CAPÍTULO 36

Amelia:

Dicen que los animales pueden oler el miedo cuando están frente a una presa y por la forma en que me mira la bestia que tengo en frente puedo dar fe de ello. El siente mi miedo y más aún cuando me tiene temblando frente como una hoja frente a él, pese a que intento controlar mi cuerpo y me abrazo a mi misma tratando inútilmente de controlar los temblores.

Mis ojos recorren el lugar en busca de vías de escape pero que el hombre que tengo en frente esté obstruyendo la puerta no me da muchas alternativas. Miro de reojo la barandilla pero estoy en un segundo piso. -no hay escape-.

-Yo no haría eso si fuera tu Lía.
-Habla el hombre frente a mi quien no deja de mirarme haciendo que me encoja con pánico en mi sitio.

-¿Como...

-¿Como sobreviví? -Da un paso hacia adelante y yo retrocedo, uno haciendo que sonría complacido al ver que aun le tengo miedo.

-Verás pequeña Lía... no es tan sencillo matar a un hombre como yo. Los detalles no son importantes, pero a decir verdad me dolió mucho lo que hiciste. Tu... traición....después de que te acogí como a una hija... tu madre estaría tan decepcionada.

-¡Cállate!- Le grito -¡Cállate! ¡No hables de mi madre! ¡Tu la mataste asesino! -Lo acuso y mis palabras lejos de ofenderlo desencadenaron la carcajada que me estremeció de pies a cabeza.

-Ah... detalles... detalles pequeña Lía. Has crecido... pero aun no entiendes nada de este mundo. Lo cual me hace preguntarme, ¿Qué haces aquí? Te he buscado por mucho tiempo y no había rastro de ti. ¿me pregunto, que habrá hecho que vuelvas? Porque... aun tenemos una deuda que saldar tu y yo, espero que no creyeras que se me ha olvidado. -Me recorre con la mirada mientras lleva su mano a la barbilla como si pensara en algo antes de dar otro paso en mi dirección, obligándome a que vuelva a retroceder.

-Yo... yo no tengo deudas contigo ni con nadie. -Trato de sonar segura de mis palabras pero dudo que lo haga ya que el sonríe y me mira como un lobo a punto de lanzarse sobre su presa.

Lleva la mano a su camisa y empieza a desabrochar sus botones. Mi cerebro da miles de vueltas como una máquina que trata de encajar sus engranajes.
«necesito salir de aquí»

‐Así que no tienes deudas conmigo.... Y si no tienes deudas conmigo entonces ¿que es esto?-Gruñe y abre la parte de arriba de su camisa, dejando a la vista la horripilante herida cerrada de en pecho justo donde le dispare años atrás. Y no es la marca de la bala lo que impacta, sino la marca de cicatriz de la cirugía que ocupa gran parte de su pecho.

Pasos saliva viendo como vuelve a prender su camisa lentamente mientras comienza a caminar en mi dirección

-¡Casi me matas maldita! Me abrieron como un puto cerdo para poder quitar la bala, estuve tres meses en coma por tu maldita culpa y no solo eso, tuviste la osadía de despreciar a mi hijo. -Ladra dando otro paso hacia mi.

-Tu madre prometió algo y no lo cumplió... -Sisea dando otro paso- ahora tu cumplirás con lo acordado o sino...

Mi respiración se agita cada vez más, casi está sobre mi e intento retroceder, pero mi espalda choca con el filo del barandal del balcón que me separa de una caída al vacío.

Siento que voy a desmayarme por el pánico, mi cuerpo tiembla mis extremidades se sienten frías y paso saliva sintiéndome mareada, pero...

-¿O sino que?

La voz gruesa y masculina resuena en su espalda, logrando que Dante automáticamente voltee hacia el hombre que está en el umbral de la puerta.

