Dedicado a SUJINL

Difícil. Difícil, era una palabra demasiado pequeña para describir lo que tendría que enfrentar.

Su corazón dolía ante el simple hecho de tener que verlo, o peor aún, tener que ver a aquella persona por la cual lo había abandonado.

Al entrar al salón, la mirada del menor se mantuvo baja, evitando mirar a cualquiera que se cruzará en su camino. Nadie sabía, pero aún así, Yoongi se sentía expuesto, porque todos lo habían visto sonreír, todos lo habían visto con aquella actitud vivaz, todos lo habían visto sin su capa protectora y de pronto, todo había desaparecido.

Su actitud desinteresada había vuelto y como anteriormente lo hacía, camino como muerto viviente hasta su asiento y se mantuvo ahí hasta que el timbre indico el inicio de las clases.

Y en definitiva, las clases nunca habían sido tan insignificantes para él como lo eran en ese momento, porque por mucho que hablaran los profesores, la mente del castaño no se encontraba ahí, sino en otro sitio donde una horrible voz se burlaba de él por haber sido tan ingenuo.

Al término del descanso, el estómago de Yoongi se revolvió cuando se indico el cambio de hora, porque sabía que tendría que verlo, y el simple hecho de pensar en ello lo hacía sentir enfermo.

Al verlo cruzar aquella puerta, tan puntual, tan arreglado, tan hermoso, el pecho de Yoongi se agobio ante el sin fin de emociones que lo bombardeaban.

Trago saliva al escucharlo hablar, explicando esas odiosas ecuaciones, dando actividades y pidiendo algunas tareas.

Durante el transcurso de la clase Yoongi no había captado nada, simplemente se había mantenido ahí, escuchando su voz a la distancia y mirándolo como si fuese lo único que existiera en el universo. Cuando SeokJin estaba por abandonar el salón, su mirada se detuvo sobre Yoongi, y el pobre corazón del menor casi abandona su pecho cuando lo escucho hablarle.

—Lo espero en sus clases de apoyo, joven Min.

Aquellas palabras descolocaron al castaño. Se suponía que las clases de apoyo habían quedado canceladas, pero ahora venía él a decirle que lo esperaba por la tarde.

Una pequeña chispa de esperanza brincoteo en su pecho ante aquello, muriendo al instante en que vio a Jeon en la puerta acariciando el rostro de SeokJin, quién simplemente sonrió levemente hacia el profesor.

Con dolor, el menor apartó la vista de aquella imagen y se concentró en cualquier cosa menos en su realidad.

La odiosa voz de Jeon lleno el aula y entonces su burbuja de rompió, porque durante toda la clase, Jeon había estado pidiendo su participación, burlándose de él al obligarlo a mirarlo, al obligarlo a hablarle.

Cuando la clase terminó, Yoongi se sintió aliviado, guardando con rapidez su material, con la única finalidad de salir corriendo de aquel lugar para poder llegar a su casa y así poder llorar con libertad. Pero, cuando estaba por salir, la molesta voz de Jungkook lo hizo detenerse.

—Joven Min, necesito hablar con usted.

Apretando las correas de su mochila con fuerza y cerrando los ojos para controlar su enojo, el menor giró para mirar a aquel maldito hombre conejo que le había llamado.

—¿Si?

—Quería pedirte, de la manera más atenta que vayas a dirección y pidas que te cancelen las clases de apoyo con SeokJin.

Aquello descolocó un poco al menor, quién miró a su profesor con un enorme signo de interrogación en los ojos.

—Creí que eso ya estaba arreglado.

—Lamentablemente, aún no. —dijo el mayor con evidente molestia—. El día de hoy el director mandó llamar a SeokJin para notificarle que no puede cancelar tus clases de apoyo a menos que tú así lo requieras, así que...

—¿SeokJin quiere eso?

—¿Qué? Ah, claro que lo quiere niño —dijo Jeon al instante, más siendo demasiado obvio para el menor que no hablaba enserio—. No es como si SeokJin prefiriera pasar sus tardes contigo en lugar de conmigo.

—Lamento mucho que sus tardes con el profesor Kim se vean afectadas, pero no pienso cancelar mis clases con él, con su permiso —dijo con una pequeña sonrisa antes de caminar hacia la puerta.

—Yoongi —la voz de Jeon destinaba advertencia, pero Yoongi simplemente lo ignoro—. ¡Min Yoongi! ¡Mocoso insolente! —grito antes de lanzar el borrador contra la puerta, completamente frustrado ante la actitud del menor.

Y Yoongi sonrió después de tantas lágrimas, porque aunque pasar tiempo a lado de SeokJin solo lo lastimaría, al menos obstruiría los tiempos de aquella desagradable pareja.

—Y así, se solucionan estás ecuaciones. ¿Entendiste?

Yoongi observó a SeokJin por unos segundos para después negar a la pregunta del mayor.

—No entendí nada.

—Yoongi —un suspiro—, estás ecuaciones son más sencillas que las que estuviste viendo con anterioridad, no puede ser que no hayas entendido nada.

—Pues no he entendido nada, profesor —aquella última palabra había salido con desdén y sarcasmo—. Debería darse por vencido, profesor, soy un caso perdido en esta asignatura. No debería estar aquí, en su lugar debería de estar con el profesor Jeon, y no perder el tiempo conmigo —dicho aquello comenzó a guardar su material, sabiendo que su tiempo con SeokJin había terminado y era hora de volver a casa. Y qué a pesar de que el plan de obstruir los tiempos de SeokJin con Jeon había sonado bien en un inicio, ahora no era una idea tan brillante como en aquel momento.

SeokJin lo observó con tristeza y camino hasta el asiento del menor, se acuclillo frente a este y sin detenerse ante las advertencias que gritaba su mente, tomo entre sus dedos el mentón del menor para girarlo hacia él.

Las mejillas de Yoongi se colorearon rápidamente de un rubor rosado al verse tan cerca de SeokJin, sintiendo la respiración del otro chocando con la suya.

—Estar contigo, no es perder el tiempo para mí, Yoongi —dijo con determinación y observando directamente aquellos ojos que tanto amaba—. No me daré por vencido contigo, nunca.

Aquellas palabras enviaron escalofríos a cada parte del cuerpo de Yoongi, ya que sin quererlo o siquiera desearlo, aquellas palabras habían golpeado en él con un doble sentido.

Yoongi se mantuvo en silencio, mirando a los ojos al mayor, quién perdido en el mundo que aquellos ojitos que tanto amaba le mostraban, comenzó a acercarse al rostro ajeno.

La respiración de Yoongi se volvió irregular al ver el rostro de SeokJin tan cerca del suyo e inmediatamente cerró sus ojos esperando que aquel anhelado contacto llegará. Pero por más que espero, nunca sucedió, y el frío golpeó contra él cuando SeokJin se separó.

—Lo siento —dijo el mayor, tragando fuertemente y caminando hasta su escritorio para tomar sus pertenencias—. El tiempo ha terminado, ve a casa y estudia lo que puedas sobre esto, te veré mañana.

Un jadeó escapó de los labios del menor y llevo sus dedos hasta sus labios, cerrando los ojos ante el recuerdo de lo que pudo haber sido y sonrió con tristeza ante aquello.

—Eres un tonto, Min Yoongi, un gran tonto.

Y, actualice 😅😅

Tal vez quieran lincharme por abandonar tanto tiempo la historia pero en realidad espero que el capítulo logré salvarme la vida 😅😗

Mi hermosa Linnie, aquí está la historia, para que veas que era cierto lo que te dije de poner a escribir en ella prontito.

Espero el capítulo les haya gustado y como buena Paloma que las ama, no las haré sufrir tanto 😗💜

Recuerden que las amito mucho y les mando muchos besitos cariñositos 😘😘

✿Kim☆Palomita✿