Volver a empezar quizás es una de las cosas más difíciles a las que se ve enfrentado el ser humano a lo largo de la vida, y es que cuando te acostumbras a algo es complicado tomar un rumbo nuevos, sin embargo, hay que arriesgarse, pues como dice el dicho si no cruzas el río, nunca sabrás que hay del otro lado.

Aeropuerto de Inglaterra

La pequeña rubia caminaba con una sonrisa en su rostro, al fin había llegado el gran día de viaje, pasaría una temporada en Argentina, por otro lado su acompañante estaba algo frustrado su intento por cambiar la beca y traspasarla a otro alumno no fue posible, así que prácticamente tuvo que viajar obligado.

—I'm so excited—dijo Emma dando pequeños saltitos.

—Se nota demasiado—dijo Benicio desinteresado.

— ¿Tú no lo estás?—preguntó la rubia.

—No, ya estuve en Argentina, pero la directora no quiso cambiar mi beca—respondió Benicio con molestia.

—Quizás la vida te está dando una segunda oportunidad—Emma sonó pensativa.

—Are you crazy, Emma—contestó Benicio soltando una leve sonrisa.

—Tal vez, pero piénsalo—dijo Emma mientras subían al avión.

Se sentaron en sus respectivos asientos uno al lado del otro, cuando el avión estaba por despegar se sintió un leve movimiento, que asustó a Benicio haciendo que apretara la mano de Emma, la cual solo rio, y luego el movimiento se detuvo el chico retiró su mano de la rubia, la cual no podía dejar de reir.

—Buen viaje—comentó Benicio.

—Good Luck—dijo ella aun riendo.

Aeropuerto de Buenos Aires, Argentina.

La cabellera rubia de un chicos se distinguía entre toda esa multitud que venía llegando algunos turistas, otros estudiantes, y otros como él que regresaban a su país natal, al fin y al cabo nada mejor que pasar las penas en la tierra que los ve nacer.

—¡Nico!—gritó un hombre captando la atención del rubio.

—¿Tío Gary?—dijo Nico sorprendido, de ver a su alocado tío recibiéndolo.

—¿Cómo estuvo el vuelo?—preguntó el hombre sonriente.

—Bien ¿Por qué no vino mi padre?—cuestionó el rubio, pues el había llamado a sus padres para que lo recogieran en el aeropuerto.

—Tenían una reunión con unos proveedores importantes—mencionó su tío—Pero dijeron que te esperan en casa—añadió.

—Prefiero quedarme en tu departamento, si no es una molestia claramente— pidió Nico.

—No hay problema, pero si llevas más gente avísame por favor—bromeó Gary y ambos rieron.

Nicolás sabía que su tío lo quería como si fuese un hijo, y aunque se haya equivocado eso no impidió que Nico se mantuviera en contacto con su tío, aunque le hubiese gustado que sus padres fueran a recogerlo, pero entendía el trabajo que tenían.

—Antes de irnos, una foto—dijo Nico sacando su celular.

Posaron el rubio tomó la foto, y juntos se fueron hasta el departamento de Gary.

Jam and Roller, Argentina

Como día miércoles estaba el ambiente en el Roller, es decir, no había ni mucha ni poca gente era un día de relajo, bueno dentro de lo que se puede considerar relajo, Ámbar caminaba tratando de esquivar a Simón quien había tratado de arreglar las cosas desde el día anterior, pero la rubia sabía perfectamente que ella también se había equivocado solo que no quería reconocerlo.

—Ámbar—Simón tomó su brazo cuando la encontró camino a la pista.

—Hola Simón—saludó Ámbar.

—Te fuiste temprano hoy—dijo Simón.

—Tenía cosas que pensar—contestó Ámbar seria.

—Ya no estemos enojados por fis—suplicó el mexicano.

—No puedo negarme a esa carita de perrito que haces—rio la rubia.

— ¿Entonces?—Simón sonrió.

—Oficialmente no estoy enojada contigo, y tú tampoco conmigo—Ámbar abrazó a Simón.

—Quiero conocer a tu padre—dijo Simón.

—Aún no es tiempo, o sea yo apenas lo estoy conociendo—dijo Ámbar un tanto nerviosa.

—Entiendo, por ahora tengo bastante con la señora Sharon—murmuró el castaño.

—Oye, Sharon se ha portado de maravilla con nosotros—dijo Ámbar.

—Lo sé, y sabes que me cae súper bien, y hablando de eso estuve buscando una nueva enfermera más calificada—avisó Simón.

—Me parece excelente, si algo le pasa a Sharon yo no sabría que hacer aunque haya aparecido mi padre... Siento que ella es la única a la que sí puedo llamar madre—Ámbar estaba un poco triste.

— ¿No has pensado en buscar a Sylvanna?—preguntó Simón.

—Ella dijo que la buscara cuando la necesitara, y como ves aun no sucede eso—respondió Ámbar con cierta molestia.

—Está bien amor, pero creo que deberías hablar con ella no se quizás puedas tener dos madres con las que puedas contar, yo creo que no pierdes nada en intentarlo—hablaba Simón tranquilo.

—Tal vez tengas razón, pero por ahora no lo veo necesario—dijo Ámbar con seguridad.

—Como tú digas, ahora voy a trabajar Pedro debe estar todo ajetreado—Simón se acercó a Ámbar y le dio un beso que sellaba su reconciliación.

—Lamento interrumpir, Ámbar llegaron los pedidos—avisó Pedro.

—No pasa nada Pedro, bueno voy a atender eso ustedes sigan trabajando—ordenó la rubia.

—¿Hubo reconciliación?—preguntó el pelinegro.

—Así parece, ¿Cómo va todo con Delfi?—preguntó Simón.

—Supongo que bien, iré a la cafetería—dijo Pedro y se fue.

Academia de comedia musical, Argentina

Las clases en la academia estaban tranquilas aun no era la época de presentaciones, por lo que los alumnos estaban relajados.

—Nico está en Argentina—gritó Jim al ver la foto de Nico.

— ¿Nico?—preguntó extrañada Yam.

—Sí, Nicolás Navarro nuestro amigo, resulta que volvió a Argentina—contestó la pelirroja.

— ¿Por qué habrá decidido regresar?—Yam no entendía nada.

—No lo sé, pero me gustaría verlo—respondió Jim sonriente.

— ¿Por qué tanto interés en verlo?—preguntó Yam con picardía.

—Pues es obvio, para hablar con él... A todo esto ¿Cómo te fue con Ramiro?—Jim cambió de tema radicalmente.

—Con Ramiro... Todo bien o sea normal igual que siempre, él sigue siendo el egocéntrico de siempre además no vino a ver a nadie, solo está aquí para ser jurado en una competencia de patinaje—contestó la rubia un tanto enojada.

—Oye se me acaba de ocurrir algo—dijo emocionada Jim— Una fiesta para los chicos—agregó.

—Pero ya hicimos una para Gastón—dijo Yam desinteresada.

—Sí, pero podríamos hacer otra para Ramiro y Nicolás algo más elaborada y más bonita con decoraciones—comentó Jim.

— ¿Crees que Ramiro quiera venir?—preguntó la rubia.

—De Ramiro te encargas tú, pero primero debemos hablar con Ámbar para ocupar el Roller—expresó la pelirroja.

Pista, Jam and Roller

Ser el encargado de la pista es un trabajo difícil, pues debes estar pendiente por si hay una caída y procurar de que se mantenga el orden, sin embargo, Eric disfrutaba de su trabajo tanto que hasta le había pedido a Ámbar que lo dejara en ese puesto siempre, aunque detrás de todo eso había algo más, y era el hecho de que se entretenía cada vez que Jazmín iba a entrenar hecho que a Nina no le agradaba mucho, pues cada vez se veía más interesado en la otra chica.

—Eric, ven ayúdame con un paso—dijo Jazmín.

—En seguida—contestó el chico, ambos chicos hicieron un paso en el que quedaban muy cerca, provocando ciertos nervios en ambos.

—Eric—interrumpió una voz.

—Nina ¿Viste nuestro paso?—preguntó Jazmín.

—Sí, lo vi—respondió la pelinegra seca.

—Bueno, yo me voy luego hablamos—Jazmín salió rápidamente de la pista dejando a la pareja sola.

—Nos salió bien el paso—murmuró Eric.

—Demasiado bien diría yo—dijo Nina con molestia.

—Nina, no es lo que te imaginas—se defendió Eric—Jaz es una amiga, y me ha estado enseñando de patinaje—explicó.

— ¿Jaz? ¿Desde cuándo tienen tanta confianza?—Nina parecía enojada.

— ¿Me estás haciendo una escena de celos?—preguntó Eric.

—No, solo te digo lo que vi—explicó Nina con los brazos cruzados.

—Estás viendo cosas donde no las hay, y ahora si no te molesta debo trabajar hablamos luego—Eric le dio un beso en la frente a Nina y se fue.

*****

—Delfi no esperaba verte—dijo Pedro sorprendido.

—Últimamente no me esperas—dijo Delfi.

— ¿Pasa algo?—preguntó extrañado Pedro.

—No sé, dime tú—Delfi jugaba con su jugo.

—Delfi, no entiendo explícame por favor—Pedro se sentó junto a ella.

—Bueno Pedro, no sé si pasa algo en esta relación o solo estamos por estar—explicó la chica con seriedad.

— ¿A qué quieres llegar con todo esto?—Pedro no entendía muy bien lo que Delfi decía.

—A que ¿Por qué seguimos juntos?—preguntó Delfi.

—Eso es obvio estamos juntos por amor—respondió segura Pedro.

—Lo sé, pero entonces no me queda claro ¿Por qué no llegaste ayer?—cuestionó molesta.

— ¿Ayer?—se preguntó a sí mismo— Delfi lo siento, Nina quería que la ayudara con algo y se me pasó el tiempo de verdad lo lamento—explicó Pedro.

—Nina necesitaba ayuda, y justo tenías que ayudarla tú no podía ser Eric o alguien más, Pedro era nuestro aniversario y tu preferiste hacer otra cosa—alegó Delfi.

—De verdad lo siento, entiendo si estas enojada pero no es para tanto—dijo Pedro tomando la mano de la chica.

— ¿No es para tanto? Era nuestro aniversario—dijo Delfi.

—Bueno lo siento, podemos celebrarlo el fin de semana prometo llevarte a la playa—afirmó Pedro.

—Esto no se arregla con una simple salida, pero acepto ir a la playa—Delfi soltó una pequeña sonrisa.

—Prometo no fallar esta vez, ahora debo volver al trabajo—Pedro le dio un corto beso en los labios, y se fue a atender las otras mesas.

— ¿Puedo sentarme?—preguntó.

—Gastón, claro que si—respondió ella sonriente.

— ¿Por qué siempre que vengo a hablar con Ámbar no está?—preguntó el chico.

—Siempre está muy ocupada tal vez si la esperas puedes encontrarla—dijo Delfi.

—Te haré compañía entonces—dijo Gastón con su clásica sonrisa.

—Siempre serás buena compañía—Delfi le devolvió la sonrisa.

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Capítulo nuevo!!!!

Las Amo!