Durante toda la noche tormentosa del lunes, Sony se la pasó llorando en su cama mientras miraba una foto de Columbia y abrazaba su almohada de Spiderman. Olvidarla no será tarea fácil cuando deba firmar los papeles de divorcio próximamente...

Al día siguiente despertó con varias ojeras, mucho sueño, pereza, migraña y tristeza debido a que no durmió en toda la noche por pensar en sus momentos felices con Columbia.

Cuando llegó y entró al edificio, bostezó y se frotó ambos ojos para poder despertarse y dejar el pasado con su esposa atrás. Subió al ascensor junto a otras empresas y esperó para llegar al piso 6.

En el sexto piso lo esperaba Blumhouse. Él se encontraba en la oficina de Sony limpiando sus cosas ya que suele ser desordenado.

Aunque Blumhouse es consciente de que Sony nunca le prestaba atención en ese sentido romántico, se atrevía a hacer todo lo posible para llamar su atención. El estudio terrorífico ordenaba la oficina de Sony, le compraba su desayuno o merienda, lo animaba a seguir adelante y siempre le daba buenos consejos para que todo salga bien en su trabajo cinematográfico. Sin embargo, cada plan que organizaba siempre fallaba debido a que el menor sólo sabía pensar en su "querida Columbia".

Mientras Blumhouse ordenaba las últimas de la oficina de su amigo, escuchó la puerta abrirse a sus espaldas. Sonrió lleno de amor y felicidad al pensar que se trataba de Sony, pero su sonrisa se esfumó cuando vio al extravagante y molesto de Lions Gate; parado allí en el marco de la puerta con los brazos cruzados y esa risita burlona que acostumbraba a usar
—Hola, Blum— habló queriendo parecer simpático para ocultar sus burlas
—Agh— Rodó los ojos y se volteó para comenzar a limpiar una repisa para ignorarlo. Lions Gate bufó exhausto y se le acercó por detrás para tocar su hombro y obligarlo a darse la vuelta bruscamente, hasta dejarlo acorralado contra la cómoda de atrás
—¿Por qué no me saludas? Eres un grosero— comentó con un tono serio mientras el contrario apretaba los dientes de lo furioso que estaba; estando a punto de sacar la navaja de su bolsillo trasero para cortarle la garganta si quería
—Quítate de encima antes de que te corte el cuello en serio, hijo de perra—
—Oh, wow, pero que lenguaje tan sucio acostumbras a usar, jaja. Esa no es forma de hablarle así a alguien, ¿Sabes?— expresó de manera sarcástica e intencional. Lo que empeoró el enojo de Blumhouse y causó que éste sacara su navaja rápidamente para apuntarla en la garganta de Lions
—¿Te piensas qué estoy bromeando, idiota? ¡Aléjate de mí!— Levantó la navaja para atacarlo, pero el estudio felino lo detuvo apretando su muñeca y generando un fuerte dolor en él que lo impulsó a soltar el arma —¡Ahh! ¡Suéltame! ¡Duele, desgraciado! ¡Suéltame la puta muñeca— gritó de dolor y enojo al sentir su muñeca siendo apretada fuertemente de una manera horrenda que parecía el inicio de una quebradura.

Lions Gate solamente reía malvado y finalmente lo soltó. Blumhouse se retorcía de dolor por su muñeca casi rota, a tal punto que unas pocas lágrimas de dolor salieron de sus ojos, aunque sintió rencor y vergüenza por verse débil ante su peor rival.
—Podrás ser un experto con tu navaja de niño malo, pero créeme, Blum... A mí jamás me han puesto un dedo encima, ¡Jaja!— carcajeaba exageradamente.

A medida que Blumhouse y Lions Gate seguían discutiendo, Sony entró a su oficina bastante cansado y sorprendido por verlos a ambos peleando sin razón, sobretodo en su propia sede
—¡¿Qué mierda?! ¡¿Qué hacen ustedes dos aquí?!— dijo molesto y dejó su maletín un momento para expresarse mejor. Blumhouse se calló de inmediato y comenzó a actuar como un tonto nervioso debido a que le entristecía ver a su querido amigo enojándose con él
—¡Lo lamento muchísimo, Sony! Vine aquí para ordenar tu oficina y éste idiota de aquí llegó sólo para molestar, ¡Te lo juro! ¡Perdóname!— Suplicaba haciendo un melodrama por su perdón, mientras que Lions Gate fruncía el ceño, hacía una mueca de desagrado y rodaba los ojos con molestia hasta cruzarse de brazos.

Sony no tuvo de otra que creerle a su único amigo y miró con enojo a la compañía del león que vino de metiche
—¿Qué carajos quieres, Lions Gate?— Le preguntó con una expresión de sospecha. El mencionado lo miró fijamente, también demostrando enojo y seriedad en los gestos que hacía
—¿Qué no es obvio? Vine a unirme a su grupo—
Sony se sorprendió al instante y no pudo comprenderlo con exactitud
—¿Eh? ¿De qué estás hablando?—
Lions Gate sonrió malicioso
—¿Acaso tu amiguito no te lo dijo? A partir de ahora seré amigo de ustedes dos, jaja—
El menor no tenía palabras al respecto y sólo miró a Blumhouse de reojo por un momento, y luego se dignó a preguntarle sobre ello
—Blum, ¿Se puede saber qué está ocurriendo?—
El mayor tragó saliva de los nervios y le respondió con rendimiento en su mirada gacha
—Lamento no habértelo dicho, pero... Lions Gate  quiere ser nuestro amigo y yo... Le dije que si— mintió en algunas partes de su explicación, pero no tuvo opción
—¡¿Me estás jodiendo?! Tú odias a éste metido de mierda ¡¿y ahora te atreves a aceptarlo como amigo?!—
—¡Sí, lo sé! Suena muy estúpido, pero es una larga historia—
—¡Agh...!—
Sony volvió a mirar a Lions Gate con odio y rencor mientras se cruzaba de brazos.

Al final, Sony no tuvo más remedio que aceptar al insoportable de Lions Gate... Las mañanas y tardes ya no serían lo mismo con él en el medio y escuchando cada una de las plásticas entre él y Blumhouse.

En la primera hora libre de la jornada, Blumhouse y Sony, iban en dirección al ascensor para bajar al piso 3 y comer junto a sus compañeros y otras empresas, sin embargo, la compañía del león los seguía a todos lados y siempre se metía en el medio de ambos. Algo que obviamente irritaba a los dos estudios. Aún así, ignoraban su presencia y conversaban como si él no existiera
—Así que, Sony, ¿Por qué hoy estás con ojeras? Es súper extraño verte de esa manera, ¿Acaso no dormiste en toda la noche?— le preguntó Blumhouse preocupado por él, mientras Lions Gate escuchaba todo desde atrás con una expresión de amargura por sentirse excluido
—Sólo dormí cinco horas... La verdad es que ayer...— su voz comenzó a quebrarse por aguantar un sollozo y se hundió de hombros por la tristeza profunda que sentía al recordarlo —¡Columbia me pidió el divorcio!— confesó con un harto llanto de melancolía y se abrazo a sí mismo.

Blumhouse se quedó atónito al escucharlo y no pudo evitar sentirse triste por él, pero por otro lado, en su interior una sonrisa victoriosa y maliciosa se formó de inmediato... Ya que Columbia finalmente había cumplido su orden. Sacudió un momento su cabeza para volver a la realidad y dejar su victoria a un lado, y mejor concentrarse en su querido amigo que sufría por ella. El mayor se le acercó y lo abrazó por los hombros para calmar sus lágrimas
—Lamento mucho escuchar eso, Sony. Pero si te soy honesto, ella no valía la pena. Siempre la vi como una mujer sólo concentrada en su trabajo y sin tiempo para su esposo. Lo mejor sería que busques a alguien más... Atento y con mucho tiempo libre— comentó con un tono seductor y coqueto para captar la atención de Sony ahora que se encontraban bien juntitos. No obstante, Lions Gate se interpuso en el medio y los separó intencionalmente sólo para molestar
—¡Jaja! No vale la pena sufrir por mujeres, amigos míos. Concentrense en el éxito y la fama y así olvidarán cualquier cosa ridícula... Cómo una mujer, pff, ¿Quien necesita a esas chillonas?—
Sony ignoró sus palabras sólo para seguir llorando en silencio sin hacer nada, mientras que Blumhouse se enfureció peor por el comentario y sujetó a su enemigo de la camisa para acercarlo y hablarle con brusquedad
—Cierra el hocico, maldito... Te juro que si haces llorar peor a Sony te voy a-...— Fue interrumpido cuando alguien más lo agarró del brazo y lo alejó inmediatamente de Lions Gate con brusquedad —¡Agh! ¡¿Pero qué-...— antes de que pudiera expresar su molestia al ser empujado, vio que el responsable de haberlo apartado fue la empresa Starz. El estudio del león no se esperaba su repentina aparición, pero rió burlón y apoyó su brazo en el hombro de Starz como si fuera alguien de mucha confianza
—No toleraré ninguna falta de respeto hacia mi superior— dijo Starz sonando enojado y serio por el intento de agresión de Blumhouse hacia Lions Gate
—¿Y tú qué carajos vienes a meterte?— le contestó la famosa empresa del thriller a punto de sacar su típica navaja con filo, aunque tampoco quería comenzar una pelea debido a Sony, que se iba alejando de él mientras lloraba
—Calmate, Blum. Mi asistente Starz sólo vino a defenderme, jaja— volvió a reírse burlón para provocarlo
—Tch, me importa una mierda lo que sea de ti. Sólo te advierto que si vuelves a molestar a Sony, no te tendré piedad— contestó como últimas palabras de amenaza y advertencia mientras iba trás su amigo que continuaba melancólico en la lejanía del pasillo antes de perderlo de vista.

Por otra parte, Lions Gate no los siguió por el momento y se quedó sonriendo malicioso mientras miraba a su asistente por un instante
—Oye, Starz, ¿A qué se debió tu interrupción, eh? Jaja—
—Perdóneme, señor. Lo estaba buscando para avisarle sobre el dinero que ha recibido actualmente por sus películas recientes este año. Me alarmé cuando el estudio Blumhouse lo sujetó de esa manera y de alguna forma tuve que defenderlo de él—
—Mmm, sí, te agradezco por eso. Pero ahora mismo necesito que cumplas un ligero favor que te pediré, jaja...— rió siniestro y con un gesto macabro
—¿Y de qué se trata, señor?—
—Necesito que me agendes una cita con Columbia Pictures—
—¿Ah? ¿Y para qué?—
—Luego te lo contaré. Por el momento sólo cumple ese facilisimo favor y averigua si ella está disponible—
Starz suspiró pesado y respondió sin más preámbulo
—Está bien, mi señor. Con permiso—
Se retiró con su casual cortesía y el contrario sólo se quedó de brazos cruzados contemplando a Blumhouse y Sony caminando a lo lejos para subirse al ascensor. Su sonrisa creció más y su rostro se tornó sombrío... Listo para ejecutar su siguiente plan...

En el tercer nivel de comida rápida, ambos amigos pudieron llegar tranquilamente y sentarse en los lugares más cercanos y vacíos del buffet antes que otras empresas lleguen a ocupar otras mesas.

Sony aún estaba con el rostro decaído, las ojeras matándolo del sueño y sus delicadas lágrimas cayendo por sus mejillas. Blumhouse hacía todo lo posible para calmarlo, pero no conseguía nada que lo pusiera feliz
—Sony, lo digo en serio, te hará peor llorar en exceso—
—No me importa... Perdí el amor de mi vida y ahora me siento un completo perro rechazado...— limpiaba su nariz con unas servilletas de la mesa
—Sí, lo sé... Y la verdad es que ni siquiera sé cómo se siente romper con una relación porque yo... Jamás estuve enamorado de alguien...— mintió en la última parte con los pómulos rojos para subir la autoestima de su amigo. El menor se quedó en silencio unos momentos y paró de llorar sólo para verlo y escucharlo
—¿Eh? ¿Cómo es qué nunca te has enamorado?—
Su pregunta puso más nervioso a Blumhouse, pero él lo disimulaba a la perfección mientras se rascaba un poco la nuca
—Sé que una vez te dije que estuve en pareja con Crystal Sky, pero la realidad es que nunca nos amamos. Sólo nos obligaron a estar juntos para tener un bebé... Es por eso que mi única hija es Atomic Monster...—
—¡¿Q-qué?!—
—Sí... Suena loco, y perdón por haberte mentido... Cuando te conocí, sólo lo dije para quedar bien contigo, je—
Sony se quedó pensativo por un largo tiempo, hasta que respondió más calmado mientras se limpiaba las lágrimas y la nariz
—Ya veo... Eso quiere decir que nunca tuviste un verdadero amor... Eso suena muy... Triste—
—Lo es. Aunque, mi corazón siempre palpita cuando... Veo al indicado— confesó cerrando sus ojos y llevando su mano al pecho mientras sus mejillas se calentaban
—¡¿Lo dices en serio?! ¡¿Quién es la afortunada?!— cambió su temperamento triste a uno ansioso cuando supo ese dato interesante de Blumhouse
—Mmm, bueno... No es exactamente una mujer... Es un chico lindo y tímido que conozco desde hace mucho tiempo...— habló nervioso y lleno de vergüenza al saber que por fin le diría a Sony sus sentimientos
—¿Y quién es él?— sonrió pacientemente con sus manos en la mesa
—P-pues... Él es...— se sonrojó hasta tartamudear, con su corazón latiendo y su cuerpo sudando de temor y emoción.

Cuando sus palabras por fin saldrían a la luz, se escuchó a Atomic Monster gritando a lo lejos mientras iba patinando torpemente por el piso resbaladizo
—¡Cuidado, papá!— le gritó a su padre Blumhouse y él reaccionó lo más rápido posible. Su hija se estrelló contra sus piernas y cayó con el trasero en el suelo y raspándose un poco las manos
—¡Auch! Atomic... ¡¿Qué estás haciendo?!— se incorporó de su asiento y fue a ayudar a su hija de inmediato —¿De dónde sacaste estos patines?— habló molesto mientras la ayudaba a levantarse
—Lo siento mucho, papá. Me los obsequió TriStar y... Quise probarlos, jeje— soltó una risa nerviosa, pero al mayor no le pareció nada chistoso
—A mí no me causa gracia en absoluto. Quítate esos patines antes de que lastimes a alguien más por tu torpeza. No eres una niña y ni siquiera sabes patinar, y menos dejaré que lo hagas en el edificio—
—Ugh, no seas tan cruel— hizo un puchero infantil mientras se quitaba el casco y las rodilleras
—O te los quitas o te castigo, ¿Cuál prefieres?—
A Sony le causaba algo de gracia ver a Blumhouse como un padre responsable y exigente con su hija. Era algo que él no acostumbraba a hacer con TriStar por mera costumbre.

A medida que se reía en silencio, el contrario lo escuchó y se volteó un momento para verlo reír. Al menos ya no estaba triste por Columbia y eso era un buen avance. No obstante, también se sentía decepcionado por no poder decirle sus sentimientos a Sony en este momento... Le hubiera gustado saber su respuesta antes de que su hija lo interrumpiera de repente.