3 años después

ABRIL

POV Freddy

Intentaba hacer el mínimo ruido posible hasta llegar a la habitación de Andy. No quería que se despertara y se arruinara su sorpresa.

Abrí la puerta lentamente para verificar si seguía durmiendo. Como supuse, él seguía enredado entre las sábanas.
Con cuidado me acerqué hasta quedar a un lado de él, deje el pastel de chocolate que tenía en mis manos en su mesita de noche y tome una gran bocanada de aire para seguido gritar:

-¡FELIZ CUMPLEAÑOS ANDY! ¡LEVÁNTATE! -agarre las sabanas que lo cubrías y tire de ellas dejando a Andy sin sabanas-.

-¡AHHHHHHHH! -gritó espantado el niño casi cayendo de la cama. Lo sujete antes de que pasara- ¡Papi! ¡No fue diveltido! -reclamo enojado-.

Yo solo podía reírme. Es mi hijo, si. Se espanta fácilmente, si. Pero fue realmente tentador.
Como él seguía mirándome acusadora mente, lo abrace lo suficientemente fuerte para no lastimarlo y le di un beso en su frente.

-Aww, lo siento hijo -dije tiernamente- no quería asustarte -hice un puchero para que se viera más creíble-.

Nhaaaaaa, la verdad si quería.

-No impolta -dijo relajando más sus expresiones. Volteo su cabeza a su mesita de noche y vio el pastel que deje ahí hace unos momentos- ¿y eshe pashtel? -preguntó curioso. Yo me reí-.

-¿No sabes qué día es hoy? -él negó- es doce de abril -su cara cambió radicalmente a sorpresa-.

-¡Esh mi cumpleañosh! ¡Papi esh mi cumpleañosh! -dijo feliz-.
‪
-Jajajaja, claro que lo es -dije divertido- ¿y sabes a donde vamos a ir hoy? -él negó- así mejor, por que es sorpresa.

Cambio radicalmente su gestos de emoción a desilusión.

-¿Una pishta? -hizo un puchero-.

-No.

-¿Pol favol?

-No.

-¿Shi~?

-No.

-¡Papi!

Comencé a soltar la risa que ya tenía rato aguantado, Andy me miraba enojado mientras yo reía.

-Bueno, solo una pista. ¡Pero si no adivinas no te diré nada más! -asintió emocionado- acércate -hizo lo que le pedí, yo me acerqué a su oreja de oso, como si le fuera a contar un secreto. Tome aire, pero en vez de decirle algo, le sople en la oreja-.

Salí corriendo del cuarto antes de que empezara a reclamar algo, y como era de esperar, le disgustó la sensación y se sobó su oreja.

-¡Papi! -lo escuche quejarse-.

***

-¿Ya llegamosh?

-No.

-¿Ya cashi?

-Tal vez.

-¿Cuánto falta?

-Cinco minutos.

-No esh shielto.

-Claro que si.

-Dishesh lo mishmo y taldamosh mash.

-No es cierto.

-Shi~.

-No.

-Shi.

-No.

-¿Ya llegamosh?

-¡Que no!

-Ji ji ji ji

POV General

¿Qué niño no hacía eso? Andy no era la excepción.

Ahora mismo nuestros protagonistas se encontraban rumbo al parque de diversiones, claramente sin que el oso menor se diera cuenta. ¿Cómo se las apañó Freddy? Fácil. Simplemente le vendo los ojos a Andy, lo cual fue un claro error para "Mamá Osa", eso solo despertó aún más la curiosidad del niño.

Luego de varios minutos interminables para el mayor, al fin lograron llegar al parque.

-Listo~, llegamos -comentó canturreando una vez que había estacionado el auto-.

-¿Ya puedo vel? -preguntó emocionado-.

El mayor le quitó la venda a su hijo permitiendole ver en dónde estaban. El osezno emocionado no pudo evitar soltar un grito de emoción.

-¡Vamosh papi! ¡Vamosh! ¡Quielo subilme a losh juegosh! -dijo emocionado-.

Los dos osos se estaban divirtiendo juntos (Andy más que Freddy) juego tras juego era el orden que llevaba el niño, y Freddy a pesar de estar parado por largos ratos mientras veía como Andy se divertía en los juegos mecánicos, podía soportarlo. Amaba ver feliz a su hijo.

Y no solo eso, ya que cuando entraron al parque de diversiones tuvieron que pasar por varios puestos en los que vendían recuerdos del parque, globos, dulces, entre otras cosas, fue ese momento en el que el instinto de Andy despertó y le pidió a su padre una gorrita de Mickey Mouse y una pelota. Pero no cualquier pelota, sino una pelota roja que casualmente era la única de ese color que tenía el vendedor. Además de unos dulces para Freddy, que Mamá Osa tenía antojo.

Cuando el juego termino, el osezno salió disparado a los brazos de su padre le cual lo recibió con un abrazo de oso (literal).
Ya casi eran las cuatro de la tarde, lo que significaba una cosa.

-Papi, tengo hamble -dijo el niño cansado, una vez que su padre lo cargo entre sus brazos-.

-Aquí hay un poco de todo ¿de qué tienes antojo?

-¡Pizza!

"Era de suponerse..."

Los dos fueron a el área de cafetería, Freddy sin soltar la mano de Andy en todo el camino y se formaron en la fila. Solo faltaba una persona para que tomarán su orden y listo.

Ese día sí que había empezado a hacer mucho calor, y ha Andy todavía estar agarrado de la mano de su padre con aquel clima no le agradó del todo.
Soltó el agarre de su padre para limpiarse el sudor de sus manos y por accidente su preciada pelota había empezado a rodar por el parque rápidamente.

"Si voy rápido por ella papi no se enterara"

Y con eso el niño comenzó a correr.

No muy lejos de él osezno y la pelota, había otras tres personas teniendo una conversación no muy alegre que digamos en una banca cerca de los carritos chocones.

La única mujer del grupo quito su mano del hombro del oso rubio para voltear a verle la cara. Sin embargo este seguía con la mirada baja. Cambió su mirada a su otro amigo que hacía lo mismo que ella.

-Sabemos que es duro salir adelante con esto todavía -dijo el conejo- pero eres una persona muy fuerte Golden, has superado más cosas y... -fue interrumpido por su amigo-.

-Spring, sé que que tú y Karen quieren subirme el animo -miro también a su amiga mencionada que estaba a un lado de él- pero en este momento todavía no me siento listo. Hoy se cumple un año desde... Eso.

-Lo sabemos, los tres sabemos lo que es perder a un ser querido -intervino Karen- seres... Queridos -se corrigió-.

-Pero en cierta parte es diferente... En un solo día perdía a mi futura hija y futura esposa... -dijo mirando a la nada. Las lágrimas se habían comenzado a asomar por los ojos del oso- todo por culpa mía...

Karen pasó su brazo por los hombros de su amigo oso y Spring hizo lo mismo. Comprendían la situación en la que estaba su amigo, los tres tenían la experiencia desde niños (excepto Golden).
Era muy doloroso perder a una persona con la que esperabas desde hace mucho tiempo hacer tu vida. Compartir sueños y esperanzas con esa persona y de un día para otro que esa persona se valla.

-Golden, lo que pasó ese día no fue tu culpa -dijo la mujer de cabello morado y orejas de oso-.

-¡Si hubiera visto ese coche las cosas ahora serían diferentes!

-¡El hubiera no existe Golden! -gritó Spring. Un matrimonio que iba pasando con sus hijos se le quedo mirando al conejo- ¿qué miran? ¿Tan guapo estoy? -dijo molesto y como era de esperar, siguieron caminando como si nada-.

Hubo un incómodo silencio.
Ese día se cumplía un año de la muerte de Hanna y Jessica.
¿Quiénes son Hanna y Jessica? Hanna es la difunta prometida de Gerard Janssen... Mejor Golden.
Y Jessica era su futura hija, apenas teniendo siete meses en el vientre de su madre, falleció junto a ella un un accidente automovilístico. En el cual, Golden iba de conductor.

-Oigan, en verdad les agradezco que quieran ayudarme, pero en estas fechas solo quiero estar solo -dijo Golden mientras se paraba de la banca dispuesto a salir de aquel parque. Su amigos asintieron resignados- solo una pregunta, ¿por qué un parque de diversiones?

Sus dos amigos intercambiaron miradas nerviosos (mas Springtrap) antes de volver a ver al oso rubio.

-Bueno... Emmm, creíamos que, pues... Ehh ¿como te explico? -decía el conejo mas para si mismo que para su amigo-.

-Spring creía que podríamos divertirnos los tres en el parque, como antes -respondió Karen con simpleza-.

-Aún así gracias, a los dos -les dio una última sonrisa para después comenzar a caminar rumbo a la salida del parque-.

Una vez que esos dos se quedaron solos, Karen le dio un golpe en la cabeza a él mayor.

-¿¡Eso por que!? -se quejo el conejo-.

-Por no hacerme caso, te dije que era mala idea -contesto tranquila- ...

- ... -

-¿Montaña rusa?

-Vamos.

Regresando a lo importante, Andy seguía a su pelota. ¿Que? Es un niño, no lo presionen.
Llego un momento en el que la pelota dejo de rodar, para la suerte del menor.
Pero el osezno se concentro mas en la pelota que en ver la causa de su triunfo.
Todavía estaba a cuatro metros de su amada pelota, pero detuvo todas sus acciones cuando vio que alguien se le adelantaba.

"Nunca hables con extraños".

Era una de las cosas que su padre siempre le decía y nunca había desobedecido.
Un hombre rubio y con orejas de oso, aparentemente cerca de la edad de su padre, había tomado la pelota que había golpeado con su pie. Miro a su alrededor hasta topar con la mirada del niño que lo veía con miedo. ¿Y si no le regresaba su pelota? Andy solo quería su pelota de regreso.

-¿Es tuya? -el niño solo asintió con pena- toma - se incoo a la altura del niño y extendido su brazo para que Andy se animara a agarrarla- no muerdo, anda, tómala -le sonrió con la intención de que el menor no tuviera miedo, lo cual le sirvió bastante bien-.

A pasos lentos el menor se acerco al desconocido señor y tomo su pelota, le devolvió la sonrisa y aparto su mirada.

-Gla-Glaciash -dijo con pena el niño. El oso adulto solo le sonrió, pero no de una manera alegre, y eso Andy lo noto mucho. Para esos momentos el mayor ya había empezado a alejarse de él niño- Eshta tlishte...

El contrario se detuvo de golpe. ¿Como un niño se dio cuenta de eso? Era muy fácil engañar a un niño, y Golden sabia ocultar bien sus asuntos. Volvió a ver al niño, pero esta vez ambos se veía con gran curiosidad. Era un niño, ¿que podía pasar?

-Si... Estoy triste -dijo sin ánimos el mayor-.

-¿Pol que?

-Estas fechas no me traen buenos recuerdos.

Andy sintió pena por aquel sujeto. A pasos lentos se acerco junto al mayor y de su sudadera saco una paleta de limón que su papá la había dado esa mañana. Ya con mas confianza, se la extendió al mayor esperando que este la aceptara.

El rubio sorprendido y conmovido por la acción del niño, tomo la paleta que le ofrecía este. Se le hizo muy lindo hasta que grado podía llegar la inocencia y amabilidad que un niño podía poseer.

-Gracias -sonrió, gesto que él menor le devolvió- me llamo Gerard. Pero mis amigos me dicen Golden.

-Yo soy Andlew -contesto el menor mas alegre- de caliño me dicen Andy.

A Golden le enternecía mucho la actitud del niño. Pero fue inevitable no darse cuenta de un detalle.

-Andy, ¿donde esta tu mamá? Deberías regresar con ella antes de que se preocupe -no respondió. En cambio, la sonrisa de Andy se desvaneció rápidamente- ¿Andy?

-Yo... -se quedo callado, dudando si decirle o no- no tengo mamá -dijo Andy con tristeza a lo Golden se sorprendió- solo tengo a papá.

-Bueno... Sera mejor que... -dijo incómodamente Golden hasta que un grito histérico lo interrumpió-.

-¡ANDREW! -Freddy llego corriendo donde su hijo y aquel desconocido. No había pasado ni un minuto cuando se dio cuenta de que Andy se había ido de su lado cuando estaba en la fila, para seguido salir corriendo desesperadamente en busca de su pequeño osezno- ¿¡Donde estabas!? ¡Te he dicho que nunca te separes de mi Andy!

Freddy estaba muy concentrado en regañar a su hijo que en ningún momento se dio cuenta de la presencia de el otro adulto en aquel escenario.
Una vez que las cosas se enfriaron un poco y con Freddy decidido a regresar a lo que se habían quedado, solo fue ese el momento en el que Freddy sintió la mirada del otro participante.
Volteo su mirada encontrandoce con un hombre de su misma edad (oh eso creía), cabello rubio, orejas de oso, ojos azules zafiro y mas alto que él.

Freddy se había comenzado a sentir incomodo, nadie decía nada y aquel hombre solo se le había quedado mirando sin vergüenza alguna (lo que Freddy no sabia, es que se le había quedado mirando desde el momento en el que llego). Pero no era una mirada burlona o de desagrado. Mas bien era una mirada hipnotizada, como si estuviere admirando todos y cada uno de los detalles que veía, y lo que veía era a Freddy.

-¿Se te perdió algo? -Freddy ya cansado de aquella mirada decidió preguntar pero no obtuvo respuesta del contrario- Disculpe -nada- ¡Oiga!

Con ese grito logro sacar al rubio de sus pensamientos y hacer que pusiera atención. Golden avergonzado se coloro hasta las orejas al darse cuenta de lo que había estado haciendo todo ese rato desde que llego el castaño.

-Eh... Perdón -respondió incomodo- ...

- ... -

- ... -

- ... -

-Creo que... Mejor me voy -en ese incomodo silencio el rubio decidió que lo mejor seria salir de ahí lo antes posible, llegar a casa y llorar en silencio hasta quedarse dormido- y lo otro, yo lo...

-Ni lo menciones -interrumpió Freddy antes de que eso terminara peor-.

El rubio asintió y siguió el camino que en un principio había tomado, hasta llegar a la salida del parque. Freddy y Andy imitaron su acción, solo que estos regresaron al área de cafetería.

Freddy volteo una ultima vez la cabeza hacia donde caminaba el rubio, y lo ultimo que vio de él fue como salia del parque.

-Andy -llamo Freddy a su hijo-.

-¿Mande papi? -respondió con tristeza-.

-¿Que te dije sobre hablar con extraños? -pregunto con cierto enojo en su voz-.

- ... -no respondió nada en ese momento, puesto que se sentía muy mal por haber desobedecido a su papá- que esh peliglosho.

-¿Entonces por que lo hiciste?

-Sho-sholo quelia lecupelal mi pe-pelota -las lagrimas se habían comenzado a asomar por los ojos del menor. No quería que su papá lo regañara, y menos el día de su cumpleaños-.

Freddy reconoció que también estaba comenzando a ser muy duro con su hijo y para calmarlo se incoo a su altura, limpio sus lagrimas y lo abrazo.

-No llores Andy -le sonrió para calmarlo- sabes que eso esta mal, y no sabes si pudo haber sido una mala persona -Andy asintió- ahora cuéntame, que paso.

Después de una pequeña historia por parte de Andy, un largo sermón de Freddy, varios pedazos de pizza y mas juegos mecánicos, Freddy y Andy fueron a casa del "Abuelo Puppet", donde este, Bonnie y Chica, todavía tenían mas sorpresas para el pequeño cumpleañero.

Cerca de las nueve de la noche Freddy y Andy regresaron al apartamento donde vivían. Los dos completamente cansados, solo que Andy era cargado por su papá, ya que se durmió en casa de su abuelo justo cuando se aburrió de jugar con sus nuevos juguetes.

Una vez que Freddy dejo a Andy con su pijama en su habitación, él se dispuso a ir a la suya para hacer lo mismo.

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Andrew Stone - Andy
Actualmente 6 años, cabello castaño, orejas y cola de oso negras, piel pálida, mejillas llenas de pecas.
Vive únicamente con su "padre" (madre) Frederick Stone en un apartamento en la ciudad de Chicago, sus padrinos son sus "tíos" Chica y Bonnie.
Es un niño muy alegre, curioso, travieso, risueño y tierno; cursa primer año de primaria. Amante de los perros.
Especie: Oso.
---> Personaje original <---
No seas culero y don't copy plox :'v

Shane Aubriot - Shadow Freddy
Actualmente (donde sea que esté este mushasho) 27 años, cabello negro, ojos negros, piel muy blanquecina.
Narcisista, astuto, arrogante y coqueto.
Nació en París, Francia; llego a Chicago, EUA en busca de alejarse de sus familiares y construir una vida en dicho país.
Actualmente se desconoce su paradero.
Especie: Oso.

Para los que creían que ya no iba a actualizar, obveamente se equivocaron >:)
Ni madres, no dejo de escribir esta historia hasta que la termine B)

Y antes de que me ataquen en los comentarios de el por que no actualizaba, les tengo una pequeña pregunta:

¿Que piensan de Andy?

Solo es una pequeña duda que me comía por dentro, nada mas.

Y~ también... ¡Ya apareció Golden!

¡Brindemos! :D
¡Papá oso is here!

Aclaro una cosa, leve n.n
Recuerden que Andy nació cuando Mamá Osa tenia 19 años, y como ya pasaron 6 años desde eso, Freddy ya tiene 25 años. Así que saquen cuentas de los demás... ¿Que? No voy a hacer todo yo ._.

Gracias a los que siguen leyendo la historia y a los que apenas se comenzaron a unir a ella, que todos ustedes alegran mi body :3
Comenten y voten que tal les pareció, que creen que va a pasar, oh la shingada, que se yo.
Y agreguen a sus listas de lectura ._.
Que si no lo haces, solo te digo que...

Bye ^^ 💙❤️