Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO 73 parte 1

CAPÍTULO 73 parte 1

Cassiano:

El sonido del disparo me hace voltear cubriendo inmediatamente el cuerpo de Amelia tras mi espalda. Pero para mi sorpesa quien sostiene el arma es Adriano, que acaba de matar al sujeto que presumo, intentaba sorprenderme por la espalda.
Nuestras miradas se encuentran por un minuto y alzo la ceja cuando no me aparta la mirada de encima. «esta delirando si piensa que voy a darle las gracias.» No estriamos en esto en primer lugar si no fuera por el.

—¡Andando! ¡No hay tiempo! —Dice una voz femenina, que logra erizar cada uno de mis bellos, haciendo que mis ojos se desvíen a la persona parada al lado de Adriano.

Mi ceño se junta y me bloqueo por un minuto, cuando veo los ojos verdes y la sonrisa que me da la chica que tengo enfrente. Esta vestida con ropa táctica y carga un subfusil entre sus manos.

—Hola hermano. —Dice con una leve sonrisa en los labios. «No puede ser...»

—La... ¿Laura? —Balbuceo y doy un paso hacia ella.

—Tu... ¿como puede ser posible.? —Sacudo la cabeza sin poder apartar mis ojos de ella. —Tu... fuiste quien me envió el mensaje...

Camino en su dirección pero Adriano se interpone como sí intentara protegerla de mi. Le doy una mirada de advertencia pero aún así no se inmuta, se mantiene firme frente a ella interponiendose. —¿Acaso se volvio loco?¿Como cree que la lastimaría?—

Amelia me hace volver en sí, cuando posa su mano en mi brazo y giro el rostro para verla, me da una mirada compasiva y puedo leer las palabras en su mirada. «No es momento.»

Mis ojos vuelven a enfocarse en Laura y ella suspira antes de apartar a Adriano a un lado y acercarse a mi. Cuando la tengo frente a frente no puedo evitar pasar saliva. «Esta viva» —Mi pequeña hermanita esta viva.
— Ella puede ver la duda en mi rostro asi que es la primera en reaccionar, cuando me rodea con sus brazos los hombros en un fraternal abrazo al que correspondo, apoyando mi mano en su cabeza.

—No puedo creer que estés viva pequeña. —Susurro y asiente antes de apartarse.

—¡Prometo que se los explicaré todo! Pero primero debemos salir de aquí.

Asiento y tras darle una rapida mirada a mi promo que parece aun mas aturdido que yo, tomo la mano de Amelia y los cuatro salimos por el pasillo, por el que ellos llegaron.
Recorremos unos metros hasta que nos encontramos en las escaleras que dan acceso al primer piso, donde se encuentra la salida. Decido ir primero seguido de Amelia. Los demas nos siguen pasos mas atras. Abro la puerta metálica con el arma en mi mano y recorro el área con la mirada. —Bien no hay nadie—.

Salgo seguido del resto. Y nos acercamos lento y con cautela a la salida. Los disparos y las explosiones no cesan y estamos a pocos metros de las puertas cuando varios sujetos aparecen de la nada.  Reacciono rápido derribando al primero y volteo para ver al resto, Amelia golpea con su puño a un moreno que intenta derribarla y barro con mis pies al segundo que intenta atacarla desde atrás, este cae al piso y ella le suelta el tiro que le vuela los sesos.

Adriano esta peleando con dos y Laura se enfrenta a una mujer de cabello rubio que tiene una navaja, la mujer se acerca pero Laura sonríe, levanta el arma y le vuela la cabeza.

Un sujeto se lanza sobre mi espalda y trato de quitármelo pero enrolla una de sus piernas en las mías derribándome, le doy un codazo en la nariz y me zafó, pero otro se me arroja encima y logra patearme en las cotillas, mientras que el segundo me sujeta desde atrás y rodea mi cuello con su brazo intentando inmovilizarme, pero Adriano lanza el cuerpo muerto de uno de los sujetos que tenía encima, logrando que me liberen. Me pongo de pie y saco mi navaja la cual entierro en la barbilla del bastardo que tengo enfrente.

Mi primo se pone detrás de mi y por un momento nuestras miradas se encuentran cuando irónicamente nos encontramos espalda con espalda peleando con el enemigo.

Amelia logra derribar de un disparo al sujeto que se le acerca, mientras que Laura intenta quitarse al gigante que la sujeta por el cuello, de una patada logra alejarlo pero aún esta arrinconada y el maldito blande un machete, queriendo intimidarla mientras camina en su dirección. Ni Adriano ni yo estamos cerca para ayudarla y definitivamente Amelia no puede hacer nada, ya que esta peleando con otro sujeto.

Adriano gira la mirada en dirección a Laura y veo la desesperación en su mirada cuando lleno de odio intenta acabar con el tipo que le impide el paso. Laura está más acorralada y trata de disparar pero el sujeto le lanza una puñalada con el machete, que a penas logra evadir.  Se acerca a ella lentamente como si disfrutara el momento. Esta demasiado cerca, entonces da un paso y se abalanza sobre ella, pero un moreno de dos metros se interpone, en medio, y le lanza un golpe, luego una patada que lo hace soltar el machete y cae varios metros para atrás.

Montana, el capo de la mafia latina. Se mete la mano en su cinturón tras su espalda, saca una pistola y le da un tiro en la cabeza al tipo haciendo que su cuerpo rebote contra el piso, levanta el arma y me tenso cuando el latino apunta en dirección a Amelia, pero suelta el disparo que derriba al sujeto que intentaba lanzarse sobre ella, recibo un golpe en la mandíbula cuando me distraigo y vuelvo a enfocar la mirada en el tipo frente a mi. Me da un golpe y este retrocede inmediatamente al ver la sangre que brota de mis labios que se estiran en una sonrisa maliciosa. Tomo la navaja que se me había caído al suelo y en un rápido movimiento le rebalo el cuello, haciendo que caiga en medio del charco de sangre.

Giro mi cuerpo pero un golpe me da vuelta la cara, y le lanzó una patada sin mirar. Volteo nuevamente al igual que el hijo de perra que me golpeó, pero ambos nos detenemos con los puños arriba. Adriano respira agitado al igual que yo, ambos bajamos los puños lento cuando nos percatamos de que hemos acabado con nuestros enemigos.

—Creo que me emocione un poco. —Dice en referencia al golpe que me dio y sonrió de lado, repitiéndome que sigue siendo un idiota. Ambos nos acercamos a las chicas que están acompañadas del moreno que se voltea en nuestra dirección.

—Montana... no esperaba verte aquí. —Hablo con tono neutro, pero se que no le pasa desapercibida la mirada desconfiada que le doy.

—¡No vine por ti diablo! Vine por mi hija. —Afirma haciendo que mi ceño se junte. «¿su hija?»

Montana es el jefe de los latinos y el dueño de las jaulas de peleas clandestinas, hace poco tiempo inauguró varias aquí en Italia, luego de que Andrei Ivanov lo jodieran y le robaran.

—¡Lo tenía controlado! —Se queja Laura cruzándose de brazos y el latino le sonríe mientras se voltea en su dirección, y le acaricia la mejilla en un gesto paternal que...—no puede ser...—

—¡Por supuesto que si cariño! ¿Pero que clase de padre seria si dejo que una mierda como esa te ponga una mano encima? —Dice señalando al sujeto del machete que ahora está muerto en medio de un charco se sangre.

La cara de Adriano es un poema, mientras que Amelia mira en todas direcciones  conpletamente confundida y a decir verdad, comparto su desconcierto. —Yo tampoco entiendo nada—.

Me aproximo hacia Amelia para asegurarme de que ella y mi hijo se encuentran bien y luego de recorrerla con la mirada y confirmar que todo está en orden. Dirijo mi atención a la salida, justo cuando el sonido de un helicóptero me hace voltear el rostro y preparar el arma. La puerta principal se abre y Lorenzo entra acompañado de Sofi, ambos lucen como la mierda, cubiertos de sudor y de tierra.

—¡Dante Lombardi esta aquí! —Grita mi hermano. —¡Y no está solo Mario viene con el!

La sangre de mi cuerpo burbujea por la rabia. —Traidor hijo de perra—. Sabía que Mario ocultaba algo, pero jamás pensé que me traicionaría. «maldita rata.»

Los bombardeos afuera no paran, asi que alistamos nuevamente las armas, preparándonos para lo que se viene. Me acerco a Amelia que prepara su arma y me quito el chaleco antibalas, tomándola por sorpresa cuando se lo coloco a ella, ajustándolo a su cuerpo.

Ella intenta protestar pero no le permito hacerlo cuando un impulso hace que la tome por la cintura acercando su cuerpo al mio y devorandole la boca, sin importarme una mierda quien nos esté mirando. Mi mujer corresponde y me besa con la misma intensidad, hasta que nos apartamos, pego mi frente a la de ella y sonrió antes de susurrar.

—Pase lo que pase, los pondré a salvo Ángel. ¡Lo juro por mi vida!
—Ella acaricia mi mejilla y levanta la mirada buscando mis ojos.

—¡No hagas eso! Porfavor...

—¿Hacer que?

—Despedirte de mi, de... nosotros, como si tu vida valiera menos que la mía. ¡Tu hijo te necesitará! ¡Yo te necesito amor!

—Asi que al fin me lo dices...—
susurro acariciando sus labios con mi pulgar.

—Pensaba hacerlo la noche de la cena. pero, ¿como lo descubriste?

—No puedes ocultar nada de mi Angel, ya deberias saberlo. Y... ademas dejaste las pruebas en el baño.

Me río y ella también lo hace al percatarse de su error.
Un silencio se instala entre nosotros por un momento y es ella quien lo rompe cuando dice:

—Prométeme que todos saldremos de aquí con vida. —
Pide con sus brillantes ojos fijos en mi. Recorro su rostro con la mirada y apoyo una mano sobre su abdomen cuando hablo.

—¡Lo prometo!

Volteo y me aproximo en dirección a Adriano Lorenzo y Montana que están hablando mientras cargan sus armas. Sofi corre al lado de Amelia y Lorenzo es quien se me acerca a mitad de camino.

—No puedo creer que Laura este viva. —Dice y asiento.

—Coincido! Todo esto es una locura. —Me limito a responder.

—Es un puto campo de batalla allá afuera Cassiano. —Dice el y asiento.

—¡Lo se! El ríe y levanta su rifle apoyándolo sobre su hombro derecho.

—Bien... entonces, terminemos con esta mierda.

Tan pronto como ponemos un pie fuera, los balazos nos hacen lanzarnos al suelo cubriéndonos detrás de un muro de piedra. Una explosión se escucha al otro lado y levanto la mirada para ver a Dante con una bazuca desde el helicóptero, haciendo que parte del muro de la bodega estalle.

Miro en dirección a donde está Román y reacciono disparando en dirección a Mario quien intenta dispararle por la espalda. Apunto y suelto el disparo que da en la pierna de Mario haciendo que caiga al piso. Román se gira y me mira un instante antes de volverse a disparar a otro sujeto. El caos se ha desatado, haciendo que esto paresca el puto infierno.

A mi espalda Lorenzo y los demás disparan a todo lo que se les atraviesa mientras intentamos llegar al blindado que nos espera metros adelante. Dante nos observa desde el helicóptero y por un instante sus ojos se encuentran con los míos, me da una sonrisa maliciosa desde la altura y veo como apunta con su rifle a mis espaldas, giro y observo a quien apunta.

«Amelia»

Corro en su dirección como un loco mientras grito su nombre para que se cubra, pero mi voz se pierde entre el sonido de las balas a mi alrededor. Adriano es quien me nota primero y levanta la mirada hacia mi y luego a Dante que aún apunta en dirección a Amelia, pero mi primo le suelta una ráfaga de disparos haciendo que el maldito de Dante deje el ataque a medias obligándolo a cubrirse. El alivio me recorre por un minuto pero luego un fuerte estruendo me hace detenerme en mi sitio.

Siento algo tibio que se delsiza por mi espalda, seguido de un fuerte ardor que me quema la piel y luego otro disparo me hace caer de rodillas. Llevo mi mano a mi pecho y miro mis dedos cubiertos por la sangre que emanan las heridas de mi pecho.
«La bala me atravezo»

Levanto la mirada en busca de los únicos ojos que siempre logran darme paz. Su mirada horrorizada se encuentra con la mía, mientras corre en mi dirección con los ojos llenos de lagrimas.

—¡No! ¡Cassiano! —Chilla ella en medio del llanto, mientras dispara sin parar a alguien a mi espalda.

No puedo moverme, mi cuerpo se niega a dar un paso y un frío extraño recorre mi columna vertebral, alertandome de que este es mi final. Pero el sabor a muerte no es tan insoportable como el dolor de saber que no conoceré a mi hijo, que no lo veré dar sus primeros pasos, que no lo veré crecer, no podre protegerlo ni a el ni a su madre. No lo hare porque simplemente no estaré allí para hacerlo. Y no me jode morir, no. En este mundo la muerte esta a la vuelta de la esquina. No que me jode es el hecho de que mi vida este terminando así, en este mugroso suelo, dejándome con el ardor de saber que les he fallado.

Los ojos de Amelia son lo último que veo cuando ella me sostiene intentando detener la hemorragia, en vano, porque siento que me voy, esta vez no habrá final feliz para mi. Sus lágrimas empapan mi cara e intento decirle que no llore, pero mi voz no sale y mis ojos se cierran. intento acariciar su rostro por última vez, y no se si lo logró ya que mi cuerpo pierde fuerza y me desvanezco entre los brazos de la mujer que llora y suplica para que no la deje.

—Lo siento Angel...—

✨️✨️✨️✨️✨️✨️✨️✨️✨️

¡Hay si me dolio! 🥺🥺🥺

✨️¡Cassiano poniéndole el chaleco antibalas a Amelia, me da mil años de vida!

✨️Adriano y Cassiano, hasta sin querer se dan de madrasos.

✨️¡Laura y su papi al rescate!

¿Que me cuentan del capitulo? ¿Les gusto? ¿Que esperan para el próximo? Ya faltan muy poquitos capítulos para terminar y luego anunciaré una sorpresita🥰🥰

PD: DANTE TE ODIO!!
😤 😭😭😭😭😭

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro