🐝EIGHT🐝
Jimin mentiría si dijera que no se sentía apenado por lo que había pasado, aunque eso era quedarse corto frente a lo que realmente sentía. No había podido dormir bien, ni siquiera había podido responder el mensaje de Yoongi.
—Yo no iré—dijo defendiéndose en la entrada.
—¿Qué? ¿Por qué? —preguntó Taehyung confundido.
—Yoongi estará ahí.
Taehyung rio por lo bajo.—Oh vamos, no seas cobarde, además ¿No dijiste que acepto el chocolate?
Jimin le había contado a Taehyung, porque estaba tan nervioso esa mañana que no creía ser capaz de ocultarlo, Taehyung estaba emocionado.
—Tal vez lo hizo por compromiso.
—No lo creo, Yoongi no es así.
—¿Cómo estás tan seguro?
—Jimin, se supone que no debo decirte esto, pero Yoongi rechazó a dos personas ese día.
Jimin le miró con los ojos muy abiertos, primero, porque eso quería decir que Yoongi había aceptado el chocolate porque quería hacerlo y segundo, porque alguien más se le había declarado a la persona que le gustaba, esto último le dejó un mal sabor de boca.
—Yo...
—Vamos—dijo antes de tomar su mano y llevarlo a la fuerza afuera, caminaron a la misma mesa de siempre en donde los chicos ya se encontraban.
Yoongi al verlo sonrió apenado, ver a Jimin después de haberle dado un chocolate, y que no haya respondido su mensaje, era confuso, Jimin se sentó a su lado lo que hizo todo más tenso.
Namjoon les miró con una sonrisa. —Y bien Yoongi, ¿No te dio un coma diabético por tanto dulce?
—Nam—bufó—. No hagas esto.
—Lo siento—dijo en tono de burla, para ellos ver a su amigo enamorado por primera vez era un caso especial.
—Deberíamos ir al centro comercial, vamos por hamburguesas—sonrió Jin tratando de romper la tensión.
—Sería buena idea—asintió Hoseok—. Podríamos ir después de clases—bostezo—. ¿Tienen entrenamiento largo?
—Sí, pero no será largo—se encogió de hombros Namjoon.
—Muy bien, Kookie, ¿Puedo tener una cajita feliz?
Jungkook rio por lo bajo, abrazó a su novio y lo pegó a su pecho. —Tú puedes tener lo que quieras.
—Que bueno, porque no traje mi mesada.
Yoongi se volvió ligeramente hacia Jimin quien estaba pellizcando parte de su pizza, trató de que nadie lo escuchara.
—¿Vendrás?
—Yo...no lo sé—dijo con una mueca.
—Anda, será divertido.
—No puedo llegar tan tarde a casa.
—Te llevaré para que no tomes el bus ¿Te parece? —le sonrió de forma esperanzadora.
Jimin mordió su labio inferior, estaba nervioso, pero realmente quería ir, podría mandarles un mensaje a sus padres diciendo que se quedaría a estudiar en la biblioteca y ellos no objetarian, porque sabían que era algo que él acostumbraba a hacer.
—Está bien—dijo asintiendo ligeramente.
Yoongi sonrió en grande, porque aunque estaba confundido por las señales de Jimin, aún quería pasar todo el tiempo posible a su lado.
—¿Dónde nos veremos?
—Yo iré al gimnasio ¿Nos vemos ahí después del entrenamiento? —preguntó Jin mirando a los demás.
—Perfecto—aplaudió EunHa despertando a Hoseok.
Las platicas sin sentido comenzaron, Jimin se dispuso a terminar de comer, nervioso de estar tan cerca de Yoongi, así hasta que comenzaron las clases, en el camino Taehyung le hablaba emocionado de un nuevo videojuego en el que estaba perdiendo el tiempo.
—Tae—interrumpió cuando llegaron al salón—. ¿Cómo supiste que a Jungkook le gustabas?
—Bueno, esa es una historia graciosa...
Taehyung caminaba sin rumbo, jugando en su celular mientras que los demás corrían a la cafetería, siempre estaba rodeado de sus amigos mayores, pero ese día no los había encontrado, entró tomando una charola con comida y se dispuso a ir a su asiento, el mismo de siempre, había algún grupo de chicos que le miraba, entre ellos estaba el pelinegro de gruesos lentes que siempre le observaba embobado. Le sonrió, haciendo que este desviara la mirada avergonzado.
Comía tranquilamente, cuando todo se puso en silencio, levantó la vista confundido mirando al mismo chico frente a él, era de un curso avanzado, lo sabía porque estaba en la clase de Bogum.
Iba a saludarlo cuando vio que sacaba de detrás de su espalda un peluche de leoncito y una flor morada, este estaba temblando, Taehyung abrió mucho los ojos antes de entrecerrarlos.
—¿Hola?
—No me conoces—dijo con voz débil—. Soy Jeon Jungkook de la clase de segundo y...yo...quería preguntarte algo.
—Oh, bien, ¿Qué pasa?
—¿Saldrías conmigo en una cita?
Taehyung se quedó pasmado, jamás había sido invitado a una cita, vaya, nadie había mostrado un interés amoroso en él, se quedó absorto mirando al chico, era lindo, no iba a negar eso, tenía unos ojos grandes y brillantes, que se podían apreciar a pesar de sus gruesos lentes, le sonrió, alrededor todos estaban en silencio, esperando su negativa para burlarse.
—Está bien—sonrió.
Jungkook boqueo, pensaba que lo que estaba viviendo y escuchando era un sueño, asintió y sonrió tímidamente.
—¿Eso es para mí?
El alfa miró los regalos en sus manos y asintió frenético, ofreciendoselos, Taehyung los tomó y rio por lo bajo.
—Son lindos. El viernes, quiero ver una película, no llegues tarde ¿Bien?
—C...claro.
Alrededor escuchó el bullicio de los estudiantes, los amigos de Jungkook festejaban y él no dejaba de mirar el piso, Taehyung se metió una cucharada grande de arroz y siguió comiendo.
—Y después se puso en forma, dejó los lentes por unos pupilentes y llamaba la atención de todos, pero sus ojos siempre me miraban a mí.
—Vaya, eso es tierno. Sería lindo que alguien se te declarara de esa forma.
—Lo es ¿Buscas ideas para declararte a Yoongi?
—¿Qué? —le miró con los ojos muy abiertos—. No, no es eso.
—Oh vamos Jimin, ambos se gustan, ¿Por qué no sólo decirlo?
—¿Realmente crees que le guste a Yoongi?
—Lo creo—asintió—. Te mira de la misma forma en la que Jungkook me miraba a mí, y tú, bueno, eres malo ocultando lo que sientes.
Jimin se sonrojo hasta las orejas, sí, le gustaba Yoongi, pero no creía que el mayor tuviera interés amoroso en él, dudaba demasiado, Yoongi era tan genial y él se sentía poca cosa ¿Por qué lo elegiría teniendo a hermosas y hermosos omegas alrededor?
—Esta fórmula es sencilla—le explicó—. Sólo tienes que despejar los valores, para eso, pasas este número y...
Jimin levantó la mirada cuando sintió que Yoongi se acercaba a su cabello y lo acomodaba.
—¿Qué prefieres, vivir bajo un puente o en una cueva?
Elevó una ceja. —No...no lo sé.
Yoongi le sonrió. —Jimin, ¿Qué sería lo más loco que harías por amor?
—Yo...no sé. Jamás he estado en una relación...
—Yo tampoco.
—No te creo.
—Claro que sí—bufó—. Te dije que no le gusto a las personas.
—Pero, todos te admiran. Deguro que has llamado la atención de varías personas.
—Como el capital del equipo ganador sí, como Min Yoongi no. Soy más tonto de lo que crees.
Jimin negó. —No eres tonto, eres genial, muy divertido y....
—¿Y? —preguntó con una sonrisa pícara.
—Apuesto—susurró desviando la mirada.
El corazón de Yoongi latió con fuerza. —Es un gran halago viniendo del chico más lindo de la escuela.
—No soy el más lindo.
—Lo eres—asintió—. Eres el más lindo, casi muero cuando el chico más lindo de todo el campus me dio un chocolate. Eres dulce y tierno. Me gustas.
—¿Gustar? —abrió mucho los ojos.
—Me agradas mucho. No puedo esperar al viernes.
Jimin recordó su salida y casi muere debido a que los latidos de su corazón se descontrolaron, no supo qué más decir y Yoongi estaba tan avergonzado que siguió haciendo los ejercicios.
—Es momento de ir al gimnasio, vamos, SeokJin estará ahí.
Ambos guardaron sus cosas, Yoongi tomó ambas mochilas, y caminaron en silencio a la salida de la biblioteca, no hablaban, pero no era incomodo, ambos estaban perdidos en sus propios pensamientos y sensaciones, Jimin se sentía sobre una nube esponjosa, había leído muchas historias de romance, pero realmente nunca pensó que algo así le ocurriría a él.
Llegaron al gimnasio, SeokJin estaba en la grada de abajo, Jimin se sentó a su lado y Yoongi dejó sus cosas se despidió para ir a cambiarse rápidamente.
—¿Se besaron?
—¿Qué? —preguntó confundido—. No, no hicimos eso. Ahhh, ¿Por qué lo dices?
—Tranquilo, es que los dos se ven tan rojos—dijo antes de soltar una carcajada—. Se ven lindos.
—Jin ¿Cómo te hiciste novio de Namjoo?
—Lo golpeé en las bolas...
SeokJin sabía que era lindo, siempre lo fue y le gustaba llamar la atención, aunque en ocasiones eso provocaba que alfas o betas estupidos empezaran a acosarlo, lo odiaba. Había entrado en una de las mejores universidades por su cuenta, no dejaría que nadie tratara de hacerlo sentir menos.
Vio a lo lejos a Yoongi, lo conocía porque estaba en el salón de su medio hermano Jungkook, este no estaba por ninguna parte y ya era tarde, tenían que irse a casa.
—Hola lindo—dijo un beta acercándose a él—. ¿Quieres salir a pasear?
—Pierdete—bufó.
Pero, aquel beta, que siempre le estaba molestando no dio un paso atrás, al contrario se acercó de forma peligrosa.
—No te hagas del rogar. Vamos, salgamos.
Gruñó molesto, caminó lejos, directo al estacionamiento, estaba harto de aquello. Sentía los pasos detrás de él, pero no se volvió, llegó a su auto y trató de meter las cosas en el asiento trasero, cuando sintió las manos en su cadera, se volvió de inmediato, encarando al beta que le sonreía sin soltarlo. Trató de alejarlo, pero eso hizo que este lo tomara con mayor fuerza, levantó una mano y le dio un golpe en la boca. El beta gruñó y elevó la mano para darle un golpe, pero eso nunca sucedió.
De repente el beta estaba en el piso, al lado de él había un chico de cabello castaño claro, musculatura grande, y alto que miraba con desprecio al chico en el suelo.
—¡No te atrevas pedazo de mierda!
Su voz era fuerte, SeokJin empuñó las manos. El beta se puso de pie y se abalanzó contra el chico extraño, ambos se metieron en una pelea que llamó la atención de quienes estaban en el estacionamiento.
—¡Basta par de idiotas! —soltó molesto.
Pero ellos hicieron caso omiso, se levantaron golpeándose, Jin trató de separarlos, porque estaban siendo demasiado ruidosos y podían meterse en problemas, no le importó el beta, de hecho, estaba feliz de que le dieran su merecido, pero no creía que el otro chico se lo mereciera, era un total desastre, trató de separarlos dándoles patadas, mala idea, uno de sus golpes llegó a la entrepierna del chico que cayó de rodillas.
—¿Qué te pasa? Te estaba defendiendo—dijo sin aliento.
El beta comenzó a reírse, SeokJin, molesto, le dio un puñetazo en la nariz que hizo que cayera al piso.
—¡No te vuelvas a acercar a mí!
Se volvió al chico que estaba hincado en el piso lloriqueando y le sonrió apenado.
—Lo lamento...soy Jin y gracias.
—Namjoon—le regresó la sonrisa.
—Woow, que valiente eres Jin hyung.
—Gracias Jiminie, después de eso nos hicimos amigos, Yoongi nos ayudó a saber que teníamos sentimientos por ambos y aquí estamos.
—¿Cómo hizo eso?
—Nos encerró en un clóset.
—Vaya—abrió mucho los ojos.
El entrenamiento había comenzado, Jimin se volvió a ver cómo Yoongi jugaba, estaba tan perdido en los movimientos del chico que todo a su alrededor desapareció, este le miró con una sonrisa que le hizo dejar de respirar, mala idea, Jimin no estaba prestando la suficiente atención, como para darse cuenta de que Namjoon había lanzado mal el balón, uno que voló, directo a su cara.
El golpe le cegó, fue tan doloroso que le aturdio. De repente estaba acostado, Jin lo levanto para ver cómo estaba y sus ojos se abrieron en demasía. Yoongi sintió que su alma abandonaba su cuerpo y no dudo en correr hacia Jimin. Trató de quitar sus manitas de su rostro, pero al hacerlo se dio cuenta de la sangre que corría por su nariz.
—Mierda—gruñó, al lado estaba su suéter el cual puso sobre el rostro de Jimin—. ¿Me escuchas?
Jimin parpadeo aturdido. SeokJin a su lado le hablaba, pero no enfocaba debido a las lágrimas, sin pensarlo comenzó a llorar como un bebé.
Los chicos y el entrenador se acercaron, Yoongi tomó de la mano a Jimin e hizo que se levantara. —Lo llevaré a la enfermería..
—Ve—asintió el entrenador—. ¡Les he dicho que tengan cuidado!
—Yo lo llevo—le dijo a SeokJin—. Cuida sus cosas.
—Está bien.
Yoongi abrazó a Jimin tomando su cintura y pegandolo a su costado, ambos caminaban lento, el omega no dejaba de sollozar.
—Todo va a estar bien—susurró preocupado.
Subieron las escaleras con cuidado, la universidad tenía un área de enfermería, que Jimin visitaría seguido a partir de ese momento. Entraron, pero no había nadie cerca, Yoongi lo hizo sentarse en una camilla, y tomó algo de algodón de un estante, se acercó nuevamente quitando la mano de Jimin de su rostro con delicadeza. Este seguía sangrando y llorando.
Con el algodón trato de retirar la sangre, limpiando un poco su boca, con una mueca de mortificación, ver a Jimin llorando y sangrando le revolvió el estómago.
—Tranquilo ¿Duele mucho? —Jimin simplemente asintió—. Creo que solo fue el golpe—tocó el puente de su nariz—. ¿Duele mucho?
—Sí—susurró con un puchero.
Yoongi siguió limpiando su boca, nariz y terminó haciendo lo mismo con sus manos. Jimin sólo hipeaba, le observaba, le dolía mucho, pero no creía que tuviera algo roto, sólo que iba a dejar un feo moretón.
—Sostén el algodón en tu nariz—dijo con dulzura—. Bien, así.
Jimin bajo la mirada, su ropa estaba manchada de sangre al igual que el suéter de Yoongi.
—Tú suéter. Lo siento.
—No te preocupes—suspiró, alargó las manos para limpiar las lágrimas de sus mejillas, se fue por un momento para servir agua en un vaso desechable y se lo tendió, Jimin lo tomó tembloroso, la adrenalina le hacia temblar—. ¿Te sientes un poco mejor?
—Sí, sólo me asusté.
—Yo también.
Se quedaron en silencio, Yoongi estaba muy concentrado en las reacciones de Jimi. —Creo que nadie vendrá.
—Ya pasó—suspiró.
—No te quites los algodones—tomó el vaso vacío de sus manos y lo lanzo perfectamente al bote de basura.
—Gracias.
—No hay nada qué agradecer.
Jimin le observó fijamente, los ojos de Yoongi eran hermosos, parecían dos estrellas brillantes, su corazón latía con fuerza.
—Yoongi.
—¿Sí?
—También me gustas, me agradas mucho.
Yoongi sonrió en grande, una sonrisa tan bonita que Jimin quiso guardar en su mente para siempre. Estaba por decir algo, pero la presencia de Jin los interrumpió.
—¿Cómo estás Jimin? —preguntó acercándose—. Namjoon se siente muy mal, ¿Te duele mucho?
—Estoy mejor—dijo con un puchero—. Fue un accidente.
—¿Quieres ir a casa? —preguntó Yoongi—. Creo que debes descansar.
Jimin no se negó, quería ir a su casa, aunque sabía que sus padres perderían la cabeza cuando lo viera. Le ayudaron a bajar de la camilla y caminaron a la salida, Yoongi ya no lo abrazaba, pero estaba muy cerca de él.
—¿Quieres que te lleve? —preguntó Jin cuando llegaron al estacionamiento.
—No, yo lo llevo—dijo Yoongi, él recibió de Jin ambas mochilas y las puso en el compartimento de la moto, se preguntaba por qué la mochila de Jimin siempre estaba pesada.
—Bien, nos vemos mañana, descansa Jimin, y ponte hielo.
—Gracias Jin hyung, y dile a Namjoon hyung que no se preocupe, que estoy bien.
—Lo haré—asintió con una sonrisa.
Yoongi le ayudó a colocarse el casco y a subir, Jimin se aferró a sus hombros y gritó cuando la motocicleta se puso en marcha, seguía odiando la sensación, en todo el camino abrazó con fuerza la cintura de Yoongi. Se dio cuenta que no le había dicho al alfa su dirección, así que se acercó a su oreja y se la dijo, dejando nervioso a Yoongi.
Agradecia que el trayecto no hubiese sido tan largo, bajo quitándose el casco, Yoongi también lo hizo para sacar su mochila.
—Jimin, si necesitas algo, puedes llamarme—dijo preocupado.
—Me siento mejor, gracias y lamento lo de tu suéter.
—Ya te dije que no hay problema—despeino su cabello—. Nos vemos mañana.
—Hasta mañana—se despidió con la mano.
—Jimin...
—¿Sí?
—Ammm...nada...yo...ponte hielo—se golpeó mentalmente por ser un tonto al hablar, pero Jimin le sonrió y asintió. Lo vio entrar a su casa y suspiró.
Cuando Jimin llegó, dejó sus cosas en la entrada, se quitó los zapatos y se encaminó a la sala, en cuanto su madre lo vio, abrió mucho los ojos y corrió a él.
—¡Jimin! ¿Qué te pasó?
Suspiró pesadamente, porque su madre era muy sobreprotectora y perdería la cabeza, tendría que pasar horas cinvenciendola de que nada estaba pasando y que todo había sido un accidente. Sin embargo, aunque eso pasara, su humor estaba radiante, porque estaba muy enamorado de Min Yoongi.
Extrañaba escribir esto 🖤
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro