Hace muchos años, en un reino llamado Eravaria vivían muchas personas, muchas de ellas eran protectores del reino (todos eran hombres), ellos protegían el reino casando a los dragones que lo atacaban, pero había uno en especial, uno blanco como la luna, y plateada como una espada recién limpiada, ese dragón no atacaba, pero de vez en cuando atacaba el pueblo, una vez por poco asesina medio pueblo, pero por suerte, los defensores la espantaron, uno de los defensores tenia 18, su nombre era Robin, era un chico lindo, ágil, amable y atento, el siempre se la pasaba con su novia Katla, ella era muy parecida a el, tan solo que ella tenia una habilidad secreta:

-Hola Katla, ¿cómo estas hoy?

-Bien, ¿y tu?

-Igual, pero hoy por poco atrapo al dragón plateado, no es tan grande como dicen, pero es muy hermoso

-¿Enserio? - Dijo Katla sonrojándose

-Si, enserio - Dijo Robin sin darse cuenta del sonrojo de su amiga - Bueno, tengo que ir a seguir protegiendo el pueblo, te veo al rato

-Nos vemos, ¡te quiero! - Esa era lo que pasaba casi siempre, Robin venia, hablaba un rato con Katla y se volvía a ir para continuar con el trabajo, siempre era así, Katla, en el tiempo que no estaba con Robin, desaparecía misteriosamente, ella era una chica extraña según el pueblo, una vez desapareció por una semana, pero regreso totalmente bien, con la excepción de tener un montón de ramitas en el castaño pelo, ese día, había sido diferente, Katla había ido a casa de Robin a cenar y se quedo dormida en el sofá, al amanecer, apenas salió el sol, salió rápidamente de la casa, después de la mañana, Robin fue a visitarla para decirle que le habían dado día libre, cuando llego a la casa de Katla, no la encontró, busco por todos lados, pero nada, de un momento a otro se le ocurrió ir al bosque, en medio camino, se encontró con ella, ella se asusto de ver a Robin allí:

-¡Robin, que haces aquí!

-Vine a buscarte y te encontré, quería decirte que me dieron el día libre, así que podemos pasar más tiempo juntos

-E-enserio, ¡que alegría!, estoy muy feliz por eso, ahora podremos hacer muchísimas mas cosas sin tener que preocuparnos de tu trabajo, qué quieres hacer ahora?

-Bueno, me gustaría ir a mostrarte las sonas de vigilancia en la cual trabajo, y después, si tu estas de acuerdo, podríamos ir a tu traba...

-¡No!

-¿A que le estas diciendo no?, a ir a mi trabajo o mostrarme el tuyo

-A mostrarte el mío

-Ok, ¿esta todo bien?, te vez nerviosa

-No, no todo esta bien - Dijo Katla fingiendo estar bien

-Ok, entonces !vamos¡