Capítulo 13
Capítulo 13
¿Amiga o enemiga?
La segunda reunión en el grupo de apoyo había terminado, las historias de los demás se habían escuchado un poco más a fondo causando algunas lágrimas en algunos, DaeSoo fue una de ellas, cuando tocó el tema sobre sus emociones y lo mucho que quería ser una buena madre para DaeYang no soportó el llanto. Aunque había sido la segunda reunión, se sentía agotada por haber dejado salir lo que sentía.
—¿Te sientes bien? —HiYeong la abrazó—Me hiciste llorar.
—Lo siento.
—¿Realmente te sientes así?
—Muchas veces y se volvió más constante desde que tuve a DaeYang.
—¿Has tenido otra crisis desde esa última vez?
—No. Espero no tenerla.
Justo cuando iban a cruzar la calle, un claxon interrumpió. DaeSoo volteó a mirar identificando a la mujer del auto, a HiYeong le resultó familiar.
—Te veo la semana que viene—se despidió la castaña acercándose a una de las ventanas. Yeeun no tenía su cabello rubio como siempre, su color ahora era totalmente negro azulado. La hacía ver más poderosa e intimidante, caía liso por sus hombros—Hola—saludó un poco incómoda.
—Hola. Sabía que eras tú, es difícil no reconocerte—sonrió un poco—¿Puedo invitarte algo caliente?
—¿Los paparazzi no te molestarán?
La chica le mostró el cubre bocas.
▪︎▪︎▪︎
El latte caliente disminuía el frío en el cuerpo, DaeSoo estaba sentada frente a la actriz sintiéndose tensa, se sentía demasiado incómoda. Yeeun regresó del baño tomando asiento delante de ella, la inseguridad por su belleza le hacía sentir peor. Desde que había tenido a DaeYang dejó de sentirse hermosa y atractiva.
—Las cafeterías me gustan mucho, pero en esta época del año me gustan el doble—ella había pedido un moca con mucha crema.
—Muchos aman esta época del año por la navidad—señaló su cabello—Te queda el negro.
—Gracias. Sentía que sería bueno cambiarlo, cuando se cierra un ciclo no hay nada mejor que cambiar de look.
—Hace un año que dejé de saber lo que era eso—admitió con cierta pena.
Yeeun bebió de su vaso notándola algo decaída, incómoda e insegura. Sonrió un poco suponiendo lo que pensaba.
—No estoy molesta contigo, DaeSoo. Sabía que ambos debían mantener una buena relación por el niño así que me hacía una idea de que podría pasar—la castaña no supo que decir—No te sientas incómoda.
—Lo siento, es difícil no sentirse así.
—¿Y si te doy un regalo?
—¿Por qué?
—Como muestra y señal de que no tengo nada en contra de ti.
—No es necesario.
—Claro que sí, lo necesitas—dio otro sorbo a su vaso—Una vez terminemos aquí irás conmigo.
—Eso me pone más inquieta, ¿Debería irme?
—Por un momento me recordaste a DaeYang cuando no se queda quieto—sonrió divertida—Ese niño tiene muchas cosas de ambos, es un niño muy encantador.
—DaeYang es único—y con sólo eso se notó lo orgullosa que se sentía junto a una mezcla de tristeza—Espero enseñarle bien.
—No existen padres perfectos, lo importante es hacer lo mejor con ellos.
—En el grupo de apoyo me dijeron algo parecido.
—Me alegra que estés tomando ayuda.
—Se siente raro, ¿Sabes? —DaeSoo miró su latte jugando con el vaso—El año pasado no quería ningún tipo de ayuda, me parecía innecesario, creía que podía con el mundo entero y este año es como si esa DaeSoo fuerte se hubiera ido.
—Sigues siendo tú—señaló—No tengo hijos, pero puedo imaginar lo que es estar en tus zapatos, te admiro mucho por haber soportado tanto durante el embarazo.
—¿JungKook te habló mucho de mí?
—Solía preguntarle por ti, quería conocerte más. Estaba nerviosa, no sabía si me atacarías por tener sentimientos hacia él y no sabía si DaeYang se sentiría bien conmigo.
—Nunca he pensado en ti como la villana—DaeSoo no titubeó ante eso—Amaste a JungKook como no pude hacerlo.
—Ahora podrás hacerlo.
—Eso es raro, se supone que en esta escena deberíamos odiarnos—ante eso ambas rieron aflojando la tensión en el ambiente.
—A veces es bueno darles un giro a las cosas.
—Siempre y cuando el giro sea para bien...
—Creo que JungKook estaría dispuesto a decirle a todos quien eres, la prensa no dejará de molestarlo hasta que enseñe a DaeYang o diga quién es la madre de ese niño.
—Durante el embarazo quería protegerlo de eso, de los rumores, de la presión, de todo—recordó claramente cada detalle—Es injusto como las celebridades como ustedes deben soportar ese tipo de acoso, es como si sus vidas privadas perdieran sentido alguno.
—Este trabajo es hermoso, no te mentiré, amo la actuación junto al canto y el baile, pero a veces desearía sentirme normal por un momento.
DaeSoo lo entendía pues ella también deseaba salir con JungKook sin temor a que lo reconocieran.
—Eres muy buena en lo que haces, Yeeun.
—Ojalá todos pensaran así.
—¿Tienes hermanos?
—No, soy hija única.
—Yo también.
—¡Oh! —se sorprendió—¿Cómo se conocieron tus padres?, los míos son dueños de su propia boutique.
—Los míos manejan una joyería.
—¿Enserio?
—¿Color favorito?
—Rojo.
—¡Basta!, amo el rojo.
—Es una coincidencia. ¿Si escogieras entre el día y la noche?, a la cuenta de tres damos una respuesta.
—Uno—contó DaeSoo.
—Dos.
—Tres. ¡Noche!
Rieron al decir lo mismo al mismo tiempo. A veces los malos de los cuentos no son realmente los malos de la historia.
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