Canción del capítulo: Ed Sheeran - Overpass Graffiti.

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Capítulo 12
Una familia real

—¿Qué estás haciendo? —JiSoo había pedido algo de comida italiana por domicilio. DaeSoo anotaba algunas cosas con mucha concentración en su teléfono—Tienes rato en ese teléfono.

—Estoy buscando algunas recetas para JungKook.

La chica frunció el ceño sin entender.

—¿Qué?

—Dijo que quería comer hamburguesas, pizza, hot dogs...

—Espera, no entiendo. ¿Me perdí algo?

Dae levantó la vista.

—Tengo una semana para hacer todo lo que él quiera, ya sabes, voy a conquistarlo.

—¿Vas a conquistarlo? —le pareció gracioso—¿Sabes que sigue con Yeeun?

—Anoche ambos hablaron, la relación llegó a su fin porque fui clara cuando le dije a JungKook que no intentaría nada siempre y cuando estuviera con ella.

—Me siento mal al saber que terminó con ella por ti.

—Ahora yo me siento culpable, unnie.

—No estoy criticando nada, sólo...es...raro que ella lo haya aceptado—tomó un bocado de sus espaguetis con salsa blanca—Si hubiera sido ella me hubiera aferrado a él.

—¿Alguna vez hiciste eso con algún chico? —abrió el envase de la comida decidiendo pausar lo del teléfono. Echó un vistazo a la sala donde DaeYang estaba entretenido con su programa favorito en la televisión, el pequeño estaba sentado en la alfombra jugando con sus pies y su chupón en la boca.

—Nadie ha valido la pena.

—Debemos buscarte un chico, alguien picante para tu vida—JiSoo la miró como si estuviera loca—Alguien sexy, ¿Qué te parece el mánager de JungKook?

La chica se ahogó bebiendo algo de refresco. Tosió un poco con los ojos bien abiertos.

—¿Kim NamJoon?, ¿Estás loca?

—No quedaría mal contigo, ambos son criticadores, pero nos apoyan de alguna manera.

—Que buena amiga eres—fue sarcástica.

—Gracias—sonrió orgullosa.

—Te deseo suerte conquistando a ese chico, mañana tienes cita con el psicólogo.

—Ugh.

—Sabes que es bueno para ti.

—Lo sé, es que luego de eso debo ir al grupo de apoyo, son dos veces a la semana, ¿Recuerdas?

—Te acompañaré al psicólogo, nos llevaremos a DaeYang y luego iré a pasear con él.

—¿No tienes fotos que hacer mañana?

—No, estoy libre. Por cierto, la sesión de fotos del niño la haremos el viernes por la mañana.

—Avisaré a JungKook.

—¿Qué más estás anotando?, ¿Sólo lo conquistarás con comida?

—No, dijo que quiere ir al karaoke, hacer una actividad deportiva dentro y fuera del gimnasio, ir al cine en esos autos cinemas que he visto en las películas, quiere recorrer la ciudad en bicicleta...

—Son cosas que suelen haber en una cita.

—¿Enserio?

—¿Por qué luces sorprendida?

—Nunca hicieron esto conmigo.

—Estás mintiendo.

—Me conoces bien para saber que no miento, los chicos con los que he salido son...tan simples. Oh, hablando de chicos, JiHoon pareció irse molesto en la tarde.

—Me habías dicho que necesitaba hablar con JungKook, ¿Habrán discutido? —masticó.

—No lo creo, cuando le pregunté a JungKook dijo que su hermano estaba teniendo mucho trabajo en la comisaría y quería desahogarse un poco.

—Omma—DaeYang se colocaba de puntitas al lado de ella. DaeSoo lo sentó en sus piernas con intenciones de seguir comiendo, pero éste también quería comer jalando de su suéter.

—¿Mamá puede comer un momento?

JiSoo se echó a reír cuando el niño negó con la cabeza metiendo su manito en su suéter dejando en claro lo que quería. A veces DaeYang aceptaba sin problemas el biberón y otras veces sólo quería el pecho de su madre.

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La habitación se encontraba a oscuras y JungKook no conseguía caer en brazos de Morfeo. Terminó dándose por vencido tomando su teléfono, no dejaba de darle vueltas al tema de JiHoon, su hermano estaba metido en algo más y no quería contarle, esa cantidad era demasiado para una simple paliza como había dicho. Una vez más caía en el hecho de estar solo, la soledad le estaba dando miedo, no quería eso, no consideraba que la merecía cuando sólo luchaba por lo suyo. Sintió un leve ardor en sus ojos sintiendo un nudo en la garganta, se incorporó en la cama recostándose del respaldar de ésta.

Su teléfono vibró con un mensaje. Parecía haberle leído la mente.

DaeSoo:
Es medianoche y estás despierto. ¿Estás repasando el guión o esos pensamientos te atormentan?

JungKook recordó como lo tenía agendado. Sonrió divertido olvidando la tristeza un poco.

[Has cambiado el nombre de este contacto]

JungKook:
¿Acaso eres una sasaeng extra?

Mamá Tierna:
Tal vez. No pienses tanto, nunca es bueno.

JungKook:
¿Te puedo llamar?

No recibió respuesta porque fue ella quien lo llamó. JungKook colocó el alta voz antes de responder.

—¿Estás tan pensativa como yo?

—Así que tenía razón, estás torturándote.

—Un poco—admitió—¿Y tú?

—DaeYang está inquieto como siempre. Espera—la chica activó la cámara permitiéndole ver mejor. JungKook notó a DaeSoo en su cuarto y DaeYang saltando detrás de ella en la cama—Mira quien está en el teléfono—lo atrajo a la cámara.

—¿Nunca te cansas?

—Appa—dijo de inmediato reconociéndolo. Aquello le causó un agradable calor en el corazón. DaeYang tomó el teléfono unos segundos y DaeSoo lo recuperó, como era de esperarse, éste quería el teléfono.

—Tu padre está triste, DaeYang. ¿Puedes decirle que lo quieres?

El chico estaba disfrutando con la imagen. Mucho más cuando el bebé imitó el sonido de un beso cerrando sus ojitos causando tanto su risa como la de DaeSoo, DaeYang era muy inteligente para ser tan pequeño.

—Creeré que NamJoon tiene razón.

—¿Sobre qué?

—A DaeYang sólo le falta volar.

—Luego de cenar estuve hablando con mi madre, dijo que DaeYang es exactamente la definición de mí cuando tenía su edad—la chica se mantuvo atenta del niño que no se quedaba quieto—No toques eso—reprochó. JungKook no podía ver que estaba haciendo exactamente, encendió la luz de su habitación al levantarse de la cama. Acomodó el teléfono en el escritorio buscando algo en su armario, lo tenía escondido pues sabía que con un niño en el departamento era mejor prevenir.

Se sentó en la silla del escritorio con una guitarra que hace mucho tiempo Jimin le había regalado al no usarla.

—¿Sabes tocarla? —DaeSoo seguía luchando con el niño.

—No he olvidado algunas notas. ¿Puedes hacer que DaeYang vea la cámara?

La castaña tuvo que hacer lo mismo que él, colocar el teléfono en su escritorio para apoyarlo y sentarse con DaeYang en la silla. Esta vez sí miraba la cámara, apenas escuchó la nota de la guitarra se mostró curioso.

—¿Quieres una canción antes de dormir?

—Omma—señaló la pantalla mirando a Dae con sorpresa.

—Sí, esa es una guitarra, escucha en silencio a papá—acomodó su cabello. JungKook tocó algunas notas sin recordar del todo una canción, pero fue suficiente para hacer que DaeYang al menos se quedara tranquilo.

Y fue suficiente para que el chico olvidara porque estaba triste minutos atrás.

Prometo poner drama poco a poco, es que me parece muy importante estas escenas.