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CAPÍTULO 18.

CAPÍTULO 18.

Lucían:

El olor a tabaco, alcohol y sudor se cuela por mis fosas nasales al instante en que me adentro al lugar. Hay personas todos lados,
algunas bailando, otras bebiendo y otras besuqueándose y tocándose entre ellas sin ningún tipo de pudor.
Pero faltan solo unos minutos, para que la verdadera diversión comience.

Doy pasos seguros rumbo a la entrada de la jaula que está en medio del tumulto de gente, hasta que una voz tras mi espalda se pronuncia.

-¡tiempo sin verte!-habla y no respondo, solo tomo la cerveza que me ofrece tan pronto me volteo y le sonrió con malicia.

Kenny el sujeto frente a mi, es el encargado del lugar. Un chico latino de unos 28 años, alto moreno y robusto. El tatuaje a un lado del cuello y otro de unas alas en llamas en su garganta lo distinguen como parte de la pandilla a la que pertenece. Es uno de los mejores luchadores aquí- Después de mi no claro- pero aun así es bastante bueno.
Si necesitas drogas, armas, mujeres o dinero, el es con quien debes hablar. O al menos eso es lo que dicen ya que no es para lo que usualmente vengo aquí.

-¿Vas a pelear hoy? -Pregunta y asiento.

-¡Genial! Este lugar a estado muy aburrido últimamente. Muchos de los luchadores ya no vienen, hay rumores de que los italianos están en la ciudad y los malditos cobardes tienen miedo de enfrentarse al jefe de la mafia italiana y que este les arranque la tráquea.- Se ríe - Se dice que también les gustan las peleas de jaula y que son sádicos, como animales sedientos de sangre o algo así, no se pero para mi son solo idioteces. ¿Los italianos manchando sus costosos trajes con sangre? No lo creo, son más de mandar a otros a hacer su jodido trabajo sucio, para no ensuciarse las manos.-dice encogiendo los hombros.

-De todos modos es una lastima, me haría más popular si pelearan aquí.

Desvió la mirada ignorando las idioteces que salen de su boca.- vine aquí por dinero no a charlar de mierdas que me importan un carajo-.

El latino me mira escaneando mi rostro y como si pudiera leer mi mente habla.

-En fin... a lo que viniste entonces compañero.-Palmera mi hombro, hace un gesto con la cabeza y volteo la vista al interior de la jaula donde un sujeto Moreno de casi dos metros entra haciendo tronar su cuello mientras me mira con soberbia y me incita con las manos para que entre.

Tomo un trago de mi cerveza y sonrió camino al lugar justo frente a él.

-Te voy a partir el cuello. -escupe cerca de mi rostro y aunque no respondo, tampoco aparto mis ojos de los suyos.

Se a lo que vine y lo que tengo que hacer si quiero llevarme una buena suma de dinero y el sujeto que tengo enfrente, solo es el primero de la noche.

Los gritos eufóricos de la gente, no se hacen esperar y encienden todo el lugar dando el incentivo para que el tipo frente a mí lance el primer golpe que esquivo sin problemas.

Es rápido al momento de intentar golpearme con su pierna en las costillas, pero yo soy más rápido que el. Me agacho y barro sus pies llevándolo al suelo, le doy una patada en la boca y vuela a unos metros de mi.
Se pone de pie y me mira furioso mientras que se limpia con el dorso de su mano la sangre de la boca.

Con los brazos levantados lo animo a que se acerque y me ataque... y al ver la expresión de su rostro, sonrió para mis adentros.-El muy idiota ya es mio.

La regla principal de esto es,
"Si te molestas te desenfocas y si te desenfocas pierdes. Si pierdes... ¡mueres!"

Y este sujeto, definitivamente está muy molesto. Lo cual lo hace todo más fácil para mi.

Se abalanza sobre mi y con un rápido movimiento le doy un golpe que lo lleva al piso otra vez, se pone de pie rápidamente, lo golpeó una y otra vez con los puños pero se vuelve a zafar, con mi brazo sobre el, giro y me pongo atrás de él sosteniéndolo del cuello con mi brazo.

-Lo siento, pero no eres rival para alguien como yo -Le susurro. Y en un rápido movimiento acabo por romperle el cuello haciendo que su cuerpo inerte se desplome a mis pies.

La gente grita y festeja, mientras camino como león enjaulado esperando el próximo rival.

-¡Wooowww! ¡Que siga la fiesta!-Grita el animador mientras recorro la jaula a la espera del próximo contrincante.

Como dije aquí nadie es santo de mi devoción, el que no es ladrón, es asesino, el que no, es violador y así... todos son culpables ni siquiera yo. Pero para su mala suerte, soy mejor peleador que todos esos hijos de puta juntos lo cual me convierte en su verdugo a medida que gano el dinero que necesito en el proceso.

Los que venimos a este sitio sabemos los riesgos y por eso no tengo el más mínimo remordimiento por los hombres a los que les quite la vida desde que comencé con esto.
Y mucho menos hoy, que se que lo que hago tiene un propósito más allá de mi y de controlar a la bestia enjaulada dentro de mi. Y ese propósito es el de garantizar el bienestar de Amelia, la única persona que se a preocupado por mi en todo este tiempo. Así que me importa un carajo, a quien o a cuantos tenga que matar en el camino para lograrlo.
Mi ángel siempre será mi prioridad.

*****

Volteo sobre mi hombro ante la extraña sensación de que alguien me sigue, lo cual sería estúpido dado que estoy cubierto de sangre. -no mía claro- y a eso sumémosle que me veo como un jodido asesino serial. Aun así nunca falta el imbécil así que volteo sobre mis talones y afilo la mirada recorriendo las vacías calles a mi alrededor, pero no hay nadie.

¡Mierda! Tengo que descansar, la lucha de hoy se extendió por toda la madrugada, donde no me detuve hasta que termine con el último de mis contrincantes.

Y Ahora que al fin camino en dirección al edificio de Amelia con el dinero que necesita, en lo único que puedo pensar es en que hacia mucho tiempo que no me esforzaba tanto por ganar como hoy. A decir verdad nunca tuve que esforzarme, pero hoy fue diferente, no podía fallar.

Con el dinero que gane mas el que ya tenía guardado de mis antiguas peleas, será suficiente para pagar el alquiler del apartamento por un año o más y para que se mantuviera un tiempo.

Apoyo mi dedo sobre el botón del timbre y lo hundo haciendo que suene.
Los minutos pasan y nadie sale. El sol apenas se está asomando, así que asumo que probablemente estén durmiendo. Pero dos minutos después la puerta se abre y la rubia despeinada me mira con molestia y asombro a la vez que se frota los ojos con una mano.
Me recorre con la mirada y blanquea los ojos, antes de elevar la mirada al cielo.

-¡Mierda! ¿Y ahora que carajos te paso?-Susurra nerviosa mirando hacia el interior del apartamento por lo cual supongo se debe a que no quiere que Amelia me vea asi.

Sin responder le extiendo la mochila con el dinero, ella alza una ceja mirando lo que le ofrezco pero vuelve a mirarme a los ojos otra vez.

-¿Que es eso?- Pregunta sin tomarla.

-¡Tómalo!- Empujo la mochila en su dirección y al fin la toma con duda para mirar lo que tiene.

Abre los ojos con asombro y alza la mirada para recorrerme con los ojos otra vez, pero esta vez se detiene en mis manos y mi ropa llenas de sangre seca... duda un poco y por un momento creo que no va a preguntar pero no.-ella nunca se puede quedar callada.

-¿Que hiciste? -Cuestiona estrechando los ojos y me río.

-Nada que no haya hecho antes.-respondo.

Y es la verdad, no era esta la primera vez que peleaba en las jaulas o que mataba en ellas, la razón por lo que lo había dejado era la misma que hoy me impulso a regresar...« Amelia. »

¡Al menos esta vez fue por una buena razón! porque no permitiría que pierda su hogar, ya había pasado demasiadas mierdas y no voy a dejar que nada más la atormente o le haga daño.

Sofí suspira y abre más la puerta, antes de hacer una mueca y un gesto con su cabeza señalando el interior del apartamento.

-¡Entra! ¡Te vez del asco!-Dice con media sonrisa.-Ducharte te buscare algo que ponerte y duerme un rato antes de que ella desperté y te vea así.

Asiento mientras me adentro al apartamento. La verdad es que necesito descansar un poco y una ducha suena agradable justo ahora.

Minutos después, me ducho y me visto con la ropa que me da la rubia, menciona algo sobre que pertenecía a un sujeto con el que salió en el pasado pero no le preste atención.- Me importaba un carajo su vida amorosa.

La rubia se excusa diciendo que debe salir por algo para su padre enfermo y que volverá más tarde, que cuide de Amelia por ella.

«como si necesitara pedirme eso.

Recuesto la espalda en el sofá admirando el lugar a mi alrededor. Una leve sonrisa de satisfacción se instala en mis labios al pensar en que este lugar era el hogar de mi ángel y en lo feliz que estoy de ayudar a que lo conserve. De devolverle aunque sea un poco de todo lo que ella había hecho por mi. Aunque nunca podre agradecerle por completo, no solo por la comida sino por la atención, los cuidados y su cariño incondicional.

Porque mientras todos me veían como una basura, una porquería... y mientras la oscuridad me rodeaba ella fue la única que con su luz iluminó poco a poco mis más oscuros recovecos.

Suspiro y me pongo de pie aproximándome a la puerta de la habitación donde duerme. Lentamente abro la puerta, y doy un paso dentro de la habitación. Con cuidado de no hacer ruido me acerco hacia donde esta ella, recostada de lado con sus manos bajo su rostro y su cuerpo cubierto solo hasta la mitad de su torso. Tomo con cuidado la manta y la cubro hasta los hombros.

Se remueve dormida y se voltea quedando boca arriba, sus ojos permanecen cerrados y un mechón de su negro cabello le cubría parte del rostro, así que extiendo mi mano y lo aparto con cuidado.

Y por unos instantes me permito observarla como un maldito acosador. ¿pero como no hacerlo? parece... un verdadero ángel encarnado en el cuerpo de una mujer. Sus espesas y largas pestañas cubren como cortinas sus bellos ojos, su fino rostro de porcelana, sus facciones so tan delicadas que parece una muñeca y sus labios... tan rosados que contrastan con el blanco de su piel. Labios que que por tanto tiempo he anhelado poder probar.

-Lucían...- la escucho susurrar entre sueños y me paralizo.

«ella dijo mi nombre...»

Bueno como me llama ella, a decir verdad no sabe si ese es o no mi nombre real , ni siquiera yo lo se. Los recuerdos de mi pasado son confusos, tanto que ni siquiera recuerdo cómo fue que llegué aquí.

La miro unos instantes antes de abandonar la habitación, y giro el rostro sobre mis hombros desde el umbral de la puerta para mirarla otra vez.

-Descansa Ángel -Susurro antes de abandonar la habitación .



Ay ay ay ay... se viene se viene lo bueno... 💣 💣

⚠️no apto para gente sensible. ⚠️

✨️Lucían es capas de poner el mundo a arder por Amelia...
Y ella... bueno pronto mostrará una faceta que nadie espera...😌

✨️ ¿¿Y sofi?? ¿No aman a sofi? Ella siempre tan... 💅

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