🐝 TWENTY-FOUR🐝
—Come todo, quiero que tu plato este completamente vacío.
Jimin miró a su madre y rodó los ojos, estaba harto, todos parecían empeñados en decirle lo que debía hacer, sabía que lo hacían porque querían su bienestar, sin embargo, era pesado, aunque podría ser que se sintiera así por los cambios tan repentinos de humor que estaba experimentando en los últimos días. Había cumplido las quince semanas de gestación, consideraba que el tiempo estaba pasando muy rápido.
—Moriré si tengo que comer más zanahorias. Basta por favor.
—Las verduras son muy importantes, más ahora que necesitas nutrientes, la mayor parte se van al bebé, hacer seres humanos es muy cansado y te quita nutrientes, así que, come todo.
Su padre le miró con una sonrisa burlona. —Amor, si Jimin sigue comiendo verduras terminara vomitando, ya está verde como el brócoli, deja que lo deje.
Taeyon suspiró. —Bien, pero, termina el jugo de naranja.
—Está bien.
Jimin bebió todo el jugo, una de sus hermanas le miró profundamente.
—¿Por qué Jimin está más gordito?
—Oh porque tiene un bebé en su panza.
—¡Se comió a un bebé! —dijo alarmada mirando a su padre.
—No, no se comió nada.
—Ah, me tengo que ir—Jimin se levantó de la mesa y sonrió como despedida.
—Cuidate cariño.
—Ten buen día hijo.
Agradecía que su familia no lo tratara mal, las cosas se estaban poniendo cada vez más tranquilas, Yoongi seguía siendo cuidadoso con él, más después del desmayo que sufrió en la escuela aquella mañana, se lo agradecía, de alguna manera sentía que estaban compartiendo la carga. Lo que le preocupaba mucho eran sus clases, su madre y el tío de Yoongi habían hablado con el director, exponiendo su situación, y así lo hizo él con cada profesor, eran comprensivos, pero, le miraban con decepción, sus compañeros estaban enterándose poco a poco, las miradas no cesaban, sólo faltaba decirle a uno de los profesores, el más temible, un médico renombrado que no quería más que perfección en cada una de sus clases. En lo teórico le iba muy bien, pero lo practico era lo que más le preocupaba, porque el simple hecho de mirar los libros y videos sobre disecciones, sangre o cualquier cosa relacionada al interior del cuerpo humano le asqueaba.
Salió de casa, Yoongi ya lo esperaba, este aunque no lo dijera en voz alta se veía cansado, sus exámenes estaban a la vuelta de la esquina y tenía que aprobar todo, como le había ayudado a pasar álgebra, ahora estaba más tranquilo, pero aún estudiaban juntos.
—Buenos días amor, buenos días garbancito—dijo acariciando su estómago—. ¿Dormiste bien?
—Algo, tuve que hacer tarea ¿Tú?
—Estudie hasta tarde, necesito dormir, pero el entrenador está más estresado ahora que sabe que en los nacionales estarán reclutadores.
—Eso es bueno, seguro que uno se fija en ti ¿Puedes imaginarlo?
—Espero que así sea—le puso el casco y lo ayudó a subir, Yoongi siempre era así de atento, nunca lo había visto molesto.
—Tengo ganas infernales de pizza, pero mamá no me deja comer ¿Podemos tener un poco después de las clases?
—Claro, podemos tener lo que quieras, pero no en exceso y nada de dulce.
—Esta situación me va a matar.
—No seas melodramático, agárrate bien.
Jimin le hizo caso, ya no era tan horrible como al principio, le sorprendía la manera en la que se estaba acostumbrando a algunas cosas, llegaron a la escuela, siendo el blanco de miradas, la popularidad de Yoongi era más grande de lo que pensaba, y no dejaban de verlos después de todas las demostraciones públicas que habían hecho de su amor.
—Nos vemos en el almuerzo—se despidió con una sonrisa.
—Con cuidado Jiminie.
Caminó a los casilleros, era una fortuna que los hubiera encontrado antes de saber que estaría muy cansado para moverse o cargar mucho peso. JungKook estaba ahí, guardando unos libros.
—Buenos días Jimin.
