Recuerdos tormentosos invadían la mente de una mujer la cual ya había visto lo peor que te puede mostrar la vida.

Si bien era algo que odiaba recordar, el sentimiento de angustia la hacía rememorar cada uno de esos momentos vividos con esa mujer.

Una mujer en la que confío y que le defraudó en su día.

Una mujer que la engaño y manipuló para que hiciera todo lo que ella nunca quiso hacer.

Y la hizo vivir una vida que ella jamás pidió y que la atormentó durante muchísimo tiempo.

Y que hoy en día, esas secuelas del pasado la siguen afectando enormemente.

Si tan solo no hubiera obedecido a esa mujer...

Flashback

- así que, ellos son todos los reclutas que conseguiste?-

- así es. Perdón que no sean tantos, pero honestamente dudo que alguien quiera trabajar en esto, Makima-san.-

- está bien, supongo que puede servir, aunque aún falta saber la valentía de cada uno de ellos.- dijo una mujer de cabellera roja y de buen porte, la cual, de un momento a otro, se encontraba parada justo delante de varias personas las cuales tenían trajes militares.-

Aunque esto no llamó la atención de la susodicha la cual aparentaba analizar a todos con cautela. Sino que su total atención estaba puesta en la única mujer del grupo militar, la cual mantenía una postura firme y recta delante de ella.

Y eso la hizo sonreír.

- bueno, les deseo un agradable día a todos. Mi nombre es Makima y soy la organizadora de la primera división especializada en la caza de demonios. Esta es una iniciativa de parte del gobierno japonés la cual busca erradicar por completo a los demonios de nuestra sociedad. Hasta ahora las autoridades locales han podido frenar algunos ataques de parte de los demonios, pero a medida que pasa el tiempo, aparecen más y más entidades demoníacas las cuales poseen rasgos y características diferentes, y su poder varía en muchas ocasiones, por lo que se busca un grupo especial el cual pueda neutralizar por completo a estas amenazas.- dijo Makima la cual no logró observar movimiento alguno de parte de los militares, cosa que la hizo reír por dentro, puesto que ahora venía la prueba definitiva.-

- se que ustedes han venido aquí puesto que el sueldo que les ofrecieron es una locura, pero honestamente nada de eso es importante si no saben cómo manejar la amenaza que tienen enfrente, así que diré esto una solo vez antes de que se arrepientan...¿Están seguros de entrar a seguridad pública? Si la respuesta es si, den un paso al frente. Si la respuesta es no, es momento para retirarse.-

Dicho eso, Makima logró observar en los ojos de algunos militares un atisbo de duda, cosa que le agradó puesto que ellos serían la prueba definitiva para lo que quería probar.

Y le agradó aún más el hecho de que todos los militares dieron un paso al frente.

"Humanos insignificantes." Fue el pensamiento de ella la cual se dió media vuelta y luego levantó su mano.

- muy bien. Ya no hay marcha atrás. Por favor, acompañenme.-

Dicho eso, todos empezaron a seguir a Makima por el campamento especializado el cual utilizarían para capacitar a la nueva organización de caza de demonios.

Aunque más que parecer una base de entrenamiento, parecia una cárcel de máxima seguridad.

Y es que el sitio estaba totalmente compacto en todo su entorno.

No había posibilidad alguna de ver hacia afuera desde el interior, por lo que generaba cierta incertidumbre a los militares que fueron ese día.

No sé comparaba en lo más mínimo a los campos de entrenamiento que ellos tenían en el ejército, por lo que se estaban planteando la idea de que algo no estaba bien en ese sitio.

Aunque ya era muy tarde para ir hacia atrás, y es que de algún modo, ellos sentían que sus piernas ya no los obedecían.

Caminaban inconscientemente hacia donde sea que los estaba llevando Makima, y eso provocaba que la angustia empezara a crecer en ellos.

Y eso le encantó a la mujer peli-roja.

Así pues, caminaron por varios minutos hasta que finalmente llegaron a su destino.

Justo delante de ellos había una puerta de metal la cual mantenía una pequeña ventana templada en el centro, cosa que llamó la atención de todos los presentes pero ninguno dijo nada al respecto.

Simplemente no podían.

- bien, quiero que todos ustedes entren a este cuarto subterráneo y cojan el arma que mejor les parezca. Pronto iniciará su prueba definitiva.-

Dicho eso, y sin la oportunidad de replicar, todos los militares entraron al cuarto designado, con excepción de una persona, y esa era la mujer que Makima había visto desde le principio y que llamó su atención.

La peli-roja la detuvo por un momento para poder hablar con ella.

- estás segura de entrar a ese cuerto?-

- hay razón para no estarlo?-

- en lo absoluto. Es solo que me sorprende ver a una mujer militar. No es para nada común.-

- confío en mis habilidades, de lo contrario no hubiera llegado tan lejos.-

- entiendo...puedo saber cuál es tu nombre?-

- Quanxi...solo Quanxi.-

- entendido...buena suerte entonces.- terminó de decir Makima mientras soltaba a la chica quien únicamente asintió y luego entró al cuarto.-

Acto seguido, la puerta fue cerra en su totalidad, por lo que Makima empezó a marcharse de ahí.

Así continúo su recorrido hasta que uno de los trabajadores del lugar se le acercó a ella para acatar las próximas instrucciones de su líder.

- señorita Makima, que prosigue ahora?-

- bueno, no quiero inutiles en este proyecto. Así que libera al demonio fantasma y al demonio serpiente.-

- pero señorita...no crees que eso es demasiado? Nos costó bastante capturarlos a ellos. Si en dado caso las cosas salen mal, entonces ellos podrían liberarse e irse de...-

- has lo que te estoy diciendo...es una orden.-

- e-entendido, señorita Makima.-

- bien...buen cachorro.- dijo la peli-roja la cual prosiguió con su recorrido, aunque soltó un último comentario antes de marcharse definitivamente de ahí.-

- quiero que estén un día entero ahí dentro, y pase lo que pase, tienen prohibido abrí esa puerta hasta que yo regrese...-

Dicho eso, Makima se marchó de ahí con una sonrisa en su cara.

El proyecto "seguridad pública" finalmente había dado comienzo.

Aunque había un motivo mucho más oculto que solo ella sabía.

Y nadie impediría que ella lo realice.

Fin del flashback.

Quanxi abrió sus ojos lentamente y lo primero que vió fue el rostro de Denji, quien estaba jugando como de costumbre con sus mejillas.

Seguía intentando que ella sonriera, aunque esa tarea era más difícil que intentar que cosmos dejara de decir "halloween" cada vez que hablara.

Si es que a eso se le puede considerar "hablar"

La peli-blanca únicamente suspiró en señal de cansancio y luego detuvo a Denji, tomándolo de ambas muñecas.

- cuánto tiempo llevas haciendo eso?-

- unos 10 minutos creo. Quería jugarle una especie de broma, pero usted jamás reaccionó.-

- ya veo...-

- sigue pensando en lo que le dijo ese anciano de mierda?-

- así es. Me hizo recordar cosas para nada agradables.-

- oh...en ese caso, le gustaría hablar sobre eso?-

- honestamente no lo se. Fue hace mucho que a decir verdad, no tengo ánimos para contarlo.-

- entiendo...y hay algo que pueda a hacer por usted?-

- en estos momentos, un abrazo me vendría muy bien.-

- pues no se diga más.- dijo el rubio el cual abrazó rápidamente a Quanxi la cual devolvió el abrazo con la misma intensidad que él.-

Se sentía agotada mentalmente, y lo que menos quería era seguir pensando en cosas que tenga que estar relacionada con Makima y con sus derivadas.

Así que buscó la manera de relajarse, por lo que vió factible pasar un rato agradable con su chico, el cual era demasiado meloso a su criterio.

Aunque no le desagradaba a decir verdad.

Entendía que él jamás recibió ningún tipo de afecto en su corta vida, por lo que seguramente esta es su forma de demostrar amor de forma genuina.

Le parecía tierno y de cierta forma chistoso, aunque lo pensaba en el buen sentido.

Después de todo, su harem era así, incluyeendola a ella.

Jamás entendieron el concepto del amor en su totalidad, por lo que lo demostraban de una forma que los hiciera sentir bien.

Es por eso que Denji le demostraba su afecto en base a muestras físicas más que con palabras.

Además de que era un libro abierto ya que no sabía ocultar sus emociones.

Así que era fácil saber todo sobre él, en el sentido físico.

Y emocional también, aunque seguramente habían cosas que él sabía guardar en su interior como cualquier persona.

- Denji, acuéstate conmigo por un momento.-

- eh? Pero y si las chicas vienen? Me van a fusilar.-

- no lo digo en ese sentido, solo deseo platicar contigo de una forma más cómoda.- respondió la peli-blanca mientras se acostaba en su cama, siendo seguida por el rubio que se acostó al lado de ella para poder seguir abrazándola.-

Además de que en esa posición en la que estaban, el podía sentir los pechos de ella en su rostro, así que era un ganar-ganar para los dos.

- entonces, de que le gustaría hablar?-

- para serte sincera, no lo se. Me siento bastante distraída, por lo que pensé que tú podrías tener algo interesante para decir.-

- bueno, yo noy el mejor platicador del mundo que digamos, pero si tengo que decir algo, es que últimamente me siento mucho más fuerte que antes. Incluso creí que le puedo ganar limpiamente en un mano a mano.-

- el día en el que eso suceda, yo seguramente ya voy a estar muerta.-

- pero usted no puede morir.-

- así es, y tú tampoco eres rival para mí, así que olvídalo.- dijo Quanxi mientras acariciaba el cabello de Denji, acción que lo hizo refunfuñar en su sitio.-

- honestamente no se cómo es que usted es demasiado fuerte. Tal vez es algo de genética? Jamás me ha contado como eran sus padres.-

- mis padres? A decir verdad, no me acuerdo de ellos. Solo se que mi padre me envió al ejército cuando era joven, pero de ahí, nunca más supe de él o de mi madre.-

- oh, lo siento, no quería sonar tan insensible.-

- no lo lamentes. Me conoces y sabes que yo no sufro por cosas externas a las chicas y a ti, así que no pasa nada.-

- ya veo. Aunque solo tenía curiosidad por saber sobre ellos.-

- bueno, si te sirve de algo, físicamente me parezco a mi padre en algunos rasgos mientras que mi forma de ser es igual a mi madre, así que tal vez te hagas una idea de cómo eran ellos.-

- pues honestamente no me gusta esa línea de pensamiento. Imaginarmela a usted cómo hombre...que asco.-

- porque? Acaso no soy sexy así?-

- ¡para nada! A diferencia de usted, yo no poseo gustos raros.-

- mis gustos no son raros.-

- como que no? Le gusta vestirme como mujer y me obliga a gemir como una de ustedes.-

- y eso no te parece sexy? A mí me gusta mucho cuando estás vestido así...te da un toque tan...candente.-

- m-mejor hablemos de otra cosa antes de que empiecen a suceder cosas raras.-

- está bien...de que más quieres hablar?-

- bueno, aprovechando la oportunidad de que habló de sus padres y del ejército, quiero saber sobre como le fue ahí? Es tan difícil como muchos creen?-

- en un principio si lo era puesto que no estás acostumbrado a entrenamientos físicos. Pero Dada mi condición especial, pude realizar todo sin mayor esfuerzo.-

- es es genial...y que tal con su primer demonio? Aún recuerda cual fue el primero que mató? -

- algo así...creo que fueron dos, aunque fue hace mucho que no lo recuerdo exactamente.-

- oh vaya, es una pena, aunque yo también estoy algo igual...no recuerdo cual fue el primer demonio que maté, pero si recuerdo al demonio más estúpido que he asesinado.-

- en serio? Cual fue?-

- creo que era el demonio tómate. Puede creerlo? Que demonio más estupido.-

- y vaya que lo es...creo que el demonio más estúpido que he matado yo, ha sido el demonio payaso.-

- en serio? Y que tal estuvo.-

- me contó algunos chistes malos para que no lo asesinara. Y terminó  decapitado.-

- pero que crueldad...aunque el demonio payaso no parece ser un demonio débil.-

- para los cazadores normales si es alguien poderoso, pero para mí terminó siendo un completo chiste...entiendes?-

- eh? Entender que?-

- el chiste que acabo de contar.-

- que? Cómo así?-

- ya sabes... demonio payaso, me pareció un chiste...lo entiendes?-

- oooh....si, si, si, ya entiendo jaja, que gracioso.- dijo Denji mientras sonreía falsamente, cosa que alegró a Quanxi quien no entendió la falsedad del rubio.-

- creo que estoy mejorando en esto de las bromas. Tal vez pueda dedicarme a eso.-

- mejor no. Creo que su fuerte es la caza de demonios, así que siga con esto por favor.-

- está bien, aunque si dejamos de ganar dinero en seguridad pública, me volveré comediante.-

- por favor, saquese esa idea de la cabeza.-

Asi pues, ambos amantes continuaron platicando durante varias horas y sobre distintos temas hasta que Quanxi finalmente logró calmarse.

Aunque sabía que eso no iba a durar por mucho tiempo puesto que debía de hablar con su harem con respecto a lo dicho por kishibe.

Tenían que prepararse para la amenaza que se aproximaba y no podía perder más tiempo.

De lo contrario, las cosas si terminarían mal.

Y esta vez, no habría retorno para eso.

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Hola.

Finalmente regresó Quanxi al manga, por lo que quería escribir algo relacionado a ella el día de hoy.

También quise extenderme un poco con respecto a su pasado en mi historia, aunque hoy solo hubo un pequeño fragmento.

Puede que más adelante escriba más, así que estén al pendiente de eso, porque a mí se me olvida XD.

Espero que les haya gustado, nos vemos en la próxima.^^