! ୧ Dos.
Una semana después, Felix quería tener nuevas clases al instante, pero al ver a su padre no lo creía tanto. Se había besado con su mejor amigo, eso estaba mal, muy mal por donde lo viese.
Su padre le miraba con orgullo y cariño, Felix no tenía cara para decirle la verdad en la vida, por lo que moriría y llevaría a la tumba ese secreto.
—¿Qué tal tu día, amor?— preguntó su padre, Felix tomó un sorbo de zumo para ganar un poco de tiempo para decir alguna buena excusa.
—Bien, salí con Minho y los demás.—Ladeó la cabeza de un lado a otro para luego escuchar el timbre sonar, era él. Su padre notó la inmensa sonrisa de Felix.
—Muy contento ¿no?— Felix asintió. —Me parece muy bien. Me gusta verte feliz.— Le sonrió.
El mayordomo pasó y ambos se giraron para mirarlo. —El Sr. Hwang está aquí.— presentó Felix agrandó su sonrisa.
—Hágalo pasar, por favor.— ordenó su padre amablemente.
—Ya estoy aquí.— respondió Hyunjin, ingresando al comedor. A Felix le brillaron los ojos al verlo con su impecable traje gris, su corbata negra a juego y su inmaculada camisa blanca estirándose bajo el pecho tonificado. Su cabello rubio platino peinado hacia arriba, ondulándose al final, dejando ver algunas cabellos rebeldes salir pero dándole un toque elegante. Su colonia inundo sus fosas nasales y cuando enseño los dientes en una perfecta sonrisa, Felix observó su marcada mandíbula fina, su hermosa piel pálida jugar con sus atractivos ojos cafés que al sonreír se convertían en media lunas.
Felix nunca se fijó en lo atractivo que era Hyunjin. Tal vez por acostumbrarse a verlo a diario.
—Buenos días.— casi gritó Felix. La humillación valió la pena al ver la sonrisa del millón cruzar el rostro del atrayente hombre de negocios.
—Buenos días, pequeño.— Hwang se acercó hasta el besándole la coronilla. Felix sostuvo un gemido al sentirse rodeado por él. Hwang se apartó yendo hasta su padre que se levantó para recibirlo en un amistoso abrazo que le recordó su situación.
El amigo de papi. Se recordá
—Buenos días Hyunjin, hoy veo bien a todos.— Comentó volviéndose a sentar, extendiendo su brazo señaló la silla contigua a la de Felix. —Por favor.— pidió.
—Buenos días para ti también Jungkook. El viernes llegué y no te encontré en casa.— comentó casualmente. Descansó los codos en la mesa y unió sus finos dedos, sosteniendo allí su mandíbula.
iOh dios, ese maldito día! Pensó Felix totalmente sonrojado y acalorado.
—¿Qué sucede Felix? Te has puesto rojo como si fueras a desmayarte. ¿Estás enfermo? ¿Tienes fiebre?— tiró una fila de preguntas, preocupado por su salud.
—¿No deseas refrescarte? Puedes tomar un baño o bien nadar en la piscina.— sugirió su padre.
El asintió.
—ilré a nadar!
Gimió siendo completamente irracional. Ahora ni siquiera podía ver a Hyunjin, todo lo que hacía le ponía y no sabía por qué. Jamás le había sucedido esto y no puede entenderlo. Flotando en el agua, pensaba duramente, su cabeza ya le dolía de tanto hacerlo.
—¿Felix?— escuchó que le llamaban. Mirando sobre su hombro, observó a Hyunjin viéndole desde la orilla.
—Hola.— saludo llegando a las escaleras, pero sin escalarlas solo flotando.
Hyunjin mantenía sus manos en los bolsillos, sonriendo.
—Tu padre me dejó cargo de ti, salió por unos asuntos de la empresa y volverá tarde.— explicó acercándose a Felix —Quizás a la madrugada.— volvió a decir sin borrar esa sonrisa que le hipnotizaba —¿Quieres seguir con los consejos? Aprovechemos sabiamente el tiempo.— dijo sin rodeos.
Felix se ruborizó. —¿Nunca te dijeron que eres muy directo con tus palabras?
—¿Nunca te dijeron lo lindo que eres?
—Demasiadas veces.— Sonrió.
—A mí también.— Rió. —Entonces...
Felix salió del agua. Su cabello castaño goteaba y su piel brillaba por la humedad del agua. Felix tomó la toalla para secarse pero esta le fue arrebatada de las manos. —¿Qué haces Hyunjin? Dámela, debo secarme.— pidió pero el hombre negó.
—Me gusta así, quédate así.— Tragó saliva, asintiendo, Felix comenzó a caminar hacía la casa. Ambos entraron y subieron las escaleras. Hyunjin cuidando de él para que no se resbalara.
El cuarto de Felix estaba completamente iluminado, ya que los ventanales que daban al balcón estaban abiertos y las cortinas beige, sujetas. Felix se golpeó la frente, no quería que Hyunjin viera lo sonrojado que se ponía cuándo estaba con él.
—Déjame cerrar estas.
La mano de Hyunjin lo detuvo. Él sacudió la cabeza y señaló la cama. —Párate delante de la cama, Felix. Otra forma de excitar será la que te enseñaré, escúchame atentamente.— Felix asintió —Si piensas que voy muy lejos sólo dime y me detendré.
Que Dios no lo permita.
—Hoy iremos mucho más lejos. Mucho más. Necesito estar seguro que no será una molestia para ti.— expresó —Jamás quisiera ponerte en una posición incómoda, estoy aquí para enseñarte el placer de tu cuerpo, para que conozcas lo que te gusta y lo que no. Que hables conmigo es de gran importancia.— Felix le sonrió.
—Estoy dispuesto, te diré si algo no me agrada. Lo prometo.
Hyunjin lo miró fijamente cuando las palabras salieron de su boca. —Hoy deberás darme placer... con tu boca —Felix jadeó. Oh Dios, oh Dios, oh Dios. —¿Podrás hacerlo, bebé?
Hyunjin se atento de que Felix aún lo escucha, el chico asintió nuevamente, tranquilizándolo un poco. Estás jodido, Felix. Muy malditamente jodido.
—Qué debo ha...hacer.— Tragó saliva ásperamente.
—Ponte de rodillas.— Hyunjin abrió las piernas, dándole espacio. Felix se posicionó. —Antes que nada, bésame y mientras lo hagas desprende, el cinturón y abre mis pantalones.— Felix suspiro, acercándose al rostro de Hyunjin, el hombre lo miró a los ojos, derritiéndolo. Felix cerró sus labios sobre los de él, volviendo a degustar el sabor a menta. Rápidamente sus lenguas hicieron contacto.
Las manos de Felix descendieron por el pecho y abdomen, encontrando rápidamente el cinturón. Sus manos temblaban de puros nervios, la adrenalina corría por sus venas.
ilba a tener sexo oral con Hyunjin! Los consejos iban muy rápido. Pero seguía allí y no corriendo por las colinas. Se desconocía totalmente.
Desprendiendo el cinturón, lo deslizó fuera de las caderas, continuó desabrochando el pantalón de Hyunjin. Concentrándose en el beso, estiró los labios en sus dientes, arrastrando el labio inferior, Felix se excitaba cada vez más. Cuando el pantalón se abrió Felix miró hacia abajo, tragando saliva.
La boca del hombre, atacó la suya de nuevo. Estaba completamente excitado por la experimentada lengua de Hyunjin sobre la suya. Jugueteando y chupando el húmedo músculo.
Los bóxers cortos de Hyunjin aparecieron y entonces se apartó. —¿Ahora qué, Hyunjin?— su voz sonaba totalmente distorsionada. Ni siquiera cuando Seungmin lo besa o le toca se ponía así, ahora recién comenzaba y ya estaba duro y goteando.
—Sácalo y mastúrbame.— ordenó conectando sus ojos oscuros con los del chico. Felix gimia
Acatando la orden de su maestro, metió su mano dentro de la fina tela, sus dedos atraparon algo duro y liso. Exhalando temblorosamente, sacó el miembro erecta de los bóxers negros, lo había excitado.
Felix saltó de alegría interiormente. Hyunjin acariciaba sus cabellos marrones incentivándolo, mirándolo a los ojos, Felix, esperaba otra orden pero ésta no llegó.
Apretando el miembro dentro de sus manos comenzó un vaivén de arriba abajo, masajeando lentamente para luego ascender la velocidad como él hacía consigo mismo. Hyunjin recostó su cabeza sobre uno de sus hombros mirándolo expectante. Felix se concentraba en darle placer. Su suave palma bombeaba la caliente y tibia piel. Hyunjin comenzó a respirar más fuerte, a Felix le gustó eso.
Sigue tus instintos. Se dijo.
—Bien, ya vas aprendiendo, ahora baja y déjate llevar.
Apretó su agarre en sus cabellos, tomando una bocanada, Felix bajó hasta el miembro de Hyunjin, sacando su lengua rosada miró hacia arriba y prosiguió.
Iba por buen camino, era la primera vez que probaría el miembro de alguien en su boca. Nunca lo había hecho ni siquiera con Seungmin. Su novio insistió tantas veces pero Felix nunca cedió. Simplemente le daba repulsión pero con Hyunjin no le provocaba la misma sensación.
El experimentado hombre le suministraba aires de confianza, de que podía excitar y hacerlo perfectamente sin errores. Sin torpezas. Sin prejuicios al final de la escena.
Deslizó su lengua por la piel, saboreó el miembro, sabía a almizcle, un tanto amargo y picante pero delicioso a su manera. Un sabor que llenaba sus expectativas e incitaban más. Lamiendo y lamiendo encontró totalmente embadurnado el miembro erecto de Hyunjin, por su mano corría su saliva que se mezclaba con el liquido pre-seminal que goteaba de la cabeza morada. Su lengua serpenteó por el glande, justo en la pequeña ranura donde gotas amargas se conectaban, el sabor de ese invisible líquido explotó dentro de su boca. Gimió con los ojos cerrados ante la ambrosia.
—Mmmm...— volvió a gemir.
—Lo haces bien, pequeño. Ahora chúpame.— Hyunjin sonaba cada vez más ronco, su voz bajando decibeles y eso ponía a Felix caliente. Tragó el miembro, esperaba no vomitar y humillarse. Las arcadas fueron leves y soportables, sin embargo. Hyunjin tiró de su cabeza hacia atrás gimiendo y empujando más hondo sus caderas dentro de la caliente boca.
—iTan bueno!— Enredó un puñado del cabello, alzando su rostro. Sus ojos se bloquearon sobre los de Felix —Tan perfecto.— jadeó. Volvió a bajar a los labios de Felix en un rápido y corto beso.
Empuñando el miembro de Hyunjin, se animó aún más. Sus mejillas se ahuecaron y con la vista aún fija en las expresiones de Hyunjin, bajó por el pene chupando milímetro por milimetro, tomándolo totalmente y sintiendo el glande razar su campanilla. La fragancia del falo lo engatuso, su nariz enterrada entre los vellos absorbiendo más del almizcle y masculino aroma.
Hyunjin gemia con fuerza. El chico entre sus piernas estaba siendo su perdición. Jamás hubiera creído que esta era la primera vez de Felix chupando un falo erecto.
Ser su primero en esto lo estaba matando. Recordando no ser egoísta, lleva su temblorosa mano hasta los pantalones cortos de Felix, mete y coge el miembro duro en su palma.
Al verlo nadar en la piscina lo excitó demasiado, haciendo trabajar el magro cuerpo, flexionando los músculos cuando recorría la piscina. Verlo salir totalmente mojado y jadeante aún más, pero observarlo arrodillado delante suyo chupando su miembro con esos labios, no tenía comparación.
Reajustando su agarre, Hyunjin lo comenzó a masturbar con fuerza, sacándole gemidos que hacían vibrar su miembro dentro de la garganta de Felix. El chico chupaba más fuerte y con más vehemencia.
—Joder— gruñó
Ambos se daban placer y eso recompensaba todo. Felix estaba cerca de explotar y quería que Hyunjin también lo hiciera con él. Succionando con más fuerza, hundiendo las mejillas exigió la sustancia blanca.
Las caderas de Hyunjin se sacudieron, follando deliciosamente la boca de Felix. Su lengua se enredo por la cabeza bulbosa chupando más fuerte.
Felix rodó los ojos al liberar su carga. El miembro en su boca se empujó con más insistencia, chupó y absorbió, haciendo vibrar el miembro por un grito ahogado.
Felix recibió en su mano la cremosa venida. Sonriendo deslizó su mano de los pantalones y llevó los dedos a su boca donde chupó cada uno ante la hambrienta mirada del otro que absorbía con gula. Hyunjin lo tomó por los costados de la cabeza tratando duramente de no correrse en la preciosa boquita de Felix.
—Apártate si no quieres que me corra dentro de tu boca.— Hyunjin observó como Felix
sacudió la cabeza. Él rodeó su glande, mientras lo masturbaba y chupaba a la vez, apretó los dientes.
Hyunjin no logró contenerse, apretando su cabeza hacía su pelvis se liberó dentro suyo gimiendo con fuerza.
Felix tomó todo lo que Hyunjin le ofrecía, no sabía cómo ni por qué lo hacía pero sí sabía que lo quería con tanta demencia que lo asustaba. Y lo quería todo.
Succionando por última vez, lamió los restos de la cremosa sustancia, a Felix le encantaba cómo sabía Hyunjin. Picante y salado. El flácido miembro abandonó sus labios con un suspiro satisfecho viniendo de los labios de Hyunjin.
—No tenías porque tragarlo.— Hyunjin le dijo. El hombre iba a levantarse para asearlos pero Felix lo detuvo, se sentó sobre sus caderas para a continuación besarlo compartiendo su esencia con él.
Hyunjin apretó sus dedos en las caderas del menor, hundiendo sus dedos en la pálida piel. Al separarse de su boca, Felix le sonrió como un niño que no cometió ninguna travesura.
—Me gusta tu sabor Hyun.— No digas eso porque lo hiciste. Encontrándose encantado por el comentario. —Hyun.— De repente Felix se puso serio, medio asustándolo.
—¿Uh?— preguntó Hyunjin.
—¿Te excite mucho?— Cuestionó con la cabeza agachada. Hyunjin río haciendo encoger al chico sobre él. Tomándole del mentón, le sonrió condescendiente.
—¿Acaso no has visto lo qué produces en mi?— Felix se sonrojó dulcemente.—Me pusiste duro con sólo verte nadar Felix, eres hermoso.— Besó la nariz roma. —Perfecto.— Besó cada párpado. Felix se sostuvo de los anchos hombros. —Me gus...
Antes de que lograra terminar su confesión fueron interrumpidos por algunos toques en la puerta.
—Joven Felix.— le llamó el mayordomo, Felix se tensó bajo sus manos.
—Habla normalmente.— aconsejó Hyunjin siseando las palabras.
—¿Si, Park?
—Su padre está abajo, esperándolo para cenar.— avisó.
—Dile que ya bajó, por favor.— pidió. Hyunjin acarició el rostro de Felix y besó su cuello, el cabello de su nuca se erizó.
—Como ordene, Joven.
Luego de eso se escucharon pasos. Hyunjin lo tomó de las caderas levantándolo de encima de su regazo. Felix se giró hacia el baño mirando a Hyunjin.
—Llego antes de lo previsto.— Hyunjin se encogió de hombros.
—Distráelo por un momento, me ducharé y en cinco minutos bajo.
Hyunjin sonrió tomando su pañuelo y su saco para caminar a la salida ordenando su ropa.
Felix se sonrojó al verse en el espejo, tuvo sexo oral con Hyunjin, no hacía falta recordarse nuevamente de quien era, lo tenia presente cada vez más.
Su corazón por alguna extraña razón se aceleró con sólo recordar cuando Hyunjin lo masturbó.
Jadeó.
Esto de pedir consejos era peligroso.
—Muy mal.— se dijo. La fría agua corría por su cara, borrando cualquier evidencia de haber estado con Hyunjin. Pero la calidez de su mano y el apasionante beso aún estaban vivos en su mente.
Simplemente no podía olvidar el toque de Hyunjin en su piel, tan prohibido y tan placentero. Mierda, se está excitando nuevamente, pensando en Seungmin cambió de parecer, él amaba a Seungmin pero... ¿por qué siquiera se preguntaba si lo amaba o no?
¡Qué infiernos me pasa!
Le gusta Hyunjin, sí.
Seungmin fue quien se lo pidió, entonces no estaba mal.
Sí que lo estaba, Seungmin le dijo expresamente que pidiera consejos, él no sólo los pidió, sino que los puso en práctica con el consejero y no con su novio con quien se supone, debía ser.
Esto está mal en niveles desconocidos. No podía seguir haciéndole eso a Seungmin. ¿No? ¿verdad? ¿El quería seguir? ¿Hyunjin querría?
Siendo sacado de sus pensamientos por unos toques en su puerta se apresuró a bajar. Se tardó más de lo debido, resopló mientras se vestía y saludaba a Park.
Encontró a su padre y Hyunjin sentados en la extensa mesa del comedor, ambos bebiendo vino. Su padre estaba sentado al lado de un chico de aproximadamente la edad de Hyunjin, más o menos. Hyunjin le vió y le sonrió.
—Felix.— habló. Jungkook miró a su hijo, levantándose de la mesa espero por él.
—Hijo, siéntate, quiero que conozcas a alguien.— Su padre parecía un poco nervioso. Se preguntó por qué y no tardó mucho en apuntar al desconocido. Tomó asiento al lado de Hyunjin, el hombre entrelazó sus dedos con los suyos bajó el mantel blanco.
—Hola.— saludó el chico. Su cabello castaño provoca que su piel se viera más pálida y cremosa, sus ojos oscuros y rasgados. Vestido totalmente de marcas caras, además claro de las joyas, era lindo, pero no por eso le caía bien a Felix. —Mi nombre es Park Jimin, pero dime Min por favor.— se presentó cordialmente.
—Soy Felix.— le sonrió cortésmente, un poco incómodo.
—Lix, Jimin quería conocerte.— empezó Jungkook.
—¿Ah, sí? Ya nos hemos conocido. Ahora qué sigue, padre? ¿Es tu nueva adquisición?— habló con brusquedad.
—iFelix!— Exclamó Jungkook —No te comportes de esa manera.— Hyunjin rió por lo bajo, haciendo tirar de sus comisuras solo un poco. —Volviendo al tema.— Jungkook se recompuso, tomando asiento de nuevo. —Jimin y yo decidimos formalizar nuestra relación y como tu hermano volvió a desaparecer, sólo te lo presentaré a ti. Espero se lleven bien.— terminó su discurso. Felix frunció su ceño.
—Sé que no me tomarás cariño al principio pero espero ganármelo, Felix.— Jimin le miró pero Felix solo asintió renuente. —Siento mucho si esto fue muy chocante o inesperado
—No importa, en unas semanas vendrá otro en tu lugar.— Jungkook observó su plato. Felix sintió un poco de culpa al ver su expresión herida. Jungkook le dio una mala mirada y susurró algo en el oído de Jimin.
—Lix, Jimin es un amigo mio. Él es un buen hombre que cuidará muy bien de tu padre y espero que tu padre lo aprecie como sé qué Jimin apreciará a él.— Hyunjin fue la conexión para que su padre conociera a este hombre. Felix le miró malhumorado y Hyunjin torció sus labios.
—Es una noche de sorpresas ¿no?— Felix Suspiró. Cuando otra sorpresa llegó.
—¡Buenas noches!
Sabía que eso pasaría.
—Señor Jungkook, el joven Seungmin llegó para la cena.— dictó. Seungmin vio a Felix y él se tensó completamente.
—Hey, bebé.— saludó su novio, con un beso en los labios. Felix no le correspondió por lo que molestó a Seungmin pero se mantuvo con un rostro de felicidad para saludar a Jungkook. —Buenas noches, Señor.
—Seungmin, qué sorpresa verte por aquí.— Sí, qué sorpresa. —Siéntate.
—Claro que también puedo quedarme a dormir ¿verdad?— Jungkook se lo pensó. Mirando alternativamente de Seungmin a Felix
¡Di que no! Por los Dioses, que diga que no.
—Claro que puedes.— Te odio papá.
—También me quedaré yo, si no te importa claro, mi departamento está en remodelación.— Hyunjin bebió otro sorbo de vino mientras miraba por el rabillo de sus ojos a Seungmin, para nada conforme con la inesperada visita.
—¡Es una grandiosa noche!— Rió Jungkook. Inclinándose, robó un rápido beso a Jimin.
—Hermoso.— Seungmin apretó uno de sus muslos dándole a entender lo que esa noche pasaría. Por un lado tenía a su novio y por el otro lado a su, ¿Consejero?
¿Amante?
Hyunjin le dio una mirada mordaz. Tragó saliva duramente al sentir su otro muslo siendo presionado por Hyunjin. Estoy tan jodido, pensó, hundiéndose en su asiento
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