CAPÍTULO 13
CAPÍTULO 13.
Lucían:
La noche cayó envolviendo todo en las sombras, haciendo que mi presencia se camufle en medio de la oscuridad. Enciendo un cigarrillo y lo llevó a la boca, absorbiendo la nicotina que se adentra en mi sistema mientras no quitó los ojos de la casa de ladrillos al otro lado de la calle donde aún el BMW sigue estacionado afuera.
<<en algún momento tendrá que salir>>
Las luces se encienden confirmando lo que ya sabía, ese bastardo está allí dentro, mis ojos se desvían a la figura que apenas se asoma del otro lado de la ventana, entre las cortinas escondido como la rata inmunda que es, a mirar hacia la calle. No puede verme, lo sé porque permanezco recostado en la parte de atrás de un contenedor de basura y mi rostro está oculto por la capucha que cubre mi cabeza. De pronto la puerta al fin se abre, el maldito sale y se voltea apresurado a cerrar la puerta de la entrada.
Dejó caer la colilla del cigarrillo al suelo y tomó velocidad en dirección al sujeto que saca las llaves del auto que intenta abordar, las llaves resbalan torpemente de sus manos temblorosas y caen al suelo, se agacha para recogerlas y en ese momento lo tomo por la parte trasera de la nuca, golpeó su cabeza con fiereza contra la puerta del auto, una y otra y otra vez.
Luego lo giró para tenerlo de frente y lo sujetó del cuello, lo alzó con una sola mano y lo estrelló sobre el capó del auto, haciendo que la chapa se hunda. Matteo sacude la cabeza lento y aturdido por el impacto de los golpes y la sorpresa.
Mis manos lo sostienen con fuerza apretándolo sobre la chapa y este intenta zafarse pero es inútil. Le doy un puñetazo en la cara, luego otro y otro más. Lo tomo de la chaqueta y lo arrojó al suelo, se arrastra en el piso en un patético intento por poner distancia...
<< ¡maldito cobarde!>>
Es inútil... no voy a dejarlo ir. Alza la vista y se que busca mi rostro al igual que se que no puede verme, la capucha sigue cubriéndome, pero no por mucho. Quiero que me vea. Quiero que sepa quien lo va a convertir en mierda antes de matarlo y quiero que sepa el por qué.
Doy dos pasos en su dirección y él retrocede, me quito la capucha y sus ojos se fijan en los míos, la sorpresa descompone su rostro por completo, su mirada desencajada por el miedo y el peso de la resolución al fin llega a él...
<< sabe porque estoy aquí o mejor dicho por quien>>
-¡¡Levántate!! ¡Maldito violador de mierda! -Le gruñó.
Sus ojos se abren como platos, intenta decir algo pero no se lo permito, le propinó una patada en la boca que lo hace caer hacia atrás, escupe sangre y alguno que otro diente. Su cara de horror lo dice todo, sabe que está muerto.
-Yo... yo no hice nada...- balbucea con la boca llena de sangre.
Doy otro paso amenazante...
-¿No hiciste nada...? -siseo -No, claro que no, no hiciste ¡nada!. Ella tiene la culpa, ¿verdad? ¿Ella te provocó verdad? ¿Ella lo quería verdad? - Le escupo con la ira a flor de piel.
-No hiciste nada... -susurro. -¡Por supuesto que no!- Y río sin gracia
-No sabes con quién te metes maldito animal, si me matas... -me amenaza.
Suelto una carcajada que lo hace retroceder a rastras en el piso...
-Se con quien me meto...- mi voz es casi un susurro - Me meto con un puto cadáver - Digo con tono de voz tranquilo. -Porque eso eres Matteo...
<< su nombre resbala de mis labios>>
-Un maldito cadáver, lo eres desde el día en que decidiste que era buena idea poner tus putas manos sobre ¡¡ella!!!. Desde ese día estás muerto. ¡Solo que no lo sabías! - le escupo.
-Y... te equivocas en algo, yo no soy un animal... yo soy peor que eso... yo soy el diablo, ¡maldito hijo de puta!.