—Buenos días Jungkook. ¿Cómo te va?
—Muy estresado. Las clases se han vuelto una tortura ¿Y tú? Taehyung se ve muy calmado, pero no confío en él para que me diga todo lo que tiene que hacer, normalmente es flojo.
—Está siendo pesado, no lo ve así, porque le gusta mucho dibujar, y es lo que hemos estado haciendo, dibujar cada hueso. Yo soy malo en eso, pero él es genial.
—Lo es, tiene talento, te acompaño a tu clase ¿Puedo? Tengo que entregarle algo a Taehyung.
—Claro, no hay problema, ammm ¿Ustedes por qué no se ven antes de la escuela?
—A Taehyung le gusta que su madre alfa lo traiga, es un bebé de mamá—sonrió—. Yo sólo lo llevo a su casa. Ellas llegan tarde de trabajar, así que normalmente vamos a mi casa hacemos los deberes, pasamos tiempo juntos y después lo llevo a su casa antes de la cena.
—Ustedes son lindos juntos.
—Gracias—dijo con una enorme sonrisa—. Yoongi y tú también se ven muy bien juntos, apuesto a que su bebé será muy lindo.
—¿Puedo pedirte una opinión?
—Claro, ¿Qué sucede?
Jimin mordió su labio inferior, era algo que había estado pensando mucho después de escuchar una conversación privada de sus padres.
—Si tú y Taehyung estuvieran en la situación en la que estamos Yoongi y yo, ya sabes, que apenas se conocen y se enteran que tendrán un bebé ¿Crees que sería duradero? O ¿Habría más posibilidades de que acabará mal?
JungKook suspiró pensando. —Eso depende, por ejemplo, no soy una persona que se rinde tan fácil, menos si sé que estoy luchando por lo correcto, sería difícil, claro, todas las relaciones lo son, y criar un bebé también lo es, pero, es cuestión de querer hacerlo, habrá días buenos y días malos, cosas que te gusten de él y cosas que no, pero mientras estén juntos, se quieran, se respeten y se comprendan todo estará bien.¿Pude responder tu pregunta?
—Lo hiciste, gracias.
Llegaron a su edificio, subieron al salón de clases, JungKook buscó dentro a Taehyung, quien elevó la vista y sonrió enorme, salió del salón casi corriendo para abrazar a su novio, Jimin lo vio con ternura.
—Olvidaste esto en mi casa—dijo mostrando un estuche de lápices—. Nos vemos en el almuerzo, estudia mucho, no te vayas a dormir.
—Está bien, vamos Jiminie.
—Nos vemos JungKook.
—Adiós.
Entraron al salón, Jimin se sentó al lado de Taehyung quien le miró con una sonrisa, ese día estaba de buen humor.
—¿Por qué estás tan feliz?
—Porque gane todas las partidas de anoche, soy el mejor.
—¿Jugaste videojuegos hasta tarde? —rio—. ¿No te regañan?
—No se dan cuenta—se encogió de hombros.
Jimin negó, Taehyung era un caso sumamente especial. Las primera clases transcurrieron bien, trataba de poner toda la atención del mundo, hacer buenos apuntes y responder algunas preguntas, para sus compañeros era un cerebrito nato, pero ellos poco sabían lo mucho que se esforzaba para tener buenas notas y estudiar.
La última clase antes del almuerzo, fue en el laboratorio, con el profesor Kang Hanuel, un doctor muy duro, siempre que trataba de responder sus preguntas le decía que estaban mal, y les daba sermones de una hora sobre lo terribles médicos que serían, no aceptaba cosas "mediocres" y era muy exigente con las tareas. Jimin le tenía miedo, porque era explosivo y autoritario.
—Buenos días—dijo dejando sus cosas en el escritorio—. En equipo de dos, por favor. Sobre la mesa van a encontrar los materiales para esta práctica.
Jimin y Taehyung se acercaron, sobre la mesa había algunos utensilios y hojas.
—Les pasaré un ejemplar, se trata de un cerebro de res, van a diseccionar, la teoría la hemos visto ya, les indicaré qué es lo que tienen que hacer, deben seguir los pasos. En la mesa hay bisturí de hoja del número veinte y doce, pinzas gruesas, pinzas finas, pinzas diente ratón, agujas de disección, guantes de látex, alfileres, tijeras, cánula, cubeta y hojas de apuntes, ahí irán contestando lo que se les pide.
Taehyung levantó la placa de metal, dentro del cubo había un cerebro, Jimin desvió la mirada sintiendo el vómito en su garganta, no sentía que era capaz de hacerlo.
—¿Estás bien?
—Sí, sólo tengo que ir al baño, pero regreso rápido.
—Bien.
Jimin se acercó al escritorio del profesor, quien le miró con una ceja alzada.
—Señor Kang, ¿Podría salir al baño? Por favor.
—No, regresa a tu asiento.
—Yo...en verdad necesito ir, me siento enfermo.
—¿De qué está enfermo?
—Tengo...náuseas.
Estaba atemorizado, el profesor le miraba con seriedad, molesto, sentía que en cualquier momento podía gritarle.
—¿Y por qué tiene náuseas? ¿Está seguro que se encuentra en la carrera correcta? ¿Cómo va a ser un buen doctor si cosas como estás le causan náuseas o asco?
—No...no es eso—balbuceo, estaba seguro que las miradas de todos estaban sobre él—. Yo... sólo tengo náuseas y...
—¿Es usted el estudiante del que habló el director? —elevó una ceja—. ¿Usted cree que va a recibir un trato especial sobre sus compañeros que si son responsables? ¿Quiere que le premien por estar preñado entrando en la carrera? No, es injusto para los demás, ¿Para eso entró a la universidad? Si buscaba un alfa, podía no hacer perder el tiempo a los demás ni ocupar un lugar en este salón.
—Yo...—estaba en blanco.
—Quiere que le dé un consejo, deje la carrera, porque mi clase no la va a pasar, yo no voy a consentir sus caprichos, no lo haré.
—No, yo no quiero eso.
—Pareciera que sí, deje de perder el tiempo y no nos haga perder el tiempo a nosotros, debería de disculparse con sus compañeros por detener su práctica, salga de mi clase, usted ya no tiene permitido entrar.
—Pero...
—Dije que se vaya. Y no regrese, yo no quiero alumnos inservibles en mi clase. Afuera.
Jimin apretó la mandíbula y salió, una vez fuera del salón de clases, en aquel pasillo vacío comenzó a llorar, caminó al baño, estaba tan herido, porque no podía dejar de pensar que su profesor tenía parte de razón, ¿Cómo podría pretender seguir como si nada en clases si no podía con las molestias? Si las náuseas, los mareos y el cansancio no le dejaban mantenerse concentrado en sus deberes, lloró porque se sentía un tonto, porque empezaba en dudar en que podía lograrlo.
Yoongi estaba incómodo, algo no lo dejaba concentrarse, el profesor estaba hablando, pero él no lo escuchaba, tenía esa sensación de que algo malo estaba sucediendo, normalmente le pasaba cuando se trataba de su familia, pero, en ese momento en lo único que podía pensar era en Jimin, su alfa estaba muy preocupado, no pensaba con claridad. ¿Y si algo le había pasado? Trató en vano de concentrarse y de llenarse de calma, pero era casi imposible.
Se levantó para salir al baño, pidiendo permiso, caminó por el pasillo, necesitaba mojar su rostro, tomar aire y tratar de calmarse, no era normal que estuviera sintiéndose de esa manera, siempre fue alguien distraído y calmado, pero, desde la llegada de Jimin, todo era diferente.
Cuando estaba por llegar a los baños lo vio sentado en la escalera, sosteniendo su cabeza entre sus manos y recargándose en sus rodillas.
—¿Jimin? —se acercó a él de inmediato, se sentó a su lado, tomó su barbilla para que le mirara—. ¿Por qué lloras? ¿Qué ocurre?
Negó, con un puchero que rompió su corazón, Yoongi suspiró, lo tomó de la mano y lo hizo bajar las escaleras, para salir del edificio, se encaminó rápidamente a uno de los jardines, e hizo que se sentara en una de las bancas libres, no había nadie alrededor, era horario de clases, tenían la privacidad que necesitaban para hablar.
