Capitulo 4
Fluke Natouch era un chico que desde muy pequeño había salido adelante para ayudar a su familia, con mucho esfuerzo había logrado culminar sus estudios y hace tan solo unos meses había terminado sus estudios de administración en la universidad.
Sin embargo, no estaba ejerciendo lo que había estudiado sino que trabajaba en una pequeña pastelería que quedaba cerca del parque en la parte de la cocina en la elaboración de postres, y en esos días había tenido mucho trabajo porque de la nada muchas mujeres habían acudido a comprar diferentes dulces, su jefa y las otras dos empleadas estaban algo extrañados por tal fenómeno, per estaban felices de tener más ganancias, ya que la pastelería no estaba pasando por su mejor momento.
Y tenía que en cualquier momento se iba a quedar sin trabajo, cosa que lo tenía muy preocupado porque su mamá había enfermado y dependían de él para comprar las medicinas, pues su papá aunque trabajaba no ganaba lo suficiente para mantener la casa y comprar los medicamentos, eso sin contar que su hermana aún estaba estudiando, por lo menos habían logrado una beca para ella pero igual ellos debían correr con los gastos del material de estudios.
Ese día estaba regresando de un agotador día de trabajo y como siempre pasaba por el parque para llegar a su pequeño departamento, le encantaba pasar por allí y ver a los niños jugar bajo la atenta mirada de sus padres, él soñaba con algún día tener una familia, hace unos meses había salido de una relación con su novio de año y medio justo por ese problema, ya que los dos tenían visiones diferentes de dónde querían llevar la relación.
Él quería algo más serio, pero su novio no estaba en la misma página que el así que de mutuo acuerdo decidieron romper con la relación que tenían, no va negar que le dolió separarse de su compañero de año y medio, que antes de ser su novio había sido su amigo, su confidente, la persona que había estado junto a él cuando más lo necesito, pero sabía que había sido la mejor decisión que pudieron tomar.
Tan distraído estaba en sus pensamientos que no se percató de lo que estaba pasando a su alrededor, sino hasta que ya fue tarde y sintió el golpe en su cabeza que hizo que terminara en el suelo rodeado de extraños que estaban preocupados por el.
Y entre ellos, lo vio a él a ese guapo médico que se encargo de revisarlo y ver si estaba bien, ese hombre con tan solo una mirada lo había cautivado era la primera vez que una persona le llamaba la atención así, por lo que cuando esté termino de revisarlo no pudo evitar darle una sonrisa y su agradecimiento, además de que no pudo negarse a ir a su consulta.
Sabía su nombre incluso tenía su tarjeta de presentación solo esperaba tener tiempo de ir el día siguiente a la consulta, pero lo dudaba las cosas se ponían un poco locas en la tarde en la pastelería y muchas veces no podía salir temprano ni podía tomar un permiso para hacer algo.
Con resignacion se fue a su casa y el resto del fin de semana no pudo sacar de la cabeza al guapo médico, que esperaba volver a ver muy pronto.
Por su parte Ohm ese día regreso a su departamento con una sonrisa en sus labios, con la esperanza de que Fluke asistiera el lunes a la consulta, le había dejado sus datos solo esperaba que no lo dejara mucho tiempo esperando y que lo contactara pronto.
El domingo paso muy lento para su gusto, así que cuando llegó el lunes se levantó muy temprano y estuvo listo antes de la hora de la cual acostumbraba a irse a la clínica, pero cuando llegó ya la fiel Gaby estaba allí arreglando las historias médicas de los pacientes del día.
-Veo que llegaste de muy buen humor hoy.
-Si hoy estoy muy feliz, y ni siquiera las locas y las aspirantes a recepcionista van a arruinar mi buen humor de hoy- le respondió Ohm con una sonrisa.
-Uy, debo asumir que el amor está en el aire entonces- hablo con una sonrisa pícara la mujer intuyendo el porque su joven jefe estaba contento.
-No seas tan entrometida, lo único que tienes que saber es que quizás hoy en la tarde me venga a buscar un chico llamado Fluke Natouch, en cuanto llegue hazlo pasar a la consulta.
-¡Oye!, Yo no soy entrometida, solo quiero saber que te tiene de tan buen humor, pero ya no tienes que decirme nada asumiré que esté tal Fluke es la razón de tu sonrisa, no te preocupes apenas llegué lo haré pasar, y recuerda que hoy seguiremos con las entrevistas.
-Ni me lo recuerdes, solo espero que encontremos alguien pronto se nos está acabando el tiempo, y ya falta poco para que te vayas y me dejes solo y desamparado en las garras de esas locas mujeres que trabajan aquí.
-Ya deja de ser tan dramático, ellas solo quieren conquistar a un guapo doctor.
-Bien, pero que busquen a otro ¿Porque tengo que ser yo?
-Porque eres el nuevo, ya basta de tanta plática y aquí tienes las historias médicas de tus pacientes de hoy.
Con esas últimas palabras Ohm se fue a su consultorio y comenzó hacer lo que le había dicho Gaby, solo esperaba que ese día no fuera tan agotador tal y como lo habían sido los de la semana pasada, en donde la mayoría de las mujeres que asistieron solo lo hicieron para tratar de conquistarlo y no porque de verdad tuvieran alguna enfermedad que necesitará de consulta médica.
Para su disgusto las cosas transcurrieron tal cual la última semana y tuvo que vivir el acoso de sus pacientes y de una que otra enfermera, que se pasaba por la consulta para dejar algún dulce con un mensaje que no era más que una forma para tratar de conquistarlo.
Por lo que agradeció cuando llegó la hora del almuerzo y Boun se pasó a buscarlo y salieron a comer a un café cerca de la clínica para así no asomarse por la cafetería en donde seguramente sería acosado.
-Y entonces, ¿Cómo te esta yendo con tu club de admiradoras?
-Ni me lo recuerdes, están demasiado insistentes, no solo ellas sino también mis pacientes, te juro que han venido a la consulta más mujeres con muy buena salud, que los pacientes que de verdad tenían una enfermedad.
Ante esas palabras Boun no pudo evitar reír, le causaba gracia el problema de su nuevo amigo porque el no tuvo que vivirlo por tanto tiempo ya que se las saco de encima con solo llevar a su hermoso esposo a la clínica para mostrarle su nuevo cónsultorio, además de colocar una foto de el sobre su escritorio.
-Si ríete de mi desgracia. Que yo no estoy riendo, es la cosa más incómoda que he vivido, ni siquiera en mis días de universidad fui asediado de esa manera.
-Ya no te preocupes, como te dije ya se les pasará pero si te las quieres quitar de encima, tienes la solucion, no se inventate que tienes novio, que te vas a casar, que se yo...
-Y entonces, cuando quieran una foto o nombre ¿Que hago?
-No tienes un amigo, que se haga pasar por tu novio, un primo, un compañero de universidad- trato de proponerle opciones el rubio las cuales fueron negadas rápidamente.
-La verdad es que no tengo a nadie disponible, que se quiera prestar para algo como eso, solo tengo que resignarme a esperar que se les pase el furor por la novedad.
-No te queda de otra.
-Otra cosa con la que tengo problemas, es en conseguir recepcionista, ¿No conocerás a alguien que esté interesado en el puesto?
-La verdad es que no pero puedo preguntarle a mi gordito a ver si sabe de alguien.
-Te lo agradecería, porque Gaby solo se quedará hasta el final de la semana y aún no tenemos una buena candidata para el trabajo.
-¿Y no has pensado en contratar un hombre?
-Por supuesto, pero aún no hemos tenido la primera solicitud- le contesto un resignado pelinegro que no sabía cómo iba a resolver la búsqueda de recepcionista.
Entre conversaciones y bromas ambos doctores terminaron su almuerzo, y volvieron a la clínica para seguir con su trabajo, y a medida que pasaban los minutos Ohm se estaba poniendo más ansioso porque llegará Fluke su chico de hermosa sonrisa.
Sin embargo, su deseo no se hizo realidad el castaño no apareció y se tuvo que calar varias interminables entrevistas con las nuevas candidatas a ocupar el puesto de Gaby, por lo que agotado y derrotado se devolvió a su departamento.
Por su parte Fluke no se había podido presentar a la consulta, debido a que en la tarde les había llegado un pedido de cien postres para una fiesta infantil que debían ser entregado ese mismo día, haciendo que perdiera la noción del tiempo y terminará muy tarde de trabajar.
Al llegar a su casa tomó la tarjeta del doctor Thitiwat en sus manos, preguntandose si debia llamarlo para hacerle saber que estaba bien y excusarse por no presentarse. Pero cada vez que tomo el teléfono para hacerlo, desistió de llamarlo debido a que no sabía que le diría y si le moletaria que lo llamara a esa hora.
Por lo que con un suspiro volvió a colocar la tarjeta de presentación sobre su mesita de noche, y decidió prepararse algo de cenar y acostarse a dormir, mañana sería otro día y quizás juntaría él valor para llamarlo por teléfono y decirle que estába bien, y la verdad así era pues no había sentido ninguna molestia, ni malestar por el golpe recibido.
Todas sus funciones motoras habían trabajado de maravilla ese día, así que no había de que preocuparse.
Pero el día siguiente tampoco encontró el valor de llamarlo, y es que no sabía que le diría al guapo doctor, además de que las cosas en su trabajo no estaban muy bien su jefa había llegado con la noticia de que su madre estaba enferma y que lo más probable era que se trasladará a la provincia dónde está se encontraba y con todo el dolor de su alma debería cerrar la pastelería, todo dependía de lo que le dijera su hermana ese día, dejando a todos los empleados preocupados.
Y lo inevitable ocurrió, la mujer les dio las malas noticias de que debía cerrar sus puertas que el día siguiente trabajarían medio día y les compensaría por su tiempo invertido en el negocio, que no quisiera dejarlos así de esa manera, pero de verdad necesitaba cuidar a su madre, y ellos de verdad la entendían pero igual estaban preocupados porque debían conseguir un nuevo empleo.
Sobre todo él que debía ayudar a sus padres solo esperaba que lo que le fuera a dar su jefa le alcanzará, hasta que pudiera conseguir un nuevo empleo.
Fluke no fue a la consulta 🥺🥺 y se nos quedó sin trabajo, ¿Tendrá el valor de llamar a Ohm?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro