🐝 THIRTY-FIVE🐝
—No puedo creer que se vayan a graduar—dijo Taehyung con un puchero a su lado.
Jimin asintió, ese día, Yoongi, Namjoon, Hoseok, Eunha y JungKook se graduarían, cada uno de sus respectivas carreras, el tiempo había pasado tan rápido que no se dio cuenta, Suki que estaba en sus piernas, queriendo bajar y gatear por ahí, tenía ocho meses, en un abrir y cerrar de ojos había crecido y ellos a la par. Estaba orgulloso de su novio, de verlo graduarse, pero, al mismo tiempo triste porque no lo vería en la universidad.
Estaban nombrando a los alumnos, para darles su diploma y algunos reconocimientos, los tíos de Yoongi y sus padres estaban ahí, todos felices de ver a Yoongi cumplir una de sus metas de vida, estaba tan feliz que quería llorar de la emoción.
—Kim Namjoon, graduado de la carrera de ingeniería civil, y al mismo tiempo, recibirá un reconocimiento especial, por su participación en el equipo de basquetbol y su entrada al equipo nacional.
Jimin aplaudió, pero al mismo tiempo tuvo un sabor amargo en la boca.
—Jinnie está triste—dijo Taehyung a su lado.
—No sabía que Namjoon había logrado entrar.
Taehyung le miró fijamente, con un semblante serio y una mueca en la boca.
—No lo sabes ¿Verdad?
—¿Qué?
—Mmm no creo que sea buena idea que lo sepas de mí.
—Eres mi mejor amigo, siempre me cuentas todo, por favor.
—Bien—suspiró—. Namjoon entró al equipo nacional, pero en un mes tiene que irse al extranjero un año, Jin y él van a terminar, se darán un tiempo, saben que será difícil, y no quieren amarrarse a una ilusión, dicen que si pueden estar juntos que lo harán a su tiempo—se encogió de hombros.
—Dios, eso es muy triste, no me puedo imaginar cómo se siente, ahora entiendo lo decaído que estaba y que haya llorado en la fiesta del campeonato, creí que era de felicidad porque ellos habían ganado nuevamente.
Taehyung negó. —No, ellos no querían que nadie supiera, yo lo sé, porque literalmente me la vivo en su casa.
—Entiendo.
—Jimin—hizo una mueca—. Ese puesto se lo ofrecieron a Yoongi primero, él es quien fue seleccionado, pero, no aceptó.
El mundo cayó a sus pies, miró a Taehyung como si hubiese dicho la peor de las locuras, después observó al frente y trago en seco.
—No me dijo nada.
Esas palabras fueron dichas con una tristeza inmensa, no sabía por qué todos estaban al tanto de algo tan importante, y su novio, alfa y padre de su hija no haya tenido la honestidad de decírselo, estaba tan confundido, quería llorar, jamás imagino que su relación estuviera llena de secretos, había dejado pasar que le ocultara sobre el celo, pero esto, era algo complemente diferente, más delicado.
—Jimin, no creo que lo haya hecho por maldad.
—Lo sé—fingió una sonrisa—. Gracias por decirme.
Taehyung no dijo nada y él no se volvió a verlo para comprobar su semblante, porque estaba avergonzado de que las personas se dieran cuenta de los fallos en su relación.
—Min Yoongi, graduado de la licenciatura de Derecho, recibirá un reconocimiento especial por haber sido el capitán del equipo de baloncesto y haber llevado a la historia a esta universidad por los cinco campeonatos ganados. Un fuerte aplauso.
Todos aplaudieron, Jimin se puso de pie y sonrió, estaba orgulloso, aunque triste, dejo eso de lado para festejar a Yoongi, al ver su rostro se dio cuenta de esa pequeña tristeza, él tampoco lo estaba llevando bien, y eso hizo que su marca doliera, sentir lo que el otro sentía a veces era cruel.
Las felicitaciones después de la ceremonia fueron emotivas, Taehyung abrazaba con fuerza a JungKook quien simplemente tomaba su nuca y besaba su sien, ellos estaban tan apegados, que no dudaba ni por un segundo que pronto comenzarán a vivir juntos, Namjoon y Jin también se abrazaban, pero, de una forma tan fuerte, como si no quisieran soltarse, verlos era duro, EunHa y Hoseok sonreían con sus familias, nada parecía preocuparles. Él se acercó a Yoongi y le dio un abrazo, fue incómodo teniendo una bebé en medio, la cual cargó Yoongi.
—Felicidades—dijo Jimin conteniendo las ganas de llorar.
—Gracias bebé, te amo.
—También te amo—beso su mejilla.
—Mis tíos y tus padres quieren ir a cenar, pero, tengo que recoger algunas cosas de mi casillero, yo los alcanzo allá.
Jimin asintió. —Bien, entonces nos vemos en el restaurante.
—Claro bebé.
Jimin vio como Yoongi se alejaba, tuvo una opresión en su pecho, camino hacia donde se hallaban sus padres y les sonrió tenso.
—Yoongi olvidó unas cosas, amm, ¿Podrían llevarse a Suki? Yo iré con él.
