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SORPRESAS

SORPRESAS

Lincoln iba pedaleando para llegar a la escuela. Se mantenía en un pequeño conflicto con lo que acaba de presenciar. No sabia si ella lo estaba diciendo de verdad, o tal vez podía ser un acto muy convincente.

"Quizá ella esta mintiendo como siempre, ella es igual que las demás, eso me lo dejo en claro me dijo que nada de lo que hicimos valió para ella. Como si en verdad le importara algo de lo que me pasara, si también por ella tuve que soportar mucho.

Pero bueno, como se lo dije, sus palabras no valen nada para mí, y tampoco nada de lo que haga." Dijo y siguió pedaleando.

En eso sonó su teléfono. "¿Hola?"

"Hola Lincoln, soy yo Liam." Contesto el chico.

"¿Qué sucede? ¿Por qué usas el teléfono de Sayaka?" Pregunto el peliblanco.

"Quería avisarte que no podremos ir hoy a la escuela. Sayaka se enfermó, y estoy aquí con ella y sus padres." Dijo Liam.

"Ya veo... Entonces cuídala, nos mantienes en contacto a mí y a Rachel." Dijo el peliblanco y colgó la llamada.

Llego a la escuela y guardo su bicicleta. Entro al colegio hasta llegar al salón, tenia sus dudas con respecto a Liam, podía decirse que estaba siendo duro con él, pero en parte se podía entender que no confiara en el luego de lo que él había hecho junto con Chandler, eso si le añades que son pocas las personas con las que podía confiar, no era de sorprenderse.

Saco su cuaderno y quiso dibujar esta vez para distraerse un poco antes de que comenzaran las clases. Primero comenzó a dibujar un par de ojos con detalle, agregando un color dorado en el proceso, posteriormente fue formando la estructura del rostro y de la cabeza. El cabello largo le dio un color negro y daba a resaltar las cejas y pestañas.

El peliblanco se detuvo por un momento. "(Ha pasado tiempo, lo recuerdo como si fuera ayer... Porque las cosas tenían que acabar de ese modo... Solo...)"

"Hola Lincoln."

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando miro a quien la estaba saludando. Era Rachel, pero ahora no vestía de su típica playera blanca y sus shorts azules, ahora portaba un vestido amarillo, chaqueta de mezclilla azul corta, debajo llevaba jeans del mismo color, y zapatillas color dorado.

Se había quedado pasmado por lo que estaba viendo. Sus ojos lo engañaban o realmente estaba viendo a su amiga con un nuevo look, se veía, ¿Linda?

"Ho-hola Rachel." Saludo el peliblanco aun con la sorpresa.

"Disculpa la tardanza, hubo un poco de retraso en el viaje." Dijo la pelinegra.

(Una hora antes.)

Rachel se había levantado de su cama, teniendo el pelo desordenado y con algunos tubos amarrándolo, una mascarilla verde y vestido para dormir rosa. Se lavo la cara y comenzó a arreglarse de a poco, y se puso sus típicas ropas.

Se miro al espejo, y sentía que era hora de probar algo nuevo con la cantidad de ropa que tenía.

"Veamos. Que me pondré para hoy."

El primer conjunto era de una blusa amarilla, pantalones cortos y una gorra de inverno.

"Umm no, me veo como la hija sacada de un comic odiado y forzado."

El segundo conjunto era de un suerte negro y una falda amarilla.

"Umm no, parezco una emo que solo odia por odiar."

El tercer conjunto era de una playera amarilla con un overol del mismo color, pero más claro.

"Umm no, me veo un poco gorda con esto."

Se estaba desesperando un poco porque no podía encontrar nada que pudiera ponerse para la ocasión.

"¿Qué me pongo? ¿Le pongo más empeño o algo más natural? ¿Estará mal? Maldición." Decía la pelinegra. Y se detuvo por un momento cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo.

"¿Por qué rayos estoy pensando en que ponerme? Solo iré a almorzar con Lincoln y eso no tiene nada de raro o especial." Dijo Rachel con un poco de molestia.

"Rachel, ya es hora de irnos." Dijo Michelle entrando a la habitación y mirando todo el desastre. "Muy bien, ¿Cuál es tu excusa?"

"Solo... no encuentro algo para ponerme." Dijo Rachel.

"... Déjame adivinar, Lincoln te invito a algún lado y no decides que ponerte ¿Verdad?" Decía la mayor con una sonrisa de satisfacción.