—¿Qué pasa cariño? —con sus pulgares empezó a limpiar sus mejillas empapadas—. ¿Te sientes mal?
—N..no.
—Entonces ¿Sucedió algo en clases? Dime Jiminie, confía en mí.
Jimin rompió en llanto, se abrazó al cuerpo de Yoongi mientras le relataba cómo podía lo que había sucedido esa mañana en las clases, Yoongi escuchaba con enojo y una opresión en su pecho, le mataba ver a Jimin de esa forma.
—¿Dijo eso? Estúpido, no debió decir esas cosas, él no sabe nada.
—Pero, ¿Y si tiene razón Yoongi?
Yoongi se las arregló para verlo a la cara. —No, no tiene razón Jimin.
—Es la verdad, Yoongi, piensa, soy tonto al creer que podía tener todo esto en orden, porque es obvio que no puedo.
—¿Por qué no puedes?
—Es muy difícil, me siento mal, físicamente no puedo hacerlo, sólo estoy siendo iluso. Dejaré la escuela.
—No, no vas a dejar la escuela.
—No entiendes ¡Tú realmente no lo entiendes! No ha cambiado nada contigo, no lo hará, yo soy quien está cargando con esto solo.
Lo hirió, esas palabras lo hirieron realmente y lo hicieron sentir una basura, pero, lo entendía, al ver los ojos desesperados de Jimin comprendió lo que este le estaba diciendo.
—He llorado todas las noches—dijo con un nudo en la garganta—. Me siento mal, realmente mal, por todo lo que está pasando, extraño a mis padres, y me siento culpable, porque debí contenerme ese día, debí ser más cuidadoso, yo tenía que cuidar de ti, y ahora siento que arruiné tu vida.
Jimin negó al instante. —No, no arruinaste nada, no es tu culpa Yoongi.
—Soy mayor que tú, debí ser más responsable.
—Ambos debimos serlo, no quiero que pienses que reniego de nuestro cachorro, lo amo, igual que te amo a ti, es sólo que, siento que es difícil.
—Lo es y me siento muy mal por ti, pero, no voy a dejar que te rindas, si este es tu sueño, no lo vas a abandonar, le vamos a mostrar a todos que podemos con esto.
—¿Realmente crees que pueda lograrlo? —preguntó con un puchero.
—Lo creo, yo creo en ti, siempre voy a creer—dijo tomando sus mejillas y sonriendo de forma dulce—. Yo estaré contigo, y te voy a ayudar, puedes apoyarte en mí.
—¿Qué debo hacer?
—Debes ser fuerte y mostrarle a todos que puedes con esto y más. Porque puedes Jiminie.
Jimin lo abrazó, tan fuerte, para recuperar lo que había perdido, que era su seguridad, si Yoongi creía en él, sentía que podía conyta todo.
—Mañana irás con ese maestro, te vas a presentar y le vas a demostrar que tú no eres nada de lo que él dijo, que eres Park Jimin, un hermoso Omega que va a tener un precioso cachorro y que será un gran médico.
—Gracias, te amo, en verdad te amo.
—Jimin ¿Sabes cuál es el ciclo de la miel?
Al día siguiente, estaba afuera de su salón de clases, con el nerviosismo que atacaba su estómago, algunos de sus compañeros le miraban. El profesor Kang se aproximaba al salón, le miró con una ceja alzada cuando se acercó a él.
—Park.
—Siento mucho lo que pasó ayer doctor Kang, yo, sé que estoy en desventaja contra mis compañeros y no quiero un trato preferencial, quiero ser doctor, y deseo estar aquí, por favor, acepteme en su clase de nuevo, prometo hacerlo mejor—mostró una carpeta—. Aquí esta el reporte, no hice la práctica, pero pase toda la noche viendo vídeos y respondiendo, por favor, pido que me dé una nueva oportunidad.
El señor Kang le miró fijamente, antes de suspirar y tomar la carpeta que le ofrecía.
—Espero que se esfuerce Park, entre.
Jimin le sonrió con agradecimiento, entró al aula y suspiró, iba a hacerlo, se iba a esforzar y él sería un gran médico, por su alfa y por su pequeño cachorro.
Lamento la espera, gracias por esperar, los amo
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