-Cuatro
TaeHyung comenzaba a observar su belleza cada vez más de cerca, cuando SeokJin se estaba quieto, él volaba a su alrededor.
Cuando este dormía, el ángel lo acariciaba de pies a cabeza, sus dedos rozaban su piel suavemente.
«Desearía poder tocarte realmente, desearía poder sentirte»
Cuando llegaba a su rostro, ahí se quedaba y lo observaba por horas mientras este dormía. Las largas y encorvadas pestañas caían sobre sus mejillas.
Sus rasgos eran suaves y sus labios parecían dos petalos de rosas rojas. Eran carnosos y perfectos.
El ángel, que era puro pensamiento y suspiros, exclamaba en un susurro lleno de deseo—. SeokJin.
Y fué ahí que la leyenda daba inicio.
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