Escuché como aporreaban la ventana justo en mi oreja. Me alejé desorientada de los suaves, hermosos, perfectos y pequeños pechos de Solar para ver que se trataba de Wheein presentando la última etapa de demonización.

— Carajo — dije intimidada por sus ojos a través del vidrio.

— ¡Wheein! — gritó con voz enojada mi Solar, mientras yo me levantaba de su cuerpo. Se cubrió con mi suéter negando con la cabeza por la actitud de su mejor amiga.

— ¡Abre la maldita puerta Moon!

— Voy voy, ya voy — dije a regañadientes sentándome en una esquina para abrir.

Abri la puerta y Wheein la haló con fuerza hasta sacudir de un lado a otro la camioneta.

Yo colgué mis piernas en el borde una vez que estuvieron abiertas y miré a Wheein con vergüenza.

La chica morena candente que había visto antes con su grupo, estaba unos pasos atrás de Wheein junto a otros dos chicos. Pero el que llamó mi atención fue el imbécil de Sandeul.

Él pareció leer mi mirada y respondió inmediatamente.

— No sabía. Wheein me preguntó cuál era tu auto, pensé que estabas en la fiesta.

Le quité la mirada. No estaba enojada por Wheein, sino por mi compañero de campo que nos había delatado sin saber. Y no solo eso, ¡que va! Wheein podría haber bandalizado la camioneta y él muy a gusto colaborar con el crimen.

— Andando — le dijo a Solar. Tomó su mano para hacerla bajar de la camioneta con brusquedad, a lo que yo me levanté y quise detenerla porque todavía Solar estaba desnuda tapándose con mi suéter — Ni siquiera lo pienses.

— ¿Qué te ocurre? — pregunté ya molesta por su exageración y una vez más me acordé de Irene, ella me hubiera matado si yo le hago alguna escena así.

Desvié mis ojos hacia Sandeul por pura inercia y el muy idiota estaba mirando los costados descubiertos de Solar. Cuando iba a decirle algo para que lo dejara de hacer, Wheein me sorprendió con su voz amenazante hacia Solar porque ella no quería irse.

— ¿Buscabas aprovecharte de ella?

Ella se adelantó un paso hacia a mí y Solar se bajó rápidamente para detenerla con su mano.

— Wheein ya deja de comportarte así, no estábamos haciendo nada.

— ¡Claro que no! — dijo irónica — Sólo jugaban dominó ¿cierto?

— ¡Estuvimos hablando todo el rato!

— ¿Y por eso ya puedes acostarte con ella? — le siguió Wheein.

— Yo podía verte de dónde estabas besándote con Hwasa y no te armé una escena ridícula.

— Nada de ridícula. Lo que ibas hacer es muy diferente. ¡Ni siquiera la conoces!

Ya estaba empezando a irritarme y se notó por el gesto grosero de mis manos diciendo: "piensa lo que quieras" cuando Wheein me miró.

Solar me miró preocupada, seguramente no queriendo que yo me enojara con personas cercanas a ella y al final me desquitara con ella, lo cual era imposible.

— ¿Te emborracha y lo primero que haces es lanzarte a sus brazos? — preguntó Wheein más calmada, como si no pudiera creer que su mejor amiga hiciera eso.

— ¿Qué? — pregunté muy bajo incrédula a la versión que Wheein tenía de mí.

— Ninguna está borracha Wheein — dijo Solar con desgana, caminó hasta ella con la intención de hablarle en privado.

Yo rehuí mi mirada de ellas y miré fijamente a mi supuesto compañero con cara de pocos amigos. Él levantó las manos rendido y caminó en dirección a la playa.

— ¿Te estás escuchando? — le preguntó Wheein — ¿Estás loca? Ponte algo en las tetas y vámonos de aquí.

— Estás muy equivocada si te voy hacer caso.

Para este punto, yo estaba ahora muy incómoda. Aunque después se me pasó cuando Solar se giró hacia mí con superioridad dándole la espalda a Wheein y se quitó mi suéter de sus pechos.

Ella alzó los brazos para ponerse el suéter.

Obviamente iba a mirarla. Por algo me ofrecía ver sus atributos.

— Dios, no puedo creer que hicieras eso — se quejó Wheein dando la vuelta para no vernos.