Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

* 8 *

No pude dormir, me quedé pensando en mi reciente conversación con Nico, me sentía como una adolescente jugando a un juego peligroso, pero me gustaba. Me gustaba imaginarlo soñando conmigo o fantaseando cosas en sus sueños o pensamientos más perversos como lo había dicho él mismo. Yo también lo pensaba, en ese aspecto y en todos los demás. Hice un recuento de mis días y me di cuenta que Nico seguía formando gran parte de mi vida, pensaba mucho en él, en qué estaría haciendo o en quien pensaría antes de dormir. A diario cuando despertaba, tocaba mi cama en el lado en el que él solía dormir y lo imaginaba allí, aun dormido. Los domingos cuando me levantaba tarde, esperaba verlo entrar para decirme que ya casi era hora del almuerzo. ¡Cómo necesitaba muchas veces dormir en sus brazos, sentirme protegida en su abrazo! Y extrañaba nuestros momentos de pasión, cuando dejábamos volar la locura y la imaginación, no había nada que no nos gustara experimentar, éramos arriesgados, divertidos, alocados. Sonreí tras el recuerdo.

También pensé en lo que me dijo Sofía... Y no; no estaba lista para verlo rehacer su vida con nadie... En mi cabeza estábamos separados, pero seguíamos unidos, yo seguía siendo suya y él seguía siendo mío. No podría explicar esta sensación, no tiene mucho sentido. Solo que no me imaginaba a Nico abrazando, amando, besando a otra mujer; no sé si podría verlo, no sé si podría tolerarlo. Yo no estaba con él, pero tampoco estaba con nadie, nadie podría nunca ocupar su lugar. Y en cierta forma asumía y esperaba que a él le sucediera lo mismo, pero lo que me dijo Sofía me hizo creer que no siempre sería así, que quizás en algún punto él querría seguir adelante... junto a alguien más. Sacudí mi cabeza tratando de sacar esas ideas de allí, simplemente no lo podía imaginar así... ¿Egoísta?, quizás sí...

Me dormí muy tarde esa noche y desperté ya cerca de las diez de la mañana. Me levanté, me aseé y me puse una ropa cómoda. Fui a la cocina en busca de una manzana y un jugo, ya no tenía ganas de desayuno. Al pasar por la habitación de Sofía escuché risas, supuse que estaban las amigas de nuevo, ellas estaban con eso de la maratón.

Estuve en la cocina hablando con Jose un rato acerca de algunas cosas que debía comprar del supermercado para Sofy para ir preparando su valija para el viaje. Le di algunas instrucciones para cocinar el almuerzo y la cena del día, hoy se me antojaba lasaña.

—Te veo muy contenta Miri —sonrió Jose.

—¿Sí?, para mi estoy igual. —Me encogí de hombros.

—No... Hay algo distinto, el brillo de tus ojos, o quizás tu sonrisa —dijo mientras se acercaba a mí para mirarme mejor, yo solo sonreí y volví a encogerme de hombros—. Quizás sea que no hubo discusiones en estos días con Nico —agregó divertida—, y eso te sienta bien.

—¡Qué cosas dices! —exclamé—. No tiene nada que ver.

—¿No lo vas a ver en España? —preguntó.

—No, yo voy directo a Sevilla y Sofy va directo junto a él. A la vuelta mismo trayecto.

—Qué pena, llevan mucho sin verse... —Yo siempre trataba de no estar presente cuando sabía que Nico venía a buscar a Sofía.

—Bueno, es mejor así, no sea que comiencen las discusiones de nuevo, ya sabes... —gesticulé con las manos y le guiñé un ojo.

—Me gusta, definitivamente me agrada que estés de buen humor estos días —sonrió ella.

—Quizás sean las vacaciones, me hace bien dormir más —contesté sonriente y fui junto a las niñas.

Entré a la habitación de Sofy y me vi en la pantalla con aquella falda de volados coloridos. Nico me hablaba sonriente recostado sobre su gran motocicleta. Sonreí, nuestra primera escena juntos. Sofía saltaba en la cama, estaba realmente emocionada y sus amigas estaban igual. Me senté a disfrutar aquello.

—¡Mamá, mira a papá! —decía Sofía señalando la pantalla, ella tenía una debilidad por él —¡Está guapísimo! —sonrió y yo solo asentí con la cabeza.

Las niñas gritaban emocionadas. Todas querían mucho a Nico, él solía jugar con ellas como un niño más cuando ellas eran pequeñas y él aún vivía con nosotras. Lo recuerdo correteando por el jardín jugando a las escondidas, fingiendo que no veía donde las niñas estaban escondidas. Dante también estaba allí, pero él siempre más tranquilo solo reía. Nico siempre dijo que ese niño estaba enamorado de su Sofía y por eso no lo trataba igual que a las niñas, yo le decía que eso era tonto, aparte eran solo niños. No sé qué será de Nico cuando Sofy se enamore de verdad de alguien.

—Tía ¿te puedo preguntar algo? —Azzu me sacó de mis cavilaciones.

—Sí, ¿qué pasó Azzu? —La miré con una sonrisa.

—¿Que se siente besar a alguien que no te gusta o a quien no quieres? —preguntó la niña.

—¡Azzu! — exclamó Giuli como regañándola.

—No te preocupes Giuli, esa pregunta me la han hecho miles de veces, sonreí. Normalmente no pasa nada, no se siente nada, es un trabajo y somos amigos todos. Lo hacemos porque tenemos que hacerlo nada más, aparte hay miles de personas alrededor, cámaras y luces, no es un momento íntimo o algo así, aunque así se vea en pantalla —contesté con sinceridad.

—¿Y cuándo besabas al tío Nico? —continuó Azzu—. O sea, aun no llegamos allí pero sabemos que serán novios, digo Alejandro y Laura —se corrigió sobre el final, Sofy dejó de saltar para mirarme. Esa era la clase de preguntas que hacían los niños y uno no sabía que responder.

—Con él fue diferente —sonreí y traté de sonar sincera—. Me pasaban cosas cuando nos besábamos o cuando filmábamos esas escenas.

—¿Ya estaban de novios cuando eso? —preguntó Giuli.

—No... No éramos novios, solo amigos —respondí—. Ambos salíamos con otras personas en ese momento.

—No me imagino salir con alguien que se bese con otra por televisión —dijo Azzu muy seria y yo sonreí.

—No salgas con algún actor entonces —le respondí.

—Lo tomaré en cuenta, tía —afirmó la niña.

Me quedé con ellas un rato más, mirándolas ver la serie y viéndola también con ellas. Sofy daba saltitos cada vez que veía a Nico en la pantalla y hacía comentarios sobre su personaje. También se reía cuando aparecía yo, y me miraba orgullosa.

Más tarde todas bajamos a almorzar y luego subí a mi habitación a llamar a Sol.

—¡Amiga! —exclamé al escucharla—. Vamos a vernos ¿verdad? —Quería confirmar que nos encontraríamos en España.

—Si señora, ya está todo arreglado, viajaré junto a ti y me quedaré contigo toda la semana. ¡Tendremos fiesta! —contestó entusiasmada.

Sol vivía en España y se dedicaba a su pasión, la actuación. Cada vez que yo iba o ella podía venir, nos juntábamos, se quedaba en casa cuando venía a Italia o si yo viajaba a España ella se quedaba conmigo si no tenía trabajo que hacer. Justo ahora había terminado una temporada de teatro y estaba libre, así que íbamos a quedarnos juntas, y nos divertiríamos de lo lindo.

Ella seguía siendo mi mejor amiga, más bien mi hermana. Era la madrina de Sofy, junto con Davide que era el padrino. Se había casado con Benjamín —su eterno novio mexicano— y éste había venido a vivir a España. Aún seguían juntos y tenían dos hijos; Nahuel de diez años y Samantha de ocho.

—¿Con quién se quedarán los niños? —Quise saber.

—Con Benjamín, como corresponde —dijo ella sonriendo.

—Me parece bien.

—¿Y la princesita Sofía? —preguntó—. ¿Viajará contigo?

—No, ella viajará pero se quedará con Nico.

—Ah genial, él estará contento.

—Sí, lo está —sonreí, sabía que ellos mantenían mucho contacto, más aun desde que Nico estaba de nuevo en España.

Los siguientes días pasaron rápido, las chicas no se iban de mi casa y se pasaban viendo la tele y haciéndome preguntas. Yo entraba y salía de casa, pero estaba relajada, dormía bastante y comía bien. Me sentaba un rato con ellas y compartía sus divagues de adolescentes. Salía con Sofía y nos preparábamos para viajar, comprábamos esas cositas que siempre hacen falta cuando una viaja, o mejor dicho que no hacen falta pero una piensa que las necesitará y las compra.

No quería que a mi hija le falte nada en mi ausencia, sabía que estaría bien con Nico, pero quería que tenga todo a mano, sus enseres personales, cosas de chicas y demás. Así que habíamos hecho una lista y habíamos salido a comprar todo lo que estaba en ella.

Era sábado y cuando llegamos a casa le dije a Sofy que se fuera a acostar porque su vuelo salía bien temprano. Yo me fui a mi habitación a llamar a Nico para confirmar que la fuera a buscar.

—Nico... —saludé cuando atendió.

—Hola —contestó medio adormilado.

—¿Dormías? —le pregunté.

—Un poco —dijo y lo sentí sonreír—. Tuve un día largo y agotador.

—¿Mucho trabajo? —¿Desde cuándo le hacía preguntas sobre su día?

—Sí... Bastante, quería dejar todo listo para liberarme y estar solo con Sofy esta semana, salvo un día que debo grabar una publicidad.

—Ah... bien... —añadí sin ahondar mucho en el tema—. Quería avisarte que la estaré subiendo al avión como a las ocho de la mañana, por favor ve temprano a buscarla, no sea que se quede sola en el aeropuerto y...

—No te preocupes —interrumpió—. No es la primera vez que viene sola y yo siempre la espero a tiempo —sonrió arrastrando la voz cansinamente.

—Está bien, solo por las dudas. Pon tu alarma, no vaya a ser que con el cansancio te quedes dormido y...

—Miriana —me volvió a interrumpir— Despertaré, te lo juro.

—¿No quieres que te llame para asegurar que despiertes? —le pregunté porque él nunca se despertaba temprano, era yo la que escuchaba la alarma... pero olvidé que llevaba cuatro años despertándose sin mi ayuda y me arrepentí de lo que había dicho.

—No hace falta, pero si quieres puedes hacerlo, siempre es bueno despertar escuchando tu voz —agregó galante y yo meneé la cabeza, siempre tenía esas salidas que me dejaban entre la espada y la pared.

—Está bien, confiaré en que escucharás la alarma —suspiré—. Gracias por cuidarla esta semana.

—No hay de qué, es mi hija, gracias a ti por enviármela —sonrió.

—Adiós.

—Adiós —cortó.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro