🐝TEN🐝
—Entonces ¿En la mejilla?
—Ya te dije que sí.
Taehyung dio saltitos emocionado. —¡Son unos bebés! Eso es tan tierno. Jungkook me besó antes de ser novios.
—¿Qué no me haya besado en los labios significa algo malo? —preguntó con una mueca.
—¡Claro que no! Lo que pasa es que todos son diferentes, Yoongi parece ser de esos que conquistan a la antigua, con calma, el cortejo dirían.
—¿Cortejo? Vaya, ammm, dijo que le gustaba dos veces.
—¿Y qué respondiste? Le dijiste que también te gusta ¿Verdad?
Jimin bajo la mirada. —No dije nada, estaba demasiado nervioso, pensé que si hablaba iba a vomitar.
—Ay Jimin, bueno, es normal que pase, hoy puedes decírselo.
Hizo un puchero. —No creo que mis padres me dejen ir al cine Tae.
Taehyung había llegado esa mañana a su casa, alegando que quería saber todo acerca de la cita, lo invitó a su cuarto y le platicó la maravillosa cita que tuvo. Y también, hablaron de sus miedos, estaba aterrado debido a las nuevas sensaciones es que estaba sintiendo, la forma en la que se sentía cuando estaba con Yoongi, era indescriptible, le gustaba, pero al mismo tiempo le asustaba que todo terminara mal.
—Oh, vamos yo le digo, ella me dirá que si, creo que le caí bien.
—¿Qué debería usar?
Taehyung sonrió de lado. —Dejamelo a mí—Jimin elevó una ceja no comprendiendo lo que iba a hacer—. Toma un baño, yo hablaré con tu mamá, ya vuelvo.
—Suerte—le sonrió.
Se metió en el baño y se desistió, los chicos habían dicho que querían ir al cine, ya que habían pospuesto mucho la salida de amigos que deseaban tener, Jimin, además de estar entusiasmado de ver a Yoongi de nuevo, también estaba emocionado por salir con amigos, como siempre lo soñó.
Creció viendo a sus compañeros salir en grupo, él nunca hablaba y ellos no lo invitaban, era ignorado la mayor parte del tiempo, así que, tener la oportunidad de salir, con personas tan amables y que le consideraban ya un amigo era alucinante. Estaba feliz.
A medida que crecía, siempre pensó que había algo que se estaba perdiendo, cosas importantes, como salidas, platicas, chismes y juegos, era alguien solitario, que aunque fingía que no importaba, se preguntaba qué se sentía ser especial para los demás, no quería arruinarlo.
Salió del baño después de unos diez minutos, viendo a Taehyung en su cama recostado, comiendo helado.
—Ya está ella me ama, me invitó al cumpleaños de Yuna. Tus hermanas son lindas.
—Son molestas a veces y violentas—se encogió de hombros—. Bien, estoy listo para tu magia.
Taehyung aplaudió poniéndose de pie. —Perfecto, empecemos.
—Taehyung dijo que estaba por llegar—suspiró Jungkook.
SeokJin le miró con una mueca. —Deja tu dependencia emocional.
—Namjoon te amo tanto, Namjoon no podría vivir sin ti, Namjoon por favor nunca me dejes—casi grito fingiendo la voz aguda.
Su hermano le dio un golpe en la cabeza, Namjoon negó con una sonrisa.
—Dejen de pelear.
—Sí, ya sabemos que son los hermanos cursis—soltó Hoseok.
—A las personas nos gusta lo cursi—bufó EunHa con una ceja alzada.
—Wtf, ¿Quieres que sea más cursi? —bufó Jungkook.
—Si EunHa, no te pases, si da diabetes de verlos.
EunHa simplemente les saco la lengua.
—Son el señor y la señora sonrisas—rio Jin—. Si no se casan dejaré de creer en el amor.
—Auch—riñó Namjoon.
—Es broma amor—le abrazó por la cintura—. Jungkook ahí viene tu chico.
Los chicos se volvieron a ver a los dos lindos omegas que entraban al cine, Taehyung venía de la mano de Jimin, al verlo, los demás se quedaron boquiabiertos, Jimin era lindo, eso no lo podían negar, pero ese día no sólo se veía lindo sino muy apuesto, con el cabello peinado hacia atrás y una ropa que le quedaba muy bien, con aquellos pantalones negros pegados y una camisa de cuadros amarilla abierta sobre una playera blanca.
—Hola—saludaron estando cerca.
—Vaya Jimin te ves muy bien—dijo Jin con una sonrisa.
—Mucho—asintió EunHa.
Jimin, quien no se había sentido muy seguro de su atuendo a pesar de que Taehyung le había dicho que se veía espectacular, sonrió con las mejillas sonrosadas.
—Muchas gracias.
—Ya sólo falta el novio de Jimin—dijo Hoseok con burla.
—No...no es mi novio.
—Aún—se burló Namjoon de la ternura del pequeño omega.
Esperaron unos momentos, hasta que vieron a Yoongi entrando, pero no estaba solo, a su lado había una chica de menor estatura, pequeña y linda. Jimin reprimió un suspiró, era nuevo en todo eso del romance, pero no le gustó nada que la chica estuviera tomando el brazo del alfa.
—Ay no—susurró Jungkook.
—¿Qué pasa? ¿Quien es ella? —preguntó Taehyung confundido.
—Hikaru—bufó Jin—. Un dolor de cabeza.
Yoongi llegó sin dejar de mirar a Jimin, a quien le sonrió, este respondió a la sonrisa, siendo más ligera e incomoda.
—Lamentamos la tardanza—dijo con una mueca—. La amiga de mi tío estaba en casa y me pidieron que trajera a Hikaru—suspiró.
La chica sonrió en grande. —Hola, es bueno verlos de nuevo.
—Lo mismo digo—Namjoon asintió incomodo.
No es que ellos despreciaban a la muchacha, no, ella era linda, pero muy, demasiado intensa, siempre actuaba como bebé y no se despegaba de Yoongi, a quien creía de su propiedad, muy rara y efusiva para sus trece años. Demasiado infantil para ellos.
—Oppa ¿Veremos la película de en el reino de las hadas? Quiero verla.
Yoongi tragó en seco. —Veremos Spiderman, ya te había dicho.
—Pero—hizo un puchero, abrazando a Yoongi de la cintura.
Jimin parpadeo perplejo, una horrible sensación estaba en su pecho. No le gustaba ver que esa niña abrazara de esa manera a Yoongi.
—Amm...
Todos sabían que Yoongi no se negaba, porque la niña era un caso de berrinche muy duro. Hoseok mordió su labio inferior.
—Me debes una—susurró sin que nadie lo escuchara—. Oh, pues, podemos hace esto, EunHa y yo queremos ver esa película, vamos a verla los tres.
EunHa le miró confunda. —¿A sí?
—Sí, recuerdo que me dijiste que querías verla—irrumpió Jin haciéndole una mirada sugerente.
—¿Yo dije eso? —frunció en seño.
—¡Claro que sí EunHa! —dijo Taehyung con una sonrisa tensa—. Así que está bien, además dudo que Hariko entienda las películas de Marvel.
—Soy Hikaru—bufó.
—Eso.
—Excelente, Hoseok, EunHa y Hikaru pueden ver su película de niñas, y nosotros Spiderman.
—Pero, oppa quiero ver la película contigo.
—Es mejor así, mira te compraré los dulces que quieras para que entres a esa película.
Ella dudo por unos segundos, pero después asintió. —Hecho.
—Vamos por los boletos—EunHa tomó la mano de la menor y la arrastró a la taquilla.
Hoseok se acercó a Yoongi. —Me debes una grande.
—Me has salvado, estoy agradecido—sonrió en grande.
—Nosotros iremos por los boletos, los demás compren cosas—dijo Jungkook tomando de la mano a Taehyung.
Los demás se encaminaron a la dulcería. Yoongi se acercó más a Jimin, quien estaba serio, molesto por lo que estaba sintiendo.
—¿Qué vas a pedir?
—Palomitas y un frape—se encogió de hombros.
—Hay un combo de palomitas jumbo, y dos bebidas, adema de frape y nachos ¿Podríamos compartirlo?
—Está bien—asintió desganado.
Namjoon y Yoongi se acercaron a la dulcería. SeokJin se quedó con Jimin.
—Tranquilo, Yoongi es como su niñera.
—Ammm...no pasa nada.
—Claro, si tu lo dices—rio por lo bajo.
Jimin se sintió apenado, los celos eran normales, por ejemplo, él a veces sentía celos de cómo su familia trataba a sus primos y hacia diferencias, pero aquellos celos que estaba sintiendo eran diferentes, una parte de él se sentía tonto por estar celoso de una niña, pero otra, la parte que pertenecía a su omega no se sentía feliz y quería ir a abrazar a Yoongi y marcarlo con su aroma, cosa que era demasiado instintiva y no muy bien vista.
Yoongi se acercó con las cosas, se acercaron a la persona que estaba recogiendo los boletos y entraron a la sala, el acomodo era así, Jungkook, Taehyung, él, Yoongi, Namjoon y Jin. Yoongi le dio su bebida y tomó una palomita para acercar a sus labios, se quedó pasmado, antes de abrir la boca y comerla.
Se volvió para mirarlo y este le sonrió, se acercó a su oreja.
—Te ves muy lindo—susurró haciéndole cosquillas.
Jimin enrojeció hasta las orejas, el perfume de Yoongi olía muy bien, le gustaba mucho, bajo la mirada a sus manos con las cuales jugó.
—Gracias—susurró de vuelta.
La película fue más emocionante de lo que cualqueira había pensado, Jimin la disfrutó demasiado, pero lo que más le gustó, lo que hizo que su corazón explotara, fue la mano de Yoongi entrelazada a la suya, no lo había soltado, de hecho la apretaba cuando algo emocionante pasaba y si se miraban sonreían en grande, su corazón estaba por explotar, cuando quiso separarse porque le sudaba la mano, Yoongi regresaba a tomarla, ni siquiera lo soltó saliendo de la sala.
No le importó las miradas de sus amigos, siguió sosteniendola. Fuera de la sala ya estaba Hoseok, EunHa y Hikaru esperando, esta última se acercó brincando y gritando lo emocionante que había estado la película, cosa que no les pareció verdad cuando vieron la cara de aburrimiento de la pareja felicidad.
—¿Quieren ir a cenar? —preguntó Namjoon.
—Yo tengo que regresar acasaa—dijo Jimin con una mueca.
—Entonces vamos, te llevo—respondió Yoongi negándose a soltar su mano.
—Pero, oppa quiero ir a comer—soltó con un puchero.
Sí, Jimin la odiaba.
—No, además tengo que dejarte en tu casa, nos vemos el lunes en la escuela chicos.
—Adiós, se van con cuidado—decía Taehyung despidiéndose con la mano.
—No creo que sea buena idea—dijo Jimin con una ligera mueca—. No cabemos los tres en la moto.
—Traje el auto—le sonrió—. Mi tío no habría permitido que trajera a esta mocosa en motocicleta.
—Oppa—bufó.
Llegaron al estacionamiento, Hikaru se plantó en la puerta del copiloto, Yoongi soltó a regañadientes la mano de Jimin.
—Tú atrás Hikaru, Jimin irá de copiloto.
—No quiero—negó con los brazos cruzados.
—Anda, sino ya no te traeré a pasear.
La chica miró con molestia a Jimin antes de subir atrás, Yoongi le abrió la puerta a Jimin, quien estaba pasmado, su corazón latía con fuerza, una vez adentro se puso los cinturones, era un lindo auto.
—Dejaremos primero a Hikaru. No es lejos.
—Está bien.
El camino estuvo lleno de la niña hablando hasta por los codos de las cosas que había hecho en la escuela esa semana, Jimin estaba mareado por tenerla que escuchar, rodaba los ojos cada que quería decirle a Yoongi apodos lindos. Pero, el alfa parecía inmutable, fijando su vista en el camino, llegaron a una casa enorme, donde la chica se bajó corriendo y diciendo adiós, esperaron a que entrara y se pusieron en marcha.
—Hace que me duela la cabeza—bufó Yoongi, alargó la mano tomando la de Jimin y entrelazo sus dedos, poniéndolas sobre la palanca, Jimin reprimió un suspiro.
—Yoongi, me gustas también.
Yoongi sonrió en grande mirándolo rápidamente, apretó su mano.
—No sé qué haces conmigo, pero Jimin mi corazón late tanto que creo que saldrá de mi pecho.
—Tampoco quiero matarte.
Yoongi soltó una carcajada. —Veré cuanto puedo sobrevivir.
El camino a su casa fue tan corto que odio todo, pero antes de bajar, Yoongi se acercó y besó su mejilla, la frialdad de sus labios hizo contraste con la calidez de sus mejillas.
—Nos vemos el lunes.
—Nos vemos, descansa.
Bajó sonriendo, una sonrisa que estaba seguro que no se borraría jamás.
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