ocho
I don't wanna talk
About the things we've gone through
Though it's hurting me
Now it's history
I've played all my cards
And that's what you've done too
Nothing more to say
No more ace to play
Años atrás, el inició del caos...
Lee Minho fue un chico complicado. Un chico guapo, alegre, inteligente y respetable, amado por sus padres, alejado de la aristocracia, fuera del mundo de los títulos y aún así con una fortuna grata. Lee Minho lo era todo, incluso si solo fue un adolescente en ese entonces, lo era todo, era perfecto, perfecto como un buen prospecto a esposo, perfecto como amante, perfecto como hijo, perfecto, incluso casi igual que su hermano Chan. Lee Minho era perfecto.
El problema es que Minho sabía que había algo malo en él, algo malo que lo hizo muchas veces ir a la iglesia y rezarle a Dios por salvación, lo hizo incarse de rodillas y pedir clemencia,
El problema del gran Minho eraque estaba enamorado de su mejor amigo, Han Jisung.
Su pecado, su error, su maldición. Lo único malo que hizo Minho fue confundirse a si mismo y plantar en su pecho sentimientos nada normales. Lee Minho era un chico que amaba eternamente a su amigo de toda la vida, Han Jisung. Y ese fue el inició de su condena, de esa que le arrastró hasta la desgracia y lo hizo conocer el infierno en la tierra. Su error fue enamorarse de un él. En especial, de ese él.
En ese entonces, tenía solo dieciséis años, demasiado joven para saber algo sobre la crueldad del amor. Sin embargo a esa edad, él ya podía nombrar lo que sentía y sabía, de una u otra forma, eso que de retorcía en su pecho, eso que robaba sus suspiros y alimentaba sus ilusiones era nada más y nada menos que amor. Y que cruel sonaba saber que era y no querer aceptarlo, estaba mal, él lo sabía. ¿Quien en su sano juicio amaba a otro hombre, siendo él mismo un hombre? Eso era horrible, un pecado, antinatural.
Amaba al chiquillo revoltoso que se la pasaba más tiempo en su casa que en la suya propia, amaba a ese chiquillo que corría como un loco cuando jugaban a guerra de cosquillas, amaba a ese chiquillos travieso que no sabía trepar árboles y que siempre quería comer frutas de su jardín, amaba al chico de mejillas esponjosas y cabellos dorados que sobresalían ante todo mundo, Amaba al sol y Minho olvidó que amarlo era peor querer tocar al sol con las manos. Jisung era un sol, un verdadero sol, tan inalcanzable.
Eso le consumía.
Le consumía, porque eran demonios absolutos que le quemaban el pecho, era un pecado, algo innombrable, Lee Minho tenía dieciséis cuando supo que tenía un lugar ganado en el infierno por algo que no podía controlar, que no podía decidir, que no podía parar. Solo Dios sabe cuánto lloró dos meses atrás cuando descubrió el porqué de los latidos incontrolables de su corazón, solo Dios sabe cuánto se maldijo a si mismo con culpa en el pecho y pensando que algo mal había en él.
Porque nadie puede controlar lo que su pecho siente y tampoco puede decidir de quien enamorarse, aunque a final de cuentas esas excusas no lo quitaban de tener la culpa, era su culpa, eternamente su culpa, suya y de nadie más, su culpa por sentir algo que no era bien visto, algo que solo le invadió el pecho, sin permiso, ni razón y aún así, eso no lo deslindaba de la culpa.
Aquel chiquillo no tenía nada especial, era de estatura promedio y tenía el cabello tan rubio como el sol, era como un ángel y Minho sabía que no debía sentir estos sentimientos tan mundanos por un ser tan espectacular que sonreía con el alma y siempre buscaba su compañía, era su amigo ¿Quien ama a un amigo como amante? Solo a él se le ocurría eso, solo él y su maldito corazón que no quería tener en ese momento.
The winner takes it all
The loser's standing small
Beside the victory
That's her destiny
Pero es que verlo ahí, de solo verlo el pecho se le alteraba y el corazón quería salirse. Era hermoso, incluso si iba caminando tan rápido y sus pies levantarán tierra a su pasar, incluso si iba hablándole la manga de la camisa y lo llevaba a toda prisa de su casa hacia el pueblo, incluso si simplemente respiraba, Jisung era hermoso, terriblemente hermoso... Como le dolía el corazón.
- Vamos más rápido, Lee knoooow- Lo arreó con prisa, eran apenas las tres de la tarde, aún les alcanzaría perfectamente el tiempo- cerraran la florería y yo quiero mis Hortensias.
- Voy lo más rápido que puedo.- se quejó el mayor y forcejeo para que le soltara.
- Eres lento como una tortuga, eso pasa cuando eres viejo.- Jisung sonrió aún más con su comentario y le enseño la lengua a su amigo, este trato de ocultar la risa en un ceño fruncido con fingido enojo.
- Cállate mocoso, no sabes nada.- le regaño, Pero realmente no se sintió ofendido por ello, le daba igual, él sabía que no era un anciano en lo absoluto, no lo era, Pero era gracioso ver bromear a Jisung con esa pequeña diferencia de edad entre ambos.
- Anda, Miiiin.- volvió a insistir el chico cuando vio que por fin llegaban al pueblo, se veía a tan solo cinco minutos, eso era bastante bueno, pues alcanzarían los puestos abiertos.-.Camina rápido.
Jisung iba delante de él, con muchísima prisa y la enorme sonrisa que jamás abandonó su rostro. Jisung era lindo, lindo en todo su esplendor, Minho no sabía como alguien así podía existir, era casi increíble.
- ¿Por qué tanta prisa? - Lee estaba intrigado, usualmente Jisung era activo, pero hoy llegaba al límite de ser tan insistente que le enrarecía ese hecho.
- Tu primer escrito fue publicado, debo comprarlo ¿Okey?- oh, con que de eso se trataba. Minho se enrojeció de inmediato, si tan solo Jisung supiera que aquel poema era para él, suyo enteramente, tal como Minho lo era. Suyo, suyo, eternamente suyo.
- ¿Sabes leer siquiera?- le molestó y se acercó a él para picarle la mejilla con su dedo.
- Claro, aprendí de ti.- era verdad, hace muchos años, Minho le enseño a leer, a escribir y redactar cartas, todo lo que Jisung sabía de lengua se lo enseñó él, Minho era muy bueno con las letras, aún mejor enseñando esto.
Aunque con sinceridad, no es que Minho fuera buen profesor, en realidad Minho era muy malo con la paciencia, no tenía vocación de maestro, Pero sin duda, con Jisung todo era diferente. A Jisung podía enseñarle con la mayor paciencia del mundo, y jamás se aburriría de hacerlo.
- Sí, claro, porque tu profesor de literatura te odiaba- eso era otra verdad. Los maestros de Jisung lo odiaban. Era un niño revoltoso, mimado y odiaba hacer tareas absurdas. Él solo quería pasar las tardes y los meses enteros en la casa de su amigo Minho. No lo culpen, estar al lado de maestros viejos y estrictos era horrible. Pero si había alguien que le aborrecía era sin duda el maestro Johnson, el tonto maestro de lengua que odiaba tanto a Jisung por simplemente existir.
- No tengo la culpa de que me odie por ser bonito- batió las penstañas con coquetería, eso hizo que a Minho se le secara la boca de inmediato y lo viera con detenimiento.
Era un simple acto, Minho era un patético enamorado.
- Te odiaba porque eras un dolor de culo, Jisung.- Jisung soltó una carcajada de inmediato, sí, lo sabía, sabía que cuando algo no le gustaba podía ser tan horrible persona como quisiera, no lo culpen, era mimado, casi un duque, alguien tan importante.
- Pero no para ti ¿Verdad?- se acercó a Minho, colo sus manos en el hombro de su amigo y espero una respuesta. Era tanta la cercanía que ambos se atolondraron de solo sentirse cerca.
- Jamás, Jisung.- era verdad. A Minho jamás le desagradaría. En ese entonces, ambos chicos así lo creyeron. En el principio del fin las cosas siempre dan un giró, usualmente no es brusco, es ligero. El principio del fin no fue la llegada de la chica, el principio del fin fue cuando Minho se dió cuenta de que amaba a Jisung de una manera que no debía. Ese fue el inició, el final es algo que ya sabemos.
i was in your arms
Thinking I belonged there
I figured it made sense
Building me a fence
Building me a home
Thinking I'd be strong there
But I was a fool
Playing by the rules
-
Anda, Minhoooo, la florería está abierta.- insistió en cuanto vieron dicho puesto abierto. Era pequeño, sí, Pero lucía maravilloso con todas esas flores a su alrededor.
- Ya vooooy.- contesto con cansancio.
- Andaaaa, tu mamá estará muy contenta con las flores.- era cumpleaños de la madre de Minho, Jisung lo sabía porque por eso planearon esa salida al pueblo.
- Lo que sea que le lleves a mi mamá, lo va a amar.- Jisung lo sabía, llevaba conociendo más tiempo a la señora Lee que a su propia madre, sonaba chistoso, Pero siempre fue un trauma. Minho solo conocía fríamente a la duquesa que se hacía pasar por su madre, Pero sinceramente la marquesa Lee y la nana de Minho eran más madre suya que esa señora que vivía en su casa. Rarisimo, Pero Jisung se iba acostumbrando con el tiempo.
- Es que soy encantador.- Minho sabía con exactitud que lo era.
- Insolente.- le dió un sape y Jisung de volvió muy ofendido, lo miró y con cara sería, le dijo:
-Lento- una gran ofensa, si claro. Porque era lento como una tortuga o algo parecido.
- Vanidoso.- contraatacó.
- Feo. - mentira, Jisung sabía que mentía, mentía y siempre lo hacía, mentía, pues de ante mano sabía que Minho era hermoso, hermoso como el verano, hermoso como el agua del rio que corre sin problema.
- Feo estás tú - Minho mentía aún más.
- Ni tu te lo crees. - toda la maldita razón.
-Bueno, que te parece si tú vas al puesto de periódico y yo a por las flores - le compraría flores a Jisung, sí, con esa intención le siguió, le compraría flores y sus Hortensias que tanto quería, un detalle, algo pequeño, ¿Que son las flores para todo el amor que le tenía? Nada, nada nunca se le compraría al gran amor que le tuyo y cuánto le dolió perderlo. Pero el Minho de entonces no sabía todo el daño colateral que traía aquella ida al pueblo.
- Bueno. - aceptó el menor y comenzó a caminar en dirección opuesta a Minho.
- Te veo en la florería.- le gritó Minho con una enorme sonrisa y el pecho latiendole fuerte con tan solo verlo. Era una metáfora de la vida, Pero ninguno de los dos lo vió ese día, tan tontos y jóvenes, tan jóvenes y enamorados.
- Prometo no perderme- le gritó de vuelta y pronto Minho se giró a buscar aquellas flores.
Entro a la tienda con mucho cuidado, de tantas que había que no pudo ni escojer. ¿Cuales eran las Hortensias? No tenía ni idea.
- Buenos días. - una voz al fondo joven y dulce, seguido de la silueta de una chica joven que dió a conocer su rostro. Era hermosa, Pero Minho ni lo noto.
- Oh, buenos días, joven lord.- saludo con una inclinación que de hacía con respeto.
- Oh, nada de cordialidades, por favor.- es que si le hablaba con cordialidad se ponía estúpido y ya no podría preguntar lo que quería preguntar.
- Imposible que le hable sin respeto, mi señor.- la muchacha sabía que era una persona importante quien tenía en frente, hijo de un marques, alguien importante. Ella era solo una campesina que recogía flores para venderlas, ella era solamente eso.
The gods may throw a dice
Their minds as cold as ice
And someone way down here
Loses someone dear
The winner takes it all (takes it all)
The loser has to fall (has to fall)
It's simple and it's plain (yes, it's plain)
Why should I complain? (Why complain?)
- Por favor, solo dígame por mi nombre.- le sonrió tratando de darle confianza a la chica, ella le sonrió de igual forma- Minho está bien. Es más, ¿Cuál es tu nombre?
- Me llamó Carmina, mi lo... - Minho la vio entre ojos y ella le sonrió timida- Joven Minho.- corrigió.
- Bien, Carmina.- Carmina. Un nombre tan lindo. Aunque no tanto como el de él.- Es mejor por mi nombre.
- Me siento mal educada.- confesó ella, aunque sabía que Minho era más corto y más descortés, pero este chico era hermoso y ella solo una chiquilla enamoradiza.
-No te molestes por eso.- ella se sonrojo de inmediato - Bueno, querida Carmina. La verdad es que deseo algo de ayuda.
- ¿En qué soy buena?- ¿En qué querría él ayuda? ¿Ella que tendría para ayudarle?.
-¿Qué flores le das a la persona que más amas?- Uh... Idioma de las flores. Ella sabía mucho sobre el tema. Usualmente siempre se lo preguntan. Usualmente llevaban rosas, rojas, rosas, Pero al fin de cuentas rosas. Ella difería, ella creía que eran las orquídeas, pues el amor es delicado, hermoso y nutriente. El amor era como una orquídea, tan delicada y tan fuerte a la vez.
- Mi madre diría que las orquídeas, Pero si le soy sincera, yo creo que todas las flores son hermosas cuando el significado es el amor.- todas y cada una, el amor es flores, tierra, nacimiento, el amor lo es todo.
-¿Lo crees? - ella asintió muy convencida de su punto. El le sonrió y el corazón de ella brinco.
- Por supuesto.
- Entonces dame un ramo con todas las flores que tengas.- ese ramo saldría caro, Pero si las flores eran amor, Minho podría su corazón en cada una de ellas y lo cubriría con sus pétalos. - y por favor, dale una dosis extra de hortensias.
- En seguida, joven Minho.- ella comenzó a preparar las cosas para crear un enorme ramo.
-El cumpleaños de mi madre y las flores para Jisung - Murmuro el chico para si mismo, Pero ella lo alcanzó a escuchar - Ah, y también un ramo de flores amarillas, por favor.
- Flores de la amistad.- las flores amarillas, en especial las rosas, eran amistad.
- ¿Eso significan?- frunció el ceño, no sabía que eso significaban. Ahora entendía porque su padre siempre llegaba con tulipanes en lugar de flores amarillas... Su padre era todo un romántico.
- Sí, claro.- admitió Carmina mientras continuaba haciendo su trabajo.
- Ahora necesito una clase sobre los significados de las flores.- le intersba demasiado ese tema. Él Prendería a hablar con las flores, si su boca no podía decirlo, las flores lo harían por él.
- Cuando guste, siempre puedo enseñarle.- de ofreció, ella era experta en el tema.
- Eso me parece estupendo.- Minho continuó viendo las flores, y todo a su alrededor. El local era hermoso, olía riquísimo y Carmina era muy agradable.
But tell me, does she kiss
Like I used to kiss you?
Does it feel the same
When she calls your name?
Somewhere deep inside
You must know I miss you
But what can I say?
Rules must be obeyed
- Minhoooo. No me lo vas a creer... - entro Jisung a escena, con prisa, el periódico en la mano y las mejillas rojas. Vio como la chica hermosa estaba trabajando y Minho estaba enfrente de ella, aparentemente teniendo una agradable conversación. Eso le molestó un poco, ni siquiera sabía que hacer- Uh, hola, lamento el ruido...
- No hay problema, joven Lord.- dijo ella con una enorme sonrisa y continuó su trabajo, Jisung un poco arisco, decido no decirle nada.
- Uh... Ya nos están preparando el ramo.- hablo él cuando vio que la chica preparaba su trabajo.
- Claro, el que yo voy a regalar.- le aclaró Minho- Falta que tú consigas el tuyo.
- Pero Minhoooo, no sé que le gusta a tu madre.- mentía, Jisung sí sabía, Pero lo había olvidado, a veces pasaba.
- Jisung, pasas horas, días, meses en mi casa, debes notar que flor resalta en mi casa.- lo regañó, pero Jisung le dió su cara más inocente y esa fue la debilidad de Minho.
- Imposible, Joven Lee,- se burlo- porque paso más tiempo en su patio o en su habitación que en lo demás de su casa.
- Le gustan las flores amarillas.- confesó derrotado.
- Entonces, linda señorita, deme lirios amarillos, los más amarillos que tenga.- ella asintió y fue en búsqueda de lo que necesitaba.
- Está bien, joven. - lo que siguió fue silencio, solo admiración al local y tiempo de espera, miradas intercaladas y rodillas sin sentido.
- Aquí tienen sus ramos, jóvenes.- ella les entregó los tres ramos, Jisung tomó los lirios y Minho los otros dos.
- Gracias, Señorita.- Jisung saco dinero y se lo entrego sin querer recibir cambio, ella le agradeció y luego fue turno de Minho para pagar.
- Gracias, Carmina.- dijo Minho con una enorme sonrisa y eso no pasó por alto a los ojos de Jisung. Sintió molestia en el pecho, era una incomodidad incomprendida, una incomodidad horrible, como un monstruo que se apoderó de su pecho y le robó todo el aire.
- Por nada, Joven Minho.- ella sonrió tímida y las mejillas se le tornaron rojas como la remolacha. Lo odiaba, Jisung supo de inmediato que odiaba esa cercanía que parecía existir entre ambas personas.
The judges will decide (will decide)
The likes of me abide (me abide)
Spectators of the show (of the show)
Always staying low (staying low)
The game is on again (on again)
A lover or a friend (or a friend)
A big thing or a small (big or small)
The winner takes it all (takes it all)
Minho y él caminaron hacia afuera del local, ni tarde ni perezoso, Jisung trato de preguntar quien era y porque esa estúpida cercanía entre ambos, ¿Cómo sucedio? La gente no se enamora en segundos, Pero entonces ¿Porque lucisn tan cercanos siendo solo extraños? La mente se le consumía. Pero cuando iba a preguntar, el hermoso ramo lleno de colores le robó la atención.
- ¿Te pondrás dadivoso con tu mamá?- preguntó sin entender muy bien, ¿Tantas flores para su madre? A ella solo le gustaban las amarillas.
- Estás son tuyas, imbécil.- las extendió con pena hasta que estuvieron en el campo de visión del chico y este se sonrojo de inmediato.
- ¿Es para mí?- sonrió enormemente y el corazón de Minho no pudo siquiera resistirlo.
- Sí es que las quieres. - Jisung las amo de inmediato, más las Hortensias, Minho tuvo el detalle de saber que era la flor que el quería.
- Gra- gracias, Minho.- tartamudeo.
- Por nada, chico lindo. Anda vamos a casa.- ambos estaban sonrojados.
- Sí... Sí, vamos.
💗💗💗💗💗💗💗💗💗💗💗💗💗💗💗❤️❤️❤️❤️
The winner takes it all- ABBA
Tiene mucho que ver en este libro.
Les tqm bai.
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