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CAPÍTULO 33

CAPÍTULO 33.

Amelia:

Sus manos recorren con una lentitud desgarradora mi cuerpo, su respiración cálida sobre mi pecho mientras asciende a mi oído.
-Eres el pecado más hermoso que he cometido Ángel... -Sus palabras hacen que mi piel se erice.

Lo sujeto con desespero por el cabello estrellando mis labios contra los suyos en un beso cargado de deseo y el me devuelve el gesto con la misma intensidad mientras con sus piernas separa las mías. Su cuerpo cálido cae sobre el mío, pero coloca sus brazos a cada lado de mi rostro, acariciando mi cabello aun sin detener el beso. Alzó mi pelvis en una invitación silenciosa y el me embiste lento, con movimientos suaves, dejando que me acostumbre a su gran tamaño.

-No te contengas... confió en ti.-susurro contra sus labios.

El clava su mirada en mis ojos y vuelvo a besarlo esta vez jalando con mis dientes su labio inferior. Ese simple gesto es todo lo que necesita para con un gruñido volver a embestirme, esta vez mas duro, mas salvaje, entra y sale de mi con locura y desenfreno llenándome de el. Siento mis paredes apretarse y es en ese momento cuando el lleva su mano entre nuestros cuerpos y acaricia mi punto más sensible, trazando círculos con sus dedos en mi clítoris hasta que exploto. Mi cuerpo comienza a temblar, el embiste una vez más, dos, otra vez, hasta que al fin alcanza su liberación mientras se deja caer a mi lado en la cama.

Hoy se cumplen exactamente diez días desde que llegamos a Italia, y puedo decir que a pesar de los inconvenientes al principio de nuestra llegada, después de eso todo ha ido con fluidez.

Cassiano se reencontró con sus familiares, con su tía Alina, con Martha, también la relación con Lorenzo es más natural ahora que al principio. El único que se mantiene alejado aún es Adriano. No se que es lo que pasa con el, pero me pone demasiado nerviosa; Sobre todo la forma en la que me mira, con desconfianza y recelo. Pero lo que menos me gusta es como ve a Cassiano. Lo observa con... rabia con rencor y como si el hubiese regresado aquí a arrebatarle algo que es suyo.

Por otro lado Sofi también se ha adaptado bastante al cambio de domicilio, aunque pasa gran parte del día cuidando de su papá y el hecho de que Lorenzo trajera a su padre y lo instalara en una de las mejores clínicas del país para que se recupere de su operación de corazón, me tomo por completo por sorpresa. Pero me alegro muchísimo porque para sofi lo único que tienen en el mundo es su papá y por lo que se en los próximos días lo instalaran en una de las habitaciones de huéspedes para que este cerca de mi amiga.

Observo a mi lado al hombre que acaba de caer rendido, prisionero del cansancio. Estos días para Cassiano han sido exhaustivos, entre que nadie fuera de la familia debe sospechar de su pérdida de memoria -o podrían tomar ventaja de eso- sumado a todas las reuniones que tiene a diario, y los entrenamientos para mantenerse en forma no ha tenido descanso. Aun asi aprovecha cualquier momento para pasarlo a mi lado, repitiendo que no le gusta dejarme sola tanto tiempo y que no me trajo aquí para dejarme abandonada. -como si eso fuera posible- la señora Alina me adopto prácticamente como su hija y todos han sido muy amables hasta ahora, bueno... excepto por Adriano, pero lo que el pueda pensar de mi me tiene sin cuidado, lo prefiero alejado de mi, aun me pone demasiado nerviosa estar cerca de hombres que no sean Cassiano.

En fin... entiendo a la perfección las responsabilidades que tiene y no puedo limitarlo a que se quede aquí pendiente de mi.
A decir verdad el que me preocupa es el, sus dolores de cabeza han comenzado a ser frecuentes y cada vez más fuertes, <aunque intente ocultármelo> se que muchas veces sufre de alucinaciones y pesadillas mientras duerme y que se niegue a ver al doctor no hace otra cosa que preocuparme más.

Miro la habitación semi oscura, <desde lo de Matteo no puedo dormir en total oscuridad>, por lo que siempre dejo una veladora encendida, es triste como las personas pueden joderte tanto la vida como me la jodieron a mi.

Primero la repentina muerte de mi padre... luego el asesinato de mi madre... y luego yo... aun recuerdo el día en que jale el gatillo, en ese instante supe que con la muerte de aquel bastardo también había muerto yo, al menos una parte de mi... hui lejos, deje mi casa, mis amigos, mis recuerdos y decidí empezar de nuevo usando solo el apellido de mi madre para así pasar desapercibida, y cuando al fin empezaba a recuperar algo de la paz que perdí... Matteo me la arrebata en una sola noche.

Quizás me lo merecía, no soy tan ángel como Cassiano cree y un día mis pecados me alcanzarán... se que "el" me encontrara tarde o temprano y las posibilidades se han extendido ahora que estoy en su territorio. Podría regresar a España pero... allí esta otro de los fantasmas que me persiguen <Matteo> y además no soportaría dejar a Cassiano. Se que he desarrollado un vínculo no muy sano hacia el pero, me da igual. Solo ruego para que nadie se entere que estoy aquí porque si eso ocurre...

«El va a cazarte si se entera que estas en Italia va a cazarte.»
La voz de mi cabeza no deja de repetirme eso una y otra vez.

Aprieto los ojos tratando de borrar los pensamientos tortuosos. No... ¿Cuántas posibilidades cabrían de encontrármelo si no salgo de aquí? Además... estoy protegida, y ya no estoy sola. Cassiano jamás dejara que el me toque.

«Eso hasta que el sepa tu secreto...» La voz en mi cabeza no se calla, pero de cierto modo se que es verdad. ¿Qué pensaría Cassiano si se enterara que no solo mate a un hombre sino que también estoy condenada a casarme con el hijo de ese hombre?

«me odiara» Cassiano va a odiarme... se sentirá engañado... y e es lo que más me aterra, una de las razones por las que no puedo decirle la verdad... no, no puedo perderlo.

Giro mi cuerpo sobre la cama quedando frente a frente con el rostro del hombre que mas amo en la vida. Miro su perfilada mandíbula, sus pobladas pestañas negras caen como cortinas en sus ojos cerrados, su respiración lenta, Es tan... tan... un suspiro se me escapa de los labios y llevo mi mano lentamente hacia su rostro pero la desvió para acariciar su cabello.

-No quiero perderte... -susurro sin apartar la vista de el.

Acomodo mi cabeza en su pecho y me dejó llevar cayendo lento en la oscuridad cuando mis ojos comienzan a pesar y caigo profundamente dormida.

Cassiano:

-¿Como esta el desayuno? -La voz de Martha a mi espalda me hace sonreír levemente, la mujer pregunta lo mismo todos los días aunque no obtiene más respuesta que un asentimiento de cabeza.

La tarde en que llegue aquí me estrecho en un abrazo y no paro de repetir lo mucho que me quería. Es extraño escuchar a gente extraña decirme lo mucho que me aprecian. Se que ellos tienen millones de recuerdos de mi pasado y de mi vida con ellos aquí, asumo debe ser duro verme con ojos de pasado cuando yo aún no recuerdo nada.

Miro a la mujer que suspira resignada a unos pasos de mi justo cuando mi mirada se pierde en la bella imagen que llama mi atención en la puerta de la cocina...

-¡Buenos días Martha! -Saluda Amelia, pasa a mi lado y deja un casto beso en mis labios antes de girarse y toma una taza para preparar su té.

-¡Buenos días mi niña! Saluda Martha. -Deja que yo te lo preparare.

Sonrió viendo como comienzan con la misma discusión de todos los días, Martha intentando servir a Amelia y ella alegando que no es necesario que puede hacerlo sola.

-¿Porque mejor no te sientas con nosotros? -dice Amelia empujando suavemente por los hombros a Martha sentándola en una silla.

Llevo mi taza con café a los labios mientras las observo divertido con la escena. Martha suspira y toma la taza que le extiende Amelia . «mi pequeño ángel testarudo»

-Ya debería saber que nunca ganaré contra ti, niña terca. - Se queja Martha entre risas mientras empuja levemente con su hombro a Amelia quien le sonríe mientras lleva la taza a la boca.

-¿Y la señora Alina? -Pregunta

-Esta al teléfono, aparentemente era importante.- Responde Martha justo cuando Alina entra en la cocina y saludo con un asentimiento a la mujer que dice ser mi tía.

-¡Buenos días muchachos! -Dice mientras toma asiento a mi lado .

-Acabábamos de preparar te, ¿gusta?- Pregunta Amelia.

-Ohhh eso seria estupendo. Gracias querida.

Amelia se pone de pie y se dirige a la mesada de la cocina, yo intento levantarme pero una puntada de dolor en la cabeza me detiene. <últimamente me pasa más frecuentemente> pero suele durar unos instantes antes de desaparecer.

-¿Esta todo bien? -Pregunta Alina a mi lado y asiento.

Me mira un instante y observa en dirección a Amelia que está de espaldas, lleva su mirada a Martha y está me mira con el ceño fruncido pero no dice nada.

-Bien... Lorenzo salió temprano pero volverá para el atardecer, así que no puedo hablar con el ahora así que te informo a ti para que estés preparado. -La mujer habla y no escucho lo que dice, mi vista está fija en la bella chica que se acerca con una taza de te en sus manos -¿como un simple acto tan básico como preparar té, me puede parecer tan bello en ella?- de pronto se paraliza y sus ojos se clavan en la mujer a mi lado.

«¿que dijo?»

-¿Cassiano me estas escuchando? La fiesta será el viernes, solo tenemos dos días. Los Lombardi están invitados, son una familia muy importante del lado sur de Venecia. Ellos están a cargo de una parte del territorio desde que tu padre se los cedió. Debes hablar con Lorenzo para que te ponga al día sobre ellos.

Alina habla pero mis ojos están fijos en Amelia quien parece petrificada de pie frente a nosotros, la taza resbala de sus manos y cae al piso dejando el líquido caliente recorrer el mármol blanco.

-¿Amelia estas bien cariño? Te lastimaste? -La voz preocupada de Martha y Alina no parece llegar a ella.

Me pongo de pie y me apresuró a alcanzarla, pero no me deja llegar a ella cuando se voltean y sale disparada de la cocina.


✨️Amelia y sus secretos 👀

✨️Lombardi...¿Quiénes serán?

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