"No es así, sino que..." Decía Rachel, pero su hermana la interrumpió.

"No perdamos el tiempo y te ayudare a vestirte para tu chico." Dijo Michelle con entusiasmo.

Michelle analizo el guardarropa y encontró lo que necesitaba para vestir a su hermana menor. Cuando Rachel salió de cambiarse, se puso enfrente de Michelle.

"¿Cómo me veo?" Pregunto Rachel.

"Te ves bien hermanita." Contesto la mayor

"¿En serio me vere bien con esto?" Preguntaba la pequeña al mirarse al espejo.

"Créeme hermanita, Lincoln quedara impresionado cuando te vea. Me alegra que estes tomando la iniciativa hermanita." Dijo Michelle.

"Bueno... creo que la ocasión es especial." Dijo Rachel enrojeciendo sus mejillas.

"Diviértete, solo no llegues tarde." Dijo Michelle lo ultimo con un tono autoritario.

"Si mama." Respondió la pequeña con burla.

Retornando al presente, Lincoln seguía sorprendido por el nuevo look de su amiga, debía reconocer que se veía increíble, incluso hasta el punto de que su corazón dio unas pequeñas punzadas.

"¿Lincoln?" Preguntaba la pelinegra porque no respondía.

"Em... (Sacude la cabeza.) Disculpa, me distraje un poco." Dijo Lincoln con un poco de nervios.

"(Al parecer si funciono, le debo una a Michelle.) Descuida. Oye, Sayaka no ha llegado, ¿No sabes que paso?"

"Liam me dijo que esta con ella en su casa, se enfermo y él la esta cuidando." Comento el peliblanco. "Quizá después de las clases podemos pasar a verla."

"Claro, aunque Liam no me genera confianza, ¿Qué me dices tú? Ya que lo conoces mejor."

"Pues tampoco me da buena espina, pero sabe que si hace algo estúpido se las vera conmigo. Si realmente quiere nuestra confianza se la tendrá que ganar." Dijo Lincoln.

"Dime Lincoln, ¿Qué fue exactamente lo que paso entre tu y Liam?" Pregunto la pelinegra.

"Bueno Rachel, las cosas sucedían cuarto grado. Por lo general era aguantar las tonterías de esos idiotas, y lo peor de todo, es que Liam lo considere un amigo." Dijo Lincoln.

Una escena retrospectiva se hizo presente mientras el peliblanco seguía contando el recuerdo.

"Veras, tenia mi grupo de amigos cuando tenia 8 años, en ellos estaba Zach, Rusty, Stella, Clyde y Liam. Todo estaba bien entre nosotros, hasta que Chandler se apareció en el medio."

El grupo de Lincoln estaba almorzando en la cafetería, platicando sus cosas y riendo en el proceso. De pronto, el chico pelirrojo hizo acto de presencia, pidiendo unirse al grupo. Los demás estaban conformes y contentos por tener a alguien popular en su grupo, Lincoln no estaba del todo convencido, pero tampoco se opuso ante la decisión del grupo.

Los días fueron pasando y las cosas empezaron a cambiar en el grupo.

"Chandler se puso en la cima de la pirámide, y a lo que llame amigos una vez, cambiaron. Él supo desde el principio que yo no lo acepte, y la gran parte del tiempo lograba que ellos se distanciaran de mí. Me veían con un rostro de que no les importaba, ya no me invitaban a pasar el rato con ellos, incluso me empezaron a hacer bromas pesadas solo por al idiota se le hacia divertido molestarme." Dijo El peliblanco.

Bromas como el calzón chino, llenar su casillero con basura, dañar su pupitre, mojarlo, eran cosas que le pasaban al peliblanco. Posteriormente no era el único que las recibía, luego más compañeros fueron cayendo ante las bromas de su antiguo grupo.

"Estaba solo, cuando decidí confrontarlos, solo me dijeron que nunca serian amigos de alguien como yo, que solo me utilizaban para sus propios fines, así fue como mi grupo de "Amigos", si se le puede llamar así, me terminaron dando la espalda.

Obviamente estaba dolido, y cuando se lo conté a mi familia, por lo menos puedo decir que hubo consuelo por parte algunas."

Se veía un pequeño Lincoln llorando porque ahora estaba solo, los que una vez considero amigos le dieron la espalda, y todavía aun recibía las burlas de los demás cuando lo molestaban.

"Ese día aprendí un par de cosas. La primera es que una vez que rompen tu confianza como a un espejo, por más que intentes repararlo, nada es igual..."

"¿Y dos...?"

"Si vas a dejarlo todo por una imagen o reputación, vivirás una mentira toda tu vida." Completo Lincoln. "Lo chistoso de todo, es que Chandler los desecho como si nada, más bien a Liam, Clyde y Stella."

"¿Qué ocurrió con ellos?"

"Clyde gracias a una sanción disciplinaria, sus padres se mudaron de la ciudad y lo cambiaron de escuela porque pensaron que se estaba volviendo un chico rebelde." Dijo Lincoln. "Recuerdo que esa vez vino llorando a mi para que lo ayudara."

Se veía a Clyde desesperado por la ayuda de Lincoln en los pasillos de la escuela.

"Por favor Lincoln, tienes que ayudarme, no quiero irme de esta escuela, y tu eres bueno convenciendo gente, solo te pido que me ayudes esta vez." Rogaba el chico.

"Lo siento Clyde, pero ahora no estoy en disponibilidad de ayudarte, después de la escuela tengo que ir al juego de Lynn." Dijo Lincoln quien trataba de hacerlo aun lado.

"Si esto es por las bromas que te he hecho, déjame decirte que..." Decía, pero fue interrumpido.

"No lo digo tanto por eso Clyde, realmente tengo cosas que hacer, además, estoy seguro de que los demás te ayudaran." Dijo Lincoln quien se estaba yendo, hasta que Clyde lo agarro de su brazo.

"¿Es en serio? ¿Me vas a dejar solo? Por favor Lincoln, somos amigos." Dijo Clyde con desesperación.

"Eso debiste haber pensado antes Clyde." Dijo Lincoln y se soltó del agarre y salió del lugar.

"Y para Stella fue peor. Se dejo convencer para realizar una broma pesada al salón de maestros, pero no calculo bien sus movimientos, lo que provoco que fuera expulsada. Ella fue a verme cuando estaba en el salón de música, diciéndome un montón de cosas."

Se veía a Lincoln mirando con una cara despreocupada como la chica le estaba reclamando.

"¿VAS A DEJAR QUE ESTO ME PASE?"

"Lo siento Stella, pero no puedo hacer nada. Intente convencer al director, pero la decisión ya esta tomada. Además, no es mi culpa que te metieras en ese lio. No debiste haber escuchado a Chandler, y ve como te pago todo lo que tu y Clyde hicieron por él, les dio la espalda cuando lo necesitaban, siento mucho que pasara esto... pero en lo que me respecta... me dijiste que me mantuviera al margen... bueno... tus deseos son órdenes." Dijo el peliblanco marchándose de ahí.

Retornando al presente. "Así fue como mis primeros amigos terminaron así, los únicos que quedaron fueron Zach y Rusty, se volvieron igual de cretinos con el tiempo, lo último que supe de Clyde y de Stella es que ahora están en otras escuelas. Liam puede decirse que reacciono a tiempo. Pero..." decía el peliblanco.

"Trata de confiar." Respondió la pelinegra.

Lincoln se silencio al escuchar las palabras de su amiga.

"Normalmente te diría que no te fíes de él, pero Sayaka me conto que vio algo en el que lo hizo cambiar de opinión. Lo que quiso da a entender, fue que no lo hicieras por él, sino por ella en que le diéramos una oportunidad." Dijo Rachel. "Podemos empatizar en estas cosas, y como me enseñaste, entre nosotros hay que apoyarnos, y darnos cuenta de que la gente puede cambiar." Dijo Rachel.

"Si que has cambiado a como cuando nos conocimos. Veo que ahora te has vuelto más compasiva, me da gusto." Dijo Lincoln con una sonrisa. También provocando un leve sonrojo en la pelinegra, aunque ella se mantuvo con una pequeña sonrisa.

Las clases comenzaron, los alumnos llegaron al salón al igual que la maestra.

"Muy bien chicos, antes de comenzar con las clases, les quiero comentar que el viernes se entregaran las notas finales de la etapa parcial. Estamos cerca de finalizar el año así que les recomiendo que se pongan al corriente con sus estudios." Dijo la profesora.

Prosiguieron normalmente con las sesiones, hasta que la hora de la salida llego. Preparándose para salir, ambos fueron un momento a los sanitarios.

Por parte de Lincoln además de las necesidades, se lavo las manos y la cara.

"(Dios, porque estoy nervioso en salir con ella. No es la primera vez que ambos salimos solos, aunque debo admitir que ella se ve... linda.)" Pensó el peliblanco. "(Suspiro) (Cálmate Lincoln, solo es una salida a un restaurante un tanto elegante, pero nada especial.)"

Ahora pasando con Rachel, ella se miraba al espejo con una expresión de nervios. Sudaba un poco, pero lo removió al mojarse la cara.

"(Tranquilízate. Como puedo estar tan nerviosa ahora... No obstante, una parte de mi está bastante segura de que todo saldrá bien.)" Pensó la pelinegra. "(Solo me mantendré tranquila, y dejare que las cosas pasen, solo es una salida de amigos, no hay nada de especial en eso.)"

Ambos salieron de los sanitarios y se encontraron en la puerta de la escuela. Partieron con dirección al restaurante, conversaron un poco, hasta llegar, tuvieron la poca fortuna de que el lugar estuviera cerrado.

"Cerrado por reparaciones. Que mala suerte." Dijo Rachel con molestia.

"Descuida, conozco un lugar que queda cerca de por aquí, no será la gran cosa, pero creo que te puede gustar." Dijo Lincoln.

Ambos fueron caminando nuevamente, hasta llegar a un pequeño restaurante donde tenían función de karaoke.

"¿Blues Johns? ¿Una taberna?" Pregunto Rachel.

"No, un karaoke con comida. Yo se que no es lo que esperabas, más porque se que te gusta un poco de lujo, pero créeme que el lugar no esta mal." Dijo Lincoln.

"Oh no, no te preocupes Lincoln. De hecho, un poco de música vendría bien." Dijo Rachel.

Ambos entraron, se sentaron en la mesa y pudieron sus comidas.

"Um, no esta nada mal. ¿Hace cuanto vienes a este lugar?" Pregunto Rachel.

"Vengo unas cuantas veces, solo cuando estoy aburrido o quiero estar un rato a lado de la melodía." Dijo Lincoln. "¿Qué tal los tacos de spaghetti?"

"No pensé que supiera bien una combinación tan extraña, además de las salsas son excelentes por acá." Dijo Rachel.

"Digamos que es la especialidad del cocinero, aunque se pone loco cuando trabaja los lunes, por lo general esta un chico que le canta una canción extraña y le pide que tome un gran litro de leche." Conto el peliblanco.

"Si que pasan cosas locas por aquí, y yo que pensé que tu familia era la escala máxima." Dijo Rachel.

"Y eso que no te he contado de una chica que nos cuenta sus sueños de pasar a un mundo fantástico a través de una puerta pequeña, o de un chico que estuvo media hora hablando en un funeral y se había equivocado de salón, o de un adulto que siempre carga con un oso peluche todo el tiempo, y también de un niño que fue llevado se atoro en un dron y se fue volando." Decía el peliblanco.

"Jaja, en vez de llamarse Royal Woods debería llamarse Royal Madness. Y yo que creí que Detroit era el caos absoluto." Dijo Rachel.

"Si que has visitado varios lugares, ¿Hay alguno en especial?" Pregunto Lincoln.

"Una vez fui a Francia a visitar unos cuantos museos. Veía un montón de pinturas con mi familia, pero aplique lo que se sobre el arte, dices que esta bueno, aunque no entiendas nada de lo que ves en los lienzos. Lo único chistoso es que veíamos como un zorrillo perseguía una gatita en una perfumería." Dijo Rachel.

"Y uno creía haberlo visto todo, valla mundo en el que vivimos." Dijo Lincoln.

"Y que lo digas." Dijo Rachel. "Aun recuerdo varias cosas cuando estaba en mi anterior escuela, además de que tenia que soportar a la estúpida de Karla, también su prima era igual de insoportable solo por creerse la gran cosa, si por mi fuera las hubiera mandado a la enfermería cuando tenía la oportunidad después de lo que me hicieron." Decía la pelinegra cada vez que su furia iba incrementando.

"Wow, tranquila fiera. No es necesario que te pongas así... me imagino que fue lo que esas niñas te hicieron." Dijo Lincoln. "Es por eso que a veces yo prefería la soledad, a veces era mejor así...

"... Porque nadie te hace daño... lo comprendo Lincoln... porque no fuiste el único porque paso por eso... se puede decir que era un tanto similar..."

Nuevamente una escena retrospectiva se hacia presente.

"Recuerdo que había conocido a un chico cuando estábamos por iniciar el ciclo escolar."

Se podía presencia a Rachel sentada en su pupitre hasta que miro al chico quien se iba acercando a ella, ambos se saludaban y conversaban un poco.

"Solíamos pasar la mayor parte del tiempo juntos, su nombre era Logan, un chico rubio. En ese tiempo íbamos por helados, ir a los festivales, se podría decir que éramos algo más que solo un par de amigos saliendo...

Incluso hubo un tiempo en que se nos hacia imposible no poder salir a cada rato... básicamente el sentimiento era mutuo de que ambos nos queríamos... o al menos eso pensé...

Todo iba bien... pero luego se volvía más prepotente y grosero ante los demás, al punto de convertirse en un bravucón... Quería hacerlo recapacitar... aunque mis intentos eran en vano...

Hasta que un día, todo termino... Ese día llego...

Se veía como Rachel era empapada de agua que contenía varios peces, ese chico llego y comenzó a burlarse de ella junto con todo los demás, siendo grabada, humillada, y lo único que podía hacer era salir corriendo de ahí.

"Desde que ese tonto me humillo, me ha costado volver a confiar en los demás, por eso le había pedido a mi padre que inscribiera a las clases de Judo, como el también tiene conocimiento de ello, fue fácil convencerlo, además de que pensó que me ayudaría a formar mi carácter. Tuvo razón, y en el proceso tuvimos unos cuantos buenos momentos.

Una vez volvió a tratar de hacerme lo mismo, y no es necesario aclarar que le deje las cosas claras luego de darle su merecido, si mal no recuerdo fue un dolor fuerte cabeza, varios dientes fuera, un ojo morado, y un brazo roto. Pudo ser exagerado, pero realmente esas pocas veces no pude controlar mi furia."

"Si tu te preguntas que era lo que exactamente fuimos, pues... muy buenos amigos, incluso amigos con derecho... pero luego de que me tratara así, pues... ya no era nadie para mí, alguien inexistente, eso sin mencionar que no lo volví a ver luego de aquella paliza.

Simplemente dolió en su momento, incluso mi hermana tuvo que intervenir en ello, buscando cualquier cosa para animarme... funciono bien... incluso mis padres se vieron comprensivos ante la situación. Incluso a veces pienso que soy patética... solo mostraba mi lado duro ante los demás solo por no verme débil, pero al final eso me termino alejando de la posibilidad de poder tener a alguien que no huyera solo porque ven mi rostro indiferente." Contaba Rachel con un poco de melancolía.

"Rachel..."

"Si..."

"¿Recuerdas el momento en el que me dijiste que te importaba?" Pregunto.

La chica se sonrojo ante la pregunta del albino, claro que lo recordaba, pero porque quería obtener una respuesta de ello.

"S-si..."

"Esa ocasión no pude responderte porque no sabia que decir en el momento, además de que las cosas se habían puesto incomodas con lo del concierto." Decía el peliblanco.

"Jeje, si..." Dijo Rachel algo avergonzada.

"Desde que nos conocimos, nunca me imaginé que llegáramos a ser amigos, tanto tu como yo tuvimos nuestros prejuicios del uno sobre el otro. Nos fuimos conociendo más a fondo y nos enteramos que tenemos cosas en común, sin importar lo que la gente decía de nosotros.

Y me di cuenta que eres alguien especial, pero no especial solo por venir de una familia de alto linaje, sino alguien especial con el puedes sentirte identificado y valorado, puedes ser una chica ruda por fuera, pero por dentro eres un alguien comprensiva, audaz, y que se preocupa por los demás.

No importa cuán difícil sea nuestra situación, siempre estás ahí para nosotros, y así como tu me dijiste que te importo por lo que soy, puedo decir lo mismo de ti Rachel. Si nadie te valoro en el pasado, pues déjame decirles a esas personas que son unos verdaderos idiotas por no ver lo magnifica que eres.

Así que, si necesitas a alguien con quien poder expresarte sin temor a que te llamen débil, tanto yo, como Sayaka y Liam, estaremos para ti. Lo que trato de decir... es que... tú también me importas... no me importa lo que digan los demás... Tu eres mi mejor amiga."

Rachel si estaba algo sonrojada anteriormente, ahora estaba roja como un tomate, Lincoln había expresado todo su agradecimiento por no dejarlo solo, y corazón latía con fuerza, sentía mariposas en el estómago, y un mantenía una pequeña sonrisa en el rostro.

"Gracias Lincoln... Tú también eres mi mejor amigo."

Ambos sonrojados, se miraban con una pequeña sonrisa que decía muchas cosas, ninguno de los dos quería acabar con el momento, aunque claro, todo tiene un final.

"Buenas tardes a todos los presentes, el día de hoy tenemos una sorpresa para ustedes, para conmemorar los 3 años que lleva el karaoke de Blue Johns, hemos decidido que todas las mesas, entonen una canción, quienes ganen su comida será gratis."

Todos los presentes estaban emocionados por dicho evento, aunque para Lincoln y Rachel tenia otro significado.

"(¿Dos veces? ¿En serio? ¿Por qué te empeñas en hacernos difíciles las cosas?)" Pensaron ambos chicos.

Los clientes no lo hacían mal, aunque si les falta mucho como para entregar algo decente, pero digamos que por comida gratis harían su mejor esfuerzo. Llego el momento de Lincoln y Rachel, y la pantalla les puso la siguiente canción.

Lincoln

Un camino que hemos recorrido ha significado muchas cosas

Sin saber a lo que estoy sintiendo

Estos sentimientos tan extraños no me permiten pensar...
Aunque mi alma se siente más libre de todo el mundo
Cuando estas a mi lado, diciéndome que todo esta bien.

No se muy bien como expresar mis emociones sin sonar un estúpido,
Pero el amor es capaz de acabar con el razón del hombre,
La vida no es solo pensar, sino vivir con quien te hace feliz
Y estar contigo es lo que me hace feliz.

Y olvido lo cruel que puede llegar a ser este mundo.
Estoy dispuesto al cambio, y lo afrontare contigo,
Hasta el final de mis días.

Rachel

Podre ser renuente con no dejar ir mi dolor por el desamor
Pero no todas las personas querrán matarte
Sino quien querrá estar contigo hasta el fin.

Y cuando estoy contigo
Una felicidad atraviesa mi corazón,
Sin saber que es lo que voy a perder en el camino,
Lo que sí sé, es que este cambio no será en vano,
Sin importar lo que los demás digan
Yo quiero estar a tu lado.

Es un riesgo que voy a tomar,
Pero no me importa, solo quiero darlo todo por ser tu amiga,
Tu compañera, tu cómplice, sin importar
Lo que pierda en el camino.

Lincoln y Rachel

Sera un empezar de cero, pero mientras este contigo, nada importara,
Mi corazón quiere cambiar para estar a la altura de tus expectativas,
No decepcionarte, no hiriéndote.

Y como parte de ti, hare que el sacrificio valga la pena,
No importa si dejamos todo atrás,
Un empezar de cero, unirá nuestros lazos
Digamos adiós al dolor del pasado,
Enfocarnos en nuestro amor, y nuestro amor

Es nuestro presente, y nuestro futuro
En el que el día de nuestra partida,
Podamos estar juntos para la eternidad.

Terminaron de cantar, y el público aplaudía fuertemente a ambos jóvenes quienes habían entonado una gran canción romántica a la perfección. Lincoln se dio el momento para voltear a ver a Rachel, y nuevamente su cabeza le estaba haciendo estragos, recordando varias cosas, algo similar había en ella que no lo dejaba en paz.

"Lincoln." Esa voz familiar, retumbaba una y otra vez en su cabeza.

"Lincoln."

"¡Lincoln!" Rachel tuvo que hablarle un poco más fuerte para poder llamar la atención del peliblanco.

"Em ¿Qué?" Salió de sus pensamiento y vio que Rachel la estaba llamando.

"¿Estas bien?" Pregunto la pelinegra.

"Oh, si, solo me distraje por un momento." Dijo Lincoln. Ambos chicos bajaron del escenario.

"Esta noche demostraron un enorme talento, pero creo que todos sabemos quienes son los ganadores. El Joven amor son los ganadores." Dijo.

En ese momento se dirigieron hacia la mesa de Lincoln y Rachel, y marcaron su cuenta como pagada, además de llevarles comida empacada. Ambos chicos agradecieron y salieron del lugar.

En el trayecto no decían nada y tenían las miradas apartadas y con un leve sonrojo en sus rostros.

"No sabía que cantabas." Dijo Lincoln.

"No lo hago muy a menudo, pero a quien no le gusta la comida gratis." Dijo Rachel.

"Lo hiciste... muy bien." Comento el peliblanco.

"Gracias..."

Ambos fueron con dirección a la mansión River. Lincoln se despidió de Rachel y partió de ahí.

CONTINUARA...

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