ese estilo, sino que puede ser uno formal.-

- como los que hacen ustedes? Pero que vintage.-

- piénsalo bien, sabes que yo cumplo con lo que prometo.-

- pues con lo que quieres a hacer, dudo mucho que tengas oportunidad alguna.-

- ni siquiera he comentado lo que tengo planeado a hacer y ya supones mi derrota?-

- te conozco bien, se que es lo que quieres a hacer, y honestamente me sorprende que hasta ahora lo quieras realizar.-

- resulta que tengo un As bajo la manga, pero necesito un pieza más en todo esto, y ahí es donde entras tú.-

- en serio? Vaya plan nefasto el que tienes...-

- la improvisación es un arma letal que puede ganar batallas...por lo que quiero que te unas a mi y me ayudes a detener a Makima.-

- entiendo...pero voy a negarme por completo. No consigo nada fastidiando a control, así que olvídalo.-

- si me ayudas, conseguirás una audiencia personal con el motosierra.-

- el motosierra? El está perdido en el mundo...es imposible que pueda comunicarme con ese bastardo.-

- bueno, resulta que está más cerca de lo que te imaginas, así que si me ayudas, yo te llevaré con él.-

- hmm...estás segura que no me estás mintiendo? Porque de se así...-

- descuida, lo que te digo es totalmente cierto...así que dime, aceptas mi oferta, kiga?-

- lo haré hasta verlo a él personalmente.- comentó el jinete de la hambruna mientras se levantaba de su escritorio de escuela y luego esperó a que Quanxi le guiará en su camino.-

Esperando de manera tranquila su reencuentro con uno de sus mayores enemigos.

El motosierra.

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Hasta acá el cap.

Nos vemos en la próxima.^^