CAPÍTULO 43
CAPÍTULO 43.
Amelia:
Tomo una bocanada de aire antes de abrir la puerta de la pequeña cafetería, recorriendo el interior con la mirada. -el lugar es precioso-. Tiene un estilo hogareño que le da cierta calidez al espacio. Dos de las paredes estan pintadas de color rojo, mientras que otras dos de un amarillo brillante, el espacio es bastante amplio y luminoso, con dos grandes ventanas hasta el piso.
«probablemente tomar el desayuno aquí, frente a los ventanales con vista a una de las plazas principales, debe ser asombroso»
Al final del local hay una enorme vitrina con todo tipo de postres... tartas, pasteles, donas, y muchas cosas más.
Era extraño volver a enfrentarme al mundo exterior después de tanto tiempo, pero cuando me llamaron ayer para coordinar una entrevista para el día de hoy, no lo dude y acepte.
Aunque tuve mis dudas en el correr del día de hoy, sobre si estaba lista para volver a convivir con mas personas o no, pero me obligue a estar aquí. Necesito volver a sentirme normal... recuperar mi vida o parte de ella.
Pero el mérito no es todo mío, mi amiga como siempre, está del otro lado de la puerta de vidrio, animándome a avanzar con un gesto y una sonrisa en su rostro.
Así que aquí estoy... y aunque mis manos estén sudorosas y mi corazón lata a toda prisa, camino decidida hacia la mujer que me saluda con la mano desde una de las mesas.
«Me tranquiliza bastante el hecho de que sea una mujer»
-¿Amelia Johnson? -Pregunta, mientras extiende su mano en mi dirección y asiento mientras estrecho su mano.
-Muchas gracias por la oportunidad. -Respondo y hace un gesto con la mano señalando la silla frente a ella.
-Tome asiento señorita Johnson.
Obedezco y da inicio la entrevista. Pasan los minutos entre preguntas y donde me pide le cuente como fue mi experiencia trabajando con el publico, cuanto tiempo duró mi último empleo, el motivo de mi renuncia y algunos temas administrativos sobre mi seguro social.
-¡Bien! Cuenta con la experiencia... me gusta su actitud y creo que se adecuaría bien a lo que estamos buscando. -Dice la mujer ojeando mi curriculum. -De momento estoy buscando una persona para los fines de semana, con posibilidad de extender los días con el tiempo. Ya que el periodo de prueba es de tres meses, y ese es nuestro procedimiento de contratación. Luego de eso, si aún esta interesada en el trabajo pasaría a cubrir a otra de las chicas que se irá por maternidad. -Asiento con una sonrisa.
-Entiendo. Muchas gracias.
-Bueno... si todo esta claro... y no tiene dudas... ¿podría comenzar el próximo fin de semana?
-¡Si! Claro que si. -Respondo animada y la mujer sonríe.
-¡Perfecto! -Se pone de pie y extiende su mano, la estrecho y me retiro pero no sin volver a agradecerle por la posibilidad.
¡Estoy tan feliz! Poco a poco voy a recuperar el control de mi vida, no voy a permitir que me la arrebaten otra vez. Voy a aferrarme a ella con uñas y dientes.
Salgo del lugar con una sonrisa en el rostro y mi amiga que estuvo en todo momento esperándome fuera se apresura a mi sitio.
-¿Y...? -indaga ansiosa.
Asiento y ella salta abrazándome.
-¡Lo sabía! ¡Sabía que el trabajo sería tuyo!
Un deja vu del día que termine el instituto llega a mi mente cuando ella habla.
-¡Debemos celebrarlo! -Dice alegre.
-Déjame adivinar... -digo- ¿quieres ir a alguna discoteca o algo así? ¿Conocer personas y eso? -Digo recordando sus palabras aquel día. -Para que no viva mi vida rodeada de "vagos y ancianos"...-
Digo dibujando las comillas con mis dedos.
Ella me mira con el ceño fruncido y luego sonríe.
-¿Que? ¡No! Habia pensado en una película, vino y quizás ¿pizza? -Propone.
-¡Me encanta ese plan! -Digo mientras envuelvo mi brazo en el de ella para volver a la mansión.
Ya en la mansión, y pasada la noche y media botella de vino más tarde... Sofi y yo ya no estamos prestando atención a la película, en lugar de eso estamos sentadas en la alfombra, con las piernas cruzadas clasificando fotografías viejas.
-¡Dios! ¿Que diablos es esto?- Chilla sofi horrorizada, levantando una foto donde aparece ella, sentada sobre las piernas de su ex, con los brazos sobre sus hombros y fingiendo tomar del pico de una botella vacía de ron.
Suelto una risa y le quito la foto de las manos...
-¡creo que esta es mi favorita!- Respondo arrastrando un poco la lengua por los efectos del alcohol.
Ella intenta quitarme la foto de las manos y y me pongo de pie alejando al foto de ella.
