Cita entre osos
POV General
-¿Cenar? -pregunto el castaño extrañado-.
-No pido más -respondió el mayor de ambos con la misma sonrisa-.
Freddy se lo pensó un rato.
Por un lado, Golden parecía una persona agradable, tenia un buen sentido del humor y debía admitir, era bastante atractivo.
Pero por el contrario, seguía siendo un conocido muy desconocido para él.
"Nunca está de más conocer a gente nueva, ¿verdad?"
Mamá osa le devolvió la sonrisa.
-Con gusto, ¿Cuando sería? -pregunto amigable el castaño-.
Golden exploto internamente antes de volver a hablar -¿Que tal este sábado? Por la noche.
-A-Ahhh, el sábado. Bueno, le prometí a Andy que estaría con él todo el día. Como no suelo estar en las noches por mi trabajo -contestó apenado-.
-Ohh... Bueno... -eso para Golden representó un gran problema, pero una idea todavía mejor cruzó por su mente- Y~, ¿no crees que Andy quisiera ir? Así puedes estar con él como le prometiste y cenamos los tres.
A Freddy le enterneció que el rubio quisiera integrar a su hijo y no dejarlo de lado.
Con el poco tiempo que llevaba tratando con el rubio, debía admitir que era muy amable.
-Je je je, es lindo de tu parte eso -dijo el castaño amablemente-. Con gusto iré, y estoy seguro que a Andy le gustará la idea -Golden sonrió por la respuesta, el castaño se lo había tomado mejor de lo que esperaba-. ¿Donde te veo?
-¡Oh no, no, no, no! Yo los invite, yo paso por ustedes -se apresuró a contestar el rubio-.
-No es necesa... -el rubio lo interrumpió-.
-Ya dije -sentenció con un tono de "superioridad" y con los brazos cruzados, dándole a entender la castaño que no le diera más vueltas al asunto, pero el contrario sólo pudo atinar reír. Tipo escena de caricatura-. ¿A las siete está bien?
-Más que perfecto.
• • •
Llegó el sábado.
Mamá Osa ahora se encontraba terminado de peinar a la pequeña cría por tercera vez y de paso viendo que la ropa el mismo niño estuviera en orden.
Y como había dicho Freddy antes, a Andy le maravilló la idea de salir con Golden.
Sonó el timbre del apartamento.
Apenas Andy lo escuchó, salió corriendo de las manos de su padre y se fue a la sala a esperar a que Mamá Osa abriera la puerta.
Freddy imitó la acción de su hijo y una vez en la sala, se aseguró de estar impecable. Ahora si, abrió la puerta.
-¡Golden! -Andy fue el primero en saludar, ya que éste salió disparado de la sala y ahora se encontraba abrazando la pierna del rubio-.
-¡Andy! -le llamó la atención Freddy a su hijo con el entrecejo levemente fruncido-.
El menor a regañadientes soltó la pierna del mayor y se paró a un lado de Mamá Osa. Ante la escena Golden soltó una risilla.
-No pasa nada -dijo sonriente el rubio- Por cierto, traje un regalo para Andy, ¿no hay problema? -dijo juguetón, y efectivamente, el oso mayor tenia entre las manos un jarrón de vidrio lleno de golosinas y muchas gomitas con diferentes formas de animales y colores con un bonito decorado alrededor-.
A Andy literalmente se le ilumino la cara en ese momento. El infante volteo a ver a su padre quien le sonrió al rubio por el gesto.
-Si Andy no tiene problema -contesto con una sonrisa-.
Golden se incoó a la altura del menor y le sonrió, este de igual manera le regreso el gesto.
-¿Te gustan las golosinas? -pregunto amablemente al niño, este asintió emocionado- Me alegra, por que todas estas son tuyas.
El mayor de extendió el jarrón al infante y este lo acepto emocionado dando saltitos en su lugar.
-¡Glashiash Golden! -dijo el menor y como acto de reflejo le dio una brazo al rubio-.
-No es nada -respondió y un poco incomodo por la mirada del castaño adulto, pero igualmente le devolvió el abrazo al menor-.
Una vez que le menor fue a dejar sus golosinas a la cocina y Freddy se aseguro de no dejar nada, todos salieron del apartamento.
• • •
Los tres osos ya habían llegado a su destino. Golden había llevado a los castaños a "Monteverde", un muy buen restaurante italiano de Chicago, y por lo que aparentaba, algo costoso desde el punto de vista de Freddy.
Todo había comenzado bien, hablaban alegremente y entre los mayores de conocían mejor.
La comida estaba deliciosa al parecer de madre e hijo y para Golden no había diferencia, iba ahí con frecuencia.
La hora del postre fue la mejor parte al parecer de todos, claramente alegres mientras los mayores contaban divertidas anécdotas de su vida, sin dejar de lado a Andy. Incluso el niño les contaba lo que hacia en la escuela y como se divertía.
-No me has contestado, ¿cual fue la primera novatada que te hicieron en la universidad? -pregunto el castaño esperando reírse otra vez del mayor-.
-Pues~, me encerraron el una sala de maestros solo con ropa interior -respondió Golden riéndose de él mismo-. Dure ahí hasta que un conserje entro y me encontró tratando de abrir una ventana. Salí corriendo y atravesé medio campus semidesnudo. Tomaron vídeos ese día, ¿quieres verlos? Siguen en YouTube -le ofreció mientras sacaba su móvil de su bolsillo-.
El castaño acepto la oferta todavía riéndose en tanto Golden buscaba el vídeo y le pasaba su móvil a Freddy. Y Andy por curiosear se acerco a su padre queriendo ver también. Este lo sentó en sus piernas.
"Universitario semidesnudo en el campus - Novatada" era el titulo del vídeo de no mas veinte segundos y con 61,520 visualizaciones.
En el aparecía un Golden mas joven únicamente con un bóxer puesto corriendo con una expresión de vergüenza y enojo que se tropezaba con con sus propios pies y de fondo se escuchaban las risas de los chicos que veían el espectáculo.
Y Freddy y Andy no fueron la excepción, cuando termino el vídeo ambos castaños se estaban riendo del mayor. Quien igualmente se reía pero mas disimuladamente. Recordar esos tiempos en lugar de causarle vergüenza, le daba risa.
-¿¡Eras tú!? -dijo Freddy todavía riéndose-. Este vídeo lo vi hace unos años, me lo enseño un amigo -recordó a Bonnie el día en que llego corriendo con él y Chica diciendo "¡Miren a este idiota!" mientras reía-.
-Bueno ya, mucho de mi -dijo Golden calmando sus risas y las de los castaños-. Tú todavía no me haz contado mucho de ti.
-Cierto. ¿Qué quieres saber? -dijo Freddy recargando sus codos en la mesa-.
-¿Donde trabajas?
-¿Ya me quieres secuestrar de mi trabajo? -dijo burlón el castaño-.
-Tal vez lo haga algún día. Aunque no sería muy necesario, se donde vives y eso me facilita la cosa -respondió de igual manera el rubio-.
Ambos se rieron mientras Andy solo miraba confundido, pues no había entendido el chiste.
-Je je je, hace unos meses me cambie de trabajo. Ahora estoy en Shaw's Crab House como chef.
-Ahhhh, con que te gustan los lugares caros -dijo Golden a modo de broma, ganándose una mirada de reproche por parte de Freddy-. No se enoje, señor gruñón -concluyo riendo-.
-No hace falta que pregunte donde trabas tú -dijo Freddy con la intención de darle la vuelta la asunto- pero, ¿que estudiaste en la universidad?
-Diseño digital. Lo de ser inspector escolar solo es temporal en lo que termino mi siguiente proyecto.
-¿Y tu proyecto es~?
-Secreto -respondió Golden. El rubio rió de la cara que puso el contrario- Solo puedo decir que es un corto animado, nada mas.
Sin darle mas rollo al asunto, Freddy se conformó con la respuesta.
Ya cerca de las diez los tres se retiraron del lugar satisfechos.
• • •
Habían llegado a la casa de los osos justo a tiempo.
Algo que era un pequeño diluvio paso a ser una fuerte tormenta.
Andy se había quedado dormido de camino a casa, siendo ahora cargado por su padre.
Los dos adultos llegaron a la apartamento.
-Fue divertido -dijo Freddy mientras abría la puerta-. Gracias Golden.
-Pff~, no fue nada -el rubio hizo un movimiento con su mano restándole importancia-. Me alegra que se divirtieran -mencionó tranquilo- Será mejor que ya me vaya.
Freddy detuvo todo movimiento que hacía.
Pensando precavidamente, no era seguro conducir con esa tormenta, podría pasar cualquier cosa.
-¿No crees que es peligroso? -dijo todavía en el umbral de la puerta, antes de que Golden pudiera moverse de su sitio-.
Golden se detuvo y le regreso la mirada al castaño.
-Bueno, no esta tan grave la cosa -justamente en ese momento cayó un trueno que seguramente se escucho por toda la ciudad- ... Bueno, solo un poco.
Freddy rodó los ojos divertido. Se negaba rotundamente en dejar ir a Golden del lugar en aquellas circunstancias.
-Entra -le indicó el castaño al mayor, haciéndose a un lado para que Golden pudiera pasar-. Y no te acepto el no por respuesta.
-Gracias -dijo el rubio amablemente-.
-No es nada -le sonrió con cariño-. No me gustaría saber que tuvieras un accidente. Puedes quedarte hasta que pare la tormenta.
Al rubio le enterneció ese gesto.
No se volvió a negar he ingreso al apartamento con una tenue sonrisa.
El lugar era sumamente acogedor, pequeño a comparación de donde vivía el rubio, pero se sentía el aura familiar que había en casa.
-Iré a arropar a Andy. Siéntete cómodo -la suave voz de Freddy había sacado al contrario de sus pensamientos, recordandole de la presencia del infante-.
Una vez que Golden se quedó solo en la sala principal, se dedicó a ver cada parte de la casa.
Dibujos ordenados en la mesita de centro de la sala (contando los que estaban pegados en el refrigerador), que obviamente, eran hechos por Andy, fotografías en estanterías de la casa y unos cuantos juguetes en el sofá.
Sin duda, una bonita familia de dos.
Pero algo de lo que se dio cuenta el rubio (y era imposible ignorar), era que no había alguna fotografía de quien fuera la madre de Andy.
No tenía idea que era de aquella mujer, y ninguno de los castaños tocaba el tema.
La primera vez que había compartido palabra con Andy, este le dijo que no tenía madre, y el tono en el que lo dijo a cualquiera le haría tomar como primera opción que la mujer ya hubiera muerto
Pero en casa no parecía eso.
Lo normal sería que hubiera alguna fotografía de ella, pero lo único que había eran fotos con amigos o ellos nada mas.
-No te va a pasar nada por sentarte, ¿sabes? -por segunda vez, Freddy sacó a Golden de sus pensamientos. El castaño estaba recargado en la pared que daba a un pasillo del apartamento con los brazos cruzados y una sonrisa ladina-.
Ambos rieron y tomaron asiento en en sofá mas grande que había en la sala.
Continuaron conversando un largo rato en espera a que la luvia cesara o mínimo disminuyera un poco, pero mas bien parecía que esta iba en aumento.
Cerca de las dos con cuarenta de la madrugada, la luz se había ido (por lo visto) en toda la ciudad, dejando a la ciudad del viento a oscuras.
Cosa que no fue un impedimento para ambos adultos a seguir divirtiéndose.
Nada que unas lamparas de baterías no arreglara.
• • •
Los rayos del sol comenzaron a asomarse por Chicago, dando inicio a un domingo nada productivo.
Muchos salían de su casas a terminan con la rutina de esa semana.
Pero ese no era el caso de los tres osos.
Debido a que la lluvia no tenia intenciones de irse, Freddy no dejo salir a Golden de su apartamento por seguridad.
Se entretuvieron tanto que ninguno de los dos se percato en que momento se quedaron dormidos en el sofá a pierna suelta.
Gracias a su reloj biológico, Freddy fue el primero en despertar,
Se removió en su lugar y vio la situación en la que estaba. Estaba acostado en uno de los extremos del sofá y al otro extremo estaba Golden de igual manera.
-Papi, ¿que hashe Golden aquí? -Freddy volteó al pasillo que daban a las habitaciones y vio a su hijo somnoliento y tallándose sus ojos-.
En menor se acerco a su papá y se sentó en sus piernas para acurrucarse en su pecho mientras este acariciaba su cabello y dejaba uno que otro beso en su cabeza.
-Era muy peligroso que se fuera a casa con la tormenta de anoche. Así que lo convencí de que se quedara -dijo el mayor lentamente a causa del sueño-.
-En otras palabras, no me dejaste ir -la voz divertida y cansada del rubio llamó la atención de padre e hijo-. Buenos días.
Freddy rió por el comentario.
Con gran fuerza de voluntad, se levanto del sofá y fue a la cocina dispuesto a hacer el desayuno.
-Vamos a desayunar, ¿gustas quedarte? Prometo no ponerle nada malo a tu plato -dijo en broma el castaño captando la atención de Golden-.
-Gracias por la oferta, pero ya irrumpí demasiado en tu casa -igualmente se levanto del sofá y se acerco al castaño-. Pero será mejor que ya me vaya. Tengo un perro que debe estar pensando que lo abandone.
-¡¿Tienesh un pelo?! -dijo emocionado el niño al escuchar la mención del animal-.
Así empezó otra platica en la cual Andy interrogaba a Golden y este le respondía dejando al niño fascinado.
Igualmente Golden se quedo a desayunar con los castaños (mas que nada, peticiones del infante), pasaron las primeras horas entre risas y buenas bromas.
Concluyendo con que los tres se dieron cuenta de algo.
Andy quería conocer a Luigi, el perro de Golden.
Freddy quería volver a salir con Golden.
Golden quería salir de nuevo con ambos osos.
☆☆☆☆☆
-TeddyBunny-
EternalLight123
Como lo prometí, con cariño para ustedes ( ͡° ͜ʖ ͡°)( ͡° ͜ʖ ͡°)
Ya tengo computadora prros <3
Eso me hace feliz
Pero mas feliz me hace ver sus rikos comentarios y votos ( ͡° ͜ʖ ͡°)
¿Que tal el capítulo?
Confieso que estuve fanboyleando a cada rato al escribir este capítulo sumamente homosexual
<3
Dato: El perro de Golden es un Border Collie
Bye ^^ 💙 ❤️
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