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CAPÍTULO 25

CAPÍTULO 25


Amelia:

Los brazos de sofi me rodean mientras que lo único que puedo hacer es corresponder a su abrazo, desasiéndome en medio de mi miseria.
Ella sabe todo de mi pasado y entiende mejor que nadie el porqué de mi reacción.

El hecho de que lucían pertenezca a la mafia. O peor aún que sea el líder de ella es...
Como si todo hubiese sido una especie de jugarreta macabra del destino. Destino que se empeña en arrastrarme hacia el mundo del cual nunca quise formar parte. Un mundo donde no me espera mas que muerte y destrucción. Un mundo que desprecio y donde solo me espera sangre, dolor y desgracias. Porque eso es lo que trae consigo formar parte de una organización como la que lidera Cassiano.

Cassiano.... Su nombre incluso denota poder y autoridad. —Cassiano— ya no tiene sentido que siga llamándolo Lucían. Al fin y al cabo, ese no era su nombre. Incluso por mucho que quisiese que fuese ese chico y no otro tipo de persona.

Siempre sospeche que su pasado no estaba del todo "limpio" . Pero jamás en mi vida se me cruzo por la mente que pudiese pertenecer a la mafia.

¿Qué Diablos voy a hacer ahora? ¿Huir? No tendría sentido... estar alejada del chico que cuido de mi cuando más lo necesite me rompería el corazón. Aunque después de todo creo que esa no sera mi decisión, si Lorenzo quería llevárselo a Italia y Cassiano accede se ira y si, tal vez debería estar feliz por eso ya que con el se iría el peligro pero...

—¿Que va a pasar ahora? —Pregunto a sofi que se aparta un poco para mirarme a los ojos mientras niega con la cabeza y suspira.

—No lo se amiga... pero te apoyaré en lo que tu decidas, como siempre. Pero debes estar consiente de que el, necesita marcharse. Será lo más sano para su recuperación y con lo que paso con Matteo no es prudente tampoco que este aquí, menos ahora que sabe quien es. Si el padre de Matteo descubre quien es en realidad Lucían...

Una lágrima cae por mi mejilla mientras la escucho hablar. Ella tenia razón.

—El debería marcharse pero... si tu le pides que se quede... estoy segura de que no irá a ningún lado. —Afirma de pronto y la miro con el ceño un poco fruncido.

—Yo... no puedo hacer eso sofi. Su vida está en Italia. —susurro.

—Además el es... —Las palabras se me atoran en la garganta, no podía ni pronunciar la palabra mafia otra vez.

—.Es el jefe de una mafia? Si. ¿Y que con eso? —Responde encogiendo los hombros, como si ser el rey de una mafia fuese de lo mas normal.

—Su mundo es... peligroso.— murmuro mirando mis pies.

—El mundo lo es Amelia... El peligro está en todos lados.

—Si pero, no lo se... tengo miedo.

—Lo se... pero entonces respóndeme algo... ¿quieres que se vaya? ¿Qué se aleje de ti? Cuestiona sofi y alzo la vista de mis pies para mirarla a los ojos.

Mi ceño se junta con duda un instante y humedezco mis labios pasando las pal.as de mis manos por mis piernas con ansiedad.

—yo... yo...

«¡No! yo no quiero perderlo, pero volver a relacionarme con gente de ese mundo... »

Si me encontraban estaría perdida, nadie podría hacer nada por mi. Lo que hice... nunca podría escapar de eso.

—Dime Amelia... ¿Eso quieres? ¿quieres que Cassiano, Lucían o como se llame, se aleje de ti? ¿Qué vuelva a Italia?

—Yo...

Volteo la mirada y la poso sobre la copa de los árboles, que se mecen por el viento, dejando que el aire fresco acaricie mi rostro.

—¡Responde Ángel! ¿Quieres que me aleje de ti? —Su voz resuena en mi cabeza haciéndome voltear el rostro en su dirección.

Nuestras miradas se encuentran y ninguno de los dos la aparta. Sus ojos me observaban con... nerviosismo y percibo el temor reflejado en esos ojos grises que tanto me gusta ver.

—Creo que es mejor que los deje solos. —Dice Sofi poniéndose de pie. —Los veré mañana chicos.
Acaricia mi cabello y deja un beso a un lado de mi cabeza, antes de regalarle una media sonrisa a Cassiano quien, increíblemente le corresponde antes de asentir.

Tan pronto Sofi se aleja el da un paso en mi dirección.

—Responde Ángel... ¿eso quieres? ¿Qué me aleje de ti? —Insiste observándome con tristeza.

—Lucían yo...

Da otro paso en mi dirección y por instinto me pongo de pie y retrocedo uno. Pero no porque le tema sino porque se que si lo tengo cerca no voy a poder pensar con claridad.

Pero la forma en al que su mirada se vuelve más triste me doy cuenta de que ha malinterpretado mi reacción. Su ceño se junta y se frena en su lugar deteniendo su andar.

—¿Me temes? —Murmura sin apartar su mirada dolida de mi.

Inmediatamente la culpa me abofetea por hacerlo creer eso. Si había alguien a quien no le temía y quien sabia que jamás me haría daño era él.
Negué con la cabeza y el suspiro aliviado.

—Pero quieres que me aleje de ti.—Afirma con seguridad, pero no le respondo.

A decir verdad no se que responderle. No se si quiero que se aleje o...— ¡dios santo!—Mi cabeza era un lío. No tengo idea de que hacer.

El me dedica una sonrisa triste y carraspea aclarándose la garganta antes de hablar.

—Bien... comprendo. —Dice trémulo.— créeme que te comprendo todo esto es una locura y es normal que estés asustada. Pero quiero que entiendas una cosa, que nunca permitiré que nada malo te pase. Incluso si no estoy aquí para cuidarte.

—¿Entonces te iras? —Las palabras escaparon de mis labios.

El parece pensarlo unos momentos mientras me recorre con la mirada hasta que al fin asiente lentamente.

—Tengo que hacerlo... aunque me gustaría... —Deja de hablar un instante, mientras se rasca la barbilla como si dudará de seguir hablando. —quisiera que me acompañes Ángel.

Sus ojos se clavan en los míos y me paralizo parpadeando incrédula por lo que me acaba de pedir. «¿dijo que quería que fuese con el?»

—Se que todo esto es mucho pero... de verdad me gustaría que me acompañes. Entiendo que tengas miedo pero yo puedo protegerte. ¡Lo sabes!  Confía en mi, a mi lado nunca permitiré que algo te lastime. —Afirma y mi corazón se arruga al escuchar la seguridad de sus palabras.

—Incluso la rubia desgreñada puede acompañarnos. Tengo los documentos. Todo está arreglado. —Vuelve a insistir

No puedo creer lo que escucho. ¿El quiere que lo acompañe? Las dudas me carcomen. Porque no quiero perderlo pero al mismo tiempo se que  si...
Si viajo a Italia con el, si no... mantenía mi distancia de Cassiano y de su mundo... me encontraran y...

Niego con la cabeza, estoy demasiado confundida pero no quiero alejarme de él... al mismo tiempo todo lo que ha pasado aquí me atormenta. No me siento a salvo en ningún lado desde lo de matteo, y quizás... si me fuera...

El da un paso hacia mi y esta vez me quedo en mi lugar, bajo la mirada cuando se posa tan cerca de mi que puedo sentir su respiración. Mis ojos se clavan en sus zapatos intentando esquivar sus ojos, pero con un suave movimiento levanta mi mentón con sus dedos haciendo que mis ojos se encontren con los suyos.

Me mira con el ceño fruncido unos instantes hasta que su mirada viaja a mis temblorosos labios, entonces acaricia mi labio inferior con su pulgar sin apartar la mirada de ellos. Lo observo con detenimiento, cada movimiento que hace, cada gesto, su ceño que se mantiene fruncido mientras me observaba con anhelo.

Pasa la lengua por sus labios y lo imito. Mi garganta se siente seca, mis piernas tiemblan y una gota de sudor frío recorríe mi espalda.

El se acerca a mí boca, nuestros labios se rosan y nuestras respiraciones casi se funden en una sola. Cierro los ojos disfrutando del tacto de su mano sobre mi piel mientras acaricia mi mejilla y con la otra mano me toma de la cintura jalándome
más cerca de el, acercando nuestros cuerpos logrando que un jadeo salga de mi garganta ante la presión con la que me sujeta.

Mi boca se entre abre entre y siento como el calor de su respiración acelerada  golpea mis labios.

—Ven conmigo. —Susurra sobre mis labios, mientras acaricia mis mejillas y juega rosando nuestros labios, tenrandome.

-—e protegeré de lo que sea que te atemoriza. ¡Lo juro! —Vuelve a susurrar.

—Porfavor Ángel...

Mi mente esta mas confusa que nunca, mientras me sediento en una especie de transe, como anestesiada en los brazos de Cassiano. Tanto que me veo obligada a  aferrarme a su camiseta con mis manos arrugando la tela.

Cierro los ojos y aprieto con fuerza obligándonos a lermanecer asi, mis piernas tiemblan al sentirlo tan cerca, y al sentir como me acaricia.

Abrí mis ojos, observando el gris tormentoso de los suyos, que me miran con tanto deseo que esta vez no lo resisto.

Sin permiso y sin decir una sola palabra, pongo mis labios contra los suyos. Mi lengua vacilante se introduce en su boca como si tuviera vida propia y enseguida el me corresponde. Nuestro beso no es tierno ni dulce esta vez, Es un beso hambriento y lleno de anhelo.  Nuestras lenguas se rosaban de una forma tan increíble que parecía como si se conociesen desde siempre.

Me falta el aire pero no me importa, podría morir en este momento en los labios de Cassiano.

No se que me ha hecho este hombre pero... cada vez que lo tengo cerca me siento idiotizada y no puedo pensar con claridad.

Como en este instante, el es todo lo que debo evitar, se que estar con él me traerá dolor, sufrimiento, sangre y muerte pero... ¡Dios! ¡Si esto será mi infierno con gusto ardería en el!

Me aparto un poco de sus labios, recuperando el aliento, y el une nuestras frentes, sus ojos están cerrados y su ceño fruncido, sus labios rojos por la fricción del beso que nos dimos, los dos estábamos agitados y en un hilo de voz respondo...

—¡Esta bien! Iré contigo.

El sonríe sin apartar su cuerpo del mío y luego Susurra.

—No sabes lo feliz que me haces... no podría soportar vivir lejos de estos labios.

En ese momento se vuelve a apoderar de mi boca  estrujándome contra su pecho. Separa  nuestros labios un poco y me alza  en el aire, haciendo que un chillido se escape de mi boca, mientras gira nuestros cuerpos sin parar y sin apartar su frente de la mía.

Río como una loca con su gesto,  sintiéndome de pronto tan satisfecha, como si mi vida retomara color poco a poco.

—No puedo perderte a ti también. —Susurro cuando se detiene aun con sus brazos rodeándome la cintura.

—Eso Jamás Ángel... volvería una  incluso del mismísimo infierno por ti. —Afirma y sonrío satisfecha de escucharlo hablar así.

Sus palabras lograron tranquilizarme un poco, y pese a que se que he tomado una decisión que va en contra de todos mis principios no puedo sentirme mas feliz.
Aunque aun debo hablar con Cassiano sobre mi pasado, debo hacerlo antes de que el lo descubra por su cuenta .

Porque después de esto ya no hay vuelta atrás y si mis enemigos me encuentran debo estar preparada para lo peor y no sería justo que el no estuviera informado. Se que Cassiano me protegerá sin importar que, pero debía ser sincera con el.  Y lo seré... Pero no ahora, solo por ahora quiero disfrutar de este momento.

De... la seguridad que siento esta do en los brazos del hombre del que me estaba enamorando... porque si! Estaba completamente segura de que un sentimiento dentro de mi se había despertado por aquel chico del cual aun me faltaba mucho por descubrir.


Ahhh!!!!!! ¡Hola hola hola! Bellezas seguidoras fieles de la historia de Amelia y Cassiano. ¿Como están?

¿Bueno que me cuentan? ¿Que les pareció el capitulo?

✨️ ¡Quisiera escuchar sus teorías sobre el miedo de amelia a la mafia!

¿Ustedes se irían con cassiano o no?
✨️ ¿Que dirá sofi? ¿Querrá ir?

✨️ ¿Que piensan que le depara a Amelia y Cassiano en Italia? No olviden que Amelia también tiene un pasado y es... 🤐

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