-Ocho
Noches y días salvajes de amor y sexo.
TaeHyung disfrutaba del placer que su amado le infundia. Sus cuerpos bajo el sudor de ese deseo carnal.
SeokJin saboreaba del elíxir que su amado desprendía en su boca cuando él succionaba toda su longitud.
Lo hacía con desesperación y deseo, como si fuera su alimento. Gemidos de placer constantes y notorios entre ambos hombres.
TaeHyung con su boca devoraba la dura erección de su amado, su lengua se había vuelto esclava de su extensa longitud y su glande.
Con sus manos, SeokJin se aferraba a la hebras rubias y presionaba su cabeza para que TaeHyung no se detuviera y sus piernas lo hacían prisionero del mundano.
Las manos de TaeHyung vivían deseosas de apretar sus gluteos, así también de lamer sus pezones y morderlos cuando éstos se erguian ante la sensación, su lengua recorría el largo cuello que el atractivo mundano poseía y degustaba cada rincón del cuerpo perfecto que el mundano se cargaba.
SeokJin no podía estar mucho tiempo sin sentirlo dentro de él y golpear una y otra vez en aquel punto dulce que lo hacía volar al cielo y caer de nuevo. TaeHyung era el más hermoso de todos y también el más grande, le infundia placer apenas lo penetraba.
El antiguo ser de luz lo embestia con nuevas fuerzas a cada hora, la sensación de su erección completamente apretada dentro de SeokJin lo volvían loco de deseo, para repetir y repetir sin descanso.
Siempre estaba más que listo y predispuesto para su amado, se quedaba dormido dentro de él luego de acabar y adoraba el aroma que sus cuerpos desprendía después de cada encuentro.
No había sensación más dulce que despertar y sentirse el uno al otro y volver a empezar. Eran perfectos para el otro.
Pero iba a terminar pronto.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro