Capítulo 3
Capítulo 3
Bebé llorón
Todos estaban sentados en la mesa, DaeYang se encontraba en las piernas de su padre aceptando las cucharadas que éste le daba, JungKook había preparado Bulguri junto a otros platillos para combinar, los fideos eran sencillos de comer para el niño al ser blandos. JungKook le había servido en un pequeño plato aparte sin colocarle picante, JiSoo se sentía más tranquila al ver a su amiga comer.
—¿Estás listo para volver a la actuación? —preguntó Jin con las mejillas llenas.
—Intento prepararme para ello.
—La prensa debe estar ansiosa de verte después de un año—dijo JiSoo.
—Y sus fans también—DaeSoo lo miró—Van a preguntarte por DaeYang.
—Y por ti, por todo. No te preocupes, seguiré resaltando que no es de interés de nadie saber mi vida privada.
DaeYang estiró su bracito queriendo jalar el plato. JungKook lo alejó más moviendo su pierna haciendo que el pequeño sonriera divertido por los saltitos.
—¿Qué dicen tus fans? —Jin se sirvió más jugo.
—Una parte se encuentra feliz, algunas están decepcionadas, otras me detestan por haber hecho mi vida...—se encogió de hombros—Hay de todo un poco.
—NamJoon debe estar preocupado.
—Lo está, aunque he recibido muchas ofertas de doramas que serán filmados en Seúl, no quiero alejarme mucho.
—Estaremos bien.
—No creo que estén bien ahora, específicamente tú—señaló a la castaña—Quiero ayudarte y te dije que lo haría. Tenemos que empezar por la comida, debes comer, DaeSoo.
—Estoy comiendo—señaló su plato casi vacío.
—Las tres comidas del día, nada de saltarse la hora de comer.
Los hermanos Kim veían en silencio.
—A veces no tengo apetito.
—Aun así, debes comer—Dae ni siquiera se sentía de ánimos para hacer un gesto de desacuerdo, sabía que tenía razón—Y necesitas salir.
—No quiero, no ahora, lo haré, pero...
—Iremos al parque.
—JungKook.
—Mañana vendré a buscarlos.
La chica frotó sus ojos respirando profundo. Él no iba a escucharla, DaeYang jaló del plato terminando por arrojarlo al suelo.
—¡Dae! —tanto JungKook como DaeSoo le reprocharon. El pequeño comenzó a llorar trayendo dolor de cabeza para la castaña, recogió el desastre del suelo mientras el pelinegro limpiaba las manos del niño.
—No hagas eso de nuevo. Los platos van en la mesa y la comida no es para jugar, ¿Entiendes? —DaeYang sólo lloró más fuerte, cuando DaeSoo colocó el plato en la mesa el niño en medio de su llanto volvió a tirarlo al suelo—¡Ya! —la voz de JungKook se endureció—Te dije que no.
—Yo lo limpio—JiSoo se acercó rodeando la mesa. Cargó a DaeYang quien se torcía en sus brazos queriendo que lo bajaran, JungKook volvió a recoger lo del suelo notando a DaeSoo muy callada.
—¿Estás bien?
—Estoy siendo una mala madre, por eso DaeYang llora tanto, ¿Verdad? —en sus ojos notó dolor.
—Claro que no, DaeYang debe aprender y si somos muy blandos con él terminará siendo un niño que nadie quiere tener—acarició su brazo—No eres una mala madre, no pienses siquiera en ello.
Aun así, la chica no estaba de acuerdo. Esas emociones encontradas volvían a atacarla hundiéndola.
▪︎▪︎▪︎
El departamento estaba en silencio porque DaeYang se había quedado dormido luego de tanto llorar, JungKook lo colocó en su cuna y DaeSoo lo cubrió con su manta. Ambos se apoyaron de ésta observándolo, el chico la miró en silencio notándola metida en sus pensamientos.
—¿Te arrepientes de haberlo tenido?
—No—respondió en voz baja—Me arrepiento de otras cosas, creo que sabes cuales son.
—Las cosas hubieran sido diferentes quizás.
—Tus fans te atacan menos porque estás con Yeeun, ella es muy hermosa y talentosa...
—Tú también eres hermosa—ambos se miraron—No me hagas sentir como el malo de la película.
—No lo eres, lo soy yo por haberme dado cuenta muy tarde de lo que sentías—indicó—Espero que ambos sean felices.
JungKook sonrió con burla.
—No seas sarcástica.
—No lo soy.
—Estoy frente de ti y veo que mientes.
—¿Te parece que tengo ganas de ser sarcástica? —se molestó un poco. Controló su enojo sin levantar la voz por el bebé—Lo siento, pero no voy a alegrarme por tu relación con Yeeun. Admito que fui una estúpida al rechazarte y rechazar mis emociones...
—Así que la odias por tus malas decisiones.
—No la odio, la envidio—corrigió—La envidio por darte lo que no pude darte, aunque hablar de esto es absurdo, ya quedó en claro que sólo nos tratamos por DaeYang.
—¿Ya no sientes nada por JiHoon?
JiHoon pasaba más tiempo en su trabajo que visitándola.
—¿Realmente estás enamorado de Yeeun? —contraatacó—Cuando puedas responderlo, me avisas.
El tema siempre amargaba el día.
—Quiero llevarme a DaeYang hoy.
—¿Por qué?
—Necesitas descansar.
—Estoy bien.
—Mírame y dime que estás realmente bien—levantó una de sus cejas—Mañana por la mañana vendré con él e iremos al parque los tres.
—No me hace sentir mejor.
—Encerrarte no te hará sentir mejor, dijiste que querías mi ayuda, no coloques excusas.
La castaña asintió con sus dudas al mayor.
—Te prepararé el bolso de DaeYang.
▪︎▪︎▪︎
Bam movía su cola echado en el suelo mientras DaeYang lo abrazaba recostando su cabeza del estómago del animal. JungKook preparaba el biberón del bebé cuando el timbre del departamento se escuchó, no le extrañó ver a Jimin con una bolsa en su mano derecha.
—Traje cerveza y pollo frito, sabes que no me gusta beber solo.
—Esta noche no puedo beber—cerró la puerta cuando entró.
—¿Por qué? —Jimin divisó al niño jugando con el perro. Bam se levantó queriendo saludar a Jimin, pero en medio de ese movimiento DaeYang al no tener muy buen equilibrio se golpeó la cabeza comenzando a llorar.
JungKook de inmediato fue a él cargándolo.
—Shh, está bien. No pasa nada.
—¿Por qué siempre que está aquí lo escucho llorar? —lo siguió a la cocina acariciando las orejas de Bam.
—Porque eso hacen los bebés, hyung.
—Ya, pero este llora por todo—dejó la bolsa sobre la mesa sacando la caja del pollo junto a las latas de cerveza. JungKook tuvo que terminar de preparar el biberón con DaeYang en brazos, éste quiso bajarse, pero el pelinegro se lo prohibió—Hay bebés adorables que incluso si los miras feos sonríen.
—Así que mi hijo es feo.
—No digo eso. Sólo digo que es...insoportable.
—Cuando tengas hijos vas a entenderme.
—Oh, no, ya suenas como mi abuela—llevó sus manos al pecho fingiendo dolor—Mi amigo está transformándose en un padre—JungKook lo miró con incredulidad encontrándolo ridículo—Por cierto, ¿La madrastra malvada no está?
Supo a quién se refería.
—Yeeun no es malvada.
—En fin, ¿No está?
—No. Pasó la noche aquí ayer y se fue por la mañana.
—Así que estás buscándole hermanito o hermanita a DaeYang.
—DaeYang vale por mil. No te miento—el bebé insistió en bajarse comenzando a quejarse en sus brazos. El biberón se había calentado de más por lo cual debía esperar que se enfriara un poco—¿Puedes quedarte quieto? —reprochó al niño. Estiró sus bracitos queriendo el biberón—No, debemos esperar, está muy caliente para ti—lo colocó en el refrigerador para que tomara temperatura normal más rápido. DaeYang hizo un puchero—No llores, por favor.
Y volvió a llorar.
—En situaciones como esta me alegra mucho no tener hijos—indicó Jimin abriendo una lata de cerveza—Incluso Bam se alegra de no tener crías.
El perro en medio de su inocencia movió su cola queriendo más caricias.
Según mis padres...yo era así de intensa cuando bebé.
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