—Claro, dame a mi bebé—dijo su madre sosteniendo a Suki, quien estaba muy distraída con una cajita de audífonos que Jimin le había dado para que se entretuviera un poco, estaba en su etapa de exploración, así que era difícil mantenerla calmada.
Se despidió momentáneamente de sus padres y los tíos de Yoongi y fue a buscarlo, primero lo hizo en los casilleros, pero, fue en vano, no estaba ahí, hizo una mueca y se encaminó al único lugar que sabía podría estar. Al entrar al gimnacio, vio a Yoongi parado en medio, mirando alrededor, en sus manos estaba su uniforme, sintió una enorme opresión en el pecho cuando se dio cuenta que estaba llorando. No dijo nada, sólo se sentó la primera grada, esperando, queriendo llorar por verlo de esa forma, Yoongi suspiró y limpio sus ojos antes de volverse y ver a Jimin.
—Jimin.
Jimin bajo la mirada, Yoongi caminó hacia él y se sentó a su lado.
—¿Por qué no aceptaste? Era tu sueño Yoongi.
—Lo sabes—suspiró—. Lo siento, quería decirte, pero, no quería que sintieras que fue tu culpa o algo así, y, también, porque fue una decisión difícil y aunque no me arrepiento, no estaba listo para hablar de ello.
Jimin dejó salir una lágrima, la cual limpio de forma disimulada, asintió, sin levantar la cabeza.
—Debiste haber ido, yo te habría apoyado, creo...que me siento mal, era tu sueño.
Yoongi rio por lo bajo, haciendo que Jimin lo mirara, este estaba riendo, dejándolo aún más confundido.
—Lo sé, pero, no pude hacerlo, creeme que lo pensé, mucho, y decidí lo que es mejor para mí.
—Es tu sueño...
—¿Mi sueño?—suspiró—. Si, tal vez lo era, antes, pero ahora, en este momento mi sueño es tenerte, se que suena muy cliché, pero es así, Jimin, desde que estás a mi lado ya no me siento solo, perdí a mis padres cuando era un niño, y, me duele aún, pero, desde que te tengo a mi lado, mis días son diferentes, te extraño aunque esté todo el tiempo contigo, amo cada momento que paso a tu lado y diablos que amo a mi pequeña Suki, si me hubiese ido, me habría perdido de todo lo que vivimos día con día, de esas peleas tontas por el shampoo o a Suki sacando toda la ropa de los cajones, tengo una familia, así que me siento bien.
Jimin comenzó a llorar. —¿Y si algún día te arrepientes?
—Si algún día llegará a arrepentirme, bastará con mirar a mi lado, y verte dormir para reafirmar que tome la mejor decisión, fue duro, claro que sí, viví un duelo, pero, estoy bien ahora, hoy...hoy me siento emocional.
—¿Por qué?
—Mis tíos me dieron una fotografía de mis padres y mis, jamás la había visto, pero, estábamos en la playa, ellos sonreían mientras me miraban construir un horrible castillo de arena, tío Lay dijo que ellos estarían muy orgullosos de mí—su voz se quebró y gruesas lágrimas recorrieron sus mejillas—. Los extraño Jimin, todo lo que he hecho en mi vida, cada pequeña cosa, siempre fue pensando en ellos, creía que si hacia cosas increíbles, ellos estarían orgullosos, pero, estaban orgullosos de un terrible castillo de arena, ahora que soy papá, todo se siente diferente y me doy cuenta que aunque pasen décadas, siempre los voy a extrañar.
Jimin lo abrazo con fuerza, ambos sollozaban, era un momento íntimo y emotivo, Yoongi no era de las personas que se abría con facilidad, sin embargo, ese día lo estaba haciendo, y Jimin lo escuchaba, con atención, sin juzgarlo, lo abrazaba, con amor y ternura.
—Yoongi, ellos están muy orgullosos de ti, te aman.
—Por fin lo entiendo Jimin. Mis padres me aman y están orgullosos de mí, y lo estarán más—sonrió besando su cabeza—. Porque me convertiré en alguien más genial. Tú también me amarás y estarás orgulloso.
—Te amo y estoy orgulloso Min Yoongi, el primer día que llegue aquí tenía miedo, no conocía a nadie, no era bueno socializando, creí que mi vida sería aburrida, pero te conocí, y trajiste color y vida a la monotonía, me enseñaste que no importa si soy el mejor o no, que puedo ser yo mismo. Me diste un nuevo propósito.
—Oh mi Jiminie, no sabes lo mucho que te amo y lo increíble que me siento porque estás a mi lado, soy fuerte por ti Jimin, y lo seré siempre.
Se separaron para mirarse y sonreír.
—Abogado Min, deberíamos ir con nuestras familias.
—Vamos—se levantó y alargó la mano—. Futuro doctor Park.
La graduación de Yoongi fue sólo el comienzo, este comenzó a trabajar como aprendiz en la firma de abogados donde su padre trabajo, era pesado, tanto que había días que no lo veía, aunque seguían viviendo juntos en casa de sus padres o a veces en la de los Min, el trabajo y sus actividades en la universidad hacia difícil que tuvieran un momento juntos.
Suki estaba creciendo y él no podía verlo, a veces pensaba que estaba fallando enormemente como padre, pensó muchas veces en rendirse, en salir de la universidad y cuidar de ella, pero ni Yoongi ni sus padres se lo permitían, le decían que estaba bien, pero él no se sentía de esa forma.
Llegó tarde ese día, era noche, Yoongi había llamado para decirle que tenía que quedarse en el despacho, lo entendió, estaba ahogado en trabajo y él salía de sus prácticas, no había descansado bien, tenía dolor de cuerpo por todo el tiempo que había estado de un lado para el otro, su cabeza explotaba de dolor y sus ojos rojos de cansancio, estaba triste, extrañaba a Yoongi y a Suki. Entró a casa y todo estaba en silencio, fue a su habitación, abriendo la puerta con cuidado, Suki estaba en su cuna durmiendo con una sudadera suya y otra de Yoongi, cubrió su rostro y salió de ahí, bajo a la sala y comenzó a llorar.
Lloro debido al cansancio y al hecho de que no podía ver a su bebé, está estaba por aprender a caminar y él no la vería, se sentía mal consigo mismo, y le dolía el corazón. Siguió llorando y mordiendo sus labios, cuando sintió unos brazos que lo atrajeron a un cuerpo pequeño, su madre lo estaba abrazando con fuerza, mientras daba caricias en su espalda, reconfortando su llanto.
—Soy un mal padre, lo soy.
—No, no lo eres, sólo estás cansado.
—Le estoy fallando.
—Jimin—dijo tomándolo de los hombros para que la viera a la cara—. Escucha, no estás fallando, estás haciendo lo que puedes y está bien.
—Va a llegar el momento, en que ella va a crecer y me va a reclamar que nunca estuve a su lado, y ¿Sabes que es lo peor? Que ella va a tener razón y derecho de hacerlo, estoy tan cansado, que llorar es terrible, me duele todo, y sólo quiero llegar y descansar y me siento terrible por eso, porque debería estar aquí, cuidando de ella, y no lo hago, soy un mal padre.
Taeyeon dejó escapar algunas lágrimas, mientras limpiaba las de Jimin. Le sonrió con cariño.
—Tal vez lo haga, pero, va a llegar un momento en dónde ella se dará cuenta que su padre de diecinueve años hizo lo que pudo con lo que tenía, que se esforzó, por tener una carrera y darle una buena vida, ella verá que tiene el padre más amoroso del mundo, valiente y fuerte, inteligente e inocente, que se levanta todos los días en la madrugada para darle su biberón, que estudia en silencio para no molestarla, que ha aprendido a hacer desayunos nutritivos y le compra todos los vienes de esos rompecabezas de animales aunque ella no sepa armarlos, vera que no todos los padres somos perfectos, pero que intentamos hacer lo mejor que podemos.
Jimin se agachó poniendo la cabeza en el regazo de su madre, ella acariciaba su cabello, mientras él lloraba.
—Por favor, dime qué lo estoy haciendo bien.
—Mi Jiminie lo está haciendo muy bien.
—¿A dónde vamos?
Yoongi le sonrió con picardía. —Es una sorpresa y te va a gustar.
—¿Por qué estamos saliendo de la cuidad? Espera, conozco este lugar.
—Sí, creo que en ese motel fue donde concebimos a Suki—rio mirando a la bebé de un año que estaba dormida en su silla de auto—. Y mírala, ahí está, cumpliendo un año siendo preciosa como su padre.
—¿Qué dices? Si se parece a ti—bufó.
—Mis genes son fuertes.
Estacionó el auto cerca del campo al que fueron hace casi dos años, Jimin bajo a Suki y Yoongi una canasta de picnic, hace mucho que no tenían tiempo libre para salir y aprovechaban cualquier oportunidad, Yoongi acomodo una manta gruesa en el pasto y Jimin se sentó, bajando a Suki, quien no dudo en caminar a paso torpe tomando el pasto y dando grititos de felicidad.
—A ella le encantó.
—No ha cambiado nada.
—No, creo que los que cambiamos fuimos nosotros ¿No?
—Algo amor—rio Jimin.
—Hace mucho que no pasamos tiempo juntos, aunque vivimos bajo el mismo techo.
—Es complicado, pero me gusta cuando podemos estar los tres juntos.
—¡Papá! —gritó Suki mostrando que en su mano había algunos pedazos de pasto que había arrancado, llevándolos a su boca.
—No, en la boca no bebé—dijo Yoongi sosteniendola y llevándola de regreso a la manta donde la sentó y le limpio la mano para darle una fresa—. Esto es mejor.
—Si no es chetito creo que no le gustará—rio Jimin encantado con la escena.
—Es de armas tomar—bufó—. Jimin, Qué prefieres ¿Ser un árbol o una estrella?
—Una estrella—se encogió de hombros.
Yoongi suspiró sin dejar de mirarlo. —Mi estrella, Park Jimin.
Ay si llore haciendo esto hahaha 💜
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