6-Una Enid monstruosa
Miércoles corrió a toda prisa, sabía donde debía dirigirse. O eso al menos le decía su intuición, el chico nuevo, Tn, estaría corriendo peligro. Para ella, acostumbrada a la oscuridad, ir por esos pasillos no era nada, y que había pequeñas luces que alumbraban. Sus pequeñas piernas se movían a gran velocidad, ignorando en ese momento el tema del acosador y sin pensar en que podría recibir un ataque.
La pelinegra abrió la puerta cansada y sus ojos se abrieron de par en par. Allí, tumbado sobre la cama, su compañera Enid se encontraba recostada sobre el chico, haciendo los mismos movimientos que un gato. Soltaba pequeños ronroneos a la par que daba ligeros besos y lamidas en la cara al chico. Tn por su lado estaba un poco pálido, y al ver a Miércoles le pidió ayuda pues no entendía que le estaba sucediendo.
—Ella ha entrado en celo, le pasa a todas las mujeres lobas...se ha estado tomando una medicación para ello pero...hoy se le ha pasado—explicó ella suspirando al ver que no le había atacado—. vamos Enid, debemos regresar a...—en ese momento, la loba sacó las garras y colmillos antes de intentar dar un zarpazo a su amiga.
La rubia se colocó en postura defensiva mientras estaba sobre el chico quien estaba sorprendido a la par que algo aterrado por la actitud de la loba.
—Cree que intento alejarla de ti. Bueno, tendrás que pasar la noche aquí con ella...mañana nos vemos. Tranquilo, dude que te haga algo de daño. Mi consejo es que acaricies su cabeza suavemente—explicó la joven antes de alejarse lentamente y marcharse ante las llamadas del joven.
—No puedo creer que se haya marchado...Enid...—ella volteó y acurrucó en su pecho—. ¿puedes entenderme?—al acariciar su cabello, ella se removió todavía más y abrazó con algo de fuerza.
La noche dio paso al día...
Tn y Enid salieron de la habitación ya cambiados. La loba se comportaba de forma más cariñosa con el chico, algo que no pasó desapercibido para el resto del grupo mientras desayunaban en el comedor. Bianca, Divina y Yoko felicitaban al chico por haberla conquistado.
—Di aaaahhh—decía la loba antes de darle de comer.
—Miércoles...—vio a la joven llegar—. por favor, dale a Enid la medicación.
—No servirá de nada, vengo de la enfermería y hasta que no pase su celo, el medicamento no surgirá efecto. Es por ello que recalcan en que se lo tomen todos los días.
—¿Y hay alguna otra forma?—preguntó sintiendo lo pegajosa que era la loba sonriendo y dándole algunos besos en la mejilla provocando un gran rubor en éste.
—Si, la hay—respondió tranquila y tomando algo de zumo.
Eso resultó música para sus oídos.
—¡Genial!—exclamó sonriente—. ¡dime cual es!.
—Que te acuestes con ella—soltó de golpe congelando a todos los presentes.
—¿Eh?
—¿Estás sordo?, que te acuestes con ella.
El resto del desayuno fue más o menos igual. Tn no podía quitarse a Enid de encima. No le gustaba verla actuar de esa manera pues sentía que si estaba con él, debía ser porque sentía amor...no por el celo. Cuando escuchó aquellas palabras, Miércoles le contó que las mujeres lobo siempre que pasan por esa etapa suelen estar con alguien con quien tiene fuertes sentimientos...o un fuerte vínculo. Y agradeció que no fuese con ella.
Durante las clases, Enid estaba junto a Tn. El chico era el centro de todas las miradas. No era la primera vez que una estudiante de allí pasaba por el celo, pero si que se le hacia raro. Enid acariciaba los dedos del chico o le daba algún beso de vez en cuando, al no mirar nadie.
Al terminar las clases estuvieron en la habitación de ellas. Tn estaba tumbado, siendo mimado por la joven loba mientras Miércoles, en lugar de ayudar...se dedicaba a anotar cosas. Estaba siendo todo muy agotador para el pobre Tn quien no podía ir al baño sin pedirle espacio a Enid.
—Podrías echarme una mano—comentó el chico antes de notar como algo caía cerca suyo, Cosa quien volteó para ¿mirar? a Miércoles—. muy graciosa.
Miércoles se puso en pie y comenzó a caminar en dirección a su compañera cuando algo entró por el balcón ya que lo tenían abierto en ese momento y golpeó con fuerza a la pelinegra. La joven salió disparada contra la pared antes de caer adolorida.
Una figura, similar a la de un vampiro había hecho su aparición de pronto y trató de acercarse a la pálida chica. Tn enseguida intentó detenerlo lanzando un par de objetos usando su poder, empleando mucha fuerza, estos pequeños objetos harían más daño. Impactaron como peluches sobre éste...haciéndolo enfadar y cuando el joven se vio acorralado contra semejante bestia, se paralizó por completo.
—¡Tn huye!—exclamó Miércoles con los ojos abiertos y temiendo que lo matase.
Éste cayó al suelo y cuando fue a recibir el golpe, un aullido resonó por toda la academia y pronto Enid se colocó delante, con las garras fuera y rugiendo. Los ojos púrpura del enemigo brillaban en ese momento y alzó su mano, que tenía unas uñas largas, para atacar a la loba.
Enid embistió con fuerza al ser quien cayó al suelo. Desde su posición, lo agarró de la pierna antes de lanzarlo por la ventana y luego salir ella corriendo y dar un salto afuera.
—¡Enid!—gritó Tn.
—Tenemos...que ayudarla...—Miércoles se reincorporó con cuidado y ayudada por éste—. ha decidido atacarnos cuando hemos bajado un poco la guardia.
Ambos avisaron al resto quienes estaban en sus respectivos clubes. Tn usó su poder para hacerlos flotar a él y Miércoles para ahorrar tiempo. Al bajar desde la ventana, miraron a todas partes. No los veían pero siguieron las huellas y sobretodo los ruidos.
Corrieron en dirección cuando vieron al ser estampado en uno de los árboles y bastante herido, con sangre saliendo de su cuerpo. Enid tenía las garras de color rojo, fruto de la sangre. Luego, lo mandó contra otro árbol.
Pero el ser, dio un grito y las ondas que salieron de su boca mandaron unos metros atrás a Enid quien no se iba a dejar intimidar por ello.
—Me gusta está versión de Enid—comentó con una sonrisa la pelinegra.
El ser se transformó en un murciélago y salió volando con dificultades antes de perderse en la oscuridad del bosque.
—¡Enid!—la loba volteó aún mostrando los dientes. Sin embargo, al ver al chico cambió sus ojos y su rostro a uno más sereno antes de lanzarse a sus brazos—. eh, estoy bien...gracias por protegerme—le dio un pequeño beso en la mejilla.
Eso provocó que la loba lo abrazase y él correspondió muy a gusto.
—Será mejor entrar...—unos truenos resonaron—. lloverá pronto.
Refugiados en la academia y habiendo dado el aviso, se quedaron en la habitación un rato con el resto del grupo explicando todo. Eugene dijo que sus abejas estarían al tanto si sentían algo extraño y Bianca deseaba haber podido ayudar.
—Yo estaba pintando y...—Xavier fue interrumpido.
—Menuda novedad, en lugar de entrenar tus poderes—Bianca rodó los ojos.
—Al menos empleo mi poder para ayudar a los demás, no para controlarlos—replicó éste ganándose la mirada sorprendida del resto.
—Xavier...eso no ha estado bien—Yoko intentó intervenir.
—Si...ha sido...—Divina estaba a cuadros.
—¡Eres un capullo y un...!—Miércoles detuvo a su rival.
—Aunque me gustaría ver como le sacas los ojos...creo que debemos empezar a planear como defendernos si esa cosa ataca de nuevo—dijo ella haciendo que se separasen.
Empezaron a planificar cosas, como estar siempre en contacto, avisar de cualquier cosa que le pareciera extraña...todo lo que pudiera servir para ayudarse unos a otros. Miércoles entendió en ese momento la gran fuerza que tenían como grupo. Antes, años atrás, hubiese preferido hacerlo todo ella sola...no le gustaba pedir ayuda. Pero ahora comprendía la fuerza que daba la amistad. Miraba a todos los presentes y asintieron.
—Si nos mantenemos juntos, lograremos derrotar a está amenaza...es como con el hyde, su fuerza es monstruosa—dijo Miércoles.
—Pero tenemos también a Enid—Divina le dio un pequeño golpe en el brazo.
Aunque todavía tenía dudas sobre como podía esconderse, se le ocurrió que quizás se transformaba en murciélago para volar y colgarse del techo. Eso sería una buena respuesta a porque cuando intentaba atraparlo al notar su presencia, era capaz de evitarla.
—Yoko, necesito tu ayuda...se parece a un vampiro y necesitamos contrarrestar eso—dijo.
—Te ayudaré...pero con cuidado, no quiero salir herida—respondió ella mirándola con sus ojos detrás de las gafas negras.
—Bien.
Cuando se marcharon, Enid tomó del brazo a Tn hasta llevarlo a la cama donde se mantuvo abrazada a él. El chico la miraba, le resultaba muy guapa y le acariciaba el cabello ganándose unos sonidos tiernos por su parte.
—Voy a hablar con la dirección, luego en un rato vuelvo—comentó la pelinegra mientras tomaba a Cosa y se marchaba.
—Enid...
—Tn...—ella le miraba y con los ojos parecía rogarle que la besase.
El chico se negó, alegando que estaba mal. Cuando ella se acercó y lo besó. De manera dulce, tierna y tranquila. Luego, empujó suavemente a Tn quien cayó sobre la cama. La miraba y suspiraba. Algo tenía la loba que parecía hechizarlo a actuar de esa manera. Su corazón y el pulso aumentaron por momentos, ¿era amor?.
—Esto no está...bien—se perdía en la mirada de ella quien se acercó de nuevo.
Tn y Enid se fundieron en muchos besos. De manera lenta sentía que perdía la cordura. ¿Realmente era por el celo o por qué Enid había desarrollado sentimientos por él y el celo era una forma de demostrar su amor?.
Ambos estaban ahora tumbados y abrazados, solo hubo besos. Pero Tn estaba muy confundido respecto a ello.
—Lo tengo—dijo Miércoles abriendo la puerta de golpe y con una jeringuilla en la mano.
—¿Qué haces con eso?.
Sin decir nada, lo inyectó en Enid quien dio un grito de dolor. Al separarse, comenzó a notar cambios en su cuerpo y moverse de forma extraña hasta que...su mirada volvió a la normalidad y se sintió relajada.
—He vuelto en mí—dijo—. aún noto algo del celo y...—al mirar a Tn, se retiró un mechón.
—Tendrás que tomarte la medicación—ella asintió—. Tn ha cuidado de ti todo este tiempo.
—Lo sé—le dio un beso en la mejilla—. gracias Tn.
—No...no es nada...
El chico aprovechó el momento para marcharse a su habitación.
Enid se sentó sobre el borde de la cama, tendría que hablar en otro momento con Tn. Pero le comentó todo, que sabía y recordaba su combate, su actitud con él...y se avergonzó un poco.
—Pero no me molesta...es un chico muy bueno y bondadoso—comentó.
La hora de la cena fue silenciosa entre Tn y Enid. Ambos se miraron, esas miradas cómplices pero que ninguno se atrevía a pronunciar palabra por lo sucedido. El resto se dio cuenta de ello, pero ninguno hablaba, no querían tocar ese tema. Y también, Xavier y Bianca no se dirigían la palabra tras esa pequeña discusión y acusación por parte del artista. Esas palabras le dolieron mucho a la sirena quien al cruzar ojos con él, mostraba su poco agrado por la presencia de éste.
La noche fue de las más frías que se recordaba en Nevermore. Agradecieron estar dentro de la academia y Tn en su manta, tenía cerrada la ventana. Enid por su parte junto a Miércoles se aseguró de que todo estuviera bien cerrado. No creían que atacasen de nuevo, al menos por ese día, pero estarían al tanto.
La loba estaba acostada y tapada de lado. Con los ojos abiertos le costaba un poco dormir, recordando los momentos de besos y caricias que había tenido con Tn. Desde que lo dejó con Ajax, Tn se había portado muy bien con ella. Además, él no fumaba, bebía ni tenía malos hábitos. Estaba algo confusa, pero en su interior, algo le decía que no se equivocaba con esos sentimientos que tenía hacia el chico.
Miércoles por su parte, como tardaba un poco en dormirse, pensaba en las torturas que podría llevar a cabo una vez atrapase al acosador. Ese día tuvieron suerte de que Enid estaba en ese estado y protegía al chico. Pero debía mejorar, no quería ser débil y deseaba devolverle todo a ese monstruo quien de momento, había mostrado ser muy fuerte. Aunque fue derrotado por la loba, no esperaba eso tampoco.
—Tendré que estar alerta...y...¿qué fue el cargamento que robaron a mi familia?—pensaba en la oscuridad.
Y así pasó la noche de tormenta...
Continuará...
Espero que les haya gustado.
Un saludo :)
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