🔥[1] El tiempo pasa volando🔥
[Presentamos...]
🔥EL AMOR DE UN DÁLMATA🔥
Capítulo 1: ᴱˡ ᵗⁱᵉᵐᵖᵒ ᵖᵃˢᵃ ᵛᵒˡᵃⁿᵈᵒ
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En el cuartel de los Paw Patrol, Ryder, un jóven de 16 años, experto y profesional en la tecnología, sigue viviendo con sus cachorros, quienes seguían ayudando a todos los ciudanos en sus problemas cotidianos, después de todo, Ryder aún no tenía muy claro su futuro, se quedaba estancado al pensar en lo que sería más adelante, además, no puedes vivir solamente de rescatar a los demás, necesitaba pensar en alguna profesión.
Mientras que los cachorros, que ya no eran como tal cachorros, sino que jóvenes canes que seguían las misiones de su dueño Ryder, habían estado cambiando de parecer y sobre todo gustos, algunos habían sentido lo que era enamorarse, mientras que otros no. Chase, el pastor alemán, se dio cuenta de que amaba a Skye, su mejor amiga, aunque la cocker spaniel aún no se daba cuenta de las señales que Chase le daba.
Como los padres de Jake estaban más mayores, Jake tuvo que hacerse cargo de sus padres, pero para su mala suerte, su familia era alérgica a los perros, por lo cual no pudo llevar a su amiga husky. Debido a eso, tuvo que dejarla en el cuartel de los Paw Patrol para que pueda estar acojida y animada mientras él no estaba; y así pasaron los años, la husky se adaptó a su temporal "hogar" hasta que su amigo volviera por ella. Marshall aprovechó la oportunidad de pasar tiempo con Everest, habían sido más unidos que nunca, su rutina era diaria de ambos era desayunar juntos, ir al parque y jugar al freese con los demás cachorros en el patio de juegos; puede que sea bastante corta, pero las horas pasan volando sin darse cuenta.
― ¡Buenos días Everest!―el dálmata estaba de pie en la casita de Everest, que Ryder hizo para ella con ayuda de Rocky.
― Jaja, ¡buenos días Marshall!―saludó a su amigo estando recostada en su casita.
― ¿Vamos a desayunar? He oído que Ryder trajo nuevas croquetas ¡y son crocantes!― dijo Marshall emocionado por las nuevas croquetas.
― De acuerdo, vamos. ―poniéndose de pie para ir junto a Marshall a la planta baja del cuartel.
― ¡Buenos días cachorros! ―saludó Ryder a sus cachorros.
― Ryder, ya no somos cachorros...― dijo Rubble un poco incómodo, ya eran canes jóvenes, apunto de ser adultos y su dueño seguía llamándolos "cachorros".
― Déjalo Rubble, desearía ser cachorra eternamente, jaja. ―dijo Skye entre carcajadas, pues ella era más energética y divertida que antes, claro que seguía siendo dulce, pero no tanto.
―Lo siento...emh...
―"Amigos" Ryder, "amigos"― dijo Zuma para que Ryder los llamase de esa manera.
―Oh, sí, lo siento amigos...― Ryder aún no aceptaba el hecho de que sus cachorros hayan crecido tanto, al igual que él, solo quedaba recordar esos viejos tiempos en donde todo era felicidad pura.
―Bien, hora de comer. ―dijo Rubble un poco glotón por probar las nuevas croquetas.
―De acuerdo.
Luego de la hora de comida, los cachorros salieron de la planta baja del cuartel para hacer sus actividades cotidianas. Chase hacía ejercicio todos los días, pues quería impresionar a Skye con su figura, Rubble seguía durmiendo, aunque también acompañaba al pastor alemán en su ejercicio matutino luego de descansar lo suficiente; Rocky y Zuma tocaban música con sus respectivos instrumentos, Rocky tocaba la guitarra con sus herramientas y el labrador tocaba la pandereta, eran digamos el "ambiente" para los demás canes jóvenes en sus actividades. Skye solamente jugaba al freese con Marshall y Everest en el patio de juegos, no solía jugar mucho, pero ahora todo eso había cambiado.
―Es tuya Skye. ―dijo Marshall lanzando el freese hacia la cockapoo.
―La tengo...la tengo...―se pone de patas y cuerpo abajo para luego dar un salto y atrapar el freesbe con ayuda de su boca.―¡La tengo!
―¡Dámela Skye!―reclamó Everest en postura de cuerpo bajo.
―¡Tenla amiga!
―Yo lo tendré primero Everest, jaja―dijo Marshall sarcástico, últimamente le gustaba bromear y ser más sarcástico con los demás.
― ¡No te creas manchitas!
―¡Estás hablando con un cacho- digo, con un can Fú experto!
―Ya lo veremos―todo se movía en cámara lenta para la husky al igual que para el dálmata tratando de agarrar el freese contra su competencia, pero chocaron con sus patas entre ellos y cayeron rodando hacia abajo.
―¡Woaah! ¡cuidado Marshall!― advirtió mientras seguía rodando por la pequeña colina que había en el patio, hasta que pararon en una cerca blanca que había por ahí.
Cuando terminaron de caer, ambos se sentían muy mareados por la caída, Skye de inmediato bajó para ver si sus amigos se encontraban bien después de la caída brusca.
― ¡Marshall, Everest! ¿Están bien chicos?― preguntó la cockapoo preocupada.
― Lo estamos, pero yo tengo un pequeño dolor de cabeza.― dijo Marshall agobiado por la caída.
― Yo estoy bien por suerte.― dijo Everest.
― Está bien. Marshall, si quieres descansa en tu casita.
― De acuerdo, nos vemos.
― ¡Nos vemos Marshall!― dijo la husky con una sonrisa, de igual manera fue a su casita y descansó un poco.
Pasaron las horas, Marshall se sentía mejor, así que fue a ver a su amiga husky, pero para su sorpresa, la encontró recostada descansando con la lengua afuera, se veía adorable, sin embargo, el dálmata la despertó para ir al parque junto a ella como siempre.
― Despierta Everest.
― ¿Marshy? Mmh...buenos días.― saludó despertando, para ella ya era un nuevo día, pero no era así; dio un leve bostezo para intentar despertarse.
―Everest, el día continúa, ven, quiero ir al parque contigo.
―¿Mmh?―balbuceó entre pregunta, por suerte pudo camviar rápidamentr su expresión facial―,¡ah sí!, vamos.
Los dos canes fueron al parque como de costumbre, había niños jugando en el parque, mientras que otros adultos solo paseaban a sus cachorros de razas.
―¿Marshall, te puedo preguntar algo?―preguntó la husky detuviéndose de su camino.
―Claro Everest, ¿sucede algo?
―¿Por qué no me dices la verdad?―preguntó con perseverancia en su mirada, pues Marshall parecía no corresponder sus sentimientos amorosos.
―¿La verdad de qué?
―La verdad sobre tus sentimientos por mí Marshy.―afirmó confiada.
―¿A qué te refieres? Tú solo eres mi amiga Everest.
―No me mientas, tú me amas con todo el corazón.
―No es así Everest, sólo somos amigos desde cachorros.― Marshall se sentía incómodo, no entendía de dónde sacó Everest aquella pregunta.
―Mmh...Está bien, ¿me permites manchitas?― la husky se acercaba al dálmata lentamente hacia sus labios, Marshall no sabía que hacer hacer ante la acción de su amiga, solo se quedó paralizado y se dejó llevar hacia los encantos de Everest.
―Everest...
―¿Si, manchas?
―Yo...
[~❆❆❆~]
―Marshall, ¡despierta!― gritó Everest.
―¡Ah! Ah, hola Everest.
―Creo que hoy no iremos al parque, te ves cansado.
―S-si, creo que nos quedaremos en el cuartel.
―De acuerdo, entonces iré con Chase. ¡Nos vemos!― se despidía la husky con una sonrisa mientras iba corriendo hacia el pastor alemán.
― (Suspira) Menos mal todo fue un sueño. Mejor seguiré durmiendo.─ Marshall se durmió asustado por la escena que se inventó en sus sueños, no dejó de pensar en lo que la Everest de sus sueños le dijo "me amas con todo el corazón"
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―Hola Chase, ¿haciendo ejercicio?― preguntó la husky con una sonrisa al ver a su amado pastor alemán, durante todos estos años sintió atracción hacia él, siempre estaba con su pelaje marrón cepillado y eso hacía que ella muchas veces se sonrojara.
―Sip, es bueno estar en forma Everest.
―Jaja, ya lo creo. ¿Te gustaría ir al parque?
―Claro, dame unos minutos más.
―Te espero.― se sentó y siguió apreciando el hermoso físico de el pastor alemán, Everest se volvía loca al verlo con su figura perfecta; él era valiente y un buen líder, por eso se enamoró de aquel can de ojos marrones.
Pasaron 10 minutos más y el ejercicio matutino de Chase había acabado, por lo tanto podría ir con su amiga husky Everest.
―Siempre vas con Marshall al parque, ¿por qué hoy no fuiste con él?― preguntó el pastor alemán.
―Él quería dormir en su caseta, al parecer no durmió bien esta tarde.―aclaró Everest.
―Marshall a veces puede ser dormilón, jaja.
―Ya lo creo jaja.
―Por cierto Everest, esto puede sonarte incómodo, pero me da curiosidad...¿te gusta Marshall?― Chase pensaba que a Everest le pudiese gustar su amigo, asimismo, pensaba que tenían algo más allá que ser solo mejores amigos.
Pov Everest:
¿Acaso esa es la razón por la que solo somos amigos? Marshall es mi mejor amigo, pero no lo puedo ver de otra manera...Realmente tú eres mi amor verdadero Chase, aunque, sé que nunca me notarías, porque en el fondo sé que te gusta Skye, mi mejor amiga. Aún así, yo quiero ganarme tu corazón antes de que Skye se de cuenta de los sentimientos que tienes hacia ella. Marshall es apuesto, pero no he sentido maripositas en mi estómago, como contigo.
―No Chase, él es sólo es mi mejor amigo.
―Oh, de acuerdo, pensaba que tú y él tenían algo.
―Marshall es muy divertido, no lo voy a negar, pero él no me gusta.
―Está bien Everest. ¿Quieres una paleta?
―¡Por supuesto oficial!―dijo la husky juguetona, como siempre solían ser entre ellos.
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