Le doy otra patada en el estómago cuando intenta ponerse de pie, y me aproximo a terminar lo que empecé, esta casi inconsciente tendido en el suelo, pero no me importa, es su puto problema si no se defiende, pero hoy se muere.
Doy un paso para tomarlo y... El frío de un cañón se pega en la parte de atrás de mi cabeza haciendo que detenga mi marcha.
-Un paso más y ¡te mueres! - me ladra el sujeto que me apunta a la cabeza.
Miró por encima de mi hombro y veo los ojos verdes del tipo que sostiene la pistola con determinación.
-¡No te muevas! - Me gruñe y empuja mi cabeza con el arma.
El sujeto está decidido a dispararme si me muevo, pero no me importa, porque yo me muero pero ese hijo de puta se va conmigo. Doy otro paso al infeliz que está desmayado en el piso...
<<Maldito hijo de perra, cobarde>>
El sonido del seguro del arma siendo desactivado me frena otra vez.
-Si te acercas a mi hijo te mueres.
Miro al bastardo que yace en el piso...
-Su hijo... - siseo - ¿Ese violador es su hijo? - Río con ironía.
El no responde por unos instantes y escucho el sonido de un radio policial ...
-"1039", habla el jefe Medina, se solicitan refuerzos en mi domicilio, intento de homicidio, tengo al sujeto...
—Última advertencia, aléjate de él o te mueres. ¡Vamos! ¡De rodillas!- Grita.
Y presionar el arma contra mi nuca. Y cuando estoy a punto de voltear...
-¡¡HIJOS DE PUTA!!
El chillido de una femenina y familiar voz me saca de balance, doy vuelta solo para ver el momento justo en que el sujeto recibe un... ¿batazo? El golpe en la cabeza lo hace ir de bruces contra el piso. Luego mis ojos se percatan del segundo golpe que le propinan en el estómago y entonces noto el bate de béisbol que la desalineada rubia sostiene en sus manos.
Da un paso y patea al tipo en el piso, se inclina y vuelve a patear al sujeto, para luego levantarse y encuadrar su espalda, mientras sostiene el bate sobre su hombro derecho y con la otra mano se aparta el cabello del rostro al mismo tiempo que limpia una gota de sudor de su frente.
Se agacha y toma la pistola.
-¡Odio a los defensores de violadores!- Escupe Sofi aún agitada.
Miró incrédulo la escena y a la rubia que parece muy cómoda con la situación.
Entonces ella fija los ojos en mí, me recorre con la mirada y el ceño fruncido para luego apuntarme con el bate de béisbol...
-¡A ti también te estaba buscando!
Baja la vista al sujeto que está tirado detrás de mí y observa alrededor el desastre que es el BMW, el que la alarma no ha parado de sonar.
Sonríe antes de aproximarse a Matteo...
-Veo que te me adelantaste... - dice empujando con el pie al infeliz.
Este se queja en el suelo, ella alza la cejas con genuino asombro y vuelve la vista en mi dirección y luego a Matteo...
-¿Estás vivo aún hijo de puta? - le grita.
Y su voz ahora se escucha como si estuviese a punto de romper a llorar. Toma la pistola que le quitó al otro sujeto y le apunta a la cabeza con determinación.
Cuando está a punto de jalar el gatillo el sonido de las sirenas y las luces de las patrullas acercándose me obligan a quitarle el arma de las manos con brusquedad.
<<yo también lo quiero muerto>>
Pero si nos encierran ahora quien cuidara de Amelia. ¡No puedo terminar en la cárcel, no aún! La jalo sacándola a rastras del lugar, no se que carajos fue eso pero algo me dice que esto es solo el principio ...
Porque ese hijo de puta aún tiene una deuda que saldar conmigo.
Bellas ¿Como estan?
Espero que les este gustando la historia.
Les recuerdo que tenemos grupo de WhatsApp para las que se quieran unir. Me nadan un mensajito al privado con su número y la característica + de su pais y las agrego. 🥰
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