Durante el viaje de regreso de visitar la tumba de su abuelo, reinaba el silencio entre Paulo y su padre. Mientas estuvieron allí sintieron que quizás estaban más cerca de él o al menos es lo que querían pensar para aplacar la angustia que causaba su ausencia.
El dolor por la pérdida de un ser querido es algo que no se puede expresar con palabras. Es un sentimiento de total desolación que no puede explicarse. La ausencia del ser querido es un dolor que no disminuye con el tiempo como generalmente se suele decir, solamente se aprende a convivir con él.

Cuando ambos llegaron al local de antigüedades eran ya casi las tres de la tarde. Felipe estaba allí esperándolos con las anotaciones de los clientes que habían pasado esa mañana los cuales estaban interesados en diversos artículos antiguos. Decidieron pedir comida por delivery y quedarse en el negocio a comer en uno de las oficinas de la primer planta de la casa. Paulo necesitaba de la ayuda de ambos porque deseaba hacer un lugar en su propia casa con muebles y artículos Art Nouveau.

Para ello, una vez que finalizó de almorzar junto a su padre y su amigo Felipe, hizo un recorrido por el depósito de la planta superior para escoger los muebles junto a otros artículos bellos, elegantes y delicados pertenecientes al Art. Nouveau. Estos artículos hasta ese momento no se habían exhibido debido a que la mayoría de ellos necesitaban pequeñas restauraciones, lo cual no se había realizado por falta de tiempo de parte de Paulo pero se irían haciendo a medida que los muebles fuesen puestos a la venta en el catálogo on line del local de antigüedades. Primero tuvieron que quitar del centro del salón unos muebles que ya estaban vendidos los que serían recogidos al día siguiente por la empresa que se encargaba de la entrega de los mismos.

Algunos de esos artículos que pertenecían al estilo Art. Nouveau quedarían en exhibición en el mismo local mientras que con los otros artículos Paulo tenía planeado llevarlos a su casa para disponerlos en la sala principal, ya que había organizado un evento muy especial y deseaba que todo fuera perfecto.

El nuevo rincón en la sala de su casa había sido planeado por Paulo con mucho detalle. Se colocarían unos biombos para dar la sensación de privacidad los cuales ya habían sido enviados a su casa con anticipación unos días atrás. Paulo fue ayudado por su padre y Felipe para bajar cuidadosamente del entrepiso del local un sillón de dos plazas, cuyo respaldar tenía una hermoso diseño que asemejaba una especie de hojas de trébol talladas en la madera de forma muy artesanal las que se encontraban completadas en el diseño en terciopelo verde. También bajaron un par de sillas del mismo estilo, una mesa pequeña muy bien decorada con tallas de ramas, hojas y rosas que exaltaban el color y la calidad de la madera con la que se encontraba confeccionada. Para finalizar el arreglo estilo Art Nouveau no debía faltar una hermosa lámpara de bronce con la parte superior realizada en vitral con forma de flores que caen en cascada en colores rojos en todas sus variantes.

Todos los artículos fueron acondicionados correctamente por Paulo para ser transportados a su casa mientras que su padre y Felipe se encargarían del transporte de los mismos hasta la casa. Estaba casi todo listo y acomodado en el camión de mudanza que habían alquilado para realizar el traslado de los artículos.
Ya habían pasado un par de horas, en ese momento solo faltaba Felipe bajara del primer piso la cristalería y las lámparas algunas de las cuales quedarían en exhibición en el local.

Paulo se encontraba atendiendo a un cliente cuando de oyó un fuerte ruido a cristales rotos. En ese instante Paulo se disculpó con el cliente y subió un poco asustado a la primer planta. _ ¿Qué habrán roto estos dos? Espero que no hayan sido las lámparas más caras. - Pensó mientras llegaba a los últimos escalones y entraba en la habitación a toda prisa.
Ahí estaba Felipe con cara de yo no fui y su padre con cara de no saber nada.

_ ¿Díganme que rompieron? - preguntó Paulo, a la vez que con la vista recorría la habitación tratando de ubicar en dónde estaban los que supuestamente habían caído al suelo.

_ Amigo, no rompimos nada. El ruido fue un sonido que buscamos con el celular.

_Apostamos que tan rápido vendrías apenas lo escucharás y gané yo. -dijo su padre sonriendo.

_ Ustedes dos si que son un par.... OK. Terminen de bajar lo que falta por favor...Ah y si algo se rompe de verdad se los voy a cobrar.

_ Te lo dije... -susurró el padre de Paulo a Felipe, extendiendo la mano para cobrar su apuesta y ambos comenzaron a reír a carcajadas.

Una vez que todo había sido transportados hasta la sala de cla casa de Paulo, entre todos se ocuparon de ubicar los muebles y los adornos de acuerdo a las órdenes que él impartía.

_ Les agradezco la ayuda para renovar la sala. -

_ Estamos para ayudarte en lo que necesites. -contestó Felipe.

_ Los invito para el fin de semana dentro de quince días.¿ Que les parece? Quiero inaugurar el parrillero nuevo con un buen asado. -

_ Genial -respondieron ambos al unísono.

Paulo estaba haciendo los últimos retoques con la ubicación de los adornos sobre los muebles. Fue hacia el comedor pequeño, donde había un aparador con varios cajones. Abrió el segundo y tomó un mantel blanco de hilo bordado con hermosas flores. En el primer estante estaban los platos, de los cuales tomó dos y del primer estante tomó unas hermosas copas. Al llegar a la sala colocó el mantel con mucho cuidado, conjuntamente con los platos y las finas copas. Sólo faltaban traer los cubiertos de la cocina y colocar un hermoso adorno que había elegido expresamente para la ocasión.
Tomó su celular y disco el número de su madre. A la tercer llamada ella atendió
_ Hola hijo. ¿Cómo estás?

_ Bien mamá. Necesito tu ayuda para algo especial que tengo planeado.

.....
Mara estaba en un típico bar en el centro de la ciudad. Había extrañado demasiado esos encuentros con sus amigas, esas charlas café de por medio que le hacían muy bien al alma para reencontrarse con su pasado. Cuando estaba conversando animadamente con sus amigas recibió un mensaje de parte de Paulo: Sábado a la noche cita formal en mi casa. Te espero a las 9:30 hs.

Mara leyó el mensaje , su corazón comenzó a latir rápidamente llenándose de muchísima alegría. Desde que había vuelto al país sólo quería estar con Paulo, si bien tenía otras actividades que resolver que eran muy importantes para su carrera, lo único que quería era pasar tiempo con su amado. Se sentía ansiosa por volver a verlo. El tiempo que estuvieron separados por la distancia física de miles de kilómetros parecía que hubiese desaparecido en un instante, como si esa separación nunca hubiese existido. Al contrario había servido para hacerle saber que definitivamente Paulo era el hombre de su vida y que por sobre todas las cosas jamás dejaría de amarlo.

Decidió que para esa noche vestiría de forma especial, de modo que el supiese que ella se interesaba por el mundo en el cual él transcurría una importante parte de su vida. Ese mundo de las historias y de los recuerdos que tenían en sí mismas las antigüedades: el mundo que tanto fascinaba a su amado.

Quería sorprender a Paulo, por lo que comenzó a buscar en internet un lugar donde vendían los vestidos que a ella le interesaban. Se despidió de algunas de sus amigas para dirigirse hacia un local de ropa que había encontrado por internet.
El local era inmenso y había tantos vestidos, accesorios, zapatos, carteras etc, por lo que le llevaría un buen rato encontrar algo muy especial para lucir esa noche. El lugar era sorprendente, no dejaba de admirar la belleza de todo lo que se encontraba a la venta. Arrastró a su amiga por el brazo mientras recorría los distintos sectores seleccionando las prendas que le gustaban para luego ir al probador y ver como lo quedaban.

Mara ya se había probado una docena de vestidos mientras su amiga que estaba sentada frente al sector de los probadores hacía la función de juez para la aprobación final de la prenda. Cuando se abrió el probador por enésima vez, su amiga se sorprendió inmediatamente.

- Ese vestido es perfecto, no puedo creer lo bien que te queda. Paulo se va a quedar con la boca abierta de la sorpresa. Te ves fantástica. -

- A mí también me gusta, creo que es lo que estaba buscando. Ahora solo me falta conseguir el calzado acorde y un clutch.

- Ah... tendremos que pasar por la perfumería...Ahora un buen perfume , un maquillaje muy suave con un labial de color rojo carmín...y el vestido nuevo no te va a durar puesto ni cinco minutos. - comentó su amiga mientras le dedicaba una sonrisita cómplice.

Las amigas siguieron recorriendo el inmenso local de ventas de artículos vintage por un largo rato hasta que Mara pudo comprar todo lo que deseaba lucir para su cita del sábado a la noche con Paulo.

Ambas se sentaron en una banca algo cansadas de tanto ir de aquí para allá por la zona comercial .

- En verdad necesito hablar con él, expresar claramente mis sentimientos hacia él y creo que ésta cita será la ocasión perfecta para hacerlo. Realmente estoy dispuesta a continuar con esta relación a distancia al menos por un tiempo, hasta que logre terminar todas las actividades que ya tengo comprometidas en la gira de la orquesta por Europa.

-Me parece perfecto que se lo propongas de una vez por todas. Ustedes nacieron para estar juntos. Yo se que van a lograr encontrar un equilibrio entre tu carrera y su profesión de anticuario.- respondió la amiga muy entusiasmada al ver que Mara había finalmente tomado una decisión tan importante.

- Esa gira es un paso muy importante en mi carrera. Quisiera proponerle de viajar conmigo a Europa para estar junto a él al menos en las presentaciones que debo realizar con la orquesta en las ciudades más importantes. Deseo con todo mi corazón poder compartir esa parte de mi vida con él.-