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🐝ELEVEN🐝

Para Jimin era un lunes normal, como cualquier otro, pero, para la mayoría de sus compañeros era la semana de las invitaciones, en menos de tres semanas se llevaría a cabo el baile de primavera, y la universidad estaba llena de propuestas, chicos declarando su amor y una ida al baile. Según lo que Hoseok y EunHa habían dicho, sería un tema especial, una temática de mascarada, algo lindo, Jimin estaba desinteresado, nunca le invitaban a esas cosas y dudaba que le dejaran ir. Así que no le prestó atención, aunque una parte de él estaba deseando que Yoongi le invitara.

Aunque, si no quería ir al baile con él lo comprendía, le ponía triste, pero trataba de sentirse mejor recordando las veces que Yoongi le había dicho que le gustaba. Eso lo hacia feliz.

Cuando estuvo recorriendo los pasillos todos le miraban, era extraño, demasiado, algunas personas reían en su dirección, otras eran más discretas y solamente le miraban, pensaba que tal vez tenía algo en la cara como un bigote de leche, pero al verse en el espejo del baño no encontró nada extraño. Ingresó a la clase y sus compañeros le miraron de clavo, eso sí que le preocupó, como todas las mañana estaba dispuesto a despertar a Taehyung, pero este no estaba en su asiento.

Se sentó y sacó una libreta en donde dibujaba cosas al azar, así hasta que sonó la campaña dando inicio a las clases, Taehyung entró corriendo segundos antes del profesor, le miró confundido.

—¡¿Qué haces aquí?! —exclamó.

—Está por empezar la clase, ¿Por qué llegaste tarde?

Taehyung hizo una mueca. —Por nada.

—Oh bueno—susurró porque el profesor acababa de entrar al salón.

La clase fue incómoda, porque sentía las miradas de sus compañeros sobre su espalda, no comprendía nada, incluso los profesores le observaban perplejos. Al salir del primer periodo Taehyung le miraba de reojo ansioso.

—¿No tienes que ir a alguna parte? —preguntó de forma insistente.

—No ¿Por qué? ¿Quieres que vayamos a algún lugar?

—No, olvídalo—suspiró.

En el almuerzo las cosas comenzaron a ponerse más densas, era la misma mesa de siempre, pero todos estaban callados, no reían, Yoongi apenas le daba una mirada y no comprendía la razón, tampoco es como si insistiera en que le hablara, porque se sentía indefenso, como si algo estuviera mal con él y no comprendiera la razón.

—Mejor nos vamos, anda Yoongi—dijo Namjoon con una mueca—. Mañana hay partido, así que tenemos que hablar con el entrenador.

Yoongi se levantó cabizbajo, tomó sus cosas y se retiró, sin siquiera mirar a Jimin, los demás comenzaron a hacer lo mismo dando escusas vagas, quedando sólo él y Taehyung, quien comía con una mueca.

—¿Sucede algo?

—Nada Jimin—suspiró—. Tú no te preocupes.

Pero, eso no lo convencía, se sentía mal, algunas personas se reían de él, las clases siguieron siendo las mismas, con aquellas miradas juzgando, sin embargo, Jimin intentó que no le molestara, tendría tutorías con Yoongi y ahí le preguntaría que pasaba.

Yoongi💖🥰

No iré a las tutorías, estoy ocupado.

Está bien, nos vemos mañana 😊

El mensaje había sido demasiado seco, y le dejó en visto, no comprendía nada, absolutamente nada, mucho menos cuando en la salida vio a Hoseok a lo lejos y le saludó, pero este se volvió y siguió su camino ignorandolo olímpicamente, estaba por ponerse a llorar ¿Qué había hecho mal?

—¿Quieres que te lleve a tu casa? —preguntó Taehyung con una media sonrisa.

—¿No se supone que siempre te vas con Jungkook?

—Peleamos—bufó.

—¿Qué sucedió?

Taehyung parecía que tenía ganas de llorar, Jimin se compadeció de él, parecía que la pelea había sido más grande de lo que imaginaba.

—Porque aparentemente vamos a tomar lados en está situación.

—¿Lados? ¿A qué te refieres? —preguntó perplejo.

—Ya sabes, lados, todos están tomando un lado, lo entiendo de ellos porque lo conocen más, sólo Jin dice que necesitan hablar, pero sé que también lo apoya, pero yo te apoyo a ti, sin importar nada.

—No entiendo ¿Apoyarme en qué? —estaba más que confundido.

Taehyung no pudo más y paró encarando a Jimin, su rostro estaba afligido.

—Sabes no entiendo, creo que debe haber una respuesta, deje que tomaras la decisión, pero, Jimin, ¿Por qué ignoraste la invitación de Yoongi?

—¿De qué estás hablando? Yoongi no me ha dicho nada, literal, me mandó un mensaje diciendo que quería cancelar la cita porque estaba ocupado, pero nada más.

La angustia en los ojos de Taehyung, hizo que su corazón latiera con fuerza, que el nerviosismo y el miedo ante lo desconocido recorriera su cuerpo.

—Jimin, literalmente hizo una invitación y todos lo vieron, si no querías ir con él o lo que sea, debiste decirle.

—¡Taehyung basta! Entiende que no sé de qué hablas ¿Cómo que me invitó?

—Adornó todo tu casillero—dijo entrecerrando los ojos—. Esperamos, pero no llegabas, el dijo que dejáramos que tú lo vieras, que en el almuerzo ya tenías que saber, cuando salimos y desapareciste, pensé que fuiste a dejar tus cosas y lo habías visto. Yo les avisé que estabas en eso.

—Fui al baño—balbuceo—. ¡Mierda, maldita sea! —soltó desesperado tomando con fuerza sus cabellos—. Esto no puede estar pasando.

—¿No lo viste? ¿Por qué no?

Sus ojos se agradaron. —¡Taehyung no sé dónde están los casilleros!

—¿Cómo que no sabes en dónde están?

—No lo sé ¡No los encuentro! —hizo un puchero—. ¿Por qué crees que cargo todo en la mochila?

—Pensé que eras una clase de chico que le gusta tener todo a la mano....carajo...¿De verdad no sabes dónde están? De hecho tu casillero está al lado del de Jungkook ¡¿Por qué nunca preguntaste?! —dijo dándole un zape en la cabeza.

—¡Auch! Siempre que intentaba hacerlo era interrumpido—renegó—. ¿Por eso hoy todos me miraban así? ¿Por eso los chicos estaban serios? ¿Por eso Yoongi ni siquiera me miró?

—Todos pensamos que no habías dicho nada porque no querías ir con él al baile.

—¡Eso es imposible! ¡Llevame a los casilleros!

Taehyung agrandó sus ojos, tomó la mano de Jimin y lo llevó corriendo fuera de ese edificio, Jimin tenía el corazón desbocado, había algo dentro de él que dolía demasiado que le hacía sentir mal, aguantaba las ganas de llorar. La universidad era grande y claro, su suerte era la peor, porque Taehyung le estaba guiando a un edificio al que nunca había ido, porque pensaba que era la dirección o donde estaban los maestros, al menos eso había leído en el mapa, aunque pensaba que no estaba actualizado.

Entraron encontrando todos los casilleros, fueron hasta el segundo piso, al fondo ¡¿Cómo carajo lo iba a encontrar solo?! Corrieron hasta casi llegar al último rincón, entonces pararon, Jimin al ver lo que estaba frente a él comenzó a llorar, sin dejar de mirarlo, las lágrimas recorrían sus mejillas.

Era hermoso, el casillero estaba adornado con corazones de colores, y unas letras que decían ¿Quieres ir al baile conmigo? En la manija había globos y un dibujo de un osito. Se acercó para tocarlo, era lindo, brillaba y eran colores tan cálidos. Sacó su celular para buscar el mensaje con el código, al encontrarlo abrió el casillero y lo que encontró lo confundió aún más, eran notas. Muchas notas pequeñas con papel de colores.

Hola tutor...

¿Sabes cómo nacen la lombrices?

Hoy te ves mejor que ayer, pero dudo que te veas mejor que mañana.

No puedo esperar al viernes, quiero esa cita contigo.

Jimin me gustas.

¿Sabías que los ojos hacen más ejercicio que las piernas?

¿Cuál es la raíz cuadrada de tu corazón?

Me pica el ojo hoy, me estoy quedando ciego de verte siendo tan hermoso y brillante.

¿Sabías qué el pez globo es uno de los vertebrados más tóxicos?

¿Qué clase de gato serías?

Jungkook me dijo que te preguntara si querías ir a ver a mi gato, pero no tengo gato. O.o no entendí.

Jimin sollozo fuertemente, era como un bebé llorando desconsolado, Taehyung se acercó y lo abrazó con fuerza, estaba claro para cualquiera que le viera que este no tenía idea de lo que había estado pasando esas semanas a sus espaldas.

—¡¿Por qué soy tan idiota?!

—Tranquilo, calma, no eres idiota, no llores, fue un malentendido. Ay bebé, deja de llorar.

Lo separó de su cuerpo y comenzó a limpiar sus lágrimas.

—Tengo que ir a buscarlo...

—No puedes—lo detuvo del brazo—. Ya se fueron a casa, Namjoon, Hoseok y Jungkook lo invitaron a comer porque estaba triste—fue mala idea decir eso porque Jimin lloró aún más—. Ay no, mejor espera, llámalo y dile todo lo que pasó. Es más, deja llamo a Jungkook para que me diga dónde están...

Pero, Jimin se sentía tan mal que negó, necesitaba otra forma de arreglar las cosas.

—¿A qué hora es el partido mañana?

—A las once, a la hora del almuerzo ¿Por qué?

Jimin hizo un puchero. —Me tienes que ayudar.

—¿A qué?

—Voy a hacer lo que nunca antes he hecho, me voy a arriesgar a una humillación social.

Taehyung boqueo. —Uy, bien le entro.


















—Hola Jimin—alzó la mirada para encontrarse con EunHa, SeokJin, Hoseok y Jungkook.

Las clases aún no habían comenzado, estaba en la biblioteca terminando lo que sería lo más arriesgado y loco que había hecho en su vida. Tuvo miedo de que ellos le miraran mal o le dijeran algo, pero sus rostros parecían amables.

—Hola chicos—sonrió apenado.

—Oh Jimin lo sentimos—puchereo EunHa—. No debimos tratarte mal, o hacerte sentir mal, es sólo que pensamos que habías ignorado por completo a Yoongi, lo que nos molestó, porque es un chico muy sensible y de verdad está enamorado de ti. Perdona.

—Taehyung nos contó todo lo que pasó—continuó Jin—. Lamentamos todo, y estamos aquí porque queremos ayudarte.

—Si Jimin, te ayudaremos en todo—dijo Hoseok con una enorme sonrisa.

—Muchas gracias—hizo un puchero.

—Traje la brillantina—Taehyung apareció con dos botes de brillantina roja—. Oh vinieron.

—Si amor—Jungkook acarició sus cabellos.

—Entonces a trabajar, aún falta un poco.

Los chicos se sentaron, Seokjin sonrió al ver lo que Jimin hacía.

—El plan puede ser este—dijo Jin—. Jungkook y Taehyung salen corriendo para tomar los mejores lugares en las gradas, nosotros llevamos las cosas, le diré a Namjoon que después del partido posicione a Yoongi frente a nosotros y el resto es tuyo ¿Te parece?

—Sí—asintió—. Sólo espero que no se moleste y que no acepte.

—Oh créeme que lo hará, nada saldrá mal.

—EunHa tiene razón, bueno, a menos que llore.

—¿Yo? —preguntó Jimin mirando a Hoseok.

—No, Yoongi. Es más llorón de lo que crees.

Jimin sonrió, estaba triste, la noche anterior se habia quedado leyendo las notas hasta que se quedó dormido, su corazón estaba sufriendo una transición, se encontraba enamorado, pero también temeroso, no había querido lastimar a Yoongi, sólo esperaba que su plan funcionara. Porque entendió, que más que una explicación, Yoongi también merecía algo más especial.

Las clases fueron una tortura, no por la carga de trabajo, sino porque sus nervios no le ayudaban en nada, no había podido desayunar nada, ni siquiera tomar agua, porque tenía miedo de ponerse a vomitar de la angustia. Todo estaba listo, menos él.

Taehyung salió con permiso para ir al baño cinco minutos antes de que la clase acabara, sabía que iría corriendo al gimnasio, Jimin tomó sus cosas, como ya estaba al tanto de donde quedaba su casillero, había dejado todos sus libros ahí, para tener espacio suficiente para las cosas. Salió corriendo haciéndose paso entre sus compañeros.

Todos estaba entusiasmados por el juego, todos o tal vez la mayoría estaría ahí, eso agregaba una presión extra, porque tenía pánico, sin embargo, quería hacerlo. Se encontró con Jin, Hobi y EunHa en la entrada del gimnasio, entraron encontrando los lugares que Jungkook y Tae habían apartado, unos que estaban justo en medio de la cancha.

—Vamos Jimin Gabriella Montez—dijo Seokjin dándole una palmada en la espalda.

—Entendí la referencia.

Se sentaron y observaron al cancha, Yoongi a diferencia de otras veces ni siquiera le miró, pero su rostro parecía más apagado que antes, se sintió fatal. El juego fue lo más estresante y ansioso de su vida, no porque su equipo estuviera perdiendo—no, ellos eran excelentes y estaban por ganar—, sino porque quedaba poco para que terminara.

—¿Estás listo Jimin? —susurró Taehyung a su lado.

Tragó en seco pero asintió. Todos enloquecieron cuando su equipo fue el ganador, podía ver a Yoongi con una gran sonrisa, una que no llenaba de felicidad sus ojos, porque estaba deprimido.

SeoKjin le dio un golpe para que se levantara, sus amigos lo hicieron de igual manera, los latidos de su corazón estaban en su garganta, algunos compañeros cercanos les miraron confundidos.

Había hecho algo lindo, una pancarta grande con corazones, y animales tiernos, sus amigos la cargaban y también globos de corazón, en esta estaba escrito ¿Irías al baile con este idiota que no sabía dónde estaban los casilleros? Muy romántico según Tae.

Algunos que miraron lo que estaban haciendo guardaron silencio, Namjoon, tomó de los hombros a Yoongi y lo volvió a las gradas, este se quedó petrificado.

Jimin tomó una enorme bocanada de aire, pensaba que en cualquier momento se iba a desmayar. Apretó sus manos y cerró fuertemente los ojos.

—¡Miiiin Yoooongiii! —gritó alargando las vocales—. ¡¿Quieres ir al baile conmigo?!

Todo a su alrededor se volvió silencioso, incluso los miembros del otro equipo pararon su lloriqueo y se centraron en la escena, había algunos awww sonando por ahí.

Abrió los ojos lentamente, mirando a Yoongi quien ladeo la cabeza y comenzó a acercarse, Taehyung le dio un empujón que casi hace que se caiga de las gradas, le hicieron paso para que bajara, su corazón latía con fuerza y no por las miradas alrededor, sino porque los profundos ojos de Yoongi estaban sobre él.

Este paro a escasos centímetros. Jimin balbuceo como tonto.

—Yo no sabía en dónde estaban los casilleros, te juro que no lo vi, porque de haberlo visto te habría dicho que si sin pensarlo y habian brincando de alegría. Porque...tú eres mi alegría....por favor...ven conmigo al baile.

Yoongi contuvo su seriedad, hasta que su boca se ensanchó en una enorme sonrisa, una que iluminó por completo sus ojos, se acercó a Jimin, y mandando todo al carajo lo abrazó de la cintura, levantandolo un poco y besando su mejilla. Jimin enterró la cabeza en su cuello y suspiró feliz, ahora era él quien quería llorar.

—Claro que quiero—dijo sin aliento.

Se miraron a los ojos y sonrieron, a su alrededor hubo bullicio y aplausos, pero a ellos no les importó, sólo se centraron en el otro.

💖

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