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Capitulo 11.- El sufrimiento de estar vivo

Cuando Nicolás y su jefe salieron de las instalaciones camino a su transporte aéreo, Capazzo sin poder cuantificar realmente por todo lo que había pasado a su agente, opto por llevarlo hacía un mirador que había frente al mar. Creía prudente tener una conversación en solitario y así poder descargar la mierda que ambos llevaban por dentro, sin que hubiera más gente presente observándolos.

Ambos se sentaron en el suelo observando el mar, inesperadamente fue Nicolás el que comenzó a hablar.

"Señor, agradezco que viniera en mi ayuda, hace mucho que no veía un líder combatiendo junto a su gente, tengo que aceptar que a pesar de mis aprensiones iniciales se ganó completamente mi respeto y aprecio. Lamento demasiado la escena que se encontró, cuando ingreso a la oficina del sueco y yo me encontraba completamente enloquecido, asumo que ese momento no podía contener mi actuar, sólo quería matarlo por las cosas que había hecho.

Desde que descubrí las verdades de Edén, me había propuesto rescatar a esos bebes, en la comunidad tuve una posibilidad de hacerlo, sin embargo, preferí esperar un tiempo, sabiendo que ponía en riesgo la vida de sus madres, pero necesitaba saber dónde traían a estos niños y puse todo en juego, usándolos de carnada, perdiéndolo absolutamente todo. No sabe lo culpable que me siento por no haber tomado otra decisión, no sé si hice bien, pero ahora es demasiado tarde para hacer cambios. Me enloqueció completamente ver lo que hacían con los niños, sus madres y los hombres que tenían problemas para fertilizar chicas. Además, tuve que soportar los discursos de Adam dirigía hacia mí a través de los parlantes dentro las instalaciones, instándome a parar mi cacería, he intentado justificar lo que se hacía aquí, su actitud no lograba más que aumentar mi ira y mis ganas de arrancar su cuello del resto de su cuerpo con mis propias manos.

Le hare una infidencia y espero que quede sólo entre nosotros, lo que le diré no está escrito en ningún informe, en San Pedro deje huir a la agente rusa y mentí indicando que la había perdido, de hecho, le di tiempo para escapar, ella al igual que yo vive una vida en la cual su accionar se basa en instrucciones dadas por sus superiores, lo que nos hace sentido, por eso trabajamos en esto, pero en ese momento teníamos mucho más que proteger, había un razón que sentía dentro de mí y que ella también lo presentía, algo demasiado fuerte como para acabar el uno con el otro. No le puedo describir de buena forma el sentimiento que nos arrastró, ya que por más que he intentado calificarlo no sé cómo describirlo.

Pero una vez que me sacaron de la cárcel pude enterarme de que ese, día justo al final de la misión, lo que nos impidió hacer nuestros trabajos era que ella estaba esperando una niña de la cual yo soy el padre. Sé que nunca veré a esa pequeña y que será lo mejor para Masha, el cuál es su nombre. Pero si llegara a enterarme que alguien le quiere hacer algún tipo de daño en San Petersburgo, créame que cruzaría el mundo para asesinar a esa o esas personas. En estos bebes que están ahí dentro, vi mi posibilidad de hacer algo bueno, algo que para mi hija fuera motivo de orgullo. Quería salvar a cada uno de esos niños y no pude hacerlo, ya que todos ellos están condenados con enfermedades incurables, altamente contagiosas.

No creo ser el oficial que la fuerza necesita, estoy demasiado fuera de las aptitudes sociales que necesitan nuestros compañeros, sin límites en el actuar con tal de llegar a la verdad, por eso me considero completamente maquiavélico, ya que mi vida se ha forjado en que cumplir con la misión justifica cualquier cosa por hacerlo. No sé si está en conocimiento de que tengo una esposa, a la cual nunca quise ni he querido. Sólo me case con esa mujer para ser aceptado por las fuerzas, de hecho, ni siquiera voy a verla, sintiendo más cariño por mi auto que por ella. En mi vida he evitado tener amigos, ya que los pocos que he tenido y han trabajado junto a mí, desgraciadamente vuelven en bolsas mortuorias, mientras yo extrañamente vuelvo hecho mierda, pero vivo, lo que ocurre una y otra vez.

