https://youtu.be/_cPJvZDxGd0

Despertó con los primeros rayos del sol que se colaban a través de las blancas cortinas de su cuarto...

Sentía su cuerpo cansado, agotado y no sabía el porqué... le dolía hasta el simple hecho de tener que ingresar oxígeno a sus pulmones...

Con mucha pesadez se levantó de su cama y salió de sus aposentos privados, viendo que en la cocina ya estaba servido su desayuno...

Las doncellas tenían conocimiento de su depresión y sabían, que si ellas no lo obligaban, él no probaría bocado.

Miles de memorias se arremolinaban como hojas en la ventisca y aún no entendía por qué seguía vivo, por qué había vuelto, cuando lo que más había anhelado era poder morir en ese último suspiro, en medio de la batalla.

Decididamente los dioses no compartían su opinión sobre querer descansar eternamente, sin importar si lo seguían tildando de traidor, si reivindicaban su nombre, si era recordado o simplemente había desaparecido de la memoria colectiva y nada quedaba de él.

Camus de Acuario era una ilusión, un ente caminando entre los vivos, pasando junto a ellos con la única necesidad de encontrar a alguien, ese alguien que ponía su universo en movimiento.

Lo quería, lo quería tanto que le dolía y nada podía hacer contra sus nervios, que se revelaban contra su propia voluntad y no dejaban que una sola palabra saliera de sus labios cuando quería expresarle sus sentimientos...

Siempre había sido así, desde que lo conoció siendo apenas un niño... esa cabellera rubia ensortijada había pasado como un destello a su lado, para ir a parar a los brazos de un rubio mayor que le sonreía con cariño, sin darse cuenta que había atravesado su pequeño corazón...

Ese rubio mayor era su rival de amores del presente, porque mientras él estuvo en el inframundo, luchando y siendo tachado de traidor una y otra vez, Milo, su gran amor desde la niñez, le había dado paso en su vida al gemelo menor de la constelación de Géminis.

Kanon se había reivindicado y el mismo escorpión le había dado la absolución... pero para él, Milo no tenía perdón, lo seguía condenando al igual que a Shura de Capricornio. A Saga sí le dio la posibilidad de acercarse pero de seguro que era porque el hermano se lo había pedido.

Caminaba sin tregua, sin darse cuenta que ya estaba en Escorpio y su mundo tambaleó cuando las risas hicieron eco en su corazón que latía con fuerza por primera vez desde que había despertado hacía unos días.

Las carcajadas estruendosas se sucedían, eran Milo y Aioria, y Camus decidió ocultarse cuando sintió el cosmos de Kanon acercarse a la salida.

Lucía su ropa de entrenamiento y una cola alta en su cabello, sin embargo el caballero de los hielos eternos podía ver una mirada cabizbaja en ese apuesto rostro, su sonrisa se borró y cambió a una expresión apesadumbrada...

¿Qué podía afectar al gemelo, cuando tenía entre sus brazos al amor de su vida, cuando disfrutaba de su presencia y, seguramente, de intensas noches de pasión?

Ese pensamiento hizo que emitiera un suspiro de derrota que fue escuchado por el otro hombre en las escalinatas.

-¡Buen día, Acuario! ¿Cómo te sientes?
Saga ha estado dolorido y sin ánimos tras ser revivido...

-Buen día, Kanon... estoy bien...

-Me alegro de volver a verte... adiós, Camus...

El joven pelirrojo, guardián del templo de la vasija, no contestó pero quedó mirando el lugar por donde el otro se fue por un tiempo... era obvio que Kanon estaba triste y no entendía qué podía faltarle teniendo el amor de Milo...

Camus recordó entonces aquellos días felices, cuando su entrañable amigo escorpión lo llevaba a la cima del cielo con caricias y besos inocentes, porque, después de muchos intentos de declarar su amor, fue Milo quién lo hizo...

Podían pasar horas en el techo de alguno de sus templos, las madrugadas se hacían eternas cuando estaban juntos y sólo la noche estrellada fue muda testigo de aquella primera vez, cuando sus cuerpos se reclamaron deseosos y la pasión los desbordó...

Ahora ya no quedaba nada, más que su corazón destruido y el orgullo de Milo que juró nunca perdonarlo...

Tiempo, se necesita tiempo
Para ganar tu amor de nuevo.
Yo estaré allí, yo estaré allí.

Amor, solamente amor
Puede traer de vuelta tu amor algún día.
Yo estaré allí, yo estaré allí.

Lucharé, cariño, lucharé
Para ganar tu amor de nuevo.
Yo estaré allí, yo estaré allí.

Amor, solamente amor
Puede derribar las paredes algún día.
Yo estaré allí, yo estaré allí.

Si hiciéramos de nuevo
Todo desde el principio,
Intentaría cambiar
Las cosas que mataron nuestro amor.

Camino lento, sin hacer ruido, no quiero toparme contigo ahora, sólo soy despojos de lo que un día fui...

Pero la fortuna no está de mi lado, me ha abandonado a mi suerte y parado frente a mí apareces imponente.

-¿Qué haces aquí, Acuario? No eres bienvenido a mi templo...

Siento mi corazón romperse una vez más... no son sólo sus palabras, es la frialdad en su mirada, el odio que me dispensa...

-Lo siento caballero, sólo deseo pasar para llegar a géminis...

-Claro, entre traidores se entienden... pasa y espero no te dignes molestar al regresar, porque estaré con mi pareja.

-No lo haré... gracias caballero...- su voz a punto de quebrarse, apuró el paso hacia la casa de su amigo.

Saga lo esperaba sentado en las gradas y allí pudo desahogar su pena...

-Jamás me perdonará, lo siento en su mirada rencorosa... no pido volver a su lado, sólo que me hable y vuelva a ser mi amigo... no quiero separarlo de Kanon...

-Lo sé, pequeño... Milo es muy orgulloso y no cederá fácilmente a intentar comprender lo que debimos hacer por Athena, él está cómodo en su posición de: "había otras maneras de hacerlo"...

Camus estaba quebrado, Saga hacía lo más que podía para contenerlo pero no había forma de arreglar lo hecho... un corazón roto no puede sólo remendarse como un paño...

Ninguno de los dos se percataron que dos pares de ojos los observaban, desde distintos lugares y con razones muy diferentes...

La mirada cerulea observaba atenta, sus facciones habían pasado de la rabia contenida a una de tristeza y resignación...
La mirada esmeralda veía una ínfima ilusión en sus esperanzas...

Es que Kanon había escuchado en medio de una borrachera decir a Milo que aún amaba a Camus, pero era tan orgulloso que lo negaría hasta su último aliento...

Y él, a pesar de lo maravilloso que era estar con el joven escorpión, no podía olvidar al juez de las almas, ese rubio prepotente que le declaró su amor justo antes de morir en batalla...

Todos habían revivido y con la nueva oportunidad de vida, las ilusiones rotas, perdidas en el tiempo...

Si Camus volvía a enamorar a Milo, entonces él sería libre de buscar a Radamanthys, pero jamás lo haría si dañaba al escorpión, su amigo y pareja...

Su lealtad hacia la persona que le devolvió la dignidad de ser un caballero era más fuerte que su propio bienestar, aunque fuera duro y le costase fingir que todo estaba bien.

Milo por su parte, había sentido su corazón palpitar desbocado al tenerlo frente a él nuevamente, esa belleza de humano que alguna vez fue suyo... pero no podía perdonar su traición.

Camus deseaba con todo su corazón volver a tener el cariño de Milo, no lo negaría, le dolía verlo con Kanon, pero se conformaba con recuperar su amistad y que le regalara sus sonrisas llenas de cariño y picardía...

Si hiciéramos de nuevo
Todo desde el principio,
Intentaría cambiar
Las cosas que mataron nuestro amor.

Tu orgullo ha contruído una pared,
Tan fuerte
Que no puedo atravesarla.
¿Realmente no hay ninguna posibilidad
De comenzar una vez más?
Te amo.

Intenta, cariño, intenta
Confiar en mi amor de nuevo.
Yo estaré allí, yo estaré allí.

Amor, tu amor
No debería desperdiciarse.
Yo estaré allí, yo estaré allí.

Subía las gradas desganado pero al salir de Libra vio al juez de las almas discutir con Milo, le pedía que se alejara de Kanon, que lo dejara ser feliz...

Ante la sorpresa del escorpión que no pronunciaba palabra, Camus sintió la necesidad de irrumpir en la conversación y poner en su lugar a ese rubio que sólo buscaba separar a Milo de su pareja.

No permitiría que volviese a sufrir.

-Déjalo en paz, Radamanthys, no tienes derecho a estar aquí y pedirle eso...

-¿Y a ti que te importa? No te metas en cosas que no te incumben...

-Me incumbe... me importa y mucho, porque... porque yo amo a Milo y sé que nunca me perdonará, porque lo quiero ver feliz y Kanon es la persona que eligió para serlo... no te permitiré que lo dañes...

-Vaya... no sabía que tenías esos sentimientos hacia Escorpio... yo los tengo por Kanon y sé que soy correspondido, pero él está con Milo por agradecimiento...

-Calla, qué sabes tú de sentimientos! Tú no debiste fingir el estar del lado enemigo y engañar a tus amigos, hacer que te odien, todo por nuestra diosa...
Tú no tienes al amor de tu vida mirándote con odio, rencor...

Yo ya no quiero que él vuelva a sufrir y si debo pelear contigo para que no te entrometas en su relación, lo haré... no podré estar peor visto ante Milo de lo que ya estoy, ya no me importa nada, sólo que sea feliz...

Tomó posición de batalla lo mismo que el juez del inframundo, pero un gran cosmos los detuvo...

-Deténganse! Los dos! Radamanthys vuelve al inframundo, luego tú y yo hablaremos...

Suavizó su voz para dirigirse a Camus

-Camus, vuelve a tu templo y... gracias por defender a Milo y nuestra relación... pero es algo que tenemos que hacer nosotros ¿me entiendes?

-Claro Kanon... no fue mi intención inmiscuirme, lo siento...

Dio media vuelta y caminó rumbo a la décimo primera casa sintiendo que se moriría ahí mismo...

Milo lo siguió con la mirada en silencio, todo su mundo se detuvo salvo por los pasos que retumbaban en las escalinatas...

Unas hermosas esmeraldas entorpecieron su visión y con una dulce sonrisa de entendimiento, lo llevó a su templo.

Camus no quería flaquear, lo habían entrenado para ser frío y apático pero no podía, no en ese instante en que su corazón se había roto en mil pedazos...

Tomó la decisión de volver a Siberia, era lo mejor alejarse de allí... con cuidado empacó sus pertenencias y decenas de pequeños detalles que Milo le había dado como muestra de su afecto...

Estaba tan ensimismado en sus lamentos que no escuchó los pasos suaves que se acercaban.

Su reacción fue tardía y luego confusa. Frente a él, con los ojos hinchados de llorar, estaba Milo.

Amor, tu amor
No debería desperdiciarse.
Yo estaré allí, yo estaré allí.

Si hiciéramos de nuevo
Todo desde el principio,
Intentaría cambiar
Las cosas que mataron nuestro amor.

Tu orgullo ha contruído una pared,
Tan fuerte
Que no puedo atravesarla.
¿Realmente no hay ninguna posibilidad
De comenzar una vez más?

Si hiciéramos de nuevo
Todo desde el principio,
Intentaría cambiar
Las cosas que mataron nuestro amor.

Sí, herí tu orgullo, y sé
Por lo que has pasado.
Deberías darme una oportunidad.
Este no puede ser el final.

Todavía te amo.
Todavía te amo.
Necesito tu amor.
Todavía te amo.
Todavía te amo, cariño.

-Estabas dispuesto a morir por mí, para asegurar mi felicidad...

No lo entiendes, ¿verdad?

Tú eres mi felicidad, siempre lo has sido y yo, me sentí morir al verte enfrentarnos...

Pero no puedo evitar lo que siento y por eso terminé con Kanon...

Los ojos de Camus se abrieron sobremanera, sin entender...

-¿Cómo pudiste? Él no merece esta traición!

-Kanon me quiere mucho, pero no me ama... el juez robó su corazón...

Un silencio incómodo se instaló entre ellos y Camus poco a poco entendía lo que su camarada había dicho...

De un momento a otro las cosas cambiaron y una creciente ilusión se abrió paso a grandes zancadas...

-Milo... tú...

-Cami, aún te amo, siempre lo he hecho aunque lo negara y te rechazara... ¿quieres-

Sus labios fueron callados por un cálido beso que sabía a paz, a perdón, a todos los sentimientos atorados en sus gargantas y sobretodo, sabía a amor y a futuro...

Era una respuesta silenciosa a una promesa muda de conciliación, una que dio paso a la más ferviente demostración de amor, en una entrega total que sellaba sus almas y las unía en la eternidad...

FIN

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Espero les guste, la canción es vintage pero muy hermosa😊😊😊
Scorpions Aún te amo❤

Nos vemos en la próxima entrega

Los quiere

Sailor Fighter 💙