La tarde de consulta no comenzó con buen pie, pues la  primera que llego era una de las nuevas pacientes que había llamado para hacer una cita, y nada más llegar a la recepción, se le notaron sus intenciones desde varios metros de distancia; la mujer estaba vestida para matar, con una minifalda tan pequeña que rayaba en la idecencia para los estándares de Fluke y Gaby.

Quienes habían quedado sorprendidos nada más verla, y no podían creer a los extremos que llegaban algunas mujeres con tal de conseguir a un hombre, dándoles algo de pena por el buen doctor Thitiwat que le iba a dar un pequeño colapso cuando la viera y se diera cuenta de sus intenciones.

-Buenas, tengo cita con el doctor Thitiwat- hablo la mujer apenas se acercó a la recepción mientras se arreglaba el pronunciado escote.

-Buenas tardes, ¿me podría decir su nombre?- pregunto Gaby con una forzada sonrisa mientras Fluke solo observaba el intercambio.

-Soy May waranat.

-En efecto señorita waranat, usted esta anotada para una cita el día de hoy, necesito que me llene está ficha- le dijo Gaby después de ver qué en efecto tenía una cita.

-¿Y que es esto?- pregunto la mujer recibiendo la hoja.

-Es una ficha, que llenan todos nuestros nuevos pacientes para poder abrirle un expediente en el consultorio para futuras visitas- contesto amablemente nuevamente Gaby.

-Esta bien, ya se la entrego- se retiró la mujer a uno de los asientos de la recepción para así rellenar la planilla que le habían entregado.

Por su parte Fluke, solo se la quedó viendo un poco receloso de que esa mujer iba estar a solas con Ohm en el consultorio en breves momentos, ahora entendía lo que le habían dicho de las nuevas pacientes y se compadeció de lo que su guapo doctor había estado pasando esos últimos días.

La mujer termino de llenar la ficha médica y la llevo a la recepción, recibiendola esta vez Fluke, quien se porto lo más amable posible aunque lo que le provocaba era echarla a patadas del lugar, no sabía de dónde salían sus celos pero no podía evitar lo que estaba sintiendo en esos momentos.

-Fluke llévale la ficha a Ohm- le dijo Gaby una vez que vio a la mujer retirarse otra vez hacia una de las sillas -De paso adviertele a lo que se va enfrentar-agrego en voz baja la mujer, haciendo una mueca de desagrado.

Él castaño hizo lo que se le había pedido, y se fue hacia al consultorio en donde tocó la puerta y al instante escucho la voz del pelinegro invitándolo a qué pasara.

-Ohm ya llegó tu primera paciente de la tarde, aquí está la ficha que lleno- hablo Fluke apenas entro.

-¿Que tan malo es?- pregunto el pelinegro nada más recibir la carpeta.

-Creo que muy malo, esa mujer está vestida para matar, su ropa deja muy poco a la imaginación- le respondió Fluke haciendo una mueca de desagrado.

-¿Porque me pasan estás cosas a mi?- se lamento el pelinegro mientras caía derrotado en su silla -Por favor, quédate conmigo, alla afuera está Gaby; ella se puede hacer cargo de las demás pacientes que lleguen, pero yo necesito a alguien que defienda mi virtud- agrego el hombre dramáticamente mientras le hacía una cara de suplica a Fluke

Quién no puedo evitar reír, al ver lo desesperado que estaba el pelinegro -Esta bien, aunque no se que excusas vas a poner para justificar mi presencia.

-No tengo que poner ninguna excusa, te necesito aquí y punto, si quiere quedarse a la consulta bien, sino ya sabe dónde está la puerta, después de todo sabemos que ella no viene por algo de salud.

Después de eso, Ohm llamo a Gaby para indicarle que hiciera pasar a la paciente y que Fluke se iba a quedar allí con él, pidiéndole que se hiciera cargo de todo; para luego indicarle al castaño que se colocara a sus espaldas en el archivo y que hiciera las veces que estaba ordenandolo.

Al ingresar la mujer, se quedó estática un momento al ver la presencia de la segunda persona en el consultorio, pero luego se recompuso rápidamente y colocó una coqueta sonrisa al ver al guapo médico y termino de ingresar y sentarse en la silla frente al escritorio como se lo estaba señalando el moreno.

