Yamila Sánchez caminaba a paso veloz por las calles de Buenos Aires no quería llegar tarde a su clase de interpretación, menos hoy que comenzaba su segundo año en la academia de comedia musical no podía creer que ya habían pasado dos años desde que logró entrar, increíblemente el tiempo pasaba muy rápido.

Se detuvo un momento a pensar en sus amigos ¿Qué sería de ellos? ¿Estarán cumpliendo sus sueños? ¿Serán felices? En especial pensaba en Ramiro quien se había vuelto a Chile, y desde ese entonces el contacto entre ambos era escaso, y cada vez la rubia tenía menos esperanzas de que algo pudiera pasar.

—Yami, llegarás tarde—una voz masculina la sacó de sus pensamientos.

— ¿Gustavo?—saludó al chico.

—Lo siento por asustarte, pero te vi caminar muy lento—dijo el chico.

Gustavo era su compañero de clases desde el primer día se hicieron amigos, aunque el chico quiere ser algo más que un amigo, pero Yam no se ha dado cuenta o simplemente no quiere darse cuenta, Tavo como de cariño le llama es la clase de chico que se podría denominar perfecto tan perfecto que daría miedo.

—Venía pensando—dijo Yam con nostalgia.

—¿En cómo serán las clases?—preguntó Gustavo.

—Si, hoy tenemos interpretación, y no me siento muy segura—dijo preocupada.

—Yami tienes la mejor voz que he escuchado debes tener confianza en ti misma—le dijo Gustavo acariciando sus manos.

—Gracias—dijo Yam dándole un abrazo impulsivo esas palabras son las mismas que Ramiro diría, por eso quiso abrazarlo.

Ambos se separaron del abrazo y se encaminaron hacia la academia este año sí que traería sorpresas.

Jam and Roller

Ámbar Smith había sido recontratada para ser la encargada del Roller aunque ahora ella era accionista mayor gracias a la fortuna que su prima Luna compartió con ella, por lo que ahora podía tomar decisiones tranquilamente Simón, y Pedro seguían trabajando con ella.

—Necesitamos reorganizar el Roller—dijo Simón.

—Tengo varias ideas como poner Karaoke y abrir de noche—dijo Ámbar anotando todo en una agenda.

—Okay Ámbar, pero para eso deberás contratar más personal, porque Pedro y yo no daremos abasto, además la oportunidad de triunfar en la música esta a la vuelta de la esquina—decía el mexicano esperando que Ámbar pudiese entender.

—Mi amor tranquilo voy a contratar más personal solo necesito gente de confianza—dijo Ámbar besándole la mejilla.

La relación de ambos estaba bien encaminada se entendían de maravilla, y los problemas eran mínimos luego de dos años juntos la confianza es un elemento ganado, eso si no se tienen motivos para desconfiar, y no hablo de celos, sino de secretos familiares que aún siguen escondidos.

—Iré a atender unas mesas mientras Pedro llega y ensayamos algo—dijo Simón tomando su bandeja.

—Iré a ver como va el entrenamiento de Emilia—dijo entusiasmada.

Luego de que Juliana se fuera Emilia quedó a cargo del nuevo equipo, la mexicana había cambiado totalmente y era feliz entrenando a nuevas mini estrellas del patinaje, lamentablemente su historia con Benicio había terminado, pero de eso hablaremos más adelante.

—Emilia ¿Cómo vas?—preguntó Ámbar.

—Excelente ya tengo escogidos a los niños que completaran el equipo—respondió Emilia con entusiasmo.

Universidad mi futuro

Delfina Alzamendi venía saliendo de sus clases ya era el tercer año, y aunque estaba agotada de la universidad su carrera le encantaba, y quería ser la mejor. Seguía de novia con Pedro aunque su relación ya no era tan de novios estaban algo distante, y al parecer uno estaba más enamorado que el otro, pero ninguno se atrevía a decirlo por el miedo a herir a quien había sido su compañero estos últimos tres años, y terminar algo tan lindo no estaba en los planes de nadie.

—Delfi, Delfi te estoy hablando—la voz de Pedro interrumpió sus cavilaciones.

—Si estoy escuchando—dijo Delfi algo irritada.

— ¿Qué te estaba diciendo?—preguntó Pedro.

—Pedro lo siento estoy cansada—se excusó la chica.

—Entiendo pero parece que estás en otra sintonía—dijo Pedro comprensivo.

—La universidad me tiene estresada—volvió a decir Delfi.

—Pero tranquila tú puedes—expresó Pedro abrazando a la chica.

—Lo sé lamento no ponerte atención—se disculpó la pelinegra.

— ¿Quieres ir a comer algo?—preguntó Pedro.

—¿Tienes que ir al Roller?—preguntó Delfi.

—No tengo dos horas libres—respondió Pedro.

—No, quiero irme a casa—dijo Delfi desganada.

—Esta bien ¿Segura que no te pasa nada?—preguntó el chico perdiendo la paciencia un poco.

—Ya te expliqué ¿Me acompañarás o me voy sola?—preguntó ya enojada.

—Te acompaño, pero relájate—sugirió el chico para recibir una mirada de odio por parte de Delfi.

Las relaciones son difíciles luego de un tiempo entiendes que el amor se acaba, y que nada es para siempre...

Depto de Jim

Jimena Medina estaba decidida a terminar su tormentosa relación con Pablo un joven que conoció en una de sus salidas, llevaban un año y medio, pero nada era como la pelirroja se imaginaba el chico al principio era dulce, y muy atento con ella, pero de un momento a otro cambió radicalmente la celaba por todo, la obligó a vestirse de una forma, y menos que mantuviera contacto con amistades masculinas estar con él era un completo infierno para la joven.

Gracias a sus amigas Jimena se dio cuenta que eso no era amor, y decidió terminar la relación con Pablo quien no se lo tomó bien, pero ella se mantuvo firme y no regresó con él se cambió de departamento, y ahí estaba ordenando sus cosas en este nuevo espacio se le estaba haciendo tarde para su clase de danza contemporánea tomó sus cosas rápidamente y salió corriendo chocando con un chico que se le hacía conocido.

— Disculpa—dijo el muchacho.

— ¿Gastón?—preguntó Jim cuando levantó la vista.

— ¿Jim? Pero tú no vivías del otro lado—preguntó sorprendido.

—Una larga historia ¿Pero qué haces aquí?—interrogó la pelirroja contenta de ver a su amigo.

—Me cansé de Oxford ¿adónde vas?—preguntó.

—A la academia musical y de hecho voy un poco tarde—dijo ella.

—Te llevo entonces venía a buscar un depto. Pero están carísimos—dijo Gastón.

—Puedes quedarte en el mío asi me ayudarías con los gastos—sugirió la chica.

—Es buena idea, entonces te llevo a la academia y después te voy a buscar para pasar por mis cosas—dijo él, Jim solo asintió.

Por alguna razón Jim pensó que el que había vuelto era Nico y eso la hizo sentirse nerviosa ¿Qué haría si lo volvía a ver? ¿Cómo reaccionaría él?.

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Primer capítulo listo espero les guste

Besos!