Después de la anterior escena la madre del desorientado estaba haciendo la cena.

La pelirroja se recargaba la cabeza con la mano, se quedaba pensando en el apasionado beso que le dio ese desorientado.

- Hay Ryoga, eres un hombre muy fuerte y romántico - se decía ella misma mirando a la nada, pero después de unos segundos su cara cambió a una molesta y con algo de intriga.

- ¡Pero que me esta pasando!, como es posible que piense esas cosas de el solamente lo estoy ayudando, pero estar en este cuerpo me esta afectando mucho, ¡tengo que terminar esto rápido! - se dijo a ella misma.

La madre empezó a servir los platos en el comedor.

- ¡Ya esta lista la comida!, ¡vengan a comer! - Grito la madre indicando que la cena estaba lista.

La chica y el chico se sentaron para comer, los dos se preguntaban muchas cosas, la madre observó esta inquietud.

- ¿Cómo se conocieron ustedes dos? - Preguntó la madre con una sonrisa y observando a la pareja, mientras que ellos sentían un escalofrío porque no habían ideado para una pregunta.

- Piensa Ryoga, piensa, estas a muy lejos para que te descubran - el desorientado se decía así mismo mirando la comida.

- Señora Hibiki, Ryoga y yo nos conocimos porque el me salvo de un asaltante, después de un tiempo formamos una relación - decía la pelirroja a la madre del desorientado.

- Es eso cierto Ryoga? que bien que mi hijo te haya salvado - le contesto alegre la madre a la chica - Bueno, me tengo que ir por unos días - le dijo la madre a su hijo algo sería, pero sin quitar el tono amable característico de ella.

la madre casi por salir.

- Ryoga cuida bien de Ranko, ¡no se te valla a ir de las manos!, les deje una sorpresa - dijo la madre cerrando la puerta de la casa.

Ambos se quedaron callados por unos segundos.

- Bueno Ranma, iré a darme un baño, si quieres puedes darte uno después para volver a tu forma original - le dijo el desorientado a la pelirroja.

- Gracias Ryoga, pero me quedare así por esta noche - dijo la pelirroja.

El chico comenzó a buscar el baño, pero no lograba encontrarlo, es normal para una persona que no reconoce la derecha de la izquierda.

- Ranma ¿ Podrías hacerme un favor? decía el chico perdido en la casa

- ¿Cuál favor Ryoga? le preguntó la chica.

- ¿Podrías decirme donde esta el baño?, creo que me perdí - dijo el chico detrás de ella - Hay Ryoga que pasaría si no estuviera yo aquí - se decía a ella misma.

La chica lo guió al baño, dejando un camino con flechas que se dirigían a la habitación del chico, - si se pierde con esto, su nivel  de desorientación estará por los cielos, pero bueno que más da - dijo la pelirroja dirigiéndose a su habitación.

La pelirroja entro en la habitación, prendió la luz, la pelirroja vio un camino de rosas que terminaba en un corazón al centro de la cama, ademas de veladoras que daban un olor a frutas, la pelirroja empezó a fruncir el ceño.

- Conque ésta era la sorpresa que nos dejo Reiko - decía la chica mientras apretaba el puño.

La pelirroja empezó a apagar y quitar todas las veladoras, también las rosas que estaban tiradas dejando una habitación normal y sin otros fines.

- No crea que haremos eso - se dijo la pelirroja mientras soltaba un bostezo - creo que ya es hora de dormir - decía la chica mientras se recostaba en la cama, en pocos segundos se quedo dormida.

En otra parte de la casa el desorientado se estaba dando un baño a la vez que se cuestionaba muchas cosas, sobretodo porque su amigo-enemigo y ahora su falsa novia hacia eso por el.

- ¿Por qué Ranma habrá aceptado ese favor?, nunca me a ayudado cuando lo necesitaba, además que siempre se burlaba de las situaciones que pasaba, realmente no lo entiendo - decía el chico mirando el agua de la tina.

El chico terminó de bañarse, se cambió y dirigió por el camino de flechas que dejo anteriormente la pelirroja, al final del camino estaba su habitación, el chico abrió la puerta sin hacer mucho ruido, entro y cerro la puerta sutilmente, después de eso observó que en su cama había una pelirroja durmiendo plácidamente.

- Creo que Ranma ya no es el mismo de antes, aunque sigue siendo igual de inmaduro - dijo silenciosamente mientras observaba con detenimiento a la pelirroja.

El desorientado se recostó al lado de la pelirroja, giro un poco la cabeza y siguió observando.

- Ranma en realidad es muy hermosa en su forma de mujer, lastima que solamente sea una ilusión que pronto acabara - se dijo así mismo con una mirada algo triste.

Luego del anterior comentario, la chica comenzó a susurrar mientras dormía.

- Ryoga.. no hagas eso.. - decía la chica dormida, mientras mantenía una pequeña sonrisa, el chico se quedo pensando.

- ¿Qué estará soñando Ranma?, tal vez se lo pregunte mañana ya es muy tarde - decía el chico en voz baja mientras se incorporaba un poco más en la cama, bostezo y cerro los ojos.

Un momento después el desorientado abrió los ojos, se levantó extirando los brazos y dando un gran bostezo.

Vió que ya no estaba en la misma habitación de antes, ahora estaba en una un poco más espaciosa y algo más acogedora, le daba la sensación que había estado ahí antes, pero como el despistado que es, lo dejó aparte.

El chico salió de la cama para buscar una salida de esa habitación, por arte del destino logro encontrar la puerta, abrió y solamente se veía un pasillo que llevaba a unas escaleras y a otra habitación, aunque un agradable olor provenía de las escaleras lo que llamo la atención del chico, bajo por las escaleras y siguió el exquisito olor, el desorientado llego a una cocina donde había una mujer pelirroja con trenza, un poco mas pequeña de estatura.

- Veo que ya despertaste cariño, ya casi esta el desayuno - decía la chica sin voltear a ver - ¿quién eres tú? pregunto el chico desconcertado - la chica se volteo con el desayuno en las manos.

- Yo soy tu esposa, ¿qué ya no me recuerdas Ryoga?

- El chico se quedo boquiabierto y  despertó de golpe.

- RANMA!! - gritó el chico impactado, la chica se desperto por el grito y lanzó un golpe sacando de la cama al desorientado

- Se puede saber por qué estás gritando? Preguntó la chica molesta por haberla despertado.

- Ryoga se levantó del suelo - fue solamente una pesadilla - dijo el chico mientras intentaba mantenerse de pie - si como no - le respondió la chica.

Los dos se alistaron para comprar comida ya que Reiko les dejo comida caducada además debían cuidar la casa mientras ella no estaba.

Dojo Tendo

Dos hombres de mediana edad estaban jugando shõgi, parecía que no hubieran dormido en toda la noche anterior.

- Pronto le ganare Tendo por qué no se rinde de una vez? - dijo seguro de sus palabras.

- Más bien por que no se rinde usted Saotome? - dijo el otro hombre respondiendo la pregunta.

Saotome le respondió con una sonrisa.

- !Mire Tendo un ovni!! - dijo Genma apuntando en una dirección.

- Tendo se volteó rápidamente buscando ese objeto no identificado - donde, donde ésta?

Saotome aprovecho y giró el tablero término cruzandose los brazos y dando una sonrisa simplona a su rival.

Soun se giró para volver al juego.

- Creo que gane - dijo Genma alegremente.

- QUE!!, eso fue trampa Saotome - dijo Soun - Claro que no, acepte su derrota

En otra parte de la casa la menor de las Tendo se había despertado, ya era hora del desayuno, se alistó y bajó para desayunar.

- No ha llegado Ranma? - preguntó la chica al ver que no estaba en la mesa - Claro que no ha llegado, ese bueno para nada su único deber es casarse y nisiquiera se presenta - dijo Saotome cruzado de brazos y con el ceño fruncido.

- Luego llegara Saotome, no sea tan malo con el - dijo Soun mientras tomaba un poco de té - más le vale - dijo Genma aún con los brazos cruzados.

La mayor de las Tendo se dirigió dónde comía la de mediana edad..

- Nabiki podrías ir a comprar algo más de comida? - le preguntó la mayor en todo agradable y con una sonrisa - Ésta bien, pero me quedare con el cambio - dijo mientras se ponía de pié.

La mediana de las Tendo salió del dojo y fue en dirección al mercado.

Mientras la pelirroja y el desorientado compraban ahí, la mediana llego al mercado, compró algunas cosas que le pidió la mayor, pero aún le faltaban otras, buscó entre los otros mercados.

Llegó a uno, tomo las ultimas cosas y fue a pagar, había una fila de dos personas, con el paso del tiempo la mediana de las Tendo notó algo familiar en esas dos personas, aunque no lo daba por seguro.

-

Continuará..

Bueno, aquí esta la 4ta parte de esta historia espero que les guste tanto como ami, dejen sus sugerencias y puntos de vista de ésta historia en los comentarios, Nos vemos en el siguiente Capítulo!

Gracias por leer.