-Buenas tardes, bienvenida señora waranat- la saludo Ohm mientras leía el apellido en la ficha que le había entregado hace unos instantes Fluke.

-Nada de señora, aún no me he casado estoy soltera y sin compromisos- contesto coquetamente la mujer, mientras cruzaba las piernas de una manera que ella pensaba era sexy, provocando que a Fluke quien veía todo por el rabillo del ojo se le revolviera el estómago de asco.

-Muy bien, señorita waranat- remarcó la palabra señorita el pelinegro -¿Que la trae hoy por aquí?, ¿Tiene algún malestar o dolencia?

-Nada de eso, solo he venido por un chequeo general y a conocer al guapo doctor del que tanto hablan- respondió directamente poniendo las cartas sobre la mesa.

-Esta bien que se quiera hacer un chequeo general, es bueno que uno se revise de vez en cuando para ver cómo está de salud- hablo nuevamente Ohm indicandole que se acerque a la camilla y poder examinarla, pasando por alto la declaración de conocerlo.

-¿Y él se va a quedar aquí toda la consulta?

-Si, el es mi nuevo empleado y se está familiarizando con las cosas así que se va a quedar mientras ordena los archivos- respondió seriamente el pelinegro no dejando derecho a réplica.

La mujer no dijo más nada y se dejó hacer, no sin intentar coquetear con el guapo doctor, que pasó por alto todas sus insinuaciones y una que otra vez Fluke hacia cualquier ruido para hacer notar su presencia y poder ayudar al pelinegro a salir del embrollo en el que se estaba metiendo, por no comportarse bruscamente.

Al cabo de un rato terminó su chequeo y se alejo rápidamente hacia su escritorio, donde se instaló y tomo un recipe médico y comenzó anotar una serie de exámenes para que se hiciera y poder comprobar como estaban sus valores y poder darle un certificado de buena salud.

Nada más la mujer abandonar la consulta, Ohm cayó en su silla algo aliviado porque se haya terminado esa cita, y Fluke se movió del lugar donde estaba y con la pena del mundo se acercó al pelinegro, y comenzó a masajearle los hombros, logrando que el pelinegro gimiera de gusto y se dejará hacer.

Pero el momento fue interrumpido, por el sonido del teléfono que hizo que ambos se sobresaltaran y que el castaño se preguntará qué estaba haciendo tocando a su nuevo jefe, Ohm tomó el teléfono, encontrándose del otro lado con la voz de Gaby que le indicaba que su siguiente paciente había llegado, y era la misma situación de la anterior.

Haciendo que Fluke no saliera del consultorio el resto de la tarde y sirviera como escudo humano antes las locas acosadoras que se empezaban en tratar de conquistarlo a través de ser sus pacientes; y tenía razón en quedarse porque las otras dos mujeres que llegaron, venían con la artillería completa, que inclusive Ohm tuvo que correr a una de ellas por ser demasiado descarada e incluso faltarle el respeto al castaño.

-¿Siempre son así?- pregunto Fluke una vez que se quedaron solos.

-Lamentablemente si- contesto Ohm mientras tomaba el teléfono y llamaba a Gaby -¿Tenemos más pacientes?- a lo que ella contesto que no y por eso el pelinegro le dijo: -Entonces, tráeme el contrato de Fluke para que te puedas retirar a tu hogar.

Y al cabo de unos instantes la mujer se estaba asomando por la puerta e ingresaba, encontrándose con Ohm y Fluke sentados en los lados opuestos del escritorio.

-Aqui está lo que me pediste, y lo siento por lo de esta tarde- se disculpo Gaby con una mueca sabiendo por lo que habían pasado en la consulta ese día.

-No tienes porqué disculparte, tu no tienes la culpa pero si creo que vamos a tener que ser más selectivos con los nuevos pacientes que recibimos- dijo resignado Ohm quien pensaba que ya era tiempo de que tomara cartas en el asunto porque la situación se les estaba escapando de las manos.

-Pienso lo mismo, tu no tienes porqué aguantar estás cosas tu estás aquí para hacer tu trabajo y no para estar quitándote mujeres de encima- declaró Gaby y Fluke estuvo completamente de acuerdo con ella y asintió.

Después de esas palabras, Gaby se despidio de los dos hombres y se retiró para irse a su hogar, la verdad es que había sido un día un poco agitado para ella también, porque no era fácil tampoco aguantar a esas mujeres que solo querían conquistar al pelinegro a como diera lugar, y es que aparte de las pacientes también llegaron enfermeras llevando dulces con pequeñas tarjetas con la intención de también conquistarlo.

-Bien Fluke, este es tu contrato en el estan todas los datos necesarios que necesitas saber incluyendo el sueldo que vas a devengar léelo con calma y si estás de acuerdo fírmalo en el lugar correspondiente, si hay algo que desees cambiar o tienes alguna duda con alguna de las clausulas, no dudes en decirme y así llegamos a un acuerdo que nos beneficie a ambos.

A lo que el castaño solo asintió, y comenzó a leer el documento mientras que Ohm revisaba su correo electrónico en la computadora; cuando Fluke llegó a la parte donde se definía su sueldo no pudo dejar de sorprenderse porque le iban a pagar un quince por ciento más de lo que ganaba en la pastelería, aliviandolo porque iba tener el suficiente dinero para seguir ayudando a su familia.

Por lo que sin más firmó en donde se le indicaba y le regreso la carpeta a Ohm, ahora solo tenía que poner todo de su parte para aprender todo lo que le iba a enseñar Gaby para no fallarle.

-¿Todo bien?, ¿Estás de acuerdo con todos los términos?- pregunto el pelinegro al darse cuenta de que el otro ya había terminado de leer el documento e incluso lo había firmando.

-Todo perfecto, no tengo ninguna objeción y después de todo ya lo firme, ya no hay vuelta atrás- le respondió Fluke con una sonrisa.

-Tienes razón, y ahora no puedes abandonarme.

Ante esas palabras el castaño se sonrojo, porque se dio cuenta del brillo que apareció en los ojos del pelinegro ante esa declaración, después de eso ambos se colocaron de pie y se dirigieron también a la salida, era tiempo para que ellos también se fueran.

Cuando llegaron al área de la recepción, Fluke se fue a tomar sus cosas y se dio cuenta de la cantidad de dulces que le habían llevado en el transcurso del día y que Gaby había dejado acomodados en unas bolsas listos para que el pelinegro los tomará.

-Tengo curiosidad, ¿Que haces con todos estos dulces que recibes?- pregunto de repente el muchacho mientras le pasaba las bolsas.

-Si quieres saberlo, me puedes acompañar a un lugar y darte cuenta por ti mismo- le respondió Ohm con una sonrisa pícara, deseando que el castaño lo siguiera y así pasar más tiempo juntos.

-Tu lo que quieres es que me vaya contigo- hablo nuevamente el castaño haciéndole saber que había descubierto sus intenciones.

-Para nada, yo lo que quiero es que averigües que hago con estos dulces- dijo inocentemente el moreno, y le daba una mirada de suplica para que lo acompañará.

A lo que Fluke no se pudo negar y se fue con él, llegaron al estacionamiento y se subieron al auto para luego Ohm dirigirse al comedor popular que se había convertido en su destino de todas las tardes después del trabajo, ya que diariamente recibía muchos pasteles, cup cakes y galletas que él no se iba a comer.

Llegaron al lugar, y Fluke se sorprendió de a dónde lo había llevado pero no sé extraño porque se veía que el doctor Thitiwat era alguien de buen corazón; fueron recibidos con los brazos abiertos y felices porque el pelinegro había llevado un par de manos más para ayudar a servir esa tarde.

Después de cumplir con su labor en el comedor popular, Ohm lo invito a comer, pero esta vez no se salió con la suya y recibió una respuesta negativa, pues Fluke quería regresar a su casa y comunicarse con sus padres para ver cómo seguía su mamá.

Por lo que al pelinegro no le quedó más remedio y lo llevo directamente a su hogar y despedirse hasta el día siguiente en el trabajo.

Siguen los acercamientos entre Ohm y Fluke, se están conociendo cada día más pero sigue el problema con las acosadoras 😅😅😅