Capitulo 7
Habían pasado varios días desde aquella primera cita y ambos tenían que admitir que el tiempo que pasaron juntos después de ese día había sido increíble, se habían vuelto inseparables, el pelinegro luego de la conversación que había tenido con su amiga había entendido que debía dejarse llevar por primera vez, y desde entonces pasaba todo su tiempo libre con Mew conociéndose mejor.
El castaño no había vuelto a intentar besar a Gulf, lo de aquella noche fue un impulso fomentado por la alegría de seguir saliendo con el pelinegro, pero eso no le molestaba en absoluto podía esperar el tiempo que fuera necesario.
Por su parte Gulf debía admitirse así mismo que quería volver a sentir esos labios sobre los suyos, luego de tantas conversaciones profundas con Meiko y algunas veces con Foei podía decir con toda seguridad que de verdad le gustaba Mew, le gustaba tanto que quería estar pegado a él todo el tiempo, quería ser algo más que amigos así después terminará con el corazón roto.
No obstante, habían tres cosas que le impedían entregarse por completo a la fantasía de tener una relación real con Mew, la primera de ellas el tiempo que le quedaba al cantante en Bangkok, el tiempo seguía corriendo y cada día faltaba menos para que esté se fuera a Corea , la segunda que aún sentía mucho miedo de volver a sentir lo de la última vez, aquella vez que decidió arriesgarse y dejar que una persona se acercara de la misma manera que lo estaba haciendo con Mew, la tercera y más importante era que todavía le resultaba difícil contarle la verdad de porque se estaba desnudando, lo cual era el tema de conversación que tenía con Meiko en esos momentos.
Estaban en un pequeño café no muy lejos de su apartamento, se habían sentado en el rincón más apartado para poder tener una conversación lo más privada posible mientras desayunaban, por ahora el silencio era lo único que reinaba entre ellos, estaban en sus propias mentes buscando las palabras correctas para poder seguir hablando.
Por una parte la chica quería que Gulf tuviera con Mew la misma felicidad que ella estaba sintiendo con Foei, pero el hecho de que el castaño tuviera que viajar pronto por trabajo sin saber cuándo regresaría y que el pelinegro no le dijera su secreto, que solo ella y Fluke su otro jefe sabían las cosas de complicaban, incluso su novio se lo había preguntado en una oportunidad, no le dio ninguna respuesta, no podía traicionar la confianza que había depositado Gulf en su persona, además de que no era su secreto para contar.
—No puedo obligarte a qué le digas nada a Mew, pero si realmente te gusta y quieres una oportunidad de ser feliz debes decírselo—, hablo por fin Meiko mirándolo a los ojos.
— ¿Crees que no lo sé?, ¡por supuesto que yo se eso!, pero tengo miedo a su reacción, no mucha gente simpatiza con mi historia.
—Pero eso no significa que Mew será como los demás, no sé si te has dado cuenta pero ese hombre te adora.
—También se eso, lo puedo ver en sus ojos y de la misma manera lo hago yo.
—Entonces, ¿que estas esperando?, te queda poco tiempo para estar con él.
—Una semana y media—, respondió en voz baja Gulf, ya el viaje del castaño tenía fecha y ese era el tiempo que les quedaba juntos.
—Muy poco tiempo si realmente quieres hacer algo real con la relación de ustedes, tienes que ser honesto con él desde el principio.
Gulf sabía que su amiga tenía razón, pero realmente no sabía cómo decírselo, Mew no le había vuelto a preguntar porque trabajaba como stripper desde que se había negado a darle una respuesta, aunque muy en el fondo sabía que no había dejado de tener curiosidad por saberlo y también sabía que no podía ocultárselo para siempre, Mew era diferente, solo tenía que darse valor y decirle todo la verdad.
Foei entro a la sala de su amigo, venia de comprar unas cosas para su tarde de chicos, cuando se encontró con una imagen que no espero ver a su regreso, en el sofá estaba sentado el castaño viendo una serie, bueno en realidad no le estaba prestando atención porque su mirada estaba triste y perdida en el espacio, cosa que le preocupo.
— ¿Estás bien?
—No lo sé—. Se encogió de hombros — Supongo que lo estoy, solo estaba pensando que pronto me voy a ir y me va tocar dejar atrás a Gulf.
—Sé que lo vas a extrañar—, dijo el hombre sentándose a su lado.
Mew solo soltó un suspiro triste, de verdad le gustaba ese pelinegro que se había metido en su corazón sin saberlo, quería tener una relación real con él, sin embargo no se dejaba de preguntar si valdría la pena sabiendo que se tenía que ir, no sabía cuánto tiempo pasaría hasta que se volvieran a ver, honestamente de solo pensarlo le dolía el pecho.
Estaba viviendo una pequeña crisis existencial junto a su amigo, quien no estaba seguro de cómo ayudarlo, para Foei el castaño se estaba empezando a ver desconsolado, quería hacer algo por él, pero ¿qué?, antes de que pudiera decir algo su teléfono comenzó a sonar, al mirar la pantalla se dio cuenta de que era Meiko, así que contesto rápidamente.
—Hola amor.
—Hola, ¿Mew está contigo?—. Fue la respuesta del otro lado de la línea.
—Si estoy con él, ¿porque?—, pregunto extrañado.
—Bien, dile que Gulf lo está buscando.
— ¿Gulf?—, interrogó viendo como el castaño se sentaba recto tan solo por la mención de ese nombre y le prestaba atención a su conversación teléfono.
—Si Gulf lo busca, pero no puede comunicarse con él, dile que quiere que se encuentren está noche a las ocho en el restaurante a dónde fueron a comer la primera vez, aquella cuando se conocieron.
—Está bien yo le digo, entonces... ¿Te veré más tarde?
—Por supuesto.
—Bien, entonces te paso recogiendo a la hora acordada.
—Te mando un beso, adiós.
Colgó el teléfono e inmediatamente le dijo a Mew su mensaje, este solo asintió y miro su celular para darse cuenta de que estaba completamente descargado, por eso Gulf no había podido localizarlo, se retiró a su habitación para ponerlo a cargar y buscar lo que se pondría esa noche, dejando en la sala a Foei quien se encogió de hombros y abrió una bolsa de papitas que había encontrado, tomo el control del televisor y lo cambio a una película de acción, se quedaría un rato más antes de tener que irse a prepararse para su propia cita con su novia.
Entre tanto Meiko después de colgar la llamada se quedó mirando a Gulf y le dijo: —No te pongas nervioso, todo saldrá bien está noche, cuando le digas tu secreto, él no te juzgará, estoy segura de eso y si lo hace yo misma iré y lo golpearé hasta hacerlo entrar en razón—. Levantó su puño haciendo que el pelinegro sonriera por lo graciosa que se veía dispuesta a darle unos cuantos golpes al castaño, no es como si de verdad pudiera hacerle mucho daño con sus pequeñas manos, pero la intención es lo que cuenta.
—Espero que tengas razón—. Se abrazó a ella antes de continuar hablando—No sé si podré volver a confiar en alguien más si Mew me rechaza—. Suspiro y se dejó reconfortar por ella, ya la cita estaba hecha solo había que esperar y ver cómo se daban las cosas.
Llegada la hora de la cita Gulf espero ansiosamente en el restaurante, justo en la misma mesa en la cual se habían sentado aquella primera vez, Meiko había pasado toda la tarde con él dándole ánimos hasta que la hora de su propia salida con Foei había llegado.
No espero por mucho tiempo porque Mew llegó puntual al lugar, lo cual lo había puesto más nervioso de lo que estaba, por fin iba a decirle la verdad sobre su pasado y porque estaba desnudándose en el club, aún no se sentía completamente seguro para hacerlo, pero quería ser completamente honesto con el castaño, debía hablar con él antes de que se fuera a Corea, tenía que ver si una relación entre ellos dos podía funcionar.
—Hola Gulf—. Saludo Mew acercándose a la mesa.
—Hola—. Ahora fue el pelinegro quien contesto con algo parecido a una sonrisa, en esos momentos se encontraba muy nervioso.
— ¿Entonces a qué se debe que me citaras aquí hoy?, no es que me importe mucho, ya sabes que me encanta pasar tiempo contigo—. Sonrió el castaño sentándose en la silla del frente.
Era ahora o nunca así que Gulf solo respiro hondo antes de volver hablar: —Mew, yo... Yo quiero decirte la razón por la que trabajo en Exótic Pasión.
Los ojos del contrario se abrieron en asombro, al escuchar esas palabras dejar los labios del pelinegro, ese hombre que estaba sentado en frente de verdad le gustaba y que estuviera dispuesto a contarle su secreto era un gran paso entre ellos dos, pero siendo sincero consigo mismo estaba seguro e que el chico aún no estaba completamente preparado para hacerlo, se le notaba el nerviosismo en sus palabras y acciones, así que se estiró sobre la mesa y lo tomo de la mano.
—No tienes por qué decírmelo sino quieres Gulf, no hay presión de mi parte, puedes decírmelo cuando de verdad estés listo para hacerlo.
—Lo sé, tú has sido muy paciente conmigo no me lo has preguntado desde aquella vez, pero yo quiero ser honesto contigo de la misma manera que tú lo has sido conmigo, solo escúchame, necesito decírtelo.
A Mew no le quedó más remedio que asentir y esperar a que el pelinegro estuviera listo para hablar, en ese ínterin una camarera se acercó a ellos para ofrecerles algo de tomar, bebidas que recibieron tan solo unos minutos después y la despidieron con la promesa de que la llamarían cuando estuvieran listos para ordenar.
Se quedaron mirando por unos segundos hasta que Gulf respiro hondo y decidió romper el silencio que reinaba entre los dos...
—La razón por la que me estoy desnudando en público es para proteger a mi madre—. Lo dijo, por fin la verdad que tan celosamente había guardado abandono sus labios —Yo era joven y nadie me iba a dar un trabajo, ¡por dios!, ¡estaba todavía en la escuela!, no tenía experiencia en nada y los trabajo que podían ofrecerme no pagaban lo suficiente para ayudarla, así que una noche salí a dar un paseo, quería despejar mi mente, llegué a un parque y allí conocí a un chico mayor que yo, su nombre era Nodt, no sé cómo paso pero terminé contándole mis problemas.
Gulf tomo un sorbo de la bebida que tenía en frente mientras que Mew solo lo miraba querido saber a dónde quería llegar, lo dejaría que le contara todo lo que quisiera, así que no soltó su mano para darle fuerzas y que pudiera continuar con su relato.
—Entonces fue cuando me dijo que podía ayudarme, que conocía de un trabajo en donde que pagaría mucho dinero fácilmente en tan solo una noche, al principio pensé que me hablaba de prostitución, así que me negué rápidamente, pero luego me dijo que no era nada de eso pero que si me quitaría la ropa, que era un buen trabajo que podía hacer por un tiempo en lo que la enfermedad de mi madre mejoraba.
—Y entonces así empezaste a desnudarte—. Afirmo el castaño solo para estar seguros de lo que estaba escuchando, entendía que había sido por una situación algo desesperada.
—Si allí comenzó todo, aquella noche yo estaba nervioso por conocer a su jefe y más aún por lo rápido que me aceptaron en ese trabajo, pero cumplieron lo que me prometieron me pagaban miles por noche, eso junto con otro trabajo de medio tiempo en la biblioteca local me ayudó a pagar el tratamiento de mi mamá, ella tenía cáncer y justo en aquel entonces necesitábamos hacerle una cirugía para la cual no tenía dinero; pero el trabajo de stripper me ayudó a pagarla y mi madre por fin entro en remisión, el cáncer se había extirpado, para ese momento ya había decidido dejar de desnudarme, sin embargo debí suponer que aquello no duraría, había hecho un trato con las personas equivocadas aunque eso lo supe cuando ya era tarde, Nodt me busco y me dijo que su jefe quería verme, resulta que aquel hombre quería que le devolviera todo el dinero que me había pagado y que ya se había gastado en las cuentas médicas de mi madre.
— ¡Dios Gulf!, ¡eras tan joven!, no había manera de que pudieras devolvérselo.
—Lo sé, en ese momento yo estaba muy nervioso, no sabía que hacer estaba a punto de colapsar hasta que Nodt intervino en la conversación, hizo un trato con su jefe, ambos sabían que un joven no podía devolver millones en tan solo tres meses que era el tiempo que me estaba dando para que pagará.
— ¿Millones?—, pregunto Mew con los ojos muy abiertos.
—Sí, no sé si eso era realmente lo que debía, solo sé que debía mucho dinero, no lleve la cuenta de lo que ellos me pagaban, era muy joven y todo lo que me importaba era salvar a mi madre, el trato propuesto fue que yo seguiría trabajando como stripper hasta que pagará la deuda, en ese momento sería libre, acepte y Nodt fue asignado para asegurarse de que cumpliera con mi parte del trato, no obstante la cosa no iba a ser fácil, aquel hombre decidió agregarle intereses a la deuda, de eso ya han pasado casi 6 años y no he terminado de pagar aunque mando dinero mensualmente y mientras lo haga mi mamá va a estar a salvo.
El castaño solo lo miro fijamente después de procesar parte de su historia, no podía creer por todo lo que había tenido que pasar solo para proteger a su madre de un mafioso, porque si, él había sabido leer entre líneas y se había dado cuenta de lo que no estaba diciendo, ese hombre lo tenía bajo amenaza para que siguiera pagando una deuda que estaba seguro no era tan elevada como le habían hecho creer, movió su silla y se sentó más cerca del pelinegro para poder secarle las lágrimas que no habían dejado de caer desde que había comenzado con su relato.
—Gulf cariño no te juzgo por las decisiones que debiste tomar, sé que el bienestar de tu madre estaba por encima de cualquier cosa en aquel momento y tenías que hacer lo necesario para verla sana, nadie puede juzgarte por haber tomado ese camino.
—Eso me lo he repetido millones de veces a mí mismo, pero aún no dejo de pensar que fui bastante ingenuo al pensar que un trabajo de ese tipo no iba a tener consecuencias, aquel club no era como el de James, también debí de darme cuenta de las verdaderas intenciones de Nodt, él no estaba de mi parte, todo fue un plan para asegurarse de que siguiera siendo un stripper, lo peor de todo es que él sigue vigilándome para que cumpla con mi parte del trato.
— ¿De verdad?
—Sí, pero ese no es el problema en sí, sino lo que pasó entre nosotros dos— Gulf lo miro a los ojos con un poco de vergüenza antes de seguir hablando —Llevaba un año desnudándome para pagar mi deuda cuando Nodt y yo comenzamos a salir, yo siempre supe que me atraían los chicos, y Nodt fue el primero en mi vida que realmente me gustó, él fue con el cumplí mis primeras veces, mi primer novio, mi primer beso, mi primera vez con un hombre, en aquel momento pensé que estaba enamorado de él y que íbamos a ser felices juntos a pesar del mundo en el que vivíamos y la manera como nos habíamos conocido, no obstante todo se rompió en tan solo unos segundos, un día lo encontré engañándome con una mujer, que resultó ser su prometida, todo fue una farsa, yo nunca le interese de verdad.
—Eso si es jodido, mira que ilusionarte cuando no sentía nada por ti—. Le apretó la mano queriendo hacerle saber que estaba allí con él.
—Aquello me afectó mucho, tanto que decidí venirme a Bangkok, le dije a mi mamá que vendría a estudiar a la universidad, al principio ella no quería dejarme venir pero después lo pensó mejor y lo acepto, estoy tranquilo porque una tía se está haciendo cargo de ella y la llamo casi todos los días para ver cómo está, pero evidentemente no fui a la universidad, sino que encontré un empleo en Exótic Pasión mientras me hospedaba en un hotel, allí fue cuando conocí a Meiko y me hice su amigo, una noche la escuché hablando de que necesitaba un compañero de apartamento, así que me ofrecí a vivir con ella, cuando ya estaba un poco más estable acepte el puesto de camarero en el café que me viste el otro día, no quería que todo mi ingreso fuera por quitarme la ropa, después de todo ese dinero siempre termina en las manos de aquel mafioso y aún tengo que enviarle dinero a mi mamá y pagar mi alquiler, de vez en cuando Nodt se aparece por el club para asegurarse de que sigo allí, solo me mira y se va, no interactuamos y es lo mejor, James no sabe nada de esta parte de mi vida, se preocuparía por mí—. Sonrió al pensar en su jefe, quien no era malo como aquel hombre, él solo dirigía su club elegante como un lugar de entretenimiento para las personas.
Mew después de escuchar toda la historia de Gulf no pudo hacer otra cosa que no fuera abrazarlo, sosteniéndolo fuerte, haciendo que su cabeza se acomodara en la curva de su cuello, para dejarlo desahogarse por todo lo el tiempo que había estado conteniendo aquel secreto, no les importaba que los pocos clientes que estaba en el local se los quedaran mirando, ellos se habían metido en su burbuja en la que lo único que importaba era que el pelinegro se sintiera mejor.
—Como te dije antes, no te juzgo y aún no puedo entender cómo ese hombre te hizo algo así, te ilusiono para luego dejarte caer de bruces contra el pavimento, tu mereces a alguien que te amé incondicionalmente pase lo que pase, como yo lo hago, quiero que sepas que estarte allí para ti en las buenas y malas y no pienso menos de ti por lo que tuviste que hacer o por el trabajo que todavía haces, ahora te admiro por ello, dejaste de lado tus sueños por ayudar a tu madre y me alegro de que confiaras en mi lo suficiente como para decirme la verdad—. Le dio un beso en los cabellos apretándolo más contra sí.
—Eso es porque realmente me gustas y no quiero que hayan secretos entre nosotros dos—. Se acurrucó en su pecho mientras inhalaba el olor de su perfume.
—Tú también me gustas mucho aunque estoy seguro de que eso ya lo sabes y espero poder llamarte mi novio antes de que me tenga que ir a Corea—. Lo beso ahora en la cien dejando las cartas sobre la mesa, no se iba a echar para atrás, quería estar con Gulf y encontraría una manera que su relación funcionará.
—Acepto ser tu novio—, respondió el más joven con una sonrisa.
Para ese momento Mew estaba sonriendo de oreja a oreja y dejo un beso en sus labios haciéndole saber que estaba muy feliz; por su parte Gulf también estaba muy alegre porque el castaño no lo había rechazado, este había sido muy compresivo con su situación y hasta le había pedido ser novios.
Nunca antes había conocido a alguien como él, alguien con un corazón tan grande, bondadoso, comprensivo con los demás, que no juzga a las personas por lo que se dedican o lo que han hecho en su vida, Mew era demasiado increíble para ser verdad, esperaba no perderlo en el futuro previsible, no importaba que esté tuviera que irse de viaje a Corea, lo de ellos tenía que funcionar, estaba enamorándose del castaño, si es que ya no estaba, simplemente no podía dejarlo ir, era de esos hombres que solo se presentaban una vez en tu vida y tenías que sujetarlo fuerte con ambas manos para no dejarlo ir, haría todo lo que fuera posible para que Mew Suppasit fuera su para siempre.
Personajes
Nodt Nuthasid
Bueno ya saben cual era el secreto de Gulf como les dije en el primer capitulo esta va a ser una historia corta así que ya entramos a los últimos capítulos.
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