Lleva chaqueta de cuero y pantalones negros, a juego con la camiseta desde donde resalta la cadena con la argolla que cuelga de su cuello, mientras que mira a Dante de forma casi despreocupada, dando una calada al cigarrillo cuando lo lleva a sus labios.

-Adriano... No sabia que estabas aquí. -Balbucea Dante.

El hombre se aleja unos pasos de mi y vuelvo a respirar, pero aún no muevo mi cuerpo. En cambio mi mirada está fija en el chico que lleva una mano a la espalda y saca con lentitud una pistola.

El gesto, hace que Dante se enderece en su sitio y vuelva a pasar saliva..

-Adrianno... ¿me recuerdas no? Ha pasado tiempo pero.. soy Dante Lombardi... el padre de Maximiliano. -El hombre habla pero el chico no le responde solo se limita a mirarlo con una mirada feroz mientras lo repara de pies a cabeza con el arma en la mano.

-Se quien eres. -Responde al tiempo que da una calada a su cigarrillo. -¿Que quieres con ella? -Me señala con un gesto.

-Ah si, la pequeña Lía y yo nos conocemos del pasado. Fuimos algo asi casi como... familia.

Las palabras de Dante me revuelven el estómago y contengo las ganas de gritarle que se vaya al carajo, Adriano desvía su mirada hacia mi y no se que es lo que veo porque es un muro impenetrable. Tampoco es que sepa mucho de él, ya que se limita a no estar en la casa nunca y por lo general lo escucho llegar tarde en la noche -no porque lo espié- sino porque su monstruosa motocicleta emite un sonido tan fuerte que logra despertarme.

El no se lleva muy bien con Cassiano y a decir verdad creo que nos cruzamos unas pocas veces desde el día en que lo conocí en la cocina donde lo golpee cuando me acorralo contra la mesa.

-Familia... -Murmura Adriano.-Dices que Amelia es tu familia.-Habla al tiempo que da una calada a su cigarrillo y se rasca la cabeza con el cañón del arma.

Dante asiente pero puedo ver su cuerpo tenso y nervioso.

-Y dime Lombardi, ¿Siempre amenazas a tu familia?

La expresión de Dante no la veo ya que esta de espaldas pero lo conozco lo suficiente para saber que esta nervioso ya que no responde y la postura de su cuerpo esta rígida.

-No la estaba amenazando... tenemos asuntos pendientes ella y yo. ¡Eso es todo! -Responde tratando de verse tranquilo y la leve sonrisa que le da Adriano me hace creer que creyó lo que le dijo. «como no hacerlo»>
Dante es la persona más embaucadora que conozco.

Da un paso al frente y toma el cigarrillo que tiene en su mano, lo repara por un momento, pero desvía su mirada hacia mi...

-Tienes asuntos pendientes... y los discutes en mi casa.- murmura y algo en su mirada hace que Dante retroceda un paso atrás hacia mi sitio y rápidamente me tome de la muñeca logrando que el terror se apodere de mi cuerpo.

-¡No te preocupes Adriano!¡Tienes razón! Terminaremos de arreglar nuestros asuntos en otra parte. -Me jala pero me resisto y no me muevo de mi sitio, aún cuando su mano sudorosa intenta arrastrarme. Lo que hace que Adriano levante el brazo y le apunte con la pistola a la cabeza, dejando a Dante petrificado y a mi tratando grueso, cuando desplaza su mirada al agarre de Dante sobre mi muñeca. Este sigue el recorrido de sus ojos me mira antes de volver a mirar a Adriano como si un balde de agua helada le acabase de caer encima, pero pese a eso, no me suelta.

-¡Quita la mano! -Le dice Adriano pero el hombre no reacciona, ni tampoco me suelta lo que hace que este desactive el seguro de su pistola.

-¡Dije... que ... quites tu puta mano de ella! -Brama la orden con tanta furia que Dante me suelta inmediatamente y vuelve su mirada al chico que aún le apunta con el arma.

-A partir de ahora los asuntos que tengas con ella los tendrás conmigo... ¿esta claro Lombardi?

-Yo... no sabia... lo lamento no sabia que era tuya. ¡me disculpo!

Las palabras el hombre que tengo enfrente me toman por sorpresa y me dejan muda. ¿Dante Lombardi con la voz entrecortada disculpándose frente a un chico de no más de veinticinco años?

Adriano me mira por un instante y desvía sus ojos a mi muñeca desde donde me sostenía el hombre instantes antes, pero rápidamente vuelve a enfocar la mirada en mi peor pesadilla.

-¡Dame tu mano! -Le exige Adriano.

-¿Que? Adriano... no es naces...

-¡Que me des tu puta mano! -Le ladra mientras apoya la pistola en su frente y no se porque no siento nada de culpa por lo que esta pasando.

Dante levanta la palma de la mano con la cual me sostuvo minutos antes y entonces... Adriano da una ultima calada a su cigarrillo y con la mirada fija en la mía, apaga el cigarrillo presionándolo firme sobre la palma de el hombre que sisea y yace una mueca de dolor cuando la braza roja del cigarrillo se extingue en la palma de su mano.

-Si vuelvo a verte cerca de mi casa... o de ella... voy a olvidar que eres el padre de un... colega y no te va a gustar lo que te pasará. No me desafíos Lombardi porque sabes quien saldrá perdiendo. -Lo amenaza y dante asiente repetidas veces como un niño que acaban de regañar.

-¡Ahora lárgate! ¡Fuera de mi jodida propiedad!

Es todo lo que Dante necesita para largarse no sin antes mirarme por encima del hombro antes de dejarme sola con el chico que no deja de repararme de pies a cabeza y trago grueso.

Da un paso hacia mi sitio mientras guarda la pistola en la parte trasera del pantalón .
Sus pasos son seguros y se planta frente a mí sin dirigirme la palabra, solo me mira buscando mis ojos y no se porque pero evito mirarlo bajando la mirada a mis pies, aún estoy muy nervios y siento que el corazón se me va a salir del pecho.

-Gracias... yo...- murmuró nerviosa tratando de explicar la situación pero me corta cuando.. alza una mano, levanta mi rostro tomándome desde el mentón haciendo que nuestras miradas se encuentren.

-¡Nunca bajes la mirada! No puedes defenderte si no ves la amenaza que tienes al frente.-Mis ojos se encuentran con los suyos mientras analizo lo que acaba de decir.

Tiene los ojos tan negros como la noche y hay un brillo extraño y peligroso en ellos, su ceño se frunce un instante y sus ojos viajan a mis labios temblorosos que contienen el llanto, y vuelven a mis ojos , se relame y dios ¿Qué esta haciendo? Pero sin apartar la mirada su mano se desliza hacia mi mejilla y con sus nudillos limpia una lágrima que no sabía que estaba allí. Pero lo que me deja fría es ver como lleva sus nudillos a la boca y los rosa contra sus labios saboreando el sabor de mis lágrimas.

-¡Dios! Amelia -La voz de Sofi me hace saltar en mi sitio te estaba buscando por todos lados porque... -Sofi se corta al ver como Adrianno se aleja de mi lentamente antes de pasar por su lado y sin emitir palabra sale del lugar dejándome confundida y con una sofi que me suelta mil preguntas que no puedo responderle ya que no dejo de pensar en todo lo que acaba de pasar y en que probablemente Dante no vaya a dejarme en paz pero al menos por hoy estoy a salvo, y gracias a la persona que menos espere que me salvará.

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Hola hola!!! Como están??
Bueno me gustaría saber si les va gustando la historia y los gitos que va dando.

✨️Que opinan de Adrianno?
✨️ seguirá Amelia en peligro?
✨️ que conjeturas saco Dante sobre amelia y adrianno y sobre todo porque le tiene miedo?

Teorías... teorías...