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CAPITULO 64

⚠️¡ SI USTED ES RELIGIOSO NO LEA!
⚠️ ¡AVISO DE ESCENAS FUERTES! ESPERO QUE LES GUSTE EL CAPITULO TANTO COMO ME GUSTO A MI. 😏😏😏


Amelia:

-Buenas noches amore mio. -Le susurro y luego le suelto un beso antes de colgar.

Sonrió al imaginar el rostro de Cassiano al notar que esta vez no se saldrá con la suya. No soy uno de sus hombres a los que les puede dar órdenes y si quiere que esto funcione, tiene que entender que soy una persona independiente y libre de tomar mis propias decisiones. - Aunque admito que su tono autoritario siempre logra encenderme-.

Guio mis pies hacia la cocina y reviso la comida en el horno, asegurándome de que todo está en orden y lo apago. Ha sido un día largo en el trabajo y prácticamente llegué corriendo a casa a preparar algo de cenar y ordenar un poco el lugar después de tres días sin poner un pie aquí.

Tomo una camisa pijama del armario y me dirijo al baño, abro el grifo y dejo que la bañera se llene mientras vierto un jabón líquido con aroma a vainilla.
Ato mi cabello en un moño alto y desordenado, me quito los pantalones y las bragas, luego la camiseta y con mi pie pruebo el calor del agua. Me sumerjo en la calidez del agua que abraza cada uno de mis músculos cansados, regalándome una sensación de relajación inmediata.

Me coloco los audífonos y pongo algo de música en mi celular para relajarmerme mientras cierro los ojos y disfruto de la canción. Dúa lipa suena con "high" y tarareo la letra, disfrutando de la paz que siento en este momento mientras canto...

"You don't have to be so cautious
If you practice what you preach
Counting up the stacks on the counter
A fucking (disease)
Don't ask me to be righteous
If you practice what you teach
Counting all your blessings
The second you're down on your knees

So why, why?
Don't we get a little high, high?

Don't we get a little
Get a little
Don't we get a little high
Get a little high"

Una idea traviesas se cruza por mi mente en cuanto me concentro en la letra de la canción, entonces tomo el teléfono y acomodo mi cuerpo cubriendo parte de mis pechos con la espuma del jabón dejando poco a la imaginación. Hago una mueca con los labios y tomo la selfie, que sin dudarlo se la envió a Cassiano con un sticker sacando la lengua y guiñando un ojo. -¿Es infantil? Si. ¿Me importa? ¡No! -Sonrió cuando los dos tics azules se marcan, miro la barra que dice escribiendo pero un aire de decepción me golpea cuando deja de escribir y ya no sale en línea.

Suspiro con una pisca de decepción y dejo el teléfono de lado, volviendo a concentrarme en la música. No se cuanto tiempo pasa pero siento que el agua se está enfriando y miro mis dedos que parecen pasitas de uva, lo que me da la clara señal de que ya debo salir. Entonces me pongo de pie y tomo una toalla, seco mi cuerpo y luego me coloco la camisa de seda blanco perlado.

Me paro frente al espejo un momento y evaluó mi cuerpo.
Es algo que nunca hago, pero hoy una extraña sensación me invade y hace que me observe con detenimiento en busca de aquello que me hace sentir extrañamente diferente. Mis pechos estan firmes y mis pezones resaltan sobre la tela de la camisa que me llega a la mitad de los muslos. -No me moleste en colocarme ropa interior, aquí estoy sola y es mí momento de relax del día-.

Observo mi cabello alborotado, mis labios rosados y carnosos, mi piel se ve radiante y tengo un brillo particular en los ojos.
No sé qué es pero me gusta la imagen de la chica que proyecta el espejo. «supongo que estar enamorada me sienta bien.»

Salgo del baño colocándome los audífonos nuevamente y balanceando mis caderas al ritmo de una bachata, pero me detengo cuando noto que la luz que da al living está apagada.

«Se que la deje encendida.»

Pauso la música y camino con cautela en dirección al único sitio donde la tenue luz de la lámpara alumbra parte de la cocina. Atravieso el pasillo y cuando llego al living tomo disimuladamente el abre cartas sobre la mesa de madera, mis pies descalzos se aproximan hacia la puerta principal con pasos seguros pero cautelosos, cuando siento que alguien me toma desde atrás, reacciono rápido y en medio de la oscuridad le doy un golpe con mi codo haciendo que me suelte, volteo y su sombra alzándose frente a mí, es lo único que veo en medio de la penumbra.

Así que intento correr hacia la puerta pero vuelve a tomarme por la cintura, giro mi cuerpo, lo empujo y me suelta cuando le lanzó una puñalada que logra esquivar. Pero no tarda cuando se me viene encima nuevamente, entonces le doy una patada en el abdomen, lo cual lo hace retroceder cayendo al suelo. Salto por encima de el, pero me sujeta del tobillo jalándome en su dirección, haciéndome caer con el trasero sobre la alfombra.
Maldigo y se pone de pie, intentando someterme, pero soy más rápida y barro sus pies con el mio, tal y como me enseñó Adrianno.
Me vuelvo a poner de pie pero escucho un gruñido y esta vez su mano me sujeta por la nuca y le lanzó un golpe pero es más rápido y mucho más grande, así que logra esquivarme y reducirme.

No pienso facilitarle las cosas asi que sigo luchando hasta que ambos caemos al suelo. El abre cartas vuela de mis manos y me arrastro por el piso para tomarlo pero el maldito me jala de la pierna nuevamente, haciéndome difícil llegar a tomarlo, estiro mi mano y logro sujetarlo justo cuando el desgraciado me arrastra desde la pierna atrayendome a el, pero no suelto el afilado instrumento, cuando estoy cerca nuestros cuerpo se giran en medio de la lucha, dejándome sentada con las piernas abiertas sobre el. No le doy tiempo a reaccionar cuando sin pensarlo le coloco el filo del abre cartas en el cuello y presiono.

-Si te mueves, te corto el cuello maldito bastardo! -Gruño agitada.

Gira su rostro y el leve brillo de la luz que proviene de la cocina deja al descubierto parte de su cara donde se dibuja una enorme sonrisa arrogante, que reconoceria aun estando ciega, estoy a punto de hablar, pero me distraigo cuando siento su potente y durá erección debajo de mi.

El suelta una carcajada, y sus manos comienzan a deslizarse desde mis muslos hacia mi cintura, recorriéndome debajo de la seda de la camisa, haciendo que mis ojos se cierren disfrutando del contacto de sus manos sobre mi piel. Un jadeo se me escapa cuando levanta la pelvis haciéndome sentir su potente miembro que golpea sobre su pantalón queriendo salir. Presiono más el filo sobre su cuello y siento como su dureza palpita bajo mis pliegues que ya están empapados.
Inconscientemente comienzo a moverme sobre el, restregándome como una maldita ninfómana, lo que lo hace soltar un gruñido mientras levanta la pelvis nuevamente haciendo que mis movimientos se vuelvan más urgidos.
No lo pienso ni lo dudo, con mi mano libre desabrocho los botones de su camisa dejando expuesto su marcado pecho, y mis labios se posan sobre el tatuaje sobre su pectoral derecho, es la imagen de una corona con una serpiente enroscada, es el símbolo que representa lo que el es y a donde pertenece.

Mis labios besan el lugar y la punta de mi lengua recorre la tinta del tatuaje, lo que para mi simboliza lo poco que me importa que el sea quien es, siempre que sea mio. Bajo mi mano por su pecho hacia su abdomen y lo vuelvo a escuchar gruñir cuando desabrocho el cinturón de sus pantalones. -Se a lo que vino y no se lo voy a negar, porque yo también lo quiero tanto como el-. Meto mi mano entre sus pantalones y sonrió cuando siento su miembro duro en mi mano, comienzo a masajearlo mientras pego más la hoja filosa sobre su cuello para que no se mueva, cuando intenta incorporarse. Separo más mis piernas y sin apartar el abre cartas del sitio me deslizo sobre su pene dejando que me llene lento.

-¡Mierda! -Gruñe y comienzo a balancearme sobre el, contorneando mis caderas en círculos lentos, dejando que me sienta como yo a él, cuando me penetra desde abajo alzando la pelvis para profundizar más en mi interior. Comienzo a moverme más rápido y me inclino sobre sus labios para besarlo, lo hago entre mordidas jalando sus labios con mis dientes mientras levanto el trasero y vuelvo a dejarme caer una y otra vez sobre su pene. Sus manos masajean y aprietan mis nalgas, y miles de maldiciones y gémidos de placer salen del hombre que tengo sometido debajo de mi. Lo cual resulta cómico teniendo en cuanta el tamaño de mi cuerpo con el imponente cuerpo de el.

Suelto un chillido cuando su mano rasga la tela de mi camisa haciendo que los botones salten y mis pechos queden al descubierto, el los toma con ambas manos y me inclino para dejar que los saboree. Con su lengua comienza a chupar uno y luego repite lo mismo con el otro mientras sigo meneando mis caderas sobre el, en un vaivén que nos enciende como si estuviésemos follando en el mismísimo infierno y no en el piso, sobre la alfombra del comedor. Suelto el abre cartas cuando el toma mis caderas manteniéndome en mi sitio, con firmeza mientras comienza a penetrarme desde abajo, saliendo y entrando de mi una y otra vez, hasta que no lo soporto más y siento que voy a estallar en el órgasmo que me invade de un momento a otro haciéndome gritar su nombre una y otra vez.

-Cassiano... ¡por dios! -Gimo su nombre y luego suelto un chillido cuando el se gira de golpe, invirtiendo los papeles cuando me deja de espaldas a cuatro patas y me da una nalgada que me hace arder la piel y mojarme aun más de lo que ya estaba. Sujeta mi cabello con una mano tirándome para atrás y se posiciona detrás de mi.

Un jadeo se me escapa cuando pasa su mano por mis pliegues húmedos y con sus dedos desliza la humedad hacia mi trasero y me tenso cuando su voz sale ronca y me susurra al oído.

-Bajaste la guardia Ángel... no debiste soltar ese abre cartas. Nunca se suelta el arma en una lucha pequeña. -Murmura contra mi oído y pasa su lengua por mi cuello saboreandome hasta prenderse del lóbulo de mi oreja y me da otra nalgada, luego otra y otra y otra mas, haciendo que mi cuerpo reaccione empujando mi trasero hacia atrás contra su erección.

-¿Que fue lo que te dije Amelia? -Gruñe sobre mi oído y da otra nalgada.

-Era una orden sensilla de acatar, dije...-Da una nalgada-que...-otra.-te...-y otra-quería en casa. -vuelve a nalguearme. Pero esta vez separa mis piernas con las suyas y levanta mi trasero.

-Ahora voy a follarte ese culito, por ser una niña desobediente. -Dice y siento como comienza a introducirse en mi, lento mientras lame mi cuello y mordisquea la carne de mi espalda.

Se siente incómodo, por la invasión repentina pero no es doloroso y en pocos segundos soy yo quien se balancea pidiendo más. El me penetra como un animal, mientras su mano alterna entre nalgadas que van de una nalga a la otra.

-Porfavor...- suplico y el pega su cuerpo al mio.

-Porfavor ¿que... Ángel... ?

«Ángel... estoy segura que justo ahor ano me parezco en nada a un Ángel.» No mientras el enorme honbre tras de mi, me sujeta del cabello y me mantiene en cuatro patas follandome duro como si no existiera un mañana.

-Necesito... correrme. -Suplico y el me toma por el cabello jalándome hacia atrás.

-Lo harás cuando yo te lo ordene.

-Porfavor... -suplico.

-¡Mia! ¡Tu eres mía! ¿Lo entiendes? -Habla mientas me embiste como una fiera.-¡Mia! solo mía, lo eres desde el día en que decidiste entrar a mi infierno y arder en mi cama ángel. -Gruñe otra vez contra mi oído, y no respondo, porque no es necesario, ambos sabemos que soy completamente suya desde el día en que nos conocimos.

Lleva su mano entre mis piernas, mientras me embiste por detrás y con sus dedos acaricia mi clítoris en suaves masajes circulares volviéndome loca y haciéndome gritar cuando un segundo orgasmo me invade y Cassiano me acompaña con un gruñido salvaje que me grita a todas voces que el me pertenece. Cuando termina y sus labios besan suavemente mi espalda, antes de apartarse de mi cuerpo tembloroso.

Sonrió como una lunática y me giro dejandome caer sobre la alfombra, mis piernas tiemblan y creo que por dos días no voy a poder levantarme. Intento ponerme de pie segundos despues, pero como supuse mis piernas fallan y justo cuando voy a caer es Cassiano quien me sujeta de la cintura y me arroja sobre su hombro, como una muñeca de trapo.

Chillo por la sorpresa y una risita se me escapa cuando me da otra nalgada y camina conmigo sobre su hombro en dirección al baño.
«Un momentos... ¿como sabe donde esta el baño? O mejor dicho... ¿como diablos entro aquí en primer lugar?»

-Vamos a limpiarnos, algo huele muy bien en la cocina y tanta lucha me abrió el apetito. -Dice mientras Camina conmigo en su hombro dándome una perfecta vista de su trasero duro y marcado. Sonrió más mientras pienso en que al parecer mi foto si cumplió con su cometido.


✨️✨️✨️✨️✨️✨️✨️✨️✨️✨️

Hayyyy amo estos momentos de ellos dos ❤️‍🔥❤️‍🔥❤️‍🔥💥💥💥💥

✨️Amelia tomando el control...

✨️ Ella se siente diferente... 🤔

✨️ ¿Quien quiere un Cassiano?

Espero que les gustará el capitulo, ya estamos en la recta final... y se vienen algunas cositas... aun hay secretos por revelar y alguna que otra sorpresa. ¿Teorías?

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