El sol ya llamaba a Zuliet a levantarse, así que salió de la cama para alistarse a su suplicio cotidiano. Se sorprendió de que pasaban las horas y toda la ciudad permanecía en silencio. Las personas aún no salían a la calle, aunque ya era de día. Los niños no se escuchaban y los animales permanecían durmiendo. Nadie se había despertado, a pesar de que el sol jugueteaba en cada calle de la ciudad.
- ¡Jum!, qué raro - se dijo.

Se levantó y fue a ver a los demás, pero todos dormían como si estuvieran muertos. Fue cama por cama intentando despertarlos. Los llamó por su nombre, los sacudió, les caminó por encima e incluso les lanzó agua, pero no se despertaron. Corrió de casa en casa, golpeó las puertas y ventanas, rompió cristales y gritó pidiendo auxilio en plena calle, pero nadie podía dejar de dormir.

- ¿Qué está pasando? - gritó asustada esta niña, y hasta el silencio se negó a responderle.

La desesperación tomó su mente y una angustia asesina le apretó el corazón. Si terrible era pensar en un futuro sin sueños, no cabe duda de que es peor un mundo donde nadie vive en la realidad. Por ello, presa del pánico, Zuliet comenzó a temblar tan fuerte que todo el cuerpo le traqueaba. Su soledad nocturna y las angustias de su insomnio, ahora la perseguían también de día.

En medio de la incertidumbre y al borde de la locura, tras varios días intentando despertar a la ciudad, decidió que debía ir a buscar ayuda a algún lado. Escogió el primer camino que encontraron sus pies y echó a andar sin mirar atrás. Comenzando un viaje aparentemente sin rumbo, pero que paso a paso le acercaba a la razón de su existencia. Así, cantando para romper el terrible silencio que ha inundado la vida de su mundo, viajó sobre su esperanza buscando las respuestas.

Caminó el mundo, acostumbrándose a solo encontrar ciudades dormidas, intactas, conservadas mágicamente en el tiempo. Tras cuatro largos años de viaje, aceptó que estaba sola y se resignó a vivir rodeada de gente que no podía huir de las garras del amo de los sueños. Marchando día y noche sin dormir, atormentada por la incertidumbre, deambulaba por un mundo que la magia del amo de los sueños puso en estado de coma. Si en su pasado cuestionó por qué era la única que no dormía, ahora se enfrenta a la cuestión de por qué solo ella está despierta.