Ya sea por la sensación nueva que estaba experimentando, denji no lo disfrutaba como tal.

Justo ahora, estaba haciendo lo que por todo el mundo se le conoce como sexo con su nueva, maestra?

No sabía cómo calificar su relación puesto que nada de esto le resultaba familiar.

Solo obedeció a lo que se le dijo, el cual fue seguir al pie de la letra todo lo que Quanxi le ordenó.

Como ahora, que dijo que no la tocara ni que se moviera, que ella haría todo lo que quisiera con el al ser su nueva ama.

Ella sola fue quien lo llevó a su cama y luego le quitó toda la ropa.

No sintió vergüenza en ese momento, hasta que vio como Quanxi se quitó la ropa.

Fue la primera vez que veía a una chica desnuda en persona.

Lo máximo que estuvo de eso fue revisando sus revistas porno que alguna vez robó en una tienda +18.

Pero una cosa era verlo por fotos y otra cosa era presenciarlo tan cerca de él.

El sentimiento de lujuria obviamente se elevó, y quería poder tocar sus pechos, sino fuera porque al ser su primera vez en una situación así, no sabía cómo actuar correctamente.

Por si fuera poco, no estaban solos, sino que estaba el resto del harem adentro del cuarto.

Y para terminar, Quanxi le dijo que no hiciera nada, que ella se encargaría primero de el.

Fue ahí cuando no sólo recibió su primer beso, sino que también recibió su primera felación.

No lo disfrutó tanto por el hecho de ser visto por otras personas, o mejor dicho demonios, o lo que sea que sean sus compañeras.

Luego de eso, Quanxi lo acostó en su cama con delicadeza, como si estuviera tratando con una de sus mujeres.

Luego de eso, ella lo estuvo observando por algunos minutos.

Era evidente que para Quanxi esto también le resultaba nuevo, ya que nunca estuvo con un hombre.

Sabía lo básico por las películas que alguna vez vió, en donde quería extender su conocimiento sobre el placer que uno le puede generar a otra persona, y que mejor que usar a su nueva adquisición para comprobarlo.

Es por eso que empezó a tocar el cuerpo del chico con cautela.

Quería conocerlo por completo, disfrutarlo, anhelarlo y luego gozarlo como una buena amante.

Ya lo había masturbádo, pero eso no era suficiente para que el estuviera satisfecho.

Es por eso que trató de buscar las zonas más sensible del cuerpo del chico.

Aunque no fue difícil para ella.

El estaba muy nervioso, así que al tocar en zonas específicas del cuerpo como lo puede ser por debajo de sus costillas, este se exaltaba un poco.

Y así fue descubriendo más zonas sensibles de denji, a tal punto que ella estaba segura que lo estímulo lo suficiente.

Lo siguiente que hizo fue subirse encima de él, con la intención de poder complacerse así misma.

No escatimó en lo absoluto con el, no le importó su edad o su inexperiencia.

Ella solo quería disfrutar de uno de los mayores placeres de la vida, ya sea con una mujer u hombre.

Así fue como ella tomó el miembro del chico y lo introdujo lentamente a su feminidad, siendo así la primera vez que ella tenía relaciones con un hombre.

Lo primero que sintió fue dolor, y esto se debía a que no se estímulo lo suficiente como para lubricar correctamente su interior.

Aun así, su libido estaba elevado, y no iba a permitir que esa pequeña molestia la irrpiera en su hora de sexo.

Es por eso que le ordenó tajantemente que la empezara a tocar suavemente.

Que no sea brusco, que trate de disfrutar de su cuerpo ahora que ya estaban conectados de una forma íntima.

Fue así que denji, totalmente sumergido en el deseo que estaba experimentado, empezó por acariciar las suaves piernas de Quanxi.

A pesar de ser una mujer de 45 años, tenía una piel sumamente preciosa.

No parecía el cuerpo de una mujer quien fue considerada como la primera cazadora de demonios.

Según el, debia de tener marcas en el cuerpo que mostraran su pasado como cazadora, pero todo estaba sumamente lejos de la realidad.

Una piel blanca y delicada, sin ningún tipo de imperfección.

Unas caderas anchas que se lograban visualizar perfectamente fuera de ese traje de trabajo.

Unos pechos grandes y firmes que solo se veían aún mejor desde su perspectiva al estar acostado.

Y ese rostro con una belleza inhumana que solo era opacado ligeramente por ese parche que ocultaba uno de sus ojos.

En verdad era una mujer sumamente bella, ya sea físico o sentimental.

Y es que el se estaba dejando llevar por lo superficial.

Hasta ahora, no ha hecho más que endulzarle la mente con ideas sobre protegerlo y darle todo el afecto posible.

Y el le creía puesto que era fácil de engañar.

No sabía si ella cumpliría con sus palabras, pero ciegamente esperaba que así fuera.

Aunque el trato y las condiciones que le dio no eran las mejores, incluso parecía un esclavo.

Pero que podia a hacer al respecto?

Ya le pertenecía, podía a hacer lo que quisiera con el.

Incluso aunque el no quisiera, ella tenía fotos derecho y voluntad sobre su vida.

Y el estaba bien con eso.

No se sentía mentalmente capacitado para tener un orden en su monótona vida.

Era mejor que alguien lo guiara.

Y dado a que estaba sumergido en el placer carnal, entonces esos pensamientos solo se volvían más fuertes.

Fue así que el se limitó a seguir recorriendo el cuerpo de Quanxi mientras que esta cada vez más ejercía un ritmo elevado en su movimiento de caderas.

El llevo sus manos a sus pechos, y ese fue el momento exacto en el que denji había tocado el cielo por completo.

Se forjó la idea de tocar unas tetas, como un sueño máximo a alcanzar.

Y lo consiguió, más rápido de lo que pensó.

De hecho, había conseguido tantas cosas en tan poquito tiempo.

Es como si la vida finalmente hubiera sentido compasión por el y le dió la mayor de las recompensas.

Es por eso que la estimulación fue tanta que el finalmente se terminó por correr dentro de la feminidad de Quanxi la cual seguía con su semblante estoico, aunque sus mejillas estuvieran ruborizadas levemente.

- ya terminaste? -

- s-si... Yo... -

- no es suficiente, yo no te di permiso para que acabaras antes que yo, eso merece un castigó.- dijo Quanxi la cual saco el miembro de denji de su interior y luego lo empezó a masturbar nuevamente. -

- e-espera, yo aún no...-

- silencio, justo cuando empezaba a sentirme bien tu acabaste, y eso no lo voy a permitir. -

- p-pero así no es c-como funciona...me lastimas. -

- entonces no sería un castigo sino doliera... Tu estas en la obligación de complacerme, quieras o no, así que, hasta que no esté satisfecha contigo, no te voy a dejar descansar. - dijo Quanxi la cual siguió masturbando con más fuerza al rubio quien en cualquier momento se volvería loco. -

No sabía si por su nueva condición de demonio es que podía volver estar erecto tan rápido, pero la sensación era desagradable.

No estaba acostumbrado a nada de esto, incluso cuando se masturbó por primera vez, no lo sintió placentero.

Lo mismo le estaba pasando ahora, no se sentía bien y quería irse para poder descansar.

Pero no podía, Quanxi era muy fuerte para el, sin la necesidad de mostrar su fuerza todavía, el sentía esa presión por parte de ella.

Es por eso que no le quedó de otra más que aceptar lo que le estaba sucediendo.

Fue así que por el resto de la noche, Quanxi abuso de el hasta que ella finalmente alcanzó su clímax máximo.

Posterior a eso, decidió jugar con el resto de sus chicas, a las cuales les dio permiso de utilizar a denji si es que les apetecía.

Y vaya que así fue.

Ya era de día, denji recién estaba abriendo los ojos.

Lo primero que visualizó fue a Quanxi la cual estaba recargada en la cabecera de la cama, con su pecho totalmente expuesto y con un cigarro en la mano.

Ella estaba en silencio mientras observaba hacia el frente, metida en sus pensamientos.

Una vista bastante llamativa, aunque denji no tenía mente para eso.

Justo ahora, se sentía totalmente adolorido.

Su cuerpo tenía muchos, pero muchos chupetones por todos lados.

Su cadera dolía bastante, por lo que no podía moverse correctamente.

Lo último que recuerda estaba relacionado con las chicas de Quanxi encima de él, una por una.

De ahí se desmayó puesto que no pudo soportar tanto placer, aunque el no lo llamaría así.

Levanto ligeramente su cabeza y observó como sus compañeras de harem estaban acostadas alrededor de la cama.

Pingtsi estaba justo atrás de el, mientras que al lado de ella estaba esa chica que decía a cada rato Halloween durmiendo tranquilamente.

Abajo de el estaba long la cual abrazaba con fuerza una de sus piernas y en el lado de de Quanxi, estaba Tsugihagi la cual era la chica más tenebrosa que el había visto en su vida.

Y lo peor es que fue victima de ella mientras dormía seguramente.

- veo que ya te has despertado. - dijo Quanxi la cual dirigió su vista hacia denji, mientras llevaba una mano a su cabello y lo empezaba a acariciar. -

- si... Buenos días. -

- buenos días... Como te sientes? -

- muerto... Es la definición más exacta de mi en este momento. -

- es normal... Ellas también pasaron por lo mismo la primera vez, solo es cuestión de que te acostumbres. -

- a este ritmo estoy seguro que me terminarán por matar. -

- entonces adaptate a la situación... Hoy haremos lo mismo así que vete preparando. -

- que? Pero no me puedo mover. -

- entonces abre la boca. - dijo Quanxi la cual se mordió el dedo para dejar salir un poco de sangre. -

Luego de eso, llevo su dedo a la boca de denji y lo metió a la fuerza para que este beba su sangre.

- no saques mi dedo, solo chupalo.-

Denji hizo lo que se le ordenó y empezó a chupar el dedo de la Peli-blanca, tomando la sangre que esta soltaba.

Pero más allá de eso, a Quanxi le parecía sexi la forma en la que denji lamia su dedo.

Después de lo que sucedió la noche anterior, tenia que admitir que disfrutó mucho del sexo con un hombre, independientemente de si sus gustos fueran más hacia las mujeres.

Con denji estaba cómoda ya que era fácil de controlarlo.

No para un fin caótico o maléfico, sino por un objetivo meramente placentero.

Ya era de su harem, así que era evidente que lo quería para eso, y también para joder a Makima.

Ya no lo tendría en su poder, así que podía estar satisfecha con este resultado.

- ya te sientes mejor? -

- un poco... Me sigue doliendo el cuerpo. -

- puedes moverte? -

- creo que si... Por que? - preguntó el Rubió, el cual, en lugar de recibir una respuesta verbal, recibió una respuesta física. -

Quanxi le quitó la cobija de encima y luego tomó nuevamente la masculinidad del chico quien se asustó.

- p-pero. -

- no importa la hora ni el día, siempre vamos a tener sexo cuando yo lo quiera, eso son los términos acordados entre nosotros y que tu aceptaste. - dijo Quanxi mientras se metía el miembro del chico en su feminidad para poder tener otra ronda de sexo. -

Sin importarle que sea temprano o que sus chicas estén durmiendo, su libido siempre era alto, así que porque no aprovechar su tiempo con el ahora que estaba despierto?

Solo un estúpido no lo haría.

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Este solo es el principio de lo que se viene jaja.

Hasta la próxima.