No es mala persona
MAYO
POV Freddy
-¡Apúrate hijo! ¡Ya es tarde! -le grite desde la sala mientras yo agarraba las llaves del apartamento, las llaves del coche, mi móvil y mi abrigo- ¡ANDY!
-¡Ya voy! -seguido salio corriendo de su habitación con su mochila en hombros, pero con la camisa y el suéter del colegio mal arreglados a causa de las prisas, tomo su almuerzo y salimos-.
Que buen lunes...
Salimos (mas bien salí, ya que estaba cargando a Andy por la ausencia de tiempo) corriendo del edificio. Metí a Andy en el coche y me subí al asiento del conductor, los mas rápido que pude lleve a Andy a la escuela.
-¿Traes todo? -dije sin despegar la vista de la calle del frente-.
-Shi -respondió tranquilo-.
-¿Almuerzo?
-Shi.
-¿Tarea?
-Shi.
-¿Estudiaste para tu examen?
-Papi...
-¿Comiste lo que te deje en la mesa?
-Papá.
-¿Si hijo?
-Ya llegamosh, ¿ya me puedo bajal? -dijo cansado-.
Puse atención a la situación y evidentemente ya habíamos llegado a la escuela. ¿Cuando? No se.
Suspire y metí el freno de mano. Me voltee hacia Andy y le acomode su camisa y su suéter para después darle un beso en su frente.
-Ten un buen día hijo -le sonreí-.
-Glashias papi, tu también -sonrió de igual manera y salió corriendo del coche-.
Volví a encender el vehículo y comencé a conducir hacia mi trabajo.
POV Andy
Corrí por los pasillos para llegar a mi salón. Ya no había nadie en los pasillos, lo que quería decir que las clases habían comenzado. No me gustaba llegar tarde por que eso me bajaba puntos y a mi me gusta ir bien en la escuela.
No me fije que tenía al frente y cuando menos me lo espere ya estaba en el piso sobando mi rodilla y con mi almuerzo y mochila tirados, y como la mochila estaba abierta, varias cosas se salieron. Levante mi cabeza y me encontré con Gabe.
Hay no...
Gabe era un niño mayor, de cuarto año, que él y sus amigos eran conocidos por ser unos busca-pleitos, roba-almuerzos y roba-tareas.
En cualquier caso yo siempre los evitaba y me ahorraba problemas.
-¡Fíjate por donde va-!... Pero miren nada más, ¡es el sin madre! -cambio su expresión molesta a una sonrisa escalofriante-.
Yo seguía en el piso y solo retrocedí con miedo de que me hicieran algo. Nunca me habían molestado y no quería que empezarán, ya había escuchado lo que le hacían a los niños solo por diversión. Y no era bonito.
-Chicos, hay que enseñarle a este mocoso a respetar a sus mayores -Gabe y sus secuaces se comenzaron a acercar, esos dos me tomaron de los brazos y Gabe se me quedo mirando triunfante- no tenía ninguna golpista programada para hoy, pero por ti haré una excepción.
Comenzó a golpearme en la cara y mi estómago, y yo solo podía limitarme a llorar- miren chicos, el bebé esta llorando, ¿quieres a tu mamá? Ahh es verdad... ¡No tienes! -y siguió con los golpes- y mas te vale no gritar por que te ira peor, engendro.
Yo seguía llorando y me mordía mis mejillas por dentro para no grita.
En un momento deje de sentir sus golpes pero sus dos secuaces todavía no me soltaban. Mire lo que hacía Gabe y en sus manos tenia mi carta del día de las madres.
La carta debió de salirse de mi mochila cuando me tropecé.
-¿Es tu carta para el diez de mayo? -no dije nada, tenían mucho miedo- ¡contesta! -asentí rápidamente con lágrimas en los ojos- ¿para que? ¿Para recordarle a tu padre que tu madre debe estar muerta? ¿Oh en otro lugar lejos? ¡Das pena niño! -arrugó la carta en una bola de papel y me la tiro a la cara-.
Yo seguía llorando, pero ya no era por el dolor de los golpes. Ahora era por sus palabras.
Sentí otro golpe el mi estómago, para después caer al piso de rodillas.
-Agradece que fui suave contigo, no muchos tienen ese privilegio -comenzaron a alejarse y yo a tomar mis cosas (incluyendo la carta), solo faltaba mi almuerzo pero ya no lo veía. Voltee hacia esos tres y Gabe se estaba comiendo mi emparedado y los otros dos mi frutita- ¡Rico emparedado, mocoso! -los perdí de vista-.
Yo seguía en el piso en un gran silencio, pero volví a romper en llanto, tome mi mochila y salí corriendo a el patio de juegos.
Me daba pena entra a clase en este estado y a estas horas no debería de haber nadie en el patio.
Me senté en el césped abrazando mis piernas mientras escondía mi cabeza en ellas y seguí llorando.
Las personas que caminaban fuera de la escuela me volteaban a ver a través de los barrotes y seguían su camino. Yo ignoraba todas esas miradas y seguía llorando. Pero una voz un tanto familiar me llamo la atención.
-¿Andy? -levante mi cabeza y me sorprendí al ver de quien se trataba-.
-¿G-Golden? -me seque las lágrimas que no me dejaban ver bien-.
Realmente era él, estaba parado justo a un lado mio mirándome preocupado. Estaba vestido con un traje a lo que creo la gente llama "formal"... Creo.
Y tenia una plaquita en su saco que decía "Inspector".
-¿¡Qué te paso!? -Se incoo a mi altura rápidamente y me miro con preocupación. Lo más obvio es que fue por los moretones que ya se debieron formar en mi cara y por el hecho de que estaba llorando-.
Se que no debería hablar con él por ser un extraño, y si papá se entera me regañara, pero... No parece ser una mala persona.
-U-nosh niñosh... M-M-Me golpealon y-y me quitalon mi almuelsho -comencé a llorar otra vez-.
Volví a abrazar mis rodillas y escondí mi cabeza en ellas, si él era el dichoso "Inspector" me regresaría a mi clase correspondiente y luego se iría.
Sentí como unos brazos me cargaban. Levante la mirada y Golden había tomado mi mochila y entro de nuevo al edificio cargándome.
Me volteó a ver y sonrió, limpio varias de mis lagrimas con su dedo mientras seguía caminando.
Yo no dije nada durante todo el camino, solo me limitaba a seguir sollozando.
Llegamos a la enfermería, al entrar vimos a la enfermera muy cerca con él maestro de español.
Que raro... Me pregunto que habría sido tan importante para estar tan pegados. Debe de ser algo serio.
Golden les llamo la atención y tenia una mirada algo sería y enojada, que me dio algo de miedo. Los dos se separaron rápidamente y sin dar explicaciones el maestro se fue.
La enfermera me reviso, me unto una pomada en los golpes y me puso una bendita en mi frente, que fue el único lugar donde me salia sangre. Pero fue poquita.
Golden se quedó en la enfermería hasta que la enfermera término, después de eso él mismo me llevo a mi salón de clases.
-¿Ya estas mejor Andy? -me pregunto cuando llegamos al salón-.
-Shi, glashiash Golden -le sonreí-.
-Por cierto, ¿dijiste que te quitaron tu almuerzo? -asentí. Metió una mano en su bolsillo y saco su billetera y de ella saco veinte dolares-. Ten, compra algo en la cafetería.
Me tendió el billete y yo lentamente lo agarre.
-Muchash glashiash Golden -le sonreí y guarde el billete en el bolsillo de mi pantalón-.
-Je je je, no es nada. Mejor entra, y no te preocupes por lo que diga tu maestro. ¿Que clase tienes?
-Eshpañol.
Golden se quedó callado un momento con una cara rara -No importa, mejor entra.
• • •
Salí corriendo de la escuela en busca de quien me llevaría a casa pero no la veía por ningún lado.
Puse más atención y logre visualizar a Karen sentada en una banca. Me despedí de mis amigos y corrí en su dirección. Llamé su atención gritando su nombre, oh eso intente.
-¡Kalen, Kalen! -la chica volteo en mi dirección y me sonrió pero cambio rápidamente su reacción una vez que estuve sentado en la banca con ella-.
-¿¡Quien te hizo eso!? -no me dejo ni saludarla cuando empezó a hacer preguntas y tocarme la cara con cuidado-.
Le termine explicando que fue lo que paso mientras todos mis amigos y compañeros se iban de la escuela. Nosotros seguíamos en la banca y una vez que termine mi relato, me fije bien en la cara de la chica de cabello morado. Su expresión parecía impactada.
-Le diré a tu padre -dijo mientras se paraba de su lugar y me miraba tranquila- tiene que saberlo.
-¡No lo hagash! -le grite preocupado. Ella solo me miro dándome a entender que no comprendía mi razón- Shi lo hashesh... Me volvelán a golpeal losh niñosh -baje la cabeza con miedo de lo que podría hacer mi papá si se enteraba-.
-Andy, no creas que una situación como esta se va a quedar así, es importante que tu papá lo sepa... Ademas se dará cuenta de los moretones -al dejar de hablar, una tercera voz bastante conocida nos llamo la atención-.
-Karen, hasta que te encuentro ¿nos vamos? -al voltearme vía Golden-.
POV General
La sorpresa invadió la cara de la única mujer del lugar al ver a su amigo ahí.
Mientras tanto Andy solo se limito a sonreír al volver a ver al joven adulto que lo había ayudado ya dos veces.
Él rubio el ver la cara desconcertada de sus amiga entendió rápidamente que había olvidado el acuerdo de esa tarde.
-Lo olvidaste, ¿verdad? -pregunto el mayor de los tres, todavía sin darse cuenta de la presencia del niño. Fue ahí cuando la mente de Karen reacciono y recordó-.
-Puede ser... -respondió incomoda la pelimorada. Se relajo y suspiro- veras, no conté con que hoy cuidaría a Andy.
Golden reacciono rápidamente y automáticamente busco con la mirada al mencionado esperando que fuera el "Andy" que esperaba. Y valla sorpresa se llevo al ver que si se trataba de él.
Una sonrisa se asomo por sus labios al verlo, en cambio Andy no había dejado de sonreír desde que vio llegar a Golden.
-Hola Golden -se atrevió a saludar el niño-.
-Hola Andy -Golden se incoo a la altura del niño y le revolvió los cabellos- parece que Karen de alguna forma nos olvido a los dos.
La confusión de Karen volvió en un segundo, ¿como Golden conocía al pequeño Andy? ¿Qué acaso también conoce a Freddy?
-¿Se conocen? -pregunto de una vez-.
-Algo así -le respondió él oso rubio riendo levemente junto el pequeño. Para resumirlo, Golden no le contó ni a ella ni a Spring lo que paso el día en el parque de diversiones- bueno, si dices que tienes que cuidar de Andy, ¿no habría problema con que viniera con nosotros?
Karen no dijo nada, ni siquiera parecía que lo estuviera pensando, pero si que lo hacia. Hasta que llego al punto de cansarse de hacerlo y dejarlo para luego.
Tampoco creía que Freddy tuviera algún problema con que lo llevara a otro lugar que no fuera directamente a su casa. Se conocían desde incluso antes de que Andy naciera y se tenían un gran lazo de confianza (incluso sabia que Freddy era la madre de Andy y la historia con Shane).
-No creo que tu papá tenga problema con que vallamos a divertirnos un rato. Habíamos quedado para ir a comer junto con otro amigo, ¿quieres venir Andy? -él niño asintió frenéticamente, acción que enterneció a ambos adultos-.
• • •
-¡Hasta que llegan! -se quejo él conejo dorado cuando sus amigos se sentaron junto a él- creí que lo habían olvidado.
-Karen si lo olvido.
-Gracias Golden -dijo la pelimorada con mala cara-.
Springtrap solo se limito a mirar atento a dos de los restantes que habían comenzado a pelearse entres si, el hambre no lo estaba dejando pensar muy bien.
-Esh diveltido -comento risueño el oso menor viendo a los adultos que lo habían llevado a ese lugar-.
-¡Holy shit! -Springtrap se sobresalto al escuchar repentinamente la voz de niño que (sin darse cuenta) tenia a un lado- ¿Qué haces aquí niño? -pregunto confuso-.
-¡Me llamo Andlew! Kalen y Golden me tlajelon -dijo feliz- y deshil malash palablash eshta mal.
Spring se quedo mirando al niño mientras este tomaba asiento a un lado de él.
No tardo mucho para que los dos restantes dejaran de pelear y comenzaran a explicarle a Spring que hacia Andy con ellos.
No le vio algún problema e integró al niño rápidamente.
Habían ido a una cafetería de la ciudad, donde siempre frecuentaban los tres mayores, pero él mas joven de los cuatro, jamas había visto en su vida.
Era bonito el lugar, el ambiente tenia pinta de ser una cafetería de los años veinte, todos los comensales se les veía animados y ellos no eran la excepción.
Para los cuatro se les fue rápido el tiempo entre platicas, risas y comentarios con doble sentido (cosas que él menor no entendía, y a los tres mayores les daba mas risa las caras de confusión del niño al no entenderlos).
Entre Golden y Springtrap, se turnaban para hacer reír a pequeño Andy, ya sea que jugaban con los cubiertos, hacían caras rara o se molestaba entre ellos. Y todas terminaban haciendo reír al menor.
Sin darse cuenta ya eran las siete de la tarde cuando Golden recordó que Karen solo cuidaba de Andy. Y no recordaba que su amiga le hubiese llamado a su padre para decirle que Andy estaría con ellos.
-Karen -la llamo el rubio-.
-¿Si, Golden? -dijo entre risas a causa de las cosas que hacia Spring para hacer reír al niño-.
-¿No es muy tarde para...? -señalo al niño con la mirada para que este no se diera cuenta-.
Karen pareció no entender hasta el momento. Volteaba a ver a Andy y luego a Golden, pero cuando entro en razón su cara cambio a una llena de pánico. En ningún momento le llamo a Freddy para decirle que había sido de su pequeño ese día.
Saco su móvil para llamar a su amigo, pero apenas presiono un botón, pudo ver que tenia cincuenta y dos llamadas perdidas y cuarenta y tres mensajes de Freddy.
¿Una madre muy preocupada? Si.
Karen se golpeo mentalmente, y por el miedo solo se limito a mandarle un mensaje diciéndole que llegaría lo mas rápido posible.
Les dio una explicación exprés a Golden y Springtrap y se despidió de ellos, para seguido salir corriendo mientras cargaba a Andy (quien apenas se pudo despedir de los dos).
Con la mirada buscaba un taxi libre, pero los que pasaban estaban ya en cupo.
Sintió un agarre en su antebrazo y al voltearse vio a Golden.
-Déjate de preocupaciones. Yo te llevo.
• • •
Una vez que llegaron al lugar indicado por la pelimorada, los dos osos mayores salieron corriendo del vehículo (Golden con Andy en brazos) y subieron escaleras arriba hasta llegar al apartamento del osito menor.
Karen con algo de temor temor toco la puerta. No tardo ni diez segundos y Freddy ya la había abierto.
-¡Papi! -nadie supo como se las arreglo Andy para saltar de los brazos de Golden a los de Freddy-.
La expresión de Freddy se relajo claramente al ver que su bebé estaba bien, pero no quito el hecho de que en su mente ya había estrangulado a su amiga pelimorada nueve veces.
Karen comenzó a explicarle a Freddy donde habían estado toda esa tarde y este escuchaba claramente a su amiga.
Ya que Freddy no había notado la presencia de Golden hasta el momento, el rubio para matar el momento incomodo, comenzó a hacerle caras raras a Andy con las cuales el menor se reía en voz baja para no llamar la atención de su papá.
Duraron así un bonito rato en el cual Andy no dejaba de reírse y ninguno de los dos se dio cuenta cuando Karen y Freddy dejaron de hablar y los observaban en silencio. Pero Freddy mas que nada estaba confundido. Estaba cien por ciento seguro de que era el miso hombre que había visto en el parque de diversiones en el cumpleaños de su pequeño hijo, ¿que hacia ahí?
Fue Golden el primero en darse cuenta del silencio que dominaba. Dejo de hacer las caras que divertían al niño (por ende Andy dejo de reírse) y volteo lentamente para ver como los otros dos le veían con diferente semblante. Karen divertida y Freddy confundido.
Pero solo fue cosa de segundos para que Freddy comenzara a reírse en voz baja. Se le hizo lindo el gesto que tuvo con su hijo.
A su risa se le unió Karen, y Andy ni se diga. En las mejillas de Golden se formo un leve sonrojo, pero la vergüenza no le impidió reírse con los demás. Una vez que el silencio volvió, Karen se dispuso a preguntar lo que le tenia rondando en la cabeza durante esas horas.
-¿Se conocen? -hizo referencia al rubio y castaño-.
Ninguno respondió. No iban a decir que se conocían, pero tampoco era como que nunca hubieran cruzado mirada alguna en la vida. Los dos se miraron y Golden no evito soltar una risa.
-Pues... No realmente -dijo el rubio-.
-¿Recuerdas lo que te dije que paso en el cumpleaños de Andy? -la joven asintió y Freddy le siguió con las risas a Golden- Pues... Es él.
Para esos momentos Golden y Freddy ya estaban riéndose otra vez en voz baja. ¿Quien diría que se volverían a ver? Y mas de esa forma.
-Por lo que veo ustedes si se conocen -en lugar de preguntar, Freddy lo tomo directamente como una afirmación viendo la obviedad de la situación-.
-Por desgracia somos amigos -se apresuro a contestar Golden, recibiendo un golpe de su amiga-.
Se formo un incomodo silencio para todos los presentes, en el cual solo se escuchaba como Andy jugaba con sus manitas.
-Creo que no nos presentamos adecuadamente -llamo la atención de Freddy, rompiendo el silencio que los rodeaba-. Gerard Janssen, un placer -extendió su mano para que el castaño la estrechara. Tardo un momento para que Freddy se moviera pero igualmente la acepto-.
-Frederick Stone. Un gusto Gerard -acepto la mano seguro de su acción-.
-Golden -dijo de repente el rubio, y por la expresión de castaño comprendió que no lo había captado- dime Golden.
Freddy sonrió a la amabilidad que el rubio usaba en su voz. Era el tono perfecto que usaría una persona a la que considerarías amigable y llena de vida.
Un recuerdo fugaz de su encuentro con él hace varios meses voló por su cabeza, recordando lo grosero que sonó con él al encontrarlo con su pequeño retoño que solo quería ayudarlo.
-Entonces tú llámame Freddy -respondió con el mismo tono que él contrario- Y lamento la manera en la que te trate aquel día -confeso avergonzado el oso castaño-.
-No te preocupes, cualquiera habría reaccionado igual al ver a su hijo hablando con un extraño -Golden volteo su mirada hacia Andy y le sonrió, gesto que le fue devuelto por el menor-.
Ninguno de los dos se dio cuenta de que todavía tenían sus manos estrechadas y no dejaban de sonreírse. El silencio volvió, pero esta vez nadie le encontró incomodidad alguna.
La única persona que que se encontraba en sus cinco sentidos en ese momento era la única mujer del lugar, que miraba atenta la escena de sus dos amigos.
¡No lo hagas Karen!
Se reprimía ella misma.
¡Se fuerte!
Y seguía aguantando.
Tú puedes...
Un poco mas y explotaría.
No necesito... Hacerlo...
Y explotó.
¡Mierda, que gay!
Por puro impulso, la joven pelimorada saco su móvil y les tomo una fotografía a los tres protagonistas de la escena. Ellos seguían sin darse cuenta, solo se miraban sin soltar sus manos. Andy noto el móvil de Karen y sonrió para otra fotografía mientras abrazaba el cuello de su padre.
El sonido de la cámara saco del trance al rubio y al castaño, quienes al ver a su amiga la vieron tratando de aparentar que solo jugaba con el móvil. Al fin notaron sus manos e instantáneamente se soltaron, ambos con un leve rubor en sus mejillas.
-Ya es un poco tarde, deberíamos irnos. ¿No crees Golden? -intervino Karen riendo, esperando no tener que dar explicación alguna-.
-Claro claro, tienes razón. Ya es tarde, je je je -rió nervioso el rubio. Volteo de nuevo hacia Freddy-. Fue un gusto Freddy.
-Digo lo mismo Golden -le devolvió el gesto-.
-Adiosh Golden -se despidió Andy moviendo su manita de lado a lado sonriendole al rubio-.
-Hasta pronto Andy -él mayor le apretó una mejilla en señal de cariño al menor-.
-Sigan ignorándome, no hay problema -se quejo la pelimorada de brazos cruzados y con los ojos entrecerrados, pero ninguno de los tres le hizo caso- no hay ningún problema.
Una vez que Karen y Golden estuvieron solos en el elevador, Golden saco el tema que ya tenia mucho que le recordaba a su amiga.
-¿No crees que deberías dejar de ver esos dibujitos chinos gays? Digo, esta bien que apoyes a los homosexuales y demás, pero deberías dejarle esas caricaturas a los adolescentes. Hace mal afanarse con algo. Y tú deberías saberlo mejor que nadie, eres psicóloga -dijo él rubio con un deje aburrido. Siempre era lo mismo con esa mujer-.
-¡Que no son chinos! -grito molesta la joven ignorando el resto del comentario de su amigo-.
• • •
POV Andy
Cuando Karen y Golden se fueron, papá y yo entramos a casa. Todavía me estaba cargando, y yo aproveche eso para acostarme en su hombro. Se sentó en el sofá y a mi en sus piernas.
-Andy, cielo.
-¿Shi papi?
-¿Esperabas que no me diera cuenta de los moretones?
Raios
-Ehhh... ¿No? -conteste inseguro-.
-Karen me dijo que unos niños te lastimaron -traidora-. No me dijo por que, esperaba que tú me lo dijeras.
Baje mi cabeza al recordarlo. No era mi culpa no tener mamá... ¿Oh si?
Nunca supe que fue de mi mamá, papá siempre me decía que cuando fuera mayor me lo diría, que era complicado de explicar.
-U-unosh niñosh me golpealon y me quitalon mi almuelsho pol que no tengo mamá -agache mi cara mientras lo decía-. Ta... También aluinalon la caltita que te quelia dal... -otra vez en el día quería volver a llorar-.
No contesto nada, en cambio, me abrazo y no dude en hacerlo también.
Escuchaba como su corazón latía, eso siempre me calmaba cuando estaba triste.
La verdad nunca me había puesto a pensar que necesitara una madre, con papá no sentía que hiciera falta.
-Mamá te ama -lo escuche decir, pero no conteste nada. Sabia que si le preguntaba algo de ese tema me respondería con lo mismo de siempre- hijo, -lo voltee a ver- no debes dejar que esos niños te lastimen. Y si lo hacen, tienes que defenderte, no es bueno dejarse pisotear por alguien mas.
-Lo she... -dije bajando de nuevo la mirada-.
-¿Le dijiste a algún maestro? -le negué la pregunta. No dije nada mas, hasta que me llego a la mente le recuerdo de Golden-.
-Golden me ayudo -dije lentamente, cuando vi que tenia sus atención continué-. Cuando eshosh niñosh she fuelon, shalí coliendo al patio de juegosh, eshtaba llolando cuando llego Golden, leshulta que esh el inshpectol. Él me llevo a la enfelmelía y luego a mi shalón, y me dio veinte dolalesh pala que me complala algo en la cafetelía -termine de explicar feliz.
No dijo nada en ese momento y volví a pensar que estaría enojado por "hablar con un extraño".
Esa idea se fue cuando vi que sonrió y me acaricio una de mis orejitas de oso.
-¿Eso hizo? Je, valla... -se quedo en silencio un momento hasta que volvió a hablar- hijo, sabes que nunca hay que juzgar a las personas sin conocerlas -asentí- y todos cometemos errores... El mio fue juzgarlo a él.
☆☆☆☆☆
Lo vi y pense en ustedes
Ba kon musho amor vien gay <trez
Bueno ya, vamos con las fichas.
Karen Queen
Actualmente 27 años, cabello color morado, ojos cafés avellana, tez ligeramente bronceada, orejas y cola de oso.
Es directa, muchas veces llega a ser cruel, y su humor puede ser muy pesado y/o sarcástico, pero no le quita que es una mujer de buen corazón, expresiva, soñadora y nunca superó el yaoi en si vida.
Nació y creció en Minnesota, y llego a Chicago (donde reside actualmente) gracias a sus estudios universitarios en la sección de Psicología.
Mantiene una fuerte amistad con Golden y Springtrap.
Especie: Oso
Gerard Janssen - Golden
Actualmente 28 años, cabello rubio, ojos azul oscuro (zafiro), tez pálida, orejas y cola de oso.
Muchos lo toman como un hombre de pocas palabras, pero muy amable. Realmente se describe como alguien considerado y carismático.
En la Universidad estudio Diseño Digital, pero trabaja temporalmente como inspector escola.
Toda su vida ha vivido en Chicago, a los 23 se independizo de sus padres. Mantiene una fuerte amistad con Karen y Springtrap.
Especie: Oso
Spencer Olsen - Springtrap
Actualmente 28 años, cabello verde olivo, ojos negros, tez morena, orejas y cola de conejo.
Conserva un gran carisma desde niño, creativo, fiestero, le encanta divertirse (siempre que tiene la oportunidad, no duda en ir de fiesta con sus amigos) y con gran dificultad se llega a enojar.
Termino su carrera universitaria en Arquitectura y actualmente se dedica a su profesión.
Igual que su best friend, nació y creció en Chicago, donde reside actualmente.
Mantiene una fuerte amistad con Karen y Golden.
Especie: Conejo
El trió indomable <3
Muchos me pidieron, otros me amenazaron con actualizar.
Pero solo una persona me madreo para sentarme en mi habitación para terminar de escribir. Agradézcanle a mi best friend :''v
Pero ahí esta, sumando el hecho de que ha sido el capítulo que he re-escrito mas veces hasta ahora. 14 veces hasta estar satisfecho. Que bien se siente ❤️
Espero que les haya gustado y comenten que tal les pareció, que aunque no pueda responder todos los comentarios, S-I-E-M-P-R-E los leo todos.
Hermosa imagen editada por karen01princess
Bye ^^ 💙❤️
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