No tengo la capacidad ni las ganas de obedecer, como ejemplo, usted me pidió esperar su llegada y sólo observar sin entrar en acción, yo fui incapaz de hacerle caso, ya que tengo problemas con el mando y eso es innato en mí, no tienen nada que ver con que sea usted el líder. De hecho, me pasaba lo mismo con mi viejo y antiguo jefe, al cual estimo mucho, pero él sabía que no podía contar con que lo obedeciera, sin embargo, siempre fue leal conmigo y me protegía las espaldas incluso ante autoridades de distintos gobiernos.

Quizás sea mejor para todos que vuelva a la cárcel", fueron las palabras de un Altamirano golpeado física y emocionalmente.

"Cuando tomamos la opción de entrar al ejército y ser parte de una de las unidades de combate más duras que existen, tomamos una decisión que se aleja al camino elegido por el común de los mortales.

Mis padres querían que fuera médico, pero al igual que tú, opte por ser parte de las Fuerzas Especiales del Ejército, quería transformarme en un puto y rudo paracaidista. El cual no conociste, ya que ingrese a las filas después de que tú habías hecho tú cambio a la policía. Esa decisión rompió completamente mi relación con toda mi familia, al igual que tú, estuve casado sólo una vez y me abandonaron por querer más este trabajo que a los otros seres humanos, ya que soy completamente disociado.

No creo que haya mejor hombre para mi equipo, ni tampoco creo que seas culpable de lo que estos hijos de puta hicieron a esos niños, la opción que tomaste de esperar fue la correcta, si no, nunca hubiéramos llegado a esta isla y no sabríamos todo lo que conocemos en este momento, así que te pido que dejes de castigarte. Yo hubiera seguido absolutamente el mismo camino que tú.

Además, si hubiera estado en tus zapatos, yo igual hubiera dejado escapar a la diosa, de saber que esperaba un hijo mío, y como consta en los informes, tú debes insistir en tu posición de que nunca la dejaste escapar, ya que lo mismo consta en los informes de los rusos a los cuales he tenido acceso. Estoy de acuerdo contigo de que con nuestro estilo de vida no es prudente que interfieras con la vida de esa niña, pero, aun así, envidio la suerte que tienes de saber que eres padre, ya que yo por temas biológicos nunca pude ni podre serlo.

Te pido no tratarme de usted cuando estemos los dos juntos, ni decirme señor, ya que ambos venimos de la misma escuela y estuvimos en batallas reales en países distintos al nuestro, ambos compartimos el mismo tatuaje en nuestro brazo y por lo mismo tú viejo jefe insistió en que yo sea su sucesor. Él te estima tanto, que creía que, trabajando con alguien como yo, se podría aumentar aún más tú potencial sin tender a enderezarte hacia algo que no eres, su idea era que te liderara alguien capaz de comprenderte.

No sabes la envidia que te tengo, eres una leyenda viviente, el agente de la policía más importante que este país ha visto jamás. Capaz de hacer cosas impensadas y casi imposibles, ese es el reflejo que necesito que vean de ti los nuevos cadetes. ¿Viste la cara de tus colegas y marinos cuando pasas junto a ellos?, te admiran de una forma increíble y te aseguro de que te seguirían a un combate, aunque supieran que podrían volver en una bolsa, ellos irían sólo por el hecho de tener el honor de combatir junto a ti.

Nicolás, los tipos como nosotros son más necesarios de lo que se cree, en este mundo alguien tiene que hacer el trabajo sucio de los políticos, no por ellos, si no por el convencimiento de que estamos para servir a los ciudadanos. Cada vez que atrapamos o acabamos con un cabrón, salvamos como mínimo una vida, recuerda eso". Fue la sentida y sincera respuesta de su jefe a Nicolás, quien con admiración y gratitud estrecho fuertemente la mano de este, agradeciendo sus palabras, que lo habían levantado desde las tinieblas. Altamirano nunca había tenido un líder a quien admirar, pero ese tipo, más joven que él había demostrado un valor y una tenacidad como pocos, no sólo daba instrucciones como consecuencia de su grado, era el primero en lanzarse a la línea de fuego, defendiendo en el campo a sus agentes, no detrás de una fría oficina. Por fin se sentía parte de algo más grande.

Capazzo miro a Nicolás y se puso a reír, "entrenamiento en Apnea, y pensar que yo creía ser el único idiota que creía que no respirar y buscar constantemente su muerte ahogado bajo el agua, podría ser un deporte respetado. No creas que no imagino como subiste a ese yate, en la escuela de oficiales jamás pude vencer tú maldita marca y después de que casi te matan un millar de veces, sigues siendo capaz de aguantar bajo el agua, de verdad no dejas de sorprenderme, ya llegara la oportunidad en que pueda competir contra ti es un desafío que he ansiado desde mis inicios".

Altamirano sonrío y no dudo en felicitar a su jefe por su gusto por las armas, Federico Capazzo movió su cabeza y de su mochila sacó una Heckler & Koch MK23, con tres cargadores adicionales llenos. "Te dijimos que no lleves armas a la misión y te las arreglaste por esconder tu maldita pistola, tómala, la encontré en la caja fuerte de la casa de Carlos en Edén. Al verla mientras revolvía los papeles inmediatamente supuse que era tuya, nosotros dos somos los únicos que conozco que amamos esta pesada pistola, los tres cargadores adicionales que la acompañan, son un regalo de mi parte.

Lo único que te pido, por el bien de ambos, es que la próxima vez que desees armamento extranjero o poco peculiar no lo traigas de contrabando y me lo solicites a mí, recuerda que nosotros somos los buenos y cazamos a los imbéciles que trafican armas, por lo mismo debemos predicar, aunque sea en esto, con el ejemplo".

Los dos oficiales volvieron al bosque cuando se observaba a plena luz del día, donde había sido la batalla, era realmente una postal demasiado sangrienta. Ellos fumarían un cigarrillo mientras esperaban a la doctora militar, al verlos desde lejos, Más se acercó a ellos y les indico que no había nada que la medicina pudiera hacer por ninguno de esos niños, lo que lleno de amargura a quienes habían luchado por rescatarlos. En su fuero interno esperaban que a lo menos uno de los pequeños o pequeñas pudiera haber salido vivo de ese lugar, la noticia era suficientemente dolorosa para destrozar a cualquiera, pero la suerte de esos bebes ya estaba en manos de otro organismo del Gobierno y ellos no podían hacer nada más por intervenir.

Nicolás miro a su jefe para intentar entender que había sucedido en su ausencia en Edén, por lo que Federico le resumió lo que vivieron cuando llegaron a la isla, el estado de los jóvenes y como los hizo hablar. Le comento que encontraron la fosa común con los cuerpos y los cadáveres en la morgue. Pero que lamentablemente tres de los líderes habían podido huir de la isla, y aún no entendían cómo. Nicolás pregunto quiénes eran los desaparecidos y al enterarse de que eran Carlos, Alondra y Lorena comprendió que no todo había terminado.

En ese momento el sargento Rosales de las fuerzas especiales, corrió hacia Capazzo diciéndole que había un mercenario que seguía con vida, pero que nadie podía entender lo que decía, por lo que fueron inmediatamente donde él, para ver si podían averiguar algo más que los ayudara a dar con el paradero de los prófugos. Mientras caminaban, el sargento les decía, "jefes, el cabrón fue el único que quedo con vida, está pidiendo algo, pero nadie lo entiende, el muy hijo de puta apenas habla y no entiende nada de español".

Cuando llegaron donde el moribundo mercenario, Federico Capazo acerco su oído hacia él para escuchar lo que le decía, sin entender absolutamente nada, por lo que volvería a sorprenderse de Nicolás cuando se dio cuenta de que hablaba perfectamente el idioma del tipo. "¿Qué es lo que quieres decirnos maldito bastardo?", fue la pregunta del policía.

"Por favor, súbanme a un helicóptero y salvamente, no quiero morir aquí, se lo suplico súbame", era el pedido desesperado del acribillado miembro de seguridad de las instalaciones. Por lo que Nicolás saco su pistola y la puso en la cabeza de quien estaba demandando clemencia, "Te podría ayudar, solo si me dices, ¿qué hacía Carlos cuando venía aquí?, ¿qué sabes de él?, ¿dime quién es?, eran las condiciones que Altamirano daba para prestar algún tipo de ayuda, mientras el resto de los policías observaban sin entender nada de lo que se estaban diciendo uno a otro.

"En estas instalaciones sólo se infectaba a los niños y se probaban las vacunas que Carlos hacía en su propio laboratorio, él es un miembro importante de la corporación y era par de Adam, los dos eran los científicos de más alto rango, por lo que estaban a cargo de las operaciones en Chile, es lo que se por favor ayúdeme". La confesión del mercenario fue inesperada para Altamirano, si Carlos seguía con vida y lograba huir, el peligro de que esas investigaciones continuarán en otra parte era latente, por lo mismo el policía le solicito a su jefe que subieran a ese hombre a un helicóptero para salvarle la vida. El mercenario podía ser el testigo que necesitaban para acabar con la corporación, solicitud que fue aceptada inmediatamente por Federico, quien daría instrucciones de darle prioridad a la vida de su prisionero, por lo que debían subirlo a un helicóptero de inmediato.

Nicolás se puso de pie y aparto a su jefe lejos de todos, para explicarle su hipótesis, he indicarle que él estaba convencido de que Carlos y su equipo continuaban en Edén, que quería volver para cazarlos, ya que el científico debía tener copias de todas las investigaciones, por lo que era un riesgo dejarlo libre. Al escuchar sus palabras el comandante de la misión, solicito que inmediatamente se montara un centro de comando, necesitaba tener contacto con el ministro del Interior y el Director General de la policía de investigaciones.

Los oficiales de comunicaciones presentes no tardaron más de diez minutos en cumplir con su petición y dentro de las instalaciones de la farmacéutica ya habían logrado poner en operaciones un pequeño pero eficiente centro de comando, por lo que Capazzo y Altamirano al enterarse de que estaba todo listo, caminaron rápido hacia al lugar, ya que la conexión y las autoridades ya se encontraban en línea.

"Señores, la operación "Antares" ha tenido más éxito de lo que esperábamos, ya hemos encontrado a los responsables de la creación de comunidades como la de Edén en distintos lugares del territorio nacional.

El objetivo de atraer gente a estas comunidades era el de utilizarlos para hacer pruebas biológicas ilegales con humanos, en este momento les solicito su apoyo, requiero que el mando gobernado por el Director General proceda a crear una operación a gran escala para intervenir con gran cantidad de contingente las comunidades ubicadas en Puerto Natales, interiores de Calama, Isla Juan Fernández, Valle del Elqui, interiores de Pichilemu y San Juan de La Costa, todas en carpeta de nuestra operación, ya que son dirigidas por la misma corporación que estamos desbaratando acá en el sur.

Es de vital importancia actuar en forma paralela y rápida, teniendo especial cuidado en la forma de llevar a cabo la operación, ya que existe riesgo de contaminación viral, biológica o química. Les pido rescatar a mis agentes que aún queden con vida. Además, es importante detener en forma urgente a todo el personal vigente en chile de HF Farma, por los crímenes de secuestro, tortura, asesinato, tráfico y pruebas en humanos.

El oficial Altamirano regresara conmigo a Edén, ya que tenemos un científico fugado que creemos está en un laboratorio oculto en esa isla, instalación a la cual no hemos podido acceder. Él tiene copias de las pruebas realizadas, para nuestra ventaja hemos capturado a uno de los mercenarios que trabajaba para ellos, quien podría servir como testigo.

Las otras medidas paliativas solicito sean tomadas por mi jefatura directa, ya que hay que bloquear dineros, salidas del país y deben existir más acciones que ustedes conocer y definir. Les pido poner los pájaros en el aire el mismo día de hoy, para evitar cualquier tipo de fugas o la aparición de más víctimas". Las palabras de Capazzo fueron tomadas y aceptadas por completo por las autoridades, quienes se encargarían de que sólo en un par de horas equipos de la policía de investigaciones de todo chile se movilizaran en forma conjunta para atrapar y desbaratar todos los restos de la organización, que se había enquistado en tantos lugares del territorio nacional.

La operación debía ser tan precisa como un bisturí, y ya estaban todas las fuerzas de orden trabajando en la capital del país para desbaratarlos, mientras Nicolás y Federico se subían al helicóptero piloteado por la capitana Más, quien los conduciría directamente hacía Edén.

Nicolás sabía que había transcurrido muy poco tiempo desde la intervención en Edén, por lo que lo más factible era que sus líderes no habían podido escapar de ese lugar. El policía le explicaba a su jefe, que él, había recorrido toda la isla buscando el muelle donde llegaba el yate a buscar a los niños y no había encontrado ningún tipo de instalación oculta, además, estaba seguro de que el laboratorio de Carlos no era el que conocían y de seguro se encontraba en un bunker bajo tierra, lo que hasta el momento no había sido una opción en búsqueda que habían solicitado los oficiales. Por lo mismo era importante que la fuerza aérea enviara lo más rápido posible uno de sus aviones con la capacidad de mapear la existencia de construcciones subterráneas. De esa forma podrían capturarlos rápido y evitar que eliminen la información que pudieran tener en su poder, ya que, si había muchas operaciones en chile, estas podían existir en otros lugares del mundo, lo que obligaría a poner en alerta a la organización mundial de la salud y otros estamentos internacionales.

Federico Capazzo llamo de inmediato a su enlace en la fuerza aérea, quien le indico que, para su fortuna, en la base aérea ubicada en la ciudad de Puerto Montt había una de las unidades que podía cumplir con la función que le estaban solicitando, El avión podía estar disponible en menos de una hora para su despegue. Después de la llamada el director llamo al centro de operaciones que había en Edén, necesitaba a tres escuadrones equipados para su arribo, el que se produciría en treinta minutos más. Federico Capazzo en forma personal dio el listado de los hombres con los que quería contar, ya que necesitaba lo mejor de sus fuerzas para atrapar a los prófugos, sin dañar la información que necesitaban.

En el archipiélago ya no había tormenta y el helicóptero podía volar a su máxima velocidad, sin presentar problema alguno, los dos policías iban sentados en la parte trasera del helicóptero Bell 412 EP, que antes fuera del ejército de chile. Capazzo miro a Nicolás en pleno vuelo y de dijo, "sé que va a ser difícil para ambos, pero estos tipos nos sirven más vivos que muertos.

Sé que son unos asesinos, pero si hay más laboratorios en el mundo, será bueno que quede alguien con vida que sepa más que el mercenario y podamos obligarlo a hablar", Nicolás asintió con la cabeza la petición que le realizaba su jefe. Él también tenía claro que esta vez, más que cazar debían salir a realizar una captura, era la única forma de derrotar en forma global a la farmacéutica, por lo que tendrían que ser un poco más civilizados en su actuar en esta oportunidad.

La luz roja ya cubría todo el interior de la nave, estaban llegando a su destino y sería necesario tener una reunión de comando con los miembros del equipo antes de actuar.

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