✿Capítulo 27✿
No sabía dónde se encontraba, lo último que recordaba era estar sentado en aquel bar, bebiendo sin control mientras lloraba sobre la barra.
La cama en la que se encontraba le era vagamente familiar, sin embargo, seguía sin descubrir de donde, por qué y de quién.
Mirando a su alrededor intento reconocer aquella habitación, sin embargo, si cerebro aún seguía atolondrado y muy confundido.
Sosteniendo su cabeza ante el dolor que le atenazaba, SeokJin se levantó de la cama, observando las paredes de un tono azul claro vagamente familiares y salió de la habitación.
Camino con pasó torpe por el pasillo que llevaba a la sala de estar y se detuvo en cuanto vio a su amigo saliendo de la cocina.
—Oh, despertaste al fin —dijo el pelirrojo mirando a su mejor amigo acercándose por el pasillo—. Te traeré algo de agua, toma asiento.
Jimin giró sobre sus talones y volvió por el camino que venía, dejando a SeokJin en la sala de su hogar confundido y mareado.
SeokJin aún se encontraba un poco ebrio dada la gran cantidad de alcohol que había ingerido, así que con pasó torpe se acercó al sofá y se dejó caer en él. Vagamente recordaba haberse quedado dormido en aquel lugar y negó avergonzado al darse cuenta que su amigo tuvo que cargarle hasta la habitación.
—Toma —Jimin se acercó hasta donde se encontraba sentado, le extendió un vaso lleno de agua y se sentó a su lado sin pronunciar una palabra.
—Lo lamento —fue lo primero que dijo SeokJin en cuanto tuvo la garganta hidratada—, yo... ¿Cómo llegue aquí?
—Ni siquiera yo lo sé —respondió Jimin, girándose un poco para mirarle—, simplemente apareciste en mi puerta completamente borracho.
El pelinegro apretó con fuerza sus ojos, intentando recordar algo, pero imágenes vagas y sin claridad llegaban en cambio.
—Lo siento, no sé que sucedió —dijo al fin.
—Yo si sé que sucedió —dijo Jimin, la mirada de SeokJin se levantó de golpe, mirando a su amigo a la espera de que hablara—. Min Yoongi y su casi beso.
—¿Cómo lo...?
—Lo dijiste cuando llegaste —Jimin se encogió de hombros.
—Ah...
—Jin —lo interrumpió el pelirrojo—, esto se está saliendo de control, tu situación con Yoongi es complicada, lo entiendo, pero permanecer a lado de Jungkook lo esta complicando aún más, estás perdiendo el foco, Jin.
—Lo sé pero... —colocó el vaso sobre la mesita de noche y se giró para mirar a su amigo—. En cierta manera, Jungkook tiene razón, se que esta haciendo las cosas de la manera equivocada, pero lo que Yoongi y yo tenemos no es muy correcto de todas maneras.
Jimin suspiro.
—Sé que una relación con un alumno no era bien vista, se que existen demasiados riesgos en ella, pero mírate —frunció su ceño—, este no es, para nada, el SeokJin que yo conocí.
—Minnie...
—No, Jin —el pelirrojo negó—, esto te está consumiendo y asumo que el chico se ha de encontrar en las mismas o peores condiciones, solo hay que verle para darse cuenta.
—Pero no sé que debo hacer, si dejo a Jungkook va a hablar, expondrá la fotografía que nos tomo y todo se irá a la mierda —dijo con evidente frustración, despeinando sus cabellos.
—Lo sé, pero tampoco te puedes quedar a su lado por más tiempo. Mira como te encuentras ahora, dios, en todo el tiempo que te conozco, nunca te había visto tan perdido y ebrio como hace rato.
—Yo, de verdad lamento haber llegado de esa manera, Jiminnie, en verdad, no sé que me sucedió, yo solo...
—No te apures, solo, solo piensa en una solución a esta situación, no quiero ver a mi mejor amigo hundido en depresión.
Dicho aquello, el pelirrojo se acercó para abrazar a su amigo, sobando su cabellos en un intento de calmar los sollozos que el mayor intentaba acallar.
Otro día más soportando aquella situación. A estas alturas, Yoongi sentía que haberse quedado exento de ese extraño sentimiento que albergaba su corazón habría sido mucho mejor.
Y es que tener que soportar verle, después de haber estado entre sus brazos y disfrutar de sus labios no le ayudaba en nada. Posiblemente haberle odiado siempre habría sido la solución, pero no.
Yoongi definitivamente se sentía estúpido, y es que había caído tan rápido por aquel hombre, había caído tan profundo, había creído todas y cada una de sus palabras que sin ningún tipo de salvavidas se había lanzado a por ello. Y ahora, aquí se encontraba, sentado en su mesa-banco observando a SeokJin con ojeras bajo sus ojos, con mirada triste y suspirando cada tanto.
Porque aunque los días pasaran, su corazón seguía sintiendo aquel inmenso amor por el pelinegro, más aún después de su casi beso del día anterior. Ese casi beso que le había hecho soltar un mar de lágrimas en cuanto tocó su cama.
No supo en qué momento la clase termino, ni siquiera supo en qué momento el día mismo había terminado, y es que Yoongi se había vuelto un cuerpo sin alma, andaba por la buena de Dios y seguía respirando por alguna obra divina.
Porque en definitiva, SeokJin le había pegado fuerte, le había hecho conocer el verdadero sufrimiento, la agonía y el enojo.
Negando para si mismo y preparándose mentalmente, Yoongi tomó su mochila y fue hasta el aula de matemáticas para poder tomar sus dichosas clases de apoyo.
Al llegar, se dió cuenta de que SeokJin aún no se encontraba en el lugar, y realmente lo agradeció, porque al menos podría respirar y prepararse para verle, para compartir su espacio personal con él, porque lo sabía, sabía que tendría al hombre justo a su lado, hombro con hombro, respirando su perfume, ese que en un principio le había "desagradado" y al final termino amando.
Con los ojos cerrados y la concentración al máximo, Yoongi no se percató del momento exacto en el que SeokJin ingreso al aula.
El mayor se mantuvo en la puerta, observando al castaño, delineando con anhelo cada facción del rostro ajeno, perdiéndose por completo en la belleza del más bajo y actuando antes de arrepentirse de lo que estaba por hacer.
Camino hasta el interior del aula, se acuclilló frente al pupitre de Yoongi y se acercó lo más que pudo al rostro de Yoongi, disfrutando del aliento del contrario chocar con el suyo, disfrutando de la cercanía del rostro del menor.
—¿Llevas esperando mucho tiempo? —preguntó.
Yoongi pegó un pequeño brinco al escuchar la voz de SeokJin, abriendo sus ojos en extremo al observar el rostro del contrario justo frente al suyo, separados por solo unos cuantos centímetros.
—N-no —tartamudeó, Yoongi, alejándose del pelinegro.
—De acuerdo —SeokJin asintió, caminando hasta el escritorio donde coloco su maletín—, ponte de pie, Yoongi.
Yoongi observó al mayor y cumplió lo que se le ordenó, observó cómo SeokJin escribía fórmulas en el pizarrón y después se giraba a mirarlo.
—¿Estudiaste lo que te dije?
—Lo hice —dijo de mala gana el menor—, pero he de decir que no se me ha quedado nada.
—No creo que sea tan difícil reconocer algunas fórmulas, anda, dime para qué sirve la primera.
Una vez dicho aquello, SeokJin apunto a la primer fórmula que se encontraba escrita en el pizarrón. Yoongi observó la combinación de letras y números sin lograr recordar nada de lo que había estudiado.
Todo se volvía aún más difícil debido a la cercanía de SeokJin, y es que el mayor se había colocado justo a un lado del menor, observándole atentamente mientras esperaba su respuesta.
—Esa es una ecuación de la recta —su respuesta había sonado más a pregunta.
Los ojos del menor se abrieron de golpe al sentir el leve toque de los labios del contrario sobre los suyos. Pasmado y con el corazón acelerado, Yoongi se giró a mirar a SeokJin, quién se mantenía aún con el semblante serio a pesar de haberle robado un beso hacia solo segundos.
—¿Qué...?
—Bien, la que sigue —dijo SeokJin sin mirarle.
—Tu... ¿Qué se supone acabas de hacer? —dijo casi histérico el menor.
—Te di tu premio, acertaste la respuesta —se encogió de hombros SeokJin—, te lo dije, Yoongi, yo no me voy a dar por vencido contigo —con delicadeza, acarició el rostro ajeno, sonriendo con amor tintanto sus facciones.
Yoongi no supo cómo reaccionar a aquello, simplemente se quedó ahí, pasmado mirando al hombre frente a él mientras procesaba las palabras dichas por SeokJin.
Espero que el capítulo les haya gustado, perdón por la tardanza (como siempre) y gracias por seguir aquí, mis hermosas, las amito y les mandó muchos besitos cariñositos 😘
✿Kim☆Palomita✿
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro