Extra 4
Amor

Algo se estaba moviendo mucho en la cama, los quejidos despertaron a DaeSoo quien pensó que era DaeYang. En la mesa de noche tenía un pequeño monitor que les permitía ver al bebé en su cuna, DaeYang seguía dormido en ella. Somnolienta giró en la cama encontrando a JungKook quejarse de dolor, sus ojos estaban cerrados por lo cual supuso que tenía una pesadilla, el pelinegro se movía como si algo estuviera lastimándolo.

DaeSoo encendió la luz en la mesa de noche tocando el brazo del chico.

—Oye, despierta—lo movió un poco más—JungKook, despierta, es una pesadilla—lo vio abrir sus ojos. Estaban llorosos y respiraba con dificultad—Tranquilo—pasó sus dedos por su melena—Es un mal sueño, nada más—siguió acariciándolo.

—Estabas ahí—su voz fue un poco ronca—DaeYang también estaba ahí—la castaña esperó que continuara—Te sacábamos del auto, pero no despertabas—su voz se quebró un poco. El sueño se había visto demasiado real en su mente—HiYeong te había disparado, DaeYang se había manchado con tu sangre y...

—Oye, escúchame—colocó su mano en su mejilla—Fue un mal sueño, estoy aquí contigo, ¿Sí?—el chico asintió abrazándola con fuerza—Tranquilo.

—Si eso hubiera pasado...

—Pero no pasó, estoy aquí contigo y nuestro hijo—acarició su espalda—Lo que viste fue un mal sueño, a veces...también me aterra ese momento—susurró—Cuando los veo a ti y DaeYang riendo o compartiendo un instante de padre e hijo me asusta saber lo cerca que estuve de perderlos—JungKook la soltó lentamente observándola.

—Fue culpa...—DaeSoo cubrió su boca con su mano.

—No, si nos echamos la culpa me enojaré, no tenemos la culpa de nada, es culpa de los que nos rodea—apartó su mano.

—Te amo—depositó un corto beso a sus labios.

—Te amo—correspondió el beso. Beso tras beso fueron alargándose, el cuerpo del chico quedó sobre el suyo acariciando su cintura. La castaña sin alejarse de su boca jaló de su camisa subiéndola por su torso hasta sacarla por su cabeza, ambos se regalaron una pequeña sonrisa cuando las miradas se encontraron—Una vez me dijiste que era hermosa, ¿Recuerdas?, fue cuando me quedé aquí y dormimos juntos. Ahora es mi turno de decírtelo, eres hermoso, Jeon JungKook.

—Lo sé, gracias.

—Acabas de romper mi corazón—bromeó—Cuando soy romántica y dulce contigo tú...

—Sólo digo lo que tú dirías—le sacó la lengua. Un gesto típico de ella.

—Al menos te hice sonreír—rodeó su cuello con sus brazos colocando sus manos en su nuca—No me voy a ir, memoriza eso, estoy aquí contigo y con DaeYang.

Ante eso JungKook miró el monitor regresando la vista a la chica.

—Es extraño que siga durmiendo.

—Shh, no lo provoques.

—¿Deberíamos aprovechar el momento antes de que sea tarde?

—Soy toda tuya—JungKook no esperaba aquello y se notó en su expresión. DaeSoo se echó a reír al saber que lo había puesto nervioso.

—Eres muy mala.

—Lo sé, gracias—le sacó la lengua. Comenzó a reírse con las cosquillas del pelinegro, de las cosquillas pasaron a los besos, de los besos a las caricias y con las caricias la ropa fue sobrando junto a la ansiedad de sentir el cuerpo del otro.

Hace mucho que no tenían un momento así.

▪︎▪︎▪︎

A eso de las once de la mañana JungKook despertó, DaeSoo estaba recostada en su pecho encontrándose tan desnuda como él, habían estado ocupados la mayor parte de la noche repitiendo el proceso quizás unas tres veces. Acarició el cabello de la castaña recordando la primera vez que estuvieron juntos, JungKook había despertado primero encontrándose en una cama con compañía, se sintió avergonzado y nervioso por lo que había hecho, intentó decirse que sólo fue cosa de una noche, se vistió y se fue dejando a la chica dormida en esa cama.

DaeSoo entreabrió sus ojos con un suspiro.

—Buenos días—murmuró somnolienta—¿Tienes rato despierto?

—Acabo de despertar—siguió mirándola—Te ves graciosa despeinada—revolvió su cabello.

—Idiota—giró en la cama observando el pequeño monitor. Entró en pánico cuando DaeYang no estaba en la cuna—Oh, oh, ¿Qué hora es?—se incorporó en la cama colocándose su ropa.

—Once de la mañana—respondió al ver la hora en el reloj.

DaeSoo abrió la puerta de la habitación consiguiendo la del niño abierta. Ella la había cerrado anoche.

—¿DaeYang?—llamó buscando en aquel cuarto—DaeYang—volvió a llamar en el pasillo—No consigo a DaeYang—avisó a JungKook y éste sólo pensó en una cosa.

"Otra vez no"

El chico se vistió rápidamente ayudándola a revisar, esta vez no estaba en el cuarto de lavado, debajo del sillón y del sofá tampoco. La puerta del departamento estaba cerrada esta vez, pero faltaba una cosa.

—¿Dónde está Bam?

DaeSoo no había notado eso.

—DaeYang, Bam—llamó la castaña. Escuchó un golpe en la cocina, ambos padres fueron allí estudiando de donde venía el sonido, era como rasguños. Dae abrió uno de los estantes inferiores de la cocina encontrando a DaeYang con el perro, Bam salió enseguida y la chica recogió al niño—¿Cómo te metiste allí, travieso?, tienes que dejar de asustarnos.

—Fue más intenso la otra vez.

—¿Cuál otra vez?

El chico notó que se había jodido. Aclaró su garganta vacilando.

—Nada.

—¿DaeYang se ha escondido más veces?

—Un poco.

—Omma—el niño besó su mejilla abrazándola. DaeSoo estaba enfocada en otra cosa.

—¿Pasó algo cuando estuve con las chicas?

—No.

—JungKook.

—No fue nada, sólo fue...un susto.

Por la postura de ella sabía que estaba condenado. Iba a enojarse. Dae apoyó su peso en una pierna por unos segundos antes de cambiar a la otra.

—¿Qué pasó?

—Yo...bueno, Jimin y yo creímos que...se había salido del departamento porque...

—¡¿Qué?!—DaeYang dejó de sonreír al ver a su madre alterada.

—No podemos enfadarnos frente al niño, ¿Recuerdas?—intentó excusarse. Quiso tomar a DaeYang sin tener éxito pues DaeSoo retrocedió apartando sus manos.

—¿DaeYang se salió del departamento?

—No, no, sólo creímos que había sido así porque Jimin dejó la puerta entreabierta...—la risita nerviosa cambió a una que no supo explicar—No pasó nada porque resultó que el niño estaba en la lavadora...

—¡Dios mío!—Dae cubrió su boca con su mano—¿En la lavadora?

—Iba a decirte, pero estaba pensándolo ya que sabía que ibas a enojarte...

—DaeYang estuvo metido en la lavadora y ustedes dos dejaron la puerta abierta—respiró profundo—No, no estoy enojada, sólo quiero asesinar a alguien.

—Omma asuta—DaeYang hizo un puchero.

—DaeSoo...

—Deja que asimile lo que acabas de decir y después hablamos. Prepara el desayuno, cambiaré de ropa al niño—fue lo que dijo antes de dirigirse al cuarto del pequeño.

JungKook por otro lado se maldijo, ¿Podía ser más idiota después de una noche maravillosa?

Insisto, pobre JK.

Ah, perdonen por no especificar en las escenas de lemon, no considero que encaje en esta historia y creo que podemos imaginarnos como fue la noche de ellos.

Sorry, pero realmente en esta historia no encajan esas escenas.