-Creo que se vería genial en la mesa de noche de Lorenzo. -Digo llevando un dedo a mi mejilla fingiendo dudar.
-Amelia... dame eso.-advierte con la mirada ensombrecida.
-Mmmm... no lo se... creo que... creo que no. -Respondo sonriendo y ella se lanza encima de mi tratando de arrebatarme la fotografía de las manos, provocando que ambas caigamos de bruces sobre la alfombra.
La escena es tan épica que no puedo evitar soltar una carcajada y ella me sigue.
Esta hechada sobre mi, su cabello es un desastre y el mio presiento que también, no llevamos zapatos y creo que ella perdió una de sus media en la lucha.
-¡Esta bien! Esta bien! Me rindo... tu ganas. -Le entrego la foto y ella ríe doblandola y guardándola en el bolsillo de su pantalón pijama.
«Hacia mucho no me divertía con mi amiga, y casi me siento normal, como en los viejos tiempos con ella.»
Me acomodo en mi lugar aun sobre la alfombra y termino rápido el contenido de mi copa para volver a llenarla mientras hablo...
-¿Que pasa entre tu y Lorenzo? -Preguntó y ella se mueve incomoda pero no se le borra la sonrisa.
-¿A que te refieres? -Se hace la tonta.
-Ohh... vamos amiga... te conozco. ¡Se que te gusta! -Digo lanzándole una aceituna de mi porción de pizza que esta sobre un plato.
-¡Estas delirando! No mas vino para ti señorita. -Dice alejando la botella de mi y me río.
-Negación... primera etapa del enamoramiento. -Digo llevando la copa a mis labios mirando el contenido.
-No digas tonterías.. solo...
ya sabes pasamos el rato. ¿Si? ¿Feliz?
-¡No! Seré feliz cuando admitas que si te gusta.
-¿Y que hay de ti...? ¿después de todo estas con Cassiano no? -
Hago silencio antes de responder.
-Nosotros... no estamos juntos. -Hablo mientras aparto la copa que vuelve a quedar vacía y extiendo la mano para volver a tomar la botella.
-¡Porfavor! Ese hombre mataría por ti! -Asegura con seguridad.
-Ya no estoy tan segura de eso. Ni siquiera me mira y me evita todo el tiempo. -Respondo tomando directamente de la botella esta vez y ella suspira.
-Solo dale tiempo, y ahora solo enfócate en ti, ya has pasado por mucho. Y si el no cambia su actitud... yo misma me encargaré de conseguirte un nuevo príncipe oscuro. En lo posible no tan oscuro.-Dice y me río.
-Aunque... -hace una pausa- creo que deberías exigirle una explicación, de todas formas.
El te trajo aquí después de todo... tu no se lo pediste, y si va a tener esa actitud de mierda al menos debería ser claro contigo.
Ella tiene razón. El me debe una explicación. Se que esta pasando por un momento difícil, descubrir que estuvo comprometido y que mataron a su prometida no debe ser fácil pero... yo no pedí venir aquí. El me lo pidió y acepte porque... «porque lo amas,, tonta» -Dice la voz en mi cabeza.
Tomo otro largo trago de la botella en mis manos, dejando que el dulce sabor del vino recorra mi garganta, y me de el valor para hacer lo que necesito.
Me pongo de pie y me tambaleó un poco mareada pero logro estabilizarme, Impulsada por los efectos del alcohol, camino con pasos seguros hacia la puerta.
-¿A donde vas?- La voz de Sofi me hace detenerme justo cuando pongo la mano en el pestillo de la puerta.
«diablos... olvide que ella estaba aquí.
-voy... por mas vino. -Digo señalando la botella vacía y sin más salgo de la habitación.
Camino por los largos pasillos, mis pies descalzos sobre la alfombra... ya son más de la una de la madrugada, seguramente Cassiano se encontraba dormido en su habitación, pero no me importa.
Necesito verlo... sentir sus manos sobre mi cuerpo... sus labios...
¡No! Viniste aquí a hablar Amelia! Concéntrate. Trato de calmar mi respiración agitada y el calor de mi cara que se siente hirviendo.
Tomo una larga inspiración frente a su puerta y cuando siento que tengo el suficiente valor... la abro, no golpeó ni llamo, pero... todo esta a oscuras, la cama aún estaba impecable.
La decepción me golpea tan duro como un camión.
Volteo sobre mis talones y tras cerrar la puerta me alejo de la habitación. Vuelvo a adentrarme en los pasillos de la mansión rumbo a la cocina pero mis pies se frenan, clavándose en el lugar con la mención de mi nombre del otro lado de una de las puertas del pasillo... Es la oficina de cassiano.
-Debes hablar primero con Amelia... Cassiano.
La voz de Lorenzo es tranquila pero podía sentir la molestia detrás de su tono.
«No me malentiendan, no soy una entrometida pero ¿quien no sentiría curiosidad cuando escuchan que los nombran?»
Así que me acerco más a la puerta intentando que no me vean y pongo mi oído contra la madera. Pero me arrepiento de hacerlo tan pronto cassiano comienza a hablar.
-No voy a hablar de nada con Amelia. -Gruñe cassiano.
-Hermano...
-¡Ya dije que no Lorenzo! ¡Mi decisión es definitiva!
-¡Ella te odiara! ¡Y harás que sofi me mate por eso! No sabes lo amenazante que puede llegar a ser cuando se trata de su amiga.
-¡Eso es tu problema! ¡Te dije que mantuvieras tu jodida polla lejos de sofi! Asi que Ahora te jodes.
Lorenzo bufa
-Amelia no te lo perdonara, lo sabes ¿no?
«¿Perdonar que?»
-¡Lo se! -Responde el.
Y el silencio llena la habitación, y estoy a punto de irme pero vuelven las voces
-¿Cuando la enviaras?
-Tan pronto como termine con algunos asuntos, Amelia volverá a España.
-¿Estas seguro de eso? -Pregunta Lorenzo. -¿y si se niega? Ella es mayor de edad Cassiano... no es una niña.
-Me importa un carajo, no la quiero aquí. Ella no es mujer para mi.
Las palabras se sienten como el filo de una navaja atravesando mi corazón... dicen algo más que no logro entender y trato de concentrarme para no llorar, cuando siento que los ojos se me empañan por las lágrimas. Ya no hay dudas... El no me quiere aquí...
«No llores... no llores...» Me repito mentalmente.
-¿Ahora tambien escuchas detrás de las puertas cara? -Susurra una voz detrás de mi, muy cerca de mi oído, haciendo que los bellos de la nuca se me ericen.
Volteo inmediatamente quedando de frente a el, y más cerca de lo que me gustaría estar con Adrianno quien permanece inclinado tan cerca de mi rostro que me obliga a dar un paso atrás, dejándome acorralada entre la pared y su cuerpo.
El va a decir algo pero es interrumpido cuando la puerta de la oficina se abre y los dos hombres que estaban dentro salen y nos observan con curiosidad.
«Maldita sea...»
La mirada de Cassiano se clava en la mía...
-¿Amelia...? -Dice con el ceño fruncido.
Pero rápidamente la desvía hasta el lugar de su primo.
Su mandíbula se apreta al igual que sus manos se vuelven puños mientras mira a Adrianno con una mirada asesina! Casi con el mismo rencor con el que lo miro yo a el cuando sus palabras hacen eco en mi cabeza...
«Ella, no es mujer para mi»
La tensión es palpable entre los cuatro, Lorenzo permanece callado, pero desde aqui puedo notar la incomodidad, mientras que Adrianno ni se inmuta y le devuelve la mirada asesina a Cassiano con un claro mensaje...
«NO TE TENGO MIEDO».
El momento se hace insostenible cuando Cassiano da un paso en dirección a su primo, pero mi cuerpo reacciona y con nerviosismo tomo el brazo de Adrianno y lo jalo de la manga de su sudadera negra atrayendo su atencion a mi cuando me apresuró a decir...
-Lo siento... nosotros ya nos íbamos...
Suelto las palabras y no paso por alto cuando el gris de los ojos de Cassiano me atraviesan, sus cejas se levantan con asombro y repara mi agarre sobre su primo que no me aparta.
Doy un paso para marcharme aún tomando el brazo del chico y creo que en cualquier momento me va a apartar pero no lo hace, por el contrario... me sigue y los dos nos detenemos cuando la voz áspera y fría de Cassiano se pronuncia...
-Amelia... ¡vuelve a tu habitación! -Ordena.
«¿Que?»
¿Que vaya a mi habitación? ¿Quien Diablos se cree que es?
No me Muevo, solo giro mi rostro para mirarlo con una de mis cejas levantadas.
-Gracias mamá pero... no tengo sueño. -Digo arrastrando las palabras.
El me mira sin disimular su molestia y una parte retorcida de mi se alegra por hacerlo sentir un poco del enojo que siento yo en este momento.
-Amelia... -Intenta hablar pero es Adrianno quien lo interrumpe.
-¡Dijo que no primo! -Dice enfatizando la palabra "primo."
-Adriano... -Advierte Lorenzo.
-Como ella dijo... ya nos íbamos. -Responde el chico en tono neutral y sin decir nada más nos alejamos bajo la atenta mirada de los hombres que no dejan de observarnos cuando me alejo aún con mi mano sujetando la sudadera de Adriano...
✨️✨️✨️✨️✨️✨️✨️✨️✨️✨️✨️
Hola hola!!!!
💥Dios la tensión aquí....💥
☠️Esto si que se puso bueno!!☠️
✨️Amo a amelia molesta con adriano.
✨️Ellos pueden lastimarnos, pero nosotras tenemos el poder de destruirlos.
✨️¿Que piensan del personaje de Adriano? ¿Alguna especulación al respecto?
L@s leoooo... 🥰🌸🖤
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro