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5-Corazones rotos

El día parecía más oscuro que de costumbre, especialmente para los alumnos de Nevermore. La noticia de que Ajax estaba ingresado por el tema de las drogas corrió como la pólvora y era el chisme de la semana, incluso del mes. Fue la primera vez que Enid Sinclair, la reina de los chismes, no escribió en su página respecto a una noticia de tal importancia.

La loba se hallaba en su habitación, tumbada y apenas arreglada debido a la noticia. Las lágrimas se derramaban por sus mejillas pues si bien no eran pareja ya, había tenido momentos muy bonitos con él. Por no hablar de que eran amigos.

—Enid, deja de llorar—dijo finalmente Miércoles—. la culpa es solamente de Ajax, ya se le advirtió y no hizo otra cosa que continuar con eso. Fue débil.

La loba le miró mal y le gritó que la dejase en paz, que como su roomie, debería estar apoyándola.

—Sabes perfectamente como soy. Ahora voy a escribir—ignoró a la loba antes de sentarse a escribir.

Ese curso podían acostarse una hora más tarde y Enid estaba aún en cama, sintiendo como todo el dolor crecía y no dejaba de aumentar. Quería que disminuyese, pero no sabía que hacer. A pesar de que lograron salvar la vida de Ajax, le comunicaron que seguramente sería ingresado en una clínica para ayudarlo. Era lo mejor, y eran unos especialistas pues no era el primer chico de su edad que caía en las drogas.

Yoko, Bianca y el resto del grupo de chicas estaban bastante ocupadas con los estudios. Y lo hicieron también para no pensar en la noticia de su amigo. Incluso Xavier estaba pintando en su dormitorio tratando de relajarse un poco, sobretodo el artista, ya que era compañero de Ajax en ese curso. 

—¿Debería?—pensó viendo que podía ser la única solución en esos momentos.

Recogió unas cosas, las colocó en una mochila y se dispuso a salir. Antes abrir la puerta, volteó a su roomie quien seguía escribiendo ajena a todo.

—¿No me vas a preguntar?—Enid la miró extrañada y aún con los ojos enrojecidos por las lágrimas derramadas durante tanto tiempo.

—No creo que haga falta que lo diga—respondió sim mirarla—. vas con Tn, ¿cierto?.

Enid no se sorprendió pues conocía a la perfección los dotes de detective de Miércoles. Salió y cerró la puerta antes de llegar sin problemas a la habitación del chico quien abrió pensando que era Eugene o algún amigo.

Ella entró enseguida y cerró la puerta, los profesores no la habían visto.

—¿Qué ocurre?—le preguntó éste.

—Estoy mal por lo de Ajax y...y...¿puedo pasar aquí la noche?

—¿Has discutido con Miércoles?

—No, pero ella no es buena animando...y el resto de chicas están ocupadas...

El joven le dio un abrazo que ella correspondió de inmediato y le dijo que que podía quedarse sin problemas. Enid dejó la mochila en un lado, notaba su cuerpo completamente cansado de tanto llorar y los ojos le pesaban. Apenas había podido dormir y necesitaba descansar.

—Gracias, de verdad...no sabes lo importante que es tu apoyo—comentó ella antes de tumbarse en la cama y taparse—. hace bastante frío...—se tapó más.

—¿Quieres hablar de ello?—se tumbó a su lado luego de apagar la luz.

La loba suspiró antes de abrir sus emociones con el joven quien la escuchó atentamente. Hablaron en voz baja, en la oscuridad de la habitación mientras afuera llovía tan fuerte que asustaba. Después de la noche anterior donde Ajax fue salvado, el siguiente día de clases había sido muy difícil para todos los alumnos.

Ahora, Enid se sentía a salvo en aquella habitación donde agradeció al chico por haberla escuchado. Tn le dio un pequeño abrazo y un beso en la frente. A continuación, se fueron a dormir ya que aunque no tenían clases, si debían ir a los clubs. La rubia apenas tardaría unos pocos minutos en quedarse dormida mientras que Tn tampoco tardó mucho más.

Al despertar en la mañana siguiente, el chico intentó moverse cuando notó a la chica abrazada a él con una sonrisa. Estaba apoyada en su pecho y procuró no hacer demasiados movimientos para escapar de su agarre...le resultó imposible.

—Enid...Enid...—zarandeaba suavemente.

—¿Qué pasa?, ¿ya es de día?—preguntó con los ojos cerrados y frotándose en su pecho.

—Si, hay que despertar...y no me puedo mover

—Solo cinco minutos más...se está tan bien así...

Tn intentó contraargumentar pero al verla de esa forma...no pudo. Así que se quedó esperando esos cinco minutos y de nuevo...ella no quería despertar así que le dijo que era ya hora de ponerse en pie.

—Que bien he dormido—bostezaba antes de abrir los ojos y ver en la posición en la cual se encontraba—. ¡lo siento!—exclamó separándose un poco avergonzada.

—Duermes mucho ja,ja—reía éste antes de levantarse de la cama.

En ese momento llamaron a la puerta y Tn abrió. Era Miércoles quien le miró directamente a los ojos con esa mirada tan fría que tenía ella.

—Vengo a por la loba—dijo antes de entrar por su lado.

Para evitar que alguien viera que ambas estaban en el interior, el chico cerró la puerta.

—Espero que vengas a disculparte—se cruzó de brazos la rubia y la miró.

—Sabes...que soy directa. Puede que haya tenido...poco tacto

—¿Solo un poco?

—Enid, esto me está costando mucho...así que calla y escucha.

Tn bebió un poco de agua mientras contemplaba la escena en silencio.

—Lo...lo...lo siento—dijo finalmente—. y espero...que...me...per...per...perdones—dijo por fin.

Enid aguardó unos pocos segundos, se puso frente a ella y asintió con una sonrisa.

—Sé que no ha tenido que ser fácil para ti...así que te perdono roomie—abrió los brazos y le dio un fuerte abrazo que Miércoles no correspondió.

—Aunque...—la pelinegra se separó y miró a Tn—. has encontrado el amor en otro chico.

Tn casi escupe el agua y tosió un poco mientras la loba le daba unas pequeñas palmadas en la espalda.

—¡No, Tn es mi amigo!—le dio un masaje en la espalda.

—Gracias Enid...casi me ahogo...

—Habría sido una muerte estúpida, morir por beber agua—le dijo Miércoles.

Después de este momento, cada uno se cambió mientras el otro aguardaba afuera. Por suerte no les vio nadie. Pero antes de marcharse al comedor a desayunar, Tn habló con ambas, sobretodo con Miércoles.

Él le contó todo al respecto, Miércoles se enfadó un poco por haberle ocultado algo así. Y no se esperaba que sus padres tramasen algo de nuevo a sus espaldas.

—Lo siento—dijo el chico sentándose—. pero me hicieron prometer que no te lo contaría...hasta lo sucedido hace poco con tu mascota.

—Entonces...a ver si lo entiendo. Alguien robó un cargamento de mi familia y la última vez pista que tienen conduce a Nevermore, ¿es así?—éste asintió—. ya veo...¿y cuál era el contenido de ese cargamento?.

—Pues según me dijeron, de tónicos experimentales. Lo compraron para testearlos en prisioneros que entran a la mansión a robar—contestó el chico.

—Es poca información, pero puede que el acosador sepa algo...si diera con él...incluso puede que él sea el ladrón.

—¿Podemos ir ya a desayunar?, tengo hambre—propuso la loba irrumpiendo.

Los tres salieron aprovechando que nadie más había despertado, o todavía no salía de su habitación. Ya desayunando, se juntaron con el resto del grupo. Tn estaba comiendo cuando se percató de algo. Enid había pedido mucho más de lo habitual. 

—Enid...¿no es demasiado para ser un desayuno?—le preguntó al verla con tres tostadas, un zumo y un par de bollos.

—Ah...tengo que comer mucho porque gasto muchas energías—se apresuro a decir.

—¿No será qué estás...?—Miércoles notó una ligera patada y al mirarla, la loba tenía cara de que se callase.

Entonces vieron llegar a Bianca y Xavier, los dos que faltaban ya que allí estaban Yoko, Kent, Divina y Eugene. Cuando vieron sus caras, supieron que algo malo estaba pasando, de nuevo una discusión.

—¿Ocurre algo?—preguntó Eugene.

—El idiota de Xavier—respondió sin mirarlo la sirena antes de sentarse.

—Oye, he conocido a alguien, ¿vale?, además...ya lo intentamos varias veces y la cosa no ha funcionado. Es mejor ser amigos y listo—aquellas palabras dolieron mucho a la sirena.

—Bien—fue todo lo que dijo antes de comer.

El desayuno resultó algo incómodo, pero por fin terminó y fueron a hacer sus actividades. Como Eugene no necesitaba ayuda, se pudo pasar por la esgrima ya que había dos turnos, uno para los que tenían varias actividades y otro para los que no. Al llegar, vio a Miércoles quien estaba practicando con Enid, aunque claramente la pelinegra era mucho mejor.

—Bianca vs Xavier—anunció el profesor.

—Uh, esto se va a poner feo...—pensó Tn antes de mirar.

El joven intentó defenderse lo mejor posible, pero recibió una auténtica paliza. O mejor dicho, humillación, pues la sirena terminó dando las tres estocadas en menos de un minuto. Bianca se retiró el casco y se sentó a beber agua.

—¿Era necesario?—preguntó el joven.

—¿El qué?—contestó con otra pregunta la sirena haciéndose la tonta.

—No te hagas la tonta Bianca...has ido a humillarme—Xavier estaba enojado.

Ella se puso en pie y se miraron directamente a los ojos.

—Tú me has humillado muchas veces

—Mira, ¿sabes qué?, estoy cansado...me voy con Mary.

El joven se dio la vuelta antes de marcharse del aula. El profesor no puso pega alguna viendo la hora. Tn pudo ver el nivel de Enid, Yoko o Miércoles. Realmente eran muy buenas.

—Has estado bien—felicitó a la loba.

—Gracias, he mejorado y...—volteó a un lado—. Bianca está llorando.

Al mirarla, se estaba marchando a pasos agigantados y entre lágrimas. Ambos fueron a ver ante los ojos de la pelinegra, quien volteó un segundo a una esquina. De nuevo nada, allí no había nadie y estaba empezando a cabrearse. Aunque también obtuvo una idea o pista, se le ocurrió por donde podría empezar a buscar.

Enid y Tn estaban apoyando a la sirena quien los abrazaba y daba las gracias. La relación con ella mejoró mucho desde el incidente del hyde.

—Gracias, de verdad—dijo nuevamente.

—Eh, para eso están los amigos—Tn le dio un suave golpe—. por cierto, buen manejo de la espada.

—Creo que Enid opinará lo mismo de ti—miró a la loba.

—Yo no estoy en clase de esgrima—dijo el chico.

—Me refería a la intimidad, ¿no han dormido dos noches juntos?.

Ambos se pusieron algo rojos por el comentario de la sirena quien se echó a reír por sus caras. Y le recalcaron que no eran pareja ni mucho menos, solamente amigos.

Enid se quedaría un rato más apoyando a la sirena, ya que le preguntaría ciertos temas personales así que Tn dijo que él se marchaba, y que cualquier cosa le dijera.

Las dos chicas tenían el corazón roto. En unos días, dos de las parejas más populares de la academia habían roto. Se abrazaron y por primera vez, se desahogaron juntas, derramando todas las lágrimas que necesitaban hasta quedarse relajadas del todo.

Durante la noche, Miércoles estaba durmiendo tranquilamente. El acosador no se dejaba ver, aunque ya tenía un plan e incluso habló con sus padres. En esta ocasión colaboraba con ellos y se habían vuelto más...unidos, por llamarlo de alguna manera. Quien acosaba a Miércoles lo hacia jugando con el miedo, tranquilo y esperando a ver a la joven desesperada, pero eso de momento para su rabia, no sucedía.

—¿Enid has dejado el balcón abierto?—preguntó con los ojos cerrados y sintiendo la suave brisa fría entrar—. ¿Enid?.

Al voltear, vio la cama de la loba vacía y el balcón abierto cuando siempre lo dejaban cerrado. Y más con el acosador suelto.

—¿Le habrá pasado algo?—pensó encendiendo la luz.

Enseguida se puso a mirar el rastro tras cerrar el balcón. No parecía que hubiera forcejeos ni nada por el estilo cuando vio unas ligeras marcas sobre la mesita de noche cercana y...un bote de pastillas. No eran drogas, eran unas pastillas recetadas y por lo que vio...esa noche no se la había tomado ya que cada una de ellas tenía puesto el día de la semana.

—Oh no...—volteó al balcón—. Enid...no te has tomado la pastilla para el celo.

Tuvo una ligera idea de donde podría estar así que enseguida salió de la habitación y pasó de la profesora que lo llamaba.

Mientras tanto, Tn estaba bebiendo algo de agua cuando escuchó un ruido que lo asustó. Enid había entrado por la ventana ya que era lo suficientemente grande para que una persona entrase sin problemas.

—¿Enid?, ¿qué haces aquí?—preguntó llevándose la mano al pecho por el susto.

Pero la loba no respondía, con la poca luz, parecía más un depredador. Y tenía las uñas alargadas mientras las pupilas eran completamente diferentes. 

—Enid...—asustado, fue retrocediendo un poco.

—Tn...—susurró ella mientras se acercaba y hacia algo de ruido con las uñas.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo.

Nota: El siguiente capítulo será más emocionante y ya entramos de lleno con el acosador para saber más sobre éste y sus motivos contra Miércoles.

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