🌀5. Sospecha🌀
Narra Jenna.
El día anterior Park salió con una desconocida, espero al menos que hoy me diga de quién se trata.
Me dirijo a la secundaria Sunshine High, Park no fue a mi casa a recogerme como usualmente lo hace, decido tomar un atajo que sólo yo conozco. No he dejado de pensar qué habrán sido las piedras que me atacaban y Parking nunca me dijo nada del asunto.
A lo lejos escucho un sonido extraño, giro mi rostro a dónde provenía el sonido, pero no hay nada. Me detengo y cierro mis ojos, esperando escuchar el sonido pero no se oye nada.
Sigo caminando pero siento que mi hombro derecho empieza a arder, giro mi rostro y noto que ¡Estoy sangrando! ¿Cómo me sucedió esto? Con mi mano izquierda presiono la herida en un intento inútil de detener el fluido pero más sangre sale de ella. Mi vista empieza a nublarse, siento como mi cuerpo cae al suelo y lo último que veo es a Park corriendo hacia mí gritando mi nombre.
Y todo se torna oscuro.
***
Narra Park.
Jenna ha caído a la acera inconsciente, el demonio sonríe maliciosamente y está a punto de clavar su espada ¿Tiene una espada?
Empiezo a correr para evitar eso, grito su nombre para atraer la atención de la demonio. Los ojos de ella me observan sorprendida y apenas se nota un ¿Sonrojo? ¿Porqué se sonroja al verme?
Llego a donde está ella, su hombro está herido y sangre sale de ella, la demonio la hirió con su espada. La cargo estilo princesa y pido ayuda a las personas que cruzan por ahí, uno de ellos llama a la ambulancia y luego de unos minutos llega, suben a Jenna pero no pienso dejarla sola.
Siento que la demonio nos observa, pero en especial a mí, luego averiguaré que sucede, por ahora Jenna está herida y debo cuidar de ella.
***
Ha pasado más de una hora desde que Jenna entró a ésa habitación, no he sabido de ella. Estoy impaciente, espero que no pase nada grave.
El doctor se hace presente y pregunta quién está con ella, me levanto de mi sitio. Él me dice que no es tan grave, que la herida no fue tan profunda pero que al perder sangre demasiada ella se desmayó, será dada de alta el día siguiente. Suspiro tranquilo, está bien.
Pregunto si puedo pasar a verla, pero él me niega la petición diciendo que necesita descansar. Volveré en la tarde, lo prometo Jenna.
***
Narra Jenna.
No sé qué habrá pasado mientras estuve inconsciente, pero espero que Park esté bien, aunque la que estaba en peligro era yo. ¿Porqué mi hombro estaba herido? Que yo recuerde nadie estaba cerca de mí, o al menos que yo viera.
La luz irrumpe en mi mente, lo que hace que abra mis ojos debido al impacto de ella. Lo primero que puedo apreciar es el inmenso color blanco en toda la habitación, en mi lado derecho se encuentra una mesita con un vaso con agua. Mi garganta está seca, me siento para tomar el vaso y ingerir ése líquido.
Estoy sola, ¿Qué puedo hacer? No hay nada con lo que pueda entretenerme. No sé si estará bien lo que estoy a punto de hacer; aprovechando que las máquinas no están conectadas a mí, me levanto de la cama y me dirijo a la ventana, el cielo se ve despejado, ¿Cuánto habrá pasado desde que caí inconsciente?
—¡Ah! Ya despertó. —escucho una voz a mis espaldas, se trata del doctor. —Un muchacho vino ésta mañana y preguntó por usted.
—¿Un muchacho?
—Así es, creo que dijo que vendría en la tarde. Aún así, usted se podrá ir de aquí hasta mañana por la mañana. —dice. Suspiro. —Mientras tanto, necesito que descanse para que recobre energías.
—Estoy bien. —digo. Él niega suavemente.
—No, no lo está. Fue herida en el hombro y perdió sangre que provocó su inconsciencia, ¿Eso es estar bien? —pregunta. Desvío la mirada al suelo, tiene un punto.
—No lo es...
—Exacto, por eso descanse. —Y sin esperar mi respuesta, me quedo sola en la habitación otra vez.
Puedo aprovechar a explorar el porqué de todo lo que me sucede. Haré cálculos mentales. Veamos; hace más de dos semanas ocurrió el incidente de las piedras, Park me pidió que corriera y me alejara y no supe que sucedió después, sólo Park sabe. Hace como 4 horas fui herida en mi hombro, lo que provocó mi desmayo, y Park apareció de repente. En ambos incidentes Park siempre busca solucionarlo sin decirme qué hace.
Empiezo a sospechar que Park me está ocultando algo. Aprovecharé esta tarde para averiguar de una vez por todas qué me oculta Park.
***
Narra Park.
Por fin, han terminado las clases. Me dirijo hacia la entrada principal para ir con Jenna pero Alice irrumpe en mi camino.
—¡Hola, Park! —saluda. Su sonrisa tierna se hace presente.
—Hola, Alice.
—¿Te parecería quedarnos como el día de ayer? —pregunta.
—Lo siento, Alice. Jenna fue herida por alguien y debo ir con ella, será en otra ocasión. —respondo. Ella me observa triste, pero no puedo dejar a Jenna más sola de lo que está. Sin decir nada, me retiro para dirigirme al hospital.
Al llegar, pregunto a la recepcionista sobre la habitación de Jenna, cuando recibo las indicaciones me dirijo rápidamente hacia el lugar. Con mis nudillos toco la puerta, adentro me piden que pase. Abro la puerta y encuentro a Jenna sentada mientras acaricia a ¿Un perro?
—¡Ah! Eres tú, Park. —saluda sin siquiera observarme, lo que me es extraño. —¿Qué te trae por aquí?
—Vengo a ver cómo te encuentras.
—Bastante bien, a decir verdad. —Ella no deja de acariciar a el perro, es muy diminuto por lo cual encaja bien entre sus manos. —Es lindo, ¿Verdad?
—¿Qué?
—El perrito, es un cachorro con una mirada tan tierna que te hace pensar que no mataría a ninguna mosca. —dice sin dejar de observar al perrito. —Pero no sabemos que secretos oculta, ¿Verdad, Park?
—¿Ah? —No sé a dónde quiere llegar con eso. —¿A qué te refieres?
—Dime tú, eres el que sabe más sobre ocultar secretos, podrías decifrar si el perrito me está mintiendo, ¡Al igual que tú! —exclama mientras deja de observar al perrito para mirarme a los ojos. Me sobresalto al oír eso, Jenna está desconfiando de mi.
—¿Qué te hace pensar eso, Jenna? —pregunto tratando de evadir su sospecha.
—No lo sé, veamos; hace dos semanas te quedaste mientras arrojaban piedras, sabiendo que podrías salir herido, ¡Pero estabas ileso! —exclama con sarcasmo, suelta al perrito y se queda sentada en su cama. —Hoy en la mañana apareciste justo cuando alguien me hirió, si yo no te había dicho mi ubicación. No lo sé, Park, ¡Creo que no tengo motivos para pensar que me estás mintiendo sobre ti!
—¡Jenna, baja la voz! —exclamo.
—¡O qué! ¿Vas a pedirme que huya mientras tú haces quién sabe qué? ¡Ya basta, Park! Dime la verdad. —dice mientras se levanta y se acerca lo suficientemente para que yo pueda sentirme amenazado. Está bien, si me siento nervioso pero no amenazado.
—¿Quieres la verdad?
—¿Qué crees que es lo que te estoy pidiendo? —pregunta con ironía. Nunca había visto a Jenna tan molesta como lo está ahora.
—Te diré la verdad...
Hola, aquí un nuevo cap. 1218 palabras sin contar la nota de autor. Espero que disfruten la historia tanto como yo al escribirla.
Bye bye ✨
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro