Capítulo 30
Un poco de normalidad

Capítulo final

Todos hablaban sobre el trágico suceso en la vida del actor Jeon JungKook, las noticias, los programas de televisión, la prensa, las redes sociales, absolutamente todos hablaban de ello. DaeSoo había instalado algunas aplicaciones en su teléfono regresando a las redes, descubrió que sus seguidores habían aumentado muchísimo más, eso fue sorprendente, pero lo fue el doble cuando los comentarios de ser negativos cambiaron a positivos. Al parecer las imágenes de la persecución habían generado cierta concientización en los fans del chico. NamJoon había sido afectado de poca gravedad al recibir el disparo en su brazo, uno de los tendones se había visto afectado complicando un poco la movilidad de esa extremidad, con rehabilitación volvería a estar bien, el reposo que necesitaba lo llevó a tomarse sus merecidas vacaciones, JungKook se había encargado de ello ocupándose de pagarle lo que necesitara.

Mientras su reposo tendría otro mánager, uno recomendado por NamJoon cuyo nombre era Min YoonGi.

HiYeong había sido capturada con muchos cargos en su contra, el más grave de todos era haber secuestrado, encerrado y maltratado psicológicamente a un niño. Junto a este se encontraba el intento de homicidio hacia JungKook y DaeSoo seguido del daño que provocó en NamJoon. Como era de esperarse, los examenes psicológicos que le habían hecho demostraban que no estaba en sus cinco sentidos, con ayuda de su ex esposo se confirmó que el bebé que ella había estado esperando era suyo y no de JungKook, se confirmó porque ella misma acabó admitiéndolo.

Lo más aterrador era su obsesión por el actor y su odio hacia la castaña, sí o sí insistía que DaeSoo era un obstáculo, repetía en ocasiones que DaeYang debía estar con ella y no con su madre. Jeon JiHoon había sido atrapado cuando intentaba abandonar el país, sus padres estaban decepcionados además de molestos consigo mismos al no haber sospechado o notado nada extraño, JungKook prefirió no comentar nada más sobre el tema, ni siquiera asistió al juicio, no quería saber nada sobre su hermano. Lo que no agradaba a nadie fue saber que sólo él había sido atrapado mientras que la banda de matones seguía sin aparecer.

JiHoon como el cobarde que era no quiso decir nada sobre ellos, tenía miedo de las represalias hacia él estando en prisión lo que dejaba en claro el nivel de poder de esas personas.

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La risa de ambos padres se escuchó en la sala por la expresión graciosa de DaeYang al comer una fresa con chocolate, su nariz se arrugaba y sus ojitos se cerraban por el sabor, pero se rehusaba a soltarla queriendo más. La fuente de chocolate estaba sobre la mesa de centro de la sala, Bam quería un poco moviendo su cola, el animal había pasado varios días en el veterinario por unos problemas en su estómago. Por suerte, ya estaba mejor y en casa.

—Sabes que no puedes comer esto—JungKook acarició su cabeza.

—Bam—DaeYang fue a él entregándole su fresa.

—No—antes de que DaeSoo le reprochara o lo detuviera el perro ya masticaba aquella fruta—DaeYang, Bam no puede comer esto, es malo para él.

—Más—abrió y cerró su manito pasando sobre las piernas de su padre.

JungKook le dio otra creyendo que se la comería, en su lugar se la dio a Bam.

—¡DaeYang!—reprochó provocando que diera un respingo por el grito—No te daré más.

—Appa—hizo un puchero.

—No, no llores.

DaeSoo tomó su teléfono encontrando una llamada entrante de su madre. Se levantó alejándose del ruido mientras JungKook intentaba detener el llanto.

—Hola, mamá.

—¿Por qué mi nieto está llorando?

—Estoy bien, estamos bien, gracias por preguntar—usó la ironía colocando una mano en su cintura—A veces me parece que te preocupas más por él que por mí.

—¡Por supuesto que sí!

—Mamá.

—No lo regañes mucho, es un bebé.

—Si no lo hago será un bebé malcriado. ¿Qué sucede?

—Acabo de hablar con la madre de JungKook, pensamos que sería bueno si nos reunimos todos para una cena en casa.

—¿Hablas de sus padres, ustedes y nosotros?—sintió un ligero nerviosismo. Sabía que ese momento llegaría.

—Queremos hablar con ustedes.

—No me gusta eso.

—No tiene que gustarte, sólo dile a tu novio que tienen una cita con nosotros.

Miró hacia la sala donde JungKook secaba las lágrimas del niño.

—Está bien, lo haré—apenas dijo eso la mujer colgó. DaeYang fue caminando hacia su madre mientras restregaba sus ojitos, tropezó con sus propios pasos aumentando más el llanto—Tranquilo, está bien—lo cargó dando suaves palmaditas a su espalda.

—Omma, fesa.

—No, ya es mucho para ti—recostó su cabeza de su hombro. DaeYang al saber que no conseguiría nada fue dejando de llorar—Mamá me llamó, dijo que habló con tu madre.

—¿Qué?—el pelinegro tenía sus mejillas llenas—¿Por qué?

—Quieren que cenemos con ellos.

—¿Van a comprometernos?—bromeó.

—Creo que quieren saber a donde va esta relación.

—Bueno...creo que es mejor darles explicaciones y no callar como hicimos anteriormente—le ofreció otra fresa con chocolate. DaeSoo la aceptó llevándola a su boca.

—Pienso igual.

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El grupo de apoyo había sido cambiado por la misma Dae quien prefirió buscar en otro lado, JungKook asistía con ella en algunas oportunidades pues ya no era un secreto lo que tenían. Las citas con el psicólogo también estaban demostrando un avance en su depresión post-parto, incluso sus crisis habían disminuído.

—¿Cuándo inician las filmaciones del drama?—preguntó al chico mientras éste cocinaba.

—En dos días.

—¿Estás nervioso?

Con todo lo sucedido se había atrasado un poco esas filmaciones, ya que JungKook no se sentía tan seguro. De último minuto hicieron un cambio de protagonista, esa chica que sería su pareja en el drama terminó siendo HyeWon, aquella actriz que coincidía en su manera de pensar y que le parecía terriblemente hermosa a Dae.

—Un poco.

—Lo harás bien—lo abrazó por detrás.

—¿Estás siendo linda conmigo?

—No te digo nada—lo soltó fingiendo estar molesta. JungKook apagó la estufa jalando de la camisa de la chica atrayéndolo a él, depositó un corto beso a sus labios pellizcando sus mejillas.

—Te arrugarás muy rápido si sigues enojándote.

Dae le sacó la lengua quitando sus manos de sus mejillas. JungKook volvió a jalar de ella besándola por más tiempo, sostuvo su rostro entre sus manos mientras la castaña tenía las suyas en su pecho con intenciones de alejarlo, intenciones que desaparecieron sin problema. Era un beso dulce con cierta pizca de pasión que los incentivaba a seguir.

La situación fue calentándose agitando las respiraciones de ambos, los roles cambiaron cuando JungKook intentó retroceder y DaeSoo se rehusó a dejarle respirar. Sin siquiera notarlo lo prisionó contra la pared deslizando sus manos al borde de su camisa.

—Dae...—jadeó con voz un poco ronca.

Una sonrisita pícara apareció en labios de ella cuando retrocedió para verlo. Mordió su labio sabiendo lo que hacía.

—¿Tienes miedo, oppa?

—Estás jugando con fuego, noona.

—Me gusta quemarme a veces.

JungKook la cargó apoyándola de la pared volviendo a besarla con cierta necesidad, DaeSoo comenzó a subir su camisa cuando un llanto de la habitación les indicó que debían parar. Incluso Bam ladró avisándoles que DaeYang se había despertado.

No era primera vez que ocurría.

—Esta situación está haciéndose común—dejó a la chica en el suelo no muy contento.

—Consecuencias de ser padres.

—¿Cómo es que siempre sabe cuando estamos ocupados?

—No lo sé—Bam volvió a ladrar.

—Yo iré.

DaeSoo sonrió divertido viéndolo ir con el perro no muy contento. Ese tipo de reacciones le parecía graciosa viniendo del chico, era idiota, pero lindo.

Falta el epílogo y los capítulos extras (+ el final alternativo) una lectora me dio la idea y la tomaré.

PD. La foto de arriba la edité yo en un momento de aburrimiento (no son como los de StaylaV pero